jueves, 5 de noviembre de 2009

Posavasos contra la "explotación sexual", otro burdo intento de manipulación

"No todas somos esclavas sino prostitutas por decisión propia"

Heidi Rueda, prostituta de la Montera



Resultaría gracioso si no fuese tan triste. El Ministerio de Igual-dá acaba de sacar la "medida estrella" del Plan contra la Trata, cuatro modelos de posavasos que repartirá en número de cinco millones en los que se responsabiliza al cliente de enriquecer a los proxenetas y de estar contribuyendo a la explotación sexual que sufren (¿pocas?, ¿muchas?, ¿algunas?, ¿todas?) las mujeres que ejercen la prostitución.

Dichos posavasos representan situaciones ficticias en las que una serie de hombres se avergüenzan de su comportamiento y se preguntan por la moralidad o coherencia de sus acciones. Su objetivo sería «hacer ver que se trata de una violación de derechos humanos, de la libertad, la igualdad y una negación intrínseca de todas las personas. Y por último, se trata de lanzar un mensaje a la población más joven de que detrás de este oscuro negocio no hay nada más que miseria».

Esta campaña busca, al menos nominalmente, disuadir a los potenciales clientes mostrándoles que "detrás de este oscuro negocio no hay nada más que miseria", con palabras de la ministra. La conclusión es que los hombres comprometidos con los DD.HH. y con la igualdad deberían abstenerse voluntariamente de demandar servicios sexo-afectivos. ¿Pero qué sucede si la premisa de la que parten no fuese cierta? ¿Por qué estarían ofreciendo una imagen distorsionada de la prostitución? ¿Cual sería la intencionalidad real de su mensaje? Pretendo responder a estos interrogantes a lo largo de la actual entrada.



Pues bien, seguramente para la señora ministra haya resultado muy gratificante lavarse las manos y señalarnos a los clientes como responsables, gastándose cuatro duros en unos posavasos en vez de coger al toro por los cuernos e ir a por las mafias, muchas de las cuales están insertas en la propia administración pública. ¿Cuántos hay como Ginés Jiménez (el comisario de Coslada que extorsionaba a las prostitutas) en España? Lo que sucede es que los políticos se apresuran en señalarnos a nosotros pero no se avergüenzan de lo CORRUPTOS y CARADURAS que son ellos mismos.

Tradicionalmente se han empleado un sinfín de MENTIRAS para controlar la sexualidad y la libertad de las personas. Desde el "hacerse pajas te dejará ciego", hasta el "los condones promueven el SIDA", pasando por la identificación de la prostitución con la violencia y esclavitud sexual. Los gobernantes siempre han temido que sus gobernados vivan una vida sexual plena, ya que es el germen de la subversión (un ejemplo muy claro de esto lo tienen en la novela 1984, de G. Orwell). De hecho para mí es éste el principal atractivo de la prostitución, la promiscuidad entierra tabús y construye mentes libres. Si me tomo tantas molestias para defenderla no es tanto porque me haya permitido acostarme con cientos de mujeres (que de otro modo seguramente ni habría conocido), sino porque ME HA PERMITIDO SER TAL Y COMO SOY. La debo una parte de mí. SOY HIJO DE LA PROSTITUCIÓN.

La nueva mentira consiste en identificar prostitución y explotación sexual. La palabra "prostitución" siempre ha tenido una connotación negativa, pero el liberalismo ha ido borrándola con un discurso racionalizador en el que apelando a la libertad individual iba desgastando la moral tradicional. Al acuñar el término "explotación sexual" pretenden retomar la retórica de la condena social, es decir, si hablamos de prostitución unos podrán estar a favor y otros y otros en contra ¿pero quién será el canalla que se atreva a defender la EXPLOTACIÓN SEXUAL? ¡Nadie! Consigue descalificar y acomplejar a tu enemigo y podrás hacer lo que quieras con él. Esto lo sabe a la perfección la derecha política en España, víctima de unos complejos de caballo. La realidad es que están mezclando los culos con las témporas: no es que prostitución y esclavitud sexual sean diferentes por algún matiz, que ambas realidades sean repudiables pero una más que otra o se distingan meramente por el grado de sometimiento que padecen las mujeres; es que media un abismo, son situaciones DIAMETRALMENTE opuestas. La prostitución por definición es LIBRE y tiene lugar entre IGUALES, además favorece la emancipación, desarrollo personal y autorrealización de las mujeres. La explotación sexual significa exactamente lo contrario.

Cuando ya nos han vendido la moto pasan al siguiente punto: la culpa vende. Es cierto, el sentimiento de culpabilidad tiene un tremendo poder de sugestión, es sencillo manipular a las personas si se menoscaba su autoestima. Al crear un malestar interior se pretende desviar la atención sobre la debilidad de sus argumentos, quieren que actuemos irracionalmente guíandonos no el conocimiento objetivo sino por unos burdos clichés. Ya he comentado cómo me inicié en la prostitución, tardé AÑOS en librarme la vergüenza que albergaba por acudir a prostitutas, era algo IRRACIONAL pero sin embargo superior a mí. Tuve que contra-educarme, re-socializarme en nuevos valores, para acabar con mis complejos. No fue un paso sencillo ni rápido, pero es uno de los logros que he alcanzado de los que me siento más orgulloso.

El sentimiento de culpa, creado artificialmente, es empleado por nuestros dirigentes políticos para engendrar sumisión. Invito a que los clientes indaguen, de primera mano, la SITUACIÓN REAL de las mujeres que ejercen la prostitución. No que se la "imaginen" como sucede en esta viñeta. Atrévanse, no tengan miedo a la verdad.



Pero si todo lo anterior falla aún les queda un último y no menos eficaz recurso: la exclusión del diferente. Aquel que logra escapar a estos mecanismos de control social es directamente REPRIMIDO, de ahí las últimas normativas "de convivencia", la consideración de los clientes como agresores sexuales o de las prostitutas como "enfermas" inadaptadas que es necesario "redimir". Que no, que nosotros no somos reinsertables, voluntariamente nos hemos salido de vuestro sistema de creencias y valores y no deseamos regresar a él. ¿Queda claro?

Si quisieran ayudar realmente a estas mujeres emplearían el dinero en financiar a las ONGs que trabajan con ellas (Alecrín ha tenido que cerrar sus puertas, y Hetaira ha estado al borde del colapso), en proporcionarlas buenas condiciones higiénicas (en vez de cerrándolas las pensiones en las que se atienden), en INFORMARLAS de sus derechos y alternativas (pero respetando su decisión si no quieren abandonar la prostitución), en limitar en lo posible el abuso y extorsión policial (endémico en ciertas zonas como ha denunciado insistentemente la asociación AFESIP), en sensibilizar a ciertos ciudadanos que las están tratando como felpudos por el mero hecho de ejercer la prostitución (el rechazo sistemático del que son objeto no se diferencia en nada del racismo), y por supuesto también en campañas dirigidas hacia los clientes para que las respeten y las traten como iguales (aunque no lo considero una prioridad, ya que por norma lo hacemos), NO para que no vayan. Si las chicas trabajan poco entonces no estarán en condiciones de negociar el trato, de rechazar clientes con los que no las apetezca atenderse o de pactar las prácticas que desean realizar o no.

Cuando las prostitutas hablan se emperran en llevar cabezonamente la contraria al discurso oficial. ¿No les parece curioso? Quien no las escucha es porque no quiere.



Mi consejo, de putero a putero, es que pierdan el miedo. Cuando entran con una de estas chicas no sólo están disfrutando ustedes, sino que además están realizando una encomiable labor social. Están generando empleo, alimentando a sus hijos, pagándolas el alquiler y, ¿por qué no decirlo?, ayudando a un reparto más equitativo de la riqueza mundial. Yo no me siento mal por ir de prostitutas: lo hice ayer, lo haré hoy y seguiré haciéndolo mientras el cuerpo aguante y tenga 25 euros en el bolsillo.

¡LARGA VIDA AL PUTERÍO!

Noticia:





· Para disuadir a los clientes, distribuirá cinco millones de ejemplares con cuatro viñetas distintas en 13.000 locales de ocio nocturno y cafeterías
· La estrategia pasa por remover las conciencias de los clientes. Queda por ver si se utilizan y si surten el efecto deseado.

La Razón, Madrid - 03/11/09



Un joven visiblemente colorado hace una reflexión en voz alta: «En ese momento comprendí que yo era una persona con todos mis derechos. Ella no. Y no volví nunca más». Éste es uno de los cuatro mensajes que irán impresos en los cinco millones de posavasos que el Ministerio de Igualdad repartirá por locales de ocio nocturno y cafeterías para sensibilizar a la opinión pública del problema de la explotación sexual, la actuación de las mafias y las redes ilegales de prostitución, calificada por la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, como «una de las mayores injusticias del mundo contemporáneo».

Aído, tras la firma del acuerdo de colaboración con la Federación Española de Hostelería (FEHR) que hará posible esta campaña, dijo que el objetivo es «poner en los ojos de la sociedad esta lacra». Además, se quiere concienciar de que es una «actividad conjunta», tanto de asociaciones privadas como públicas. «Los poderes públicos, y la sociedad en general, tienen que tomar conciencia de este comercio ilegal e ilícito que vulnera los derechos fundamentales del ser humano», explicó.

Ni las prostitutas ni sus clientes necesitamos más caricaturas, que además de insultarnos dañan la imagen de la prostitución en general. No es así como se combate a las mafias, la incidencia real de este despropósito de campaña probablemente será NULA. Únicamente significará un nuevo derroche de los recursos públicos, que no es lo que necesita España en estos momentos.



Esta medida es la piedra angular del plan integral contra la trata iniciado por el Ministerio de Igualdad el pasado día 23 de septiembre, con la puesta en marcha de una campaña contra la explotación sexual y el tráfico de mujeres, niños y niñas. También ha promovido la exposición itinerante «No seas cómplice» dirigida a la juventud y está prevista, para el próximo mes de diciembre, una nueva campaña de carácter internacional a través de la exposición «The Journey», que ya ha sido exhibida en Londres, Nueva York y Viena.

Por otro lado, la ministra ha informado de la elaboración de folletos dirigidos tanto a víctimas como a profesionales para la detección de este crimen, en los que habrá información sobre sus derechos, sobre el Plan Integral de Lucha contra la Trata, así como sobre el teléfono 900 del Instituto de la Mujer, que asesorará e informará de forma gratuita las 24 horas del día.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Solucion, legalizar la prostitucion, no se puede ser mas cinico que aquellos que tratan la prostitucion como un delito sin serlo, doble moral de pacotilla, hipocresia politica que dice lo que resulta politicamente correcto para que las mayorias moralistas descerebradas voten en masa al cinico mentiroso de turno.

Legalicemos la prostitucion, aportaran dinero con impuestos, podran ejercer este oficio en lugares higuienicos y salubres, y dejaran de ejercerlo en la calle, sera mucho mas facil determinar cuales son las prostitutas que ejercen de forma coaccionada y asi estrechar el cerco contra aquellas personas que esclavizan a un porcentajes de las prostitutas de este pais ( porque aunque no lo crean algunos, la mayoria ejerce libremente ). Son todo ventajas, para algunos puede resultar inmoral, pero desde luego esta claro que un delito no es, si yo deseo pagar por tener sexo y una mujer desea darme sexo a cambio de dinero sin coacciones y de forma libre, porque no??? que tiene de malo??? que terceras personas sufren por esto??? donde esta el problema???