domingo, 4 de abril de 2010

Identificación de la explotación sexual

"Las construcciones mentales según las cuales todas las prostitutas son explotadas y traficadas permiten que se ejerzca contra ellas la violencia institucional: acoso policial, trato arbitrario, detenciones y deportaciones sin que la sociedad civil reaccione e incluso permite que algunas personas de ingenua buena fe crean que estas operaciones policiales benefician a las trabjadoras sexuales, pues las liberan de la esclavitud"

Dolores Juliano Corregido, antropóloga y presidenta de LICIT



La semana pasada los ministros de Interior e Igualdad presentaron el balance del primer año en vigor del Plan Integral de lucha contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual (aprobado a finales del 2008). Según sus datos al menos 1.301 mujeres habrían sido obligadas a prostituirse en España el año pasado,de un total de 6.157 localizadas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Además se detuvieron a 726 personas (el 66% de ellos, hombres): a 412 por delitos de explotación sexual y a 314 por trata de seres humanos; frente a 543 el año anterior. Sin embargo estas cifras quedarían muy lejos de las registradas otros años, por ejemplo en el 2005 fueron arrestadas 910 personas (de las que 150 resultaron condenadas) y se "rescataron" a 2018 víctimas. Los resultados no han mejorado a pesar de que los agentes dedicados a combatir la trata prácticamente se han duplicado en los últimos años. Llama la atención que, al contrario de lo que suele creerse, el porcentaje de mujeres víctimas de la trata frente a hombres apenas era de un 57% (datos de la Unidad Técnica de la policía judicial de la Guardia Civil).

Rápidamente las asociaciones que trabajan en el ámbito de la prostitución reaccionaron. Desde APRAMP destacan la liberación de estas mujeres, el Fondo de ayuda a social a las víctimas dotado con 2 millones de euros que sirve para financiar sus proyectos y las medidas de sensibilización como la exposición "The Journey", los famosos posavasos, o la campaña "No seas cómplice". Por su parte el colectivo Hetaira cuestiona la obtención de estas cifras, asmismo denuncia que según las mismas 4.956 de estas mujeres no serían esclavas sexuales pero que en cambio quedarían "abandonadas a su suerte por la legislación actual" y que las propias fuentes policiales reconocen que tan sólo 443 pudieron ser identificadas como “víctimas de trata” (el resto habrían sido explotadas sexualmente, es decir, terceros de estarían lucrando de ellas pero no habrían sido trasladadas a España empleando coacción, engaño o violencia).

Varias mujeres, víctimas de la trata de blancas, muertas dentro de un container marítimo. Esta dramática escena pertenece al primer capítulo de la segunda temporada de la serie policíaca "The Wire" (Bajo Escucha), sin embargo en la vida real no he podido encontrar referencia a sucesos ni remotamente parecidos a éste.


Ambas asociaciones lamentan la falta de unos indicadores objetivos para la identificación de víctimas tanto de trata de seres humanos como de explotación sexual; si bien APRAMP elaboró en su día una Guía Básica para la Identificación, Derivación y Protección de las personas víctimas de trata con fines de explotación en la que se ofrecen una serie de indicios para reconocerlas debido a que la identificación de estas víctimas la realizan subjetivamente los propios agentes de policía, quienes podrían estar "poco sensibilizados" con esta realidad. En este documento la organización asegura que "se desconoce el verdadero alcance y naturaleza del fenómeno debido a la falta generalizada de datos, a la ausencia de estadísticas oficiales anuales así como de mecanismos de seguimiento".

En muchas otras ocasiones he dicho que no podemos coger una parte por el todo, que si bien las situaciones de trata y exclavitud sexual existen su incidencia en España es mínima, casi anecdótica (la guardia civil la cifraba en torno al 1%); pero hoy quiero tratar este asunto en profundidad, hablar de él sin pelos en la lengua. Hace apenas unos meses hablé del tema y además ofrecí varios de estos inidicios que permiten detectar una situación de trata. La guía de APRAMP, en su capítulo cuarto, da una serie de pistas muy genéricas que considero de valor bastante limitado, ya que algunas son poco fiables y otras difícilmente contrastables. Si realmente conociesen la realidad (o la dijesen, porque la saben) podrían ofrecer toda una serie de indicadores mucho más concretos. Los clientes somos clave para detectar estas situaciones, y considero que las administraciones deberían tenernos más en cuenta a la hora de elaborar un programa efectivo de lucha contra la explotación sexual. Sin ir más lejos, la mediadora social que APRAMP presentó en el Congreso de los Diputados era una víctima de la trata a quien uno de sus clientes ayudó a contactar con esta asociación.

Según la asociación APRAMP éstos serían los signos más evidentes para detectar una situación de explotación sexual. En su guía no profundizan mucho más, así que me he tomado la libertad de elaborar mi propia lista. Comparen y pregúntense por qué los abolicionistas no pueden, o no quieren, decir más de este asunto que lo que sabe un vulgar putero de calle.


En base a mi experiencia los indicios más claros de que una persona pueda estar ejerciendo la prostitución en contra de su voluntad son los siguientes:

1. Su propio testimonio o, en su defecto, de sus compañeras. Los clientes muchas veces trascendemos el mero contrato sexual y entablamos relaciones de amistad con las chicas, así que pueden llegar a confiarnos sus problemas (los reales, otra cosa son los inventados que emplean para sacar dinero a algún incauto). Hay que tener cuidado con lo que comentan otras chicas, a veces la información que facilitan es cierta mientras en otras ocasiones está destinada simplemente a dañar a sus compañeras. Difícilmente las ONGs logran tal grado de compenetración con las chicas.

2. Su desempeño o "implicación" en la cama. Resulta evidente que una mujer forzada a prostituirse no va a estar a gusto. Claramente las ONGs serán incapaces de valorar este aspecto. Adicionalmente el cliente puede detectar marcas o heridas que resultan normalmente invisibles por hallarse bajo la ropa.

3. Imperiosa necesidad de hacer dinero del modo que sea, incluso recurriendo a la competencia desleal (disminución del precio mínimo del servicio u ofertando prácticas que sus compañeras rechazan). No estoy hablando de una rebaja a un cliente frecuente o que realice ciertos "extras" por estar a gusto con él, algo que es normal y contra lo que de ningún modo me opongo, sino que lo haga sistemáticamente; únicamente por acaparar una mayor cuota de mercado. En medio abierto se las puede identificar fácilmente por su modo de vestir, más "provocativo" y ligero (incluso en Invierno) que el de sus compañeras o por su forma de trabajar, captando agresivamente a los clientes. En Montera pertenecen a esta categoría las chicas que "placan" a los hombres o se "cuelgan" de ellos (las del Kiosko City, vaya).

4. Clara dependencia de terceros, quienes la pueden controlar desde un local cercano, vehículo o incluso llegar a situarse a su lado, entre ellas. En este último caso suelen ser otras mujeres ya que así pasan más inadvertidas. Además la propia policía prefiere que sean mujeres las que vigilen porque no se ve tan feo y se ofrece una mejor imagen de cara a la ciudadanía. No siempre es evidente esta dependencia, sólo se hace patente cuando se pasa mucho tiempo con las chicas (nuevamente algo que sí hacemos los puteros y no las ONGs).

5. Tiene que abonar una parte importante de sus beneficios a dichos terceros. La cantidad y frecuencia del pago varía, siendo de una parte (normalmente el 50%, van a pachas) o incluso de la totalidad en los casos más graves de explotación sexual. No hay que confundir este pago, que se produce diariamente al finalizar la jornada, con el de la extorsión semanal que en ciertos ámbitos han de dar a la policía y que suele consistir en una cantidad fija (como sucedía en Coslada, por poner un caso conocido). Ambos son delitos, pero en el primer caso la chica no realiza el acuerdo directamente con la policía sino que lo hace el intermediario; mientras que en el segundo ella ejerce libremente y se limita a pagar una pequeña tasa por el empleo del espacio público tal y como hace el propietario de una terraza o el de un puesto del rastro.

6. Graves limitaciones a sus libertades de desplazamiento y expresión. Si ejerce la prostitución en un piso o un club tendría las salidas restringidas e incluso prohibidas, si lo hace en la calle no podrá mantener más que contactos esporádicos con los clientes e incluso con otras prostitutas. No es normal que la chica sea muy callada o solitaria, puede que actúe así por saberse vigilada. De todas maneras puede comunicarse no verbalmente, por ejemplo, como en la Montera una manera habitual de controlar a ciertas chicas es mediante el teléfono móvil es la propia chica quien puede mostrártelo o realizar gestos para que te percates de la situación. En ese caso aconsejo extremar la prudencia, cualquier cosa que digas puede comprometer gravemente a la chica, así que hay que comunicarse por señas como los sordomudos.

7. Lugar de ejercicio de la prostitución. Hay "circuitos" tanto de prostitución forzada (es decir, esclavitud sexual) como libre (la auténtica prostitución, el trabajo sexual). Esto lleva a que según el sitio o bien todas las prostitutas estén sometidas, o bien no esté ninguna. Normalmente los lugares donde tiene lugar la explotación sexual están bien resguardados y son de difícil acceso, tanto geográfico (chalets apartados, clubes en medio de la nada) como económico (precio elevado de los servicios, que actúa como disuasor de muchos clientes). En la calle hay de todo, aunque lo general es que sea el tipo más libre de prostitución de todos los existentes (obviando las escorts con piso propio). Es de sentido común, si se comete un delito se trata de ocultar, no se expone a la vista de todo el mundo a no ser que se tenga la certeza de actuar con total impunidad. En la prostitución callejera las chicas "forman grupos", situándose en diferentes sectores. Se separan las que trabajan por libre de las que lo hacen de manera dependiente.

8. Alta movilidad. Las chicas explotadas sexualmente no suelen estar mucho tiempo en el mismo sitio, ya que se corre el riesgo de que pese a todas las medidas traben amistades o disminuya su rentabilidad pues tal y como he comentado por su forma de atender a los clientes no suelen fidelizarlos. Estas chicas se quedan semanas o como mucho meses, en algunos casos sólo unos pocos días. Por ejemplo, en su día hablé del grupo de chicas en Miguel Moya, probablemente el caso más claro de todos (estaban separadas del resto, ellas mismas te contaban su situación, se las notaba atemorizadas, etc). Un amigo mío, putero como yo, sabía que no iban a durar mucho así que su consejo era "aprovechar" mientras estuviesen. Suele decirse que somos nosotros, la demanda, quien genera la oferta cuando de hecho la situación es la contraria: es la oferta la que genera demanda, los puteros vamos "a lo que hay" adaptándonos a las circunstancias de cada momento.

9. En el caso de mujeres no hispanohablantes, escaso conocimiento del idioma cuando ya llevan varios años trabajando y residiendo aquí. Esto es una consecuencia de la mencionada prohibición de entablar contactos estables con la población local, como sólo se relacionan con los suyos no aprenden el idioma. Sin embargo cualquiera que conozca mínimamente el mundo de la prostitución podrá atestiguar el altísimo nivel de español que exhiben las rumanas, algunas dominan el idioma como si hubiesen nacido aquí a los pocos años (en cuestión de meses se defienden muy bien). Otras extranjeras (búlgaras, rusas, marroquís, nigerianas...) encuentran mucha mayor dificultad a la hora de aprender nuestra lengua así que este indicador no resultaría tan válido para ellas.

10. Preferencia por los malos tratos. Las víctimas de los casos más extremos de trata han convivido reiteradamente (y en algunos casos, crecido) con un ambiente brutal y despiadado, donde todo signo de humanidad es interpretado como una muestra de debilidad. Así que reproducen lo que han aprendido, admiran a quienes temen y desprecian a quienes no logran imponerse a ellas. Sucede más o menos como en el caso de Violeta Santander, la mujer a la que salvó el tan alabado y hoy defenestrado por la progresía más carca Jesús Neira. En estos casos, según mi experiencia muy minoritarios, el trabajo de las ONGs es inviable y se impone la actuación policial firme y decidida.

Toni Bolinga describe su experiencia con una víctima de la trata de blancas explotada sexualmente. Para ver el cómic a tamaño completo hay que pinchar en la imagen.


Una vez que presumimos conocer un caso de explotación sexual, ¿qué hacemos? APRAMP aconseja que "siempre que se tengan indicios de estar ante una persona víctima de trata, se recomienda contactar directamente con las ONGs especializadas", mientras que desde Hetaira indican que debemos evitar hacernos los héroes y acudir a la policía nacional, no a ninguna ONG. Bien, aunque me aproximo más a la posición de Hetaira he de decir que no hay que hacer ni una cosa ni la otra. Por lo general las ONGs conocen de sobra estos casos pero no les interesa resolverlos, es el caso de Proyecto Esperanza, con quienes contacté hace tiempo haciendo caso de un bienintencionado pero ingenuo consejo. Estas ONGs básicamente están especializadas en la obtenión de subvenciones públicas, y su actuación en la calle se limita al reparto de café, lubricante, condones y poco más. En unos casos su finalidad real es colocar a amigos y familiares o devolver favores políticos; mientras que en otros tengo sospechas fundadas de que actúan compinchadas con las mafias. Varias chicas me han contado que uno de los grupos que les hacen análisis se los pasa a los proxenetas, de modo que éstos no dejen trabajar a las que están enfermas. Tiene lógica, si se les pudre una manzana no querrán perder todo el saco.

A las autoridades sí que no hay que acudir en ninguna circunstancia, especialmente a la policía municipal, ya que frecuentemente son ellos los cabecillas de las redes de explotación sexual (tengo pendiente analizar todo el desarrollo del caso Coslada, del que por cierto las ONGs abolicionistas no dijeron ni pío... ¿por qué? Yo lo sé y espero que ustedes comiencen a sospecharlo...). Me fío mucho más de los nacionales y especialmente de la Guardia Civil, pero cualquiera se arriesga. Incluso he llegado a aventurar la existencia de una trama mucho mayor, que llegaría hasta los alcaldes (ya que son éstos los jefes de la policía municipal), quienes estarían consintiendo estas extorsiones con el fin de sanear las maltrechas arcas muncipales. Es de sobra conocido el afán recaudatorio de muchos municipios, especialmente en los últimos años como consecuencia de la crisis, que provoca que busquen dinero hasta debajo de las piedras. Aquí en Madrid las tramas de corrupción han estado a la orden del día, desde funcionarios que cobraban por concesión de licencias (caso Guateque) a alcaldes que fragmentaban los contratos públicos para concederlos a dedo (Sepúlveda). "Legalmente" Gallardón restableció la impopular tasa de basuras, llenó Madrid de parquímetros (más que de zanjas, oiga) e impulsó una asfixiante campaña recaudatoria a los negocios a base de inspecciones. Este es un asunto muy largo y complejo que ya desarrollaré más adelante, se sale del tema de hoy; sin embargo el punto al que quiero llegar es a que, como ciudadanos, comiencen a entender por qué las administraciones públicas no actúan sobre la prostitución; y si son clientes que se anden con pies de plomo y evalúen con la mayor información posible las distintas opciones que tienen. Me entristece tener que recomendarles que se queden callados, pero es que es lo más seguro tanto para ustedes como para las chicas. En cambio sí pueden ayudarlas con sus propios recursos, por ejemplo facilitándolas el contacto con chicas que vayan por libre para que puedan conocer otros sitios donde poder trabajar en mejores condiciones.

35 comentarios:

Asturiano dijo...

Te agradezco que hayas puesto estos indicadores para identificar a aquéllas mujeres oferentes que se pueden encontrar en una situación de 'trata'. Pienso que aportan.

Quería preguntarte si tú aquí estás distinguiendo los conceptos de 'trata' y de 'explotación sexual', tal y como hacen los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Estado, o más bien tiendes a equipararlos.

Marta dijo...

Por lo que plantea Asturiano, creo que se puede considerar que cuando a una mujer no se le permite cambiar de trabajo en el caso de que ella lo decida, podríamos hablar de trata al margen de que se iniciara voluntariamente.

Cliente, si no se puede confiar, por norma, en las fuerzas del orden, ¿qué hacer? ¿nada? Claro que hay mafias policiales y corrupción, pero puede que sea excesivo pensar que todos los cuerpos de seguridad de un modo generalizado están en el ajo (¿o peco de ingenua?). No sé, seguro que tus motivos tienes, pero dudo que para alguien en una verdadera situación de trata lo mejor sea quedarse de brazos cruzados. Hay que tener estómago. El comentario de tu amigo no lo he entendido: ¿aprovechar la situación sabiendo que son mujeres sobreexplotadas o tratadas???

Por otra parte, sé de alguna ONG que ha intentado intervenir, por todos los medios, ayudando a alguna chica. Y precisamente, se encontraron con las dificultades que comentas. Pero no por falta de voluntad propia, por pasividad o por chanchullos con el ayuntamiento o la policía. Tampoco considero que sea justo generalizar así: hay casos en que hacen lo que pueden, pero lo que pueden, tal y como están las cosas, no es mucho.
Un saludo

Cliente X dijo...

Para asturiano:

Creo que separo claramente ambos fenómenos, puede apreciarse en el párrafo en que hablo de Hetaira: dicen que de las 1301 personas explotadas sexualmente, que tiende a equipararse con forzadas a prostituirse pero yo interpreto que se refiere a que no ejercían la prostitución de manera autónoma sino para otra persona; tan sólo 443 pudieron ser positivamente reconocidas como víctimas de trata, es decir, traídas desde otro país empleando "malas mañas". Este último aspecto hay que subrayarlo, porque no es lo mismo que una persona venga voluntariamente aun recurriendo a organizaciones que le faciliten la entrada (lo que sería el tráfico de personas) que haya sido engañada o coaccionada para viajar, sólo en este último caso podríamos hablar de trata. En el caso de la trata de personas siempre existiría una finalidad de explotación, así todas las personas víctimas de trata lo serían también de explotación (laboral o sexual, pero como considero la prostitución un trabajo no suelo hacer esa distinción), en cambio no todas las personas explotadas habrían padecido la trata. Por eso el título del post se refiere al término más amplio de ambos, a la explotación sexual. Espero haber aclarado a qué me refiero con cada concepto.

Cliente X dijo...

Para Marta:

Bien, con respecto a lo que debe hacer un cliente es ayudarla por los propios medios individuales que tenga a su disposición, por ejemplo encontrándola otro sitio donde trabajar (de otra cosa o de lo mismo, según ella quiera) o poniéndola en contacto con otras chicas que hayan pasado por su situación o que estén trabajando por libre. Ahora edito la entrada para añadir este consejo.

Sí, el comentario de mi "amigo" la verdad es que no deja lugar a muchas dudas. Sabiendo perfectamente la situación de esas mujeres en lo primero que piensa es en follarlas tanto como pueda antes de que se las lleven a otro sitio. En ocasiones se tiene la idea de que los clientes somos muy egoístas y no nos importa la situación de estas mujeres, bueno, si lo viese desde fuera probablemente compartiría esa percepción; en cambio desde dentro lo interpreto como puro y simple pragmatismo, él sabía que no podía hacer nada así que no se mete en los problemas que no son suyos. Sinceramente creo que aunque haya clientes que conozcan algunas de estas situaciones y se crucen de brazos no lo hacen por su "perversidad intrínseca", sino porque con ello no ganan nada a no ser problemas y además la administración no facilita los medios para que puedan poner freno a tales abusos. Los poderes públicos trasladan continuamente un mensaje de que el cliente de prostitutas es "el enemigo", y así nos lo hemos llegado a creer. Debería pensarse en nosotros como aliados potencialmente muy útiles para detectar y atajar las situaciones de explotación sexolaboral existentes.

Finalmente no dudo de que haya tanto ONGs como funcionarios públicos competentes, comprometidos y honrados. E incluso creo que son la mayoría, el problema reside en la INCERTIDUMBRE. ¿Y si te toca la china? Es como con los jueces o los melones, si salen malos, palmas. La prostituta sabe que, estadísticamente, lo más seguro es que su cliente no tenga sida. Sin embargo, POR PRUDENCIA, usa condón. Pues lo mismo, yo no puedo saber si cuando acudo a una comisaría voy a encontrarme con auténticos policías con vocación de servicio al ciudadano o en cambio toparé con una cuadrilla de delincuentes. Dolores Juliano proponía la creación de un cuerpo policial independiente especializado en trata, compuesto por mujeres, algo que creo que apoyarían los abolicionistas. Considero que sería una excelente iniciativa, sobre todo porque nacería libre de vicios.

Cliente X, ayudando en lo que puede

Marta dijo...

Hola Cliente,

A ver, lo de la diferencia entre tráfico y trata está más o menos clara, pero hay zonas oscuras y ambiguas a definir. Yo considero la prostitución como un trabajo desde el momento en que la persona que la ejerce lo hace voluntariamente, aunque sea sometida a formas de explotación similares a las existentes en otros campos. Si no hay consentimiento, NO ES explotación laboral sino sexual. Lo que tiene de particular este trabajo, y ya lo hablamos en otro post, es que en el caso de una mujer TRATADA, los servicios no son servicios comerciales, son abusos sexuales o violaciones, como quieras. Y eso no es sólo explotación laboral: sin consentimiento no hay trabajo, y lo que hay, no es explotación laboral, es otra cosa. Me parece que esta distinción es muy importante. Creo recordar que en el libro de Ana Luisa Ordóñez esta pregunta acerca de si una mujer podía abandonar el trabajo o no, aunque se hubiera iniciado voluntariamente, también marcaba la existencia de trata o no.

Por otro lado, no acabo de comprender lo que explicas respecto a tu amigo: supongo que hay clientes selectivos y concienciados. Tanto "pragmatismo" es vomitivo. Me parece bastante evidente y no pretendo iniciar una discusión al respecto porque no sé qué es lo que hay que discutir.

La idea de Dolores Juliano es muy buena. Ojalá. Pero sigo sin acabar de creer que la pasividad por si te toca la china sea lo mejor. No sé...
Un saludo

Montse Neira dijo...

En mi blog ya hablé ampliamente de las lagunas que hay en los conceptos de trata, esplotación sexual:

http://prostitucion-visionobjetiva.blogspot.com/2010/03/la-lucha-contra-la-trata.html

y aquí el analísis desde el derecho penal:
http://www.indret.com/pdf/693.pdf


Por otro lado (por alusiones indirectas) aclaro que Proyecto Esperanza no trabaja a pie de calle. Sólo atiende y protege a las mujeres que previamente quieren denunciar o ya han denunciado y los cuerpos des eguridad las derivan.

Montse Neira dijo...

Por otro lado, se dan casos que conviven perfectamente la trata con la voluntariedad en clubs.
Lo sé de primera mano por un ex-abogado de ANELA, precisamente. Lo que ya no sé hasta que punto lo saben los responsables de los clubs. Suelen ser grupos pequeños de mujeres controladas por una de confianza de la red en cuestión, las rotan mucho. Es decir se camufla mucho. También no hace mucho una chica boliviana me escribió para pedirme consejo ya que recibió un correo de un capo total en el que le decía de traerla a España a trabajar en sus clubs ( no había engaño) pero la trmpa estaba en que tenía que firmar un contrato por seis meses como camarera o bailarina, a cambio de sólo 1.000 euros al mes más una cama en una habitación compartida con cuatro chicas y la ropa.Y tenía que atender a todos los clientes seis días a la semana, poniendo su "boca, su vagina y su ano" además de compartir el 50% de las propinas y pagar la comida.
Para esta chica 1.000€ más dónde dormir era muy seductor, lo que no se imaginaba es que en seis meses tranquilamente podría dejarle 30.000 euros al susodicho.
El tipo consigue las direcciones de correo a través de las redes sociales, tiene clubs en Valencia y en Barcelona..

Marta dijo...

Con lo de vomitivo, cliente X, aclaro que no me refería tanto al hecho de cruzarse de brazos, pues sé que a veces no se puede hacer nada, sino al seguir contratando "esos servicios" para "follar todo lo que se pueda". Hala, que hay que aprovechar. Vaya tela...no creo que estos sean los clientes cómplices y útiles...con esa actitud no me extraña ue haya quien los conceptualice como "el enemigo". Claro que, por fortuna, seguro que no todos los clientes son tan pragmáticos.

Hola Marien,
Vaya perla el tipo. ¿Y con los correos por ahí circulando no se puede denunciar?
Saludo

Montse Neira dijo...

Hola Marta;

Pues mira el tipejo ese, utiliza una dirección de correo que no deja pistas ya lo he intentado con gente conocida y que entiende de esto. Es decir Ni IP, ni leches. Lo único que alguna autoridad competente, quisiera tirar del hilo con alguna "chica gancho". Hasta yo misma podría intentarlo pero claro, busca jovencitas. Y la idea sería llegar hasta el primer día de "trabajo"

Cliente X dijo...

Pues mira, en su día yo dejé de ser cliente de esas chicas y ahora me arrepiento. No por no haber "aprovechado para follarlas", sino porque si hubiese estado con ellas seguramente hoy sabría más sobre la explotación sexual de lo que sé. Yo también fui víctima de los prejuicios y preferí atenderme sólo con las que iban por libre, la consecuencia es que hoy me llevo con éstas, pero con las otras (las chuleadas) ni me hablo.

Marta dijo...

Estamos hablando de trata, Cliente X, y según tú, la frase de tu amigo remitía a follar todo lo que se pueda y aprovechar. Creo que eso es considerar a la trabajadora un trozo de carne cuya voluntad es irrelevante. A esto yo le llamo violación.
Si lo quieres justificar por un supuesto afán de investigación y conocimiento, pues venga, viva el cinismo. Pero no hables de prejuicios, que no sé qué narices tienen que ver. ¿Prejuicios por no tolerar que alguien compre los "servicios" de alguien que no ejerce voluntariamente? ¡Por favor! No son prejuicios, es tener estómago y escrúpulos o no tenerlos.

Marta dijo...

Y si se trata de saber o de tratar de ayudar, la abordas en la calle, le pagas el servicio, subes a la habitación y le preguntas, no hace ninguna falta consumar. ¿O para conocer lo que es la "explotación sexual" hay que montárselo con las víctimas?

Cliente X dijo...

Para que te cuenten cosas hay que tener confianza, Marta. Las historias más sorprendentes te las dicen no porque se las preguntes, sino porque las escuchas, son ellas mismas quienes te van contando sus movidas.

Eso de pagar el servicio para hablar queda muy bonito en esos pseudoreportajes de investigación, pero la situación es demasiado forzada como para que la chica realmente se suelte. Uno habla realmente con ellas no en la habitación, sino en la calle, sentándose entre ellas, tomándose un café, acompañándolas... logrando que le perciban más como un amigo que como un cliente.

Si me queieres decir que mi amigo no tenía muchos escrúpulos pues bueno, vale, el duro pa tí. No es que no le importase, estoy convencido de que preferiría que no estuviesen en esa situación, pero como eso era lo que había... pues nos quedamos con ello. Nuevamente, Marta, que los clientes no somos héroes ni nos pagan por hacer de policías, a quien debes criticar es a quien tendría la competencia para atajar esta situación y no lo hace. Descarga tus iras con las ONGs que andan por la zona haciendo el paripé o los policías que en muchos casos también son sus clientes.

PD: este blog lo lee mucha gente, y tal vez estamos cometiendo ciertas imprudencias al tratar estos aspectos públicamente. Si me preguntan yo contesto, pero que sepas que igualmente que lo hago en un ámbito público como el blog no tengo problemas en recurrir a uno más privado como es el correo.

Marta dijo...

Bueno, pues tú mismo estás sugiriendo formas de acercamiento que no implican contratar y consumar los "servicios". Ya lo sé que no basta con subir a la habitación, pero lo que te he dicho no es incompatible con esas otras formas de acercamiento. Es más, la que realmente no quiera ejercer, lo agradecería. Ya te conté el caso de la chica que acabó loca y a la que no dejaron abandonar el oficio, ¿no? Pues eso. Dudo mucho que "contratándola" se la ayudase. Hay ciertas cosas a las que me parece que no se le pueden buscar más aristas. Y te repito que con actitudes como las de tu "amigo", no me extraña que se traslade la imagen de los clientes que se traslada. No creo que os hagan ningún favor. Lo siento, pero se delatan. Afortunadamente conozco otros casos de hombres-clientes que nunca harían afirmaciones de esa calaña.

Marta dijo...

Pues como es lo que hay...me la como, que se joda, oiga. Es que de verdad que no entiendo el empeño en justificar lo injustificable...Mira, no nos vamos a poner de acuerdo. No me valen las medias tintas en esto. Y a muchos clientes seguro que tampoco.

Marta dijo...

Ah, que las ONG's y la policía son los culpables, pero los clientes que consumen sus servicios CONOCIENDO la situación no. Vale, vale, muy lógico el argumento. Reparte las responsabilidades si quieres, pero nop desresponsabilices a uno de los eslabones de la cadena, si se comportan así.

Y conozco el caso de algún antropólogo que hizo parte de su investigación pagando servicios que no consumaba como toma de contacto. Si la chica es víctima de trata, por mucho que se consume lo más probable es que fuera de la habitación la relación con el cliente sea bastante limitada, ¿no?. Pues ya está.

Yo no digo que todos los clientes tengan que ser héroes, pero tampoco verdugos. Si no van a poder hacer nada, mejor que no lo hagan, pero NADA.

Asturiano dijo...

En relación al tema de ese amigo o conocido tuyo que consumó con mujeres en 'situación de trata', siendo él consciente de esta circunstancia de ellas:

Te iba a responder más o menos lo mismo que Marta te ha dicho en las
tres últimas respuestas, pero como ella ya te lo ha dicho, lo omito. Estoy totalmente de acuerdo con lo que te responde.

-P.D.:
Después de todos los intercambios que hemos tenido sigo sin entender porqué en tu concepción de la ética, la idea de 'responsabilidad individual', tiende a diluirse o a carecer de importancia cuando se la compara con la responsabilidad de las instituciones (p. ej. policía) o de las organizaciones (p. ej. ONG's). ¿Pero no te das cuenta que al final quienes forman esas instituciones o esas organizaciones son individuos -personas de carne y hueso- igual que tú, que yo, o que ese amigo o conocido tuyo?, ¿no piensas además que la 'eticidad' es algo que se puede ir desarrollando a lo largo de la trayectoria vital de una persona? Es decir que a lo mejor para ser un policía o un miembro de una ONG que pudiese obrar éticamente con el tema de aquellas chicas en situación de 'explotación total', primero se habría de estar en condiciones de serlo, esto es: con anterioridad a esos cargos y a esas funciones el/la tal policía o el/la tal miembro de la ONG de atención a víctimas de trata deberían ya poseer un nivel ético determinado.

Muchas gracias por leer esto.

Montse dijo...

C de verdad ehhhhh.
Tu amigo es un violador.(y ahora estoy llendo contra mis principios de no hacer juicios ), pero todo tiene un límite
Desde luego no me lo presentes.

Y también estoy con lo que te comenta Marta y Asturiano. El primer eslabón en la Trata son los clientes, si estos no violaran a estas mujeres no haría falta la polícia, ni las ongs, y las mafias cambiarían de actividad porque ya no les resultaría rentable. Todos y cada uno de nosotros somos responsables de las actitudes que contribuyen a generar lo que sea... y mira cuando se desconocen las cosas aun se puede entender pero cuando se es consciente....¡vamos hombre!....

Montse dijo...

Respecto a los indicadores, no te creas que tampoco son fáciles de identificar.. Lo de la movilidad por ejemplo, es cierto que las van rotando pero es que las de libre elección también rotamos y mucho.
Ya lo he dicho varias veces. En cinco años pase por 62 sitios de múltiples modalidades (pisos, locales, agencias, clubs, peep shows, masajes, saunas, y de día y de noche.
Tampoco el estar como ida o ser mecánica. Según en que sitios estaba, cuando no podía elegir clientes, y tebía que hacer hasta 20 servicios al día, sencillamente iba a saco,sin inmutarme...como cuando estás ensobrando 5.000 cartas o poniendo sellos tac-tac, tac tac,

Cliente X dijo...

Montse, que he dejado claro que no es una ciencia exacta, que son meros indicios. Además he intentado ponerlos por orden, no todos tienen el mismo peso. Tú te desplazabas porque querías, pero yo estoy hablando de las que las mueven sí o sí.

Los clientes generalmente desconocen las situaciones personales de las chicas, ellas no llevan escrito en la cara si van por libre o no. Además, ¿qué trabajo no se desarrolla hoy en día en condiciones de dependencia y subordinación? Creo que explotan más a cualquier currante, desde el camarero a la cajera del super. Parece como si para el trabajo sexual empleásemos un criterio diferente al existente en las demás actividades, resulta que tú entras en una empresa y tienes que cumplir un horario (y en ocasiones excederlo), obedecer al jefe, tener un rendimiento y además le estás dejando una pasta gansa. Pero si lo mismo lo aplicamos a la prostitución ya hablamos de explotación sexual. No es que defienda o justifique estas situaciones, pero me encocona esta mojigatería según la cual parece como si el resto de los mortales vivíesemos en una nube. Pues no, a muchos nos joden pero a base de bien, más que a las putas.

Y para acabar desde luego que no es la misma responsabilidad la de un cliente que las de las ONGs o la policía, el primero no tiene la información ni la capacidad de actuación como para atajar ese abuso, al menos en un principio. Con esto no digo que haya algunos que, sabiendo la situación de ciertas chicas, sigan atendiéndose con ellas. Moralmente también me parece muy reprobable, como quienes continúan votando al PSOE después de la zarrazina que ha hecho Zetaparo. Pero ninguna de las dos opciones es delito, por mucho que se perjudique al prójimo están en su pleno derecho.

Asturiano dijo...

Cliente, sin ánimo de ser beligerante y con ánimo constructivo, te recuerdo lo que habías escrito en un comentario anterior:

Sí, el comentario de mi "amigo" la verdad es que no deja lugar a muchas dudas. Sabiendo perfectamente la situación de esas mujeres en lo primero que piensa es en follarlas tanto como pueda antes de que se las lleven a otro sitio. [...] él sabía que no podía hacer nada así que no se mete en los problemas que no son suyos.

-Entonces tu amigo como tú mismo has dicho, obró de esa manera conociendo más bien más que menos la circunstancia de aquella/s chica/s. ¿En qué quedamos: conocía la situación personal de aquélla chica o no la conocía?

Cliente X dijo...

Mi amigo sí, porque es hasta más putero que yo (incluso sabe rumano, el tío) y además ya habíamos hablado de ello, pero por lo general la mayoría de los clientes no. Lo normal es simplemente contactar con la chica, tener el servicio y punto.

Marta dijo...

Cliente, ¿tú has leído los comentarios? Hemos diferenciado entre chicas explotadas que ejercen voluntariamente y chicas tratadas, con las situaciones intermedias que puede haber entre ambos extremos. Una chica víctima de trata no es explotada laboralmente, porque sin consentimiento no hay trabajo, y si no hay trabajo la explotación no es laboral. No, no es igual que cualquier otra actividad:sin consentimiento hay esclavitud sexual y VIOLACIONES, ¿vale? ¿lo ves o no lo ves? Porque no es tan difícil de entender, y no cuesta tanto empatizar con las afectadas. Es que no somos todas tan "liberales" como en tus sueños...qué le vamos a hacer.

Que el comentario de tu amigo me parezca propio de un cerdo no es una cuestión de mojigatería, es otra cosa...si tampoco lo ves, pues no hay nada más que hablar: es de Barrio Sésamo.

No es lo mismo mantener relaciones con una chica que es explotada (entrega un porcentaje a una chula o lo que sea, de hecho, todas lo entregan a la poli), que mantenerlas con una chica que recibe coacciones físicas o psicológicas, que ejerce en CONTRA DE SU VOLUNTAD, que habiéndose iniciado voluntariamente o no, quiera dejar el "trabajo" porque no lo SOPORTE y factores ajenos a ella misma (otras personas) la obliguen a seguir con amenazas y presiones, etc.

Si alguien sabe que una chica está en alguna de estas últimas situaciones, o lo sospecha porque la percibe atemorizada o lo que sea, y pasa totalmente "pa follar lo que se pueda" (grado de subnormalidad muy elevado por parte del "cliente"), es un indeseable y un violador, así de claro, te guste o no. Y por culpa de chusma como esta hay trata.


Por otro lado, si uno sospecha que el 100% de las ganancias de la chica van a terceros, o que su libertad está muy limitada, etc. pues allá con su conciencia, que hay donde elegir (en ningún trabajo, Cliente X, el 80% ó el 100% de tus ganancias va para un tercero, y en ningún trabajo te obligan con amenazas físicas o psicológicvas a permanecer: te largas cuando te da la real gana).

Marta dijo...

"Y para acabar desde luego que no es la misma responsabilidad la de un cliente que las de las ONGs o la policía, el primero no tiene la información ni la capacidad de actuación como para atajar ese abuso, al menos en un principio. Con esto no digo que haya algunos que, sabiendo la situación de ciertas chicas, sigan atendiéndose con ellas. Moralmente también me parece muy reprobable, como quienes continúan votando al PSOE después de la zarrazina que ha hecho Zetaparo. Pero ninguna de las dos opciones es delito, por mucho que se perjudique al prójimo están en su pleno derecho"

Vaya comparaciones más desafortunadas, y qué manía de desvirtuar las cosas mezclando temas...y si se conteta luego te quejarás por salirnos del asunto...

Saludo

Anónimo dijo...

Cliente, me presento. Soy Nacho de oviedo y suelo seguir tu blog y el de Marien, aparte de otros muchos que tratan el tema de la prostitución.

Generalmente suelo estar bastante de acuerdo contigo (aunque más con Marien, hay matizaciones y si quieres te las explico) pero en tu defensa o justificación de tu amigo has errado mucho. Tu amigo, si de verdad piensa así, si de verdad sabe que una mujer está forzada a trabajar sexualmente y aun así acude a ella, sabiendo que el dinero que le da va para otra persona que la anula y la obliga, tu amigo es, como bien dice marta un VIOLADOR. Asi de simple. No se trata de moral ni de ostias, se trata de HUMANIDAD.

Con comentarios como este, lo único que haces y con todo el respeto te lo digo, es dar ARMAS y muy poderosas para que desvirtúen las abolicionistas toooooodo el resto de tu discurso, con el que generalmente, insisto, estoy de acuerdo. Por favor te pediríamos, que fueras más delicado con estas cosas. Lo quieras o no, tu blog lo visitan muchas personas, de muy diferentes ámbitos y una cosa es decir lo que se piensa y otra es justificar eso.

Un saludo cordial.

Cliente X dijo...

Menuda la que he armado... joder, que precisamente escribo entradas como esta para denunciar que éste tipo de abusos existe y creo que es evidente que me opongo a ellos. Siempre he distinguido entre trabajo sexual y explotación sexual aunque ambos sean denominados "prostitución", dejando meridianamente claro que estoy contra la explotación sea cual sea su forma.

En cuanto a la voluntariedad, las chicas cuentan que la que tiene chulo "es porque quiere". Las que no lo tienen dicen que las otras "están (por son, suelen confundir estos verbos) tontas" y las que lo tienen suelen estar ORGULLOSAS de tenerlo. Es decir, con chulo y todo lo hacen voluntariamente. Aunque a las que hago referencia desconozco si lo podrían haber dejado cuando quisieran. Como he comentado me aparté en cuanto ví que las cosas estaban feas, hay ciertos ámbitos en los que me ha dado reparo meter la nariz precisamente por la sospecha de que podría estar enriqueciendo a proxenetas (incluso llegué a plantearme dejar a las de la calle por lo de la policía, pero eso no iba ni a mejorar la situación de las chicas ni a empeorar la de los policías).

Os relataré una anécdota al respecto. Aunque sé que lo que voy a decir originará más críticas, se impone mi compromiso con la verdad y la transparencia. Este amigo cliente, a quien no he intentado justificar sino explicar la lógica de su proceder, me informó en cierta ocasión de la existencia de un chalet de rusas muy recomendable. El precio del servicio era el más alto que jamás he pagado, creo recordar que 70 o 90 €, una barbaridad. Pero bueno, yo fui pensando en que las chicas tampoco iban a ser tan bonitas, que las vería y me iría a terminar la faena en mi querida Montera.

Ante mí desfilaron lo que no puede sino catalogarse como un elenco de diosas, unos "pivones" como decimos los puteros. Chicas jóvenes, guapas, esbeltas, parecían modelos. El sitio era la rehostia, la habitación parecía de hotel de cinco estrellas.

Pues bueno, estuve con una chica que me atendió muy bien, incluso practicando algunos extras (besos en la boca, francés natural) que en la calle cuesta mucho conseguir, si los logras. Es ésto mismo lo que me hizo no regresar más, el que la chica sin conocerme de nada realizase ciertas prácticas que mi colega ya me había garantizado que me harían; el que ella no dijese ni una palabra de español (para mí el sexo va más allá que el coito, como sabéis me gusta mucho hablar con las chicas) y sobre todo el saber que ellas estaban disponibles "las 24 horas". Esa "facilidad al cliente" conmigo les salió mal, porque yo también veo las cosas desde la óptica del trabajador, y no me parecía normal que pudieses llegar a cualquier hora, interrumpir el sueño de las chicas, elegirlas como si fuesen ganado y que además, por cojones, tuviesen que chupártela sin goma. Considero que uno trabaja para vivir, no que viva para trabajar.

Ya sabía yo que una entrada sobre un tema como la explotación sexual iba a generar mucha polémica. Pues que se vaya preparando el personal, que todavía no he hablado de la prostitución infantil (fenómeno del que fui testigo en Colombia) y que resulta aún más delicado.

Marta dijo...

A mí me gustaría saber, Cliente X, si te parece que en caso de ausencia de voluntariedad clara y meridian por parte de una mujer, hablamos de "explotación laboral" o más bien directamente de esclavitud. Y de un tipo específico de esclavitud (sexual), que implica un delito igualmente específico, convirtiendo a los usuarios (con conocimiento de causa) de estos "servicios" (que no son tales) en violadores (lo que, dicho sea de paso, no pasa con otras actividades para las que existe la trata y la esclavitud).

Sean 10 casos ó 100, me da lo mismo. Ya sabemos que el fenómeno de la trata se sobredimensiona. Me gustaría que lo aclararas.

Los casos de las chicas con chula que explicas, si ejercen voluntariamente, pues son casos de explotación, digo yo. Y no es exactamente lo mismo. Y cuando el cliente no sabe si se trata de una cosa o la otra, o si sospecha que puede haber una situación ambigua, no me entra en la cabeza que tenga estómago para "arriesgarse". Ya está.
Un saludo

Cliente X dijo...

"En caso de ausencia de voluntariedad" claramente es ESCLAVITUD SEXUAL, la cual condeno firmememente, y aquellos clientes que requieren estos servicios con conocimiento de la situación son CÓMPLICES (como quienes votaron a Zapaterror, que son corresponsables de la debacle actual).

Ya sabes que para mí la prostitución es sinónimo de liberación, de resocialización en un nuevo modelo de sexualidad y de relaciones humanas, eso me parece mucho más relevante que la mera venta del servicio sexual. Así que cuando éste se produce de manera forzada está sirviendo a unos objetivos totalmente contrarios a los que yo propugno.

Parece como si hubiese alguna duda sobre mi postura, creo que a lo largo de este blog siempre ha quedado clara. Ahora bien, como indicas también he de señalar que en muchos casos los prejuicios existentes sobre la prostitución llevan a considerar que todas, o una parte importante de las personas que trabajan en el sector, se encuentran en esta situación. No hemos de ser alarmistas, la realidad que explican las asociaciones que trabajan con ellas (y no contra ellas, como las abolicionistas) es que estos casos son muy infrecuentes y que además, cuando se producen, se hacen realmente evidentes.

Montse Neira dijo...

No, si yo he entendido la lógica de "tu amigo" y es totalmente CENSURABLE, y eso es lo que esperaba de tí, que le censurarás.

Gracias a energúmenos así la prostitución tiene la imagen que tiene, si no conociera las otras realidades, sólo con este comentario me hacía abolicionista de cabeza.

De la manera que lo explicas das a entender que es plausible, por eso, al menos por mi parte, la critica que hago y la "bronca que te doy"

Rogelio Putero dijo...

Estoy leyendo entradas antiguas, y es ahora cuando he leído todo el hilo.

Suscribo los puntos de vista de Marta,Marien y (por una vez)Asturiano. No hay justificación alguna para follar con una mujer de la que se tiene conocimiento de estar forzada, o de no percibir un duro de sus ganancias. Y punto.

Para toda aquella persona que se reenganche al hilo, reseñar que esta es la opinión AMPLIAMENTE MAYORITARIA EN LOS CLIENTES. Y es que los clientes, antes que puteros somos PERSONAS que tratamos con personas.

No es cuestión de reavivar el debate, pero dejar esto muy claro a los nuevos visitantes.

P.D: Las alusiones políticas, en esta charla en concreto no venían a cuento. Y a mí tampoco me gusta ZP.

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Hottravestis dijo...

Excelente artículo! Dice muchos aspectos a tener en cuenta.

Hott dijo...

De lo mejor que hay!

milescorts dijo...

El problema es la estigmatización que sufre el sector de servicios sexuales por la visión conservadora de los abolicionistas.

En España si entras en cualquier página web de contactos de escorts y putas, por norma general por no decir que siempre, encontrarás profesionales del sector que se anuncian libremente. Lo que hace falta es regular el mercado.

Al menos, esta es mi opinión.