viernes, 27 de febrero de 2015

Puteros de renombre IX: José Toxeiro Díaz

"Eran prespitutas buscando domicilios para hacer la prespitación, pero no por prespitación, sino por robar. Mientras que una da el placer de prespitación, la otra es cuando anda buscando ojetos que le sirvan, dinero mucho mejor" (sic)
José Toxeiro, la leyenda



Casi tenía olvidada esta serie sobre los clientes, y eso que hay muchísimos de los que tengo pendiente hablar: Charlie Seen, Justin Bieber, Eliot Spitzer, Tiger Woods, Dominique Strauss-Kahn... Pero ninguno de ellos, por mucha fama que tenga, puede hacer sombra al mítico e incomparable Tojeiro. Es el antiejemplo, por eso lo saco: del mismo modo que digo lo que creo que se debería hacer, también es preciso mostrar lo que tendría que evitarse.

La historia es de sobra conocida por cualquiera que no haya vivido en una caverna los últimos veinte años. En 1993, en el programa "Código Uno" de TVE que trataba sobre temas criminales, se emitió el siguiente reportaje titulado "Desnudos de Cargo" sobre un hombre al que le robaron varias prostitutas en su domicilio. Dejo el vídeo íntegro y una versión acortada con su testimonio subtitulado:





El hombre apareció en el programa "porque se lo pidieron", aunque "nunca le dieron nada". Sencillamente participó por una mezcla de ingenuidad, indignación y quizá afán de protagonismo. Pues vaya si logró hacerse popular. ¿Pero logró resolver su problema de esa manera? ¿Y qué imagen transmitió? ¿No hubiese agradecido contar con alguna amistad que le advirtiese de que estaba dando el cante? Para quienes buscamos una normalización social de la prespi... digo, de la prostitución en España es FUNDAMENTAL causar buena impresión. Dar la cara está bien, es un paso importante, pero hay que hacerlo de manera adecuada. Hay que estar preparado, es el último paso de un largo camino, y sobre todo hay que evitar hacer el ridículo.

Estoy plenamente convencido de que Tojeiro no buscaba el efecto que acabó causando. Él se sentía engañado y creería actuar correctamente al contar las cosas tal cual ocurrieron. Pero VIVIMOS EN SOCIEDAD, y debemos ser mínimamente conscientes de cómo nos ven los demás. El contenido de nuestro mensaje va a dar igual si no sabemos darle forma, miren por ejemplo la entrada anterior sobre la Sra. Rius. Realmente ella no dice nada del otro mundo, no habla de asuntos particularmente profundos o eruditos. Pero joder, cómo lo dice. Da gusto escucharla. A diferencia de Tojeiro es una persona que ha tenido mundo, que ha hablado con mucha gente, que sabe comportarse.

Don José, además del robo, fue víctima de una serie de parodias de no muy buen gusto a raíz de su primera y última aparición en la televisión. Si bien la reacción social fue cruel, también lo es que el personaje invitaba a la burla. 



En otro orden de cosas, el tema de chicas que "drojan" o roban a determinados clientes es uno de los que no tendríamos que tratar en los medios. La prostitución ya tiene muy mala prensa como para echar más mierda encima. A ver, es algo que por desgracia ocurre pero si yo tuviese que explicarlo me pondría de parte de ellas. A los que roban son del estilo Tojeiro, tontos del culo o que van ya bebidos o drogados. Para mí, se lo merecen. Las hay que también les drogan, aquí he estado con muchas chicas que usan un somnífero normal como "dormidina" pero en Colombia echan la famosa "burundanga" bien en líquido o, más frecuentemente (por su facilidad de traslado), en pastillas. Las chicas me decían cómo la empleaban, hasta me llegaron a regalar varias "pepas". Si eres un buen tipo no te drogan, y si eres mínimamente despierto no te roban. He conocido bastantes clientes a los que les han robado y es que hasta a mí me entraban ganas de darles el palo.

En fin, que el vídeo de este pobre hombre se volvió viral. Incluso se hicieron canciones al respecto, como las de Def Con Dos y Enseco:

jueves, 26 de febrero de 2015

El testimonio de la señora Rius

"Fui muy feliz haciendo señores".
"Si tu sabes que eres útil, no te sientes mal".
"Hay que desdramatizar el tema de las señoras que hacen señores. Esa idea que tiene la sociedad de que somos esclavas de cualquier cosa, eso no es verdad. Lo que sucede es que la sociedad, y los medios de comunicación, dicen cosas que no son ciertas".
"Nunca podremos esperar que la sociedad nos mire bien".
"Yo creo que hacer señores no es una esclavitud, al menos a mí no me lo ha parecido".
"Sobre este tema nuestro se habla mucho y se habla mal, porque casi nadie lo conoce".

Lydia Artigas, aka "Sra. Rius", exprostituta y madame

"Se cuenta que las prostitutas tienen detrás historias de abusos y traumas, las cuales -junto con su incapacidad de ver a través de la opresión y subyugación patriarcal que padecen- distorsionarían su objetividad, por lo que padecerían una "falsa consciencia" (...) Las declaraciones de las prostitutas que llevan la contraria al discurso oficial sobre la prostitución son, por consiguiente, tenidas como falsas. Aún más, se  dice que las prostitutas sencillamente minimizan sus problemas o mienten cuando aseguran que la prostitución no las trae problemas, socavando así sus testimonios".

Dr Jay Levy (Universitdad de Cambridge), trabajador de ONG



Con el fin no sólo de dar a conocer el fenómeno de la prostitución a quienes son ajenos a este mundo sino también de ayudar a los activistas y simpatizantes a que preparen mejor sus apariciones en los medios, continúo recopilando testimonios de importantes personalidades públicas que han dado la cara. En esta ocasión contamos con una selección de vídeos de la Sra. Rius, conocida "madame" catalana. Fíjense lo claras que tiene las ideas: su mensaje básicamente es el mismo siempre, sencillo pero EFECTIVO. Para mí es el modelo de cómo deben hacerse cosas: ella derrocha simpatía y buen humor, sensatez y naturalidad. Ha preparado de antemano lo que va a decir así que en ningún momento la pillan con la guardia baja. Quizá hay puntos en los que no concuerdo, como su visión de que la prostitución nunca será aceptada o que debe realizarse discretamente, con las chicas "recogidas" en pisos. Pero eso es lo de menos, pertenece a otra generación y además, ¿quién me dice que dentro de unos años no puedo acabar pensando como ella? Lo verdaderamente relevante es que "desdramatiza" el trabajo de "hacerse señores" tanto por el lenguaje que emplea como por la manera en que lo hace. Para mí es un modelo a imitar y alguien con quien deberíamos contar más, si no estuviésemos tan desunidos e imbuidos de personalismos exacerbados.




Logra conectar con el público porque pasa por una más, por alguien corriente. Uno de los errores de los activistas, particularmente en mi caso, es que llevamos las cosas del día a día al tema de la política y complicamos muchísimo las cosas. Hay que hacer las cosas sencillas. Tenemos que entender que, vuelvo a decir que en esto soy yo el primero que me lo tengo que aplicar, la persona promedio no está tan metida "en el ajo" como nosotros. Lo mismo que ella pensaba que cada cliente era su novio de toda la vida, debemos pensar cómo éramos y qué ideas teníamos antes de conocer este mundo.

Luego, desde nuestra experiencia, podemos comenzar a contar que al igual que ella cuando comenzamos no teníamos ni idea. Que todo nos era desconocido, que teníamos mucho miedo y que no llegamos a esta situación si no hubiese sido por una serie de circunstancias de la vida como así ha sido. Además, lo de contar experiencias y anécdotas está muy bien porque alivia la tensión, hace sonreír a la gente y, para qué engañarnos, el morbo vende. Después ya podemos meter entremedias nuestro mensaje de corte político, que si estaba contenta con lo que hacía, que si era "vocacional", que si nunca se ha sentido esclavizada por nadie y que los culpables de la mala imagen de la prostitución no son en sí las prostitutas o sus clientes sino actores externos.

Es que es magistral, miren la de temas que acaba tocando sin que se note. Me quito el sombrero y reconozco que me queda muchísimo por aprender. Habla del estigma que padecen (pero sin usar la palabra, que está muy politizada y es ajena al lenguaje corriente), de cómo muchas chicas comenzaron en la prostitución debido a la rígida moral de sus padres, del problema de cuando cerraron las casas o de que la agrada que un señor se acuerde de ella y vuelva a verla. Está diciendo lo mismo que nosotros, pero MEJOR. No critica a la administración, sino dice que si cierran los burdeles tiene que estar a la vista de todo el mundo y lo pasa muy mal. En vez de criticar a ese monstruo del abolicionismo, habla de lo bien que se encontraba con sus clientes y lo bien que la trataron. Es decir, que tendríamos que seguir este camino de hacer ver que la prostitución no debería ser perseguida porque no causa perjuicios o, los que existen, no son atribuibles a ella misma "per se" sino a las actuaciones que llevan a cabo los poderes públicos que provocan un empeoramiento de las condiciones de trabajo.

Verdaderamente, de diez.




Miren la desenvoltura que muestra en el plató de Espejo Público. Eso sí que es una SEÑORA de los pies a la cabeza, qué saber estar. No, si tiene motivo para sentirse vanidosa, como decimos las generaciones de ahora ERES LA PUTA AMA.

Nuevamente la clave es la naturalidad, habla con un aplomo y una tranquilidad verdaderamente envidiables. Y convierte los aspectos negativos de la prostitución en algo positivo, también valiéndose de su condición de mujer. Por ejemplo, eso de que la prostitución es como la gastronomía que en casa se come bien pero de vez en cuando se va al restaurante arrancó las risas de los presentes pero imaginen que lo dice un hombre. Quedaría como un pervertido o un sinvergüenza. Así que tenemos que usarla de referencia: "miren, como dijo en aquella ocasión la Sra. Rius..."

Hasta los periodistas notan que "habla con pasión y entusiasmo de su trabajo, se siente muy orgullosa de lo que hace". ESA ES LA CLAVE. Mostrar que no estamos avergonzados, que nos sentimos bien con lo que hacemos y que no vamos a consentir que nadie se crea mejor que nosotros. Compararlo con otras ocupaciones, identificarnos con nuestros interlocutores, mostrar que nuestro día a día es totalmente normal. En esto consiste la normalización social de la prostitución. Que una imagen triste y decadente como la de un joven desvirgado en un burdel se convierta en algo bien visto. No, mire, eso no es tan sórdido ni pertenece a tiempos pretéritos. Incluso a día de hoy vienen los padres, que quieren lo mejor para sus hijos, porque saben que aquí les vamos a dar TERNURA, AFECTO y CARIÑO. Y de paso les vamos a echar un polvo que van a salir con las rodillas temblando. ¡Eso es, así se hace!




Hablamos de palabras mayores. Espejo Público es un espacio muy importante en la TV española, qué duda cabe, pero Buenafuente es "prime time". Estos catorce minutos son ORO PURO. Y es que no comete ni el menor desliz, le sigue todas sus bromas y chascarrillos. Y en un programa en directo eso no es nada fácil.

Me precio de ser una persona pragmática, pienso que si uno quiere cambiar las cosas ha de hacerlo teniendo muy en cuenta la situación existente. Y es eso lo que hace ella, sabe que el mundo de la prostitución cuenta con muy mala prensa y que existen enormes prejuicios en nuestra contra. Lo hace ver como algo tan corriente que uno llega a preguntarse qué puede tener de malo: dice que eso se ha hecho toda la vida o que ayudan a mucha gente desde personas solitarias a hombres casados para que se desahoguen y en casa funcionen mejor. En resumidas cuentas, que se piensa que ir con ellas es "muy horrible" pero que "no hacen nada del otro mundo". Eso es exactamente el mundo de la prostitución. El cliente típico no hace esas extravagancias como Cela o Dalí. Pide el servicio habitual que es que la chupen, follar y correrte. Y ya está, no tiene más misterio, si como digo siempre esto es más sencillo que el mecanismo de un calcetín. Sota, caballo y rey.

Las ideas fundamentales se repiten, como ven. Clientes "de toda la vida" con los que se traba confianza, que la hacen sentirse deseada y que ella NUNCA HA HECHO NADA QUE NO QUISIERA. Son cosas muy básicas, pero esenciales. Hay otros temas que no se han tocado y que yo recomiendo evitar, como las críticas al modelo abolicionista o los abusos de la policía que sólo complican el debate y erosionan nuestra credibilidad. No digo que no sean importantes pero en un cuarto de hora hay que ceñirse a unas pocas ideas, que además no estén muy alejadas del sentir mayoritario de la población. No es lo mismo decir, por ejemplo, que cualquier persona tiene derecho a elegir libremente su ocupación y que lo que a unos les agrada otros no lo soportarían, que arremeter contra una ONG conocida porque secuestra prostitutas y las somete a trabajos forzados. Quizá el segundo punto sea más dramático y necesite que se le preste una mayor atención, pero resulta tan chocante que no va a encontrar buena acogida. Hay que hacer las cosas poco a poco, paso a paso, y nuestro primer objetivo es que comiencen por aceptarnos. Consiste en mostrarles que somos personas, que nos comemos a nadie, que las chicas no son unas levantamaridos o unas esclavas sexuales ni nosotros unos pervertidos o unos asociales. La erudición la dejamos en casa, en el blog está muy bien que aquí sí que entra quien quiere informarse con mayor rigor. Pero ante las cámaras el consejo es LO SIMPLE FUNCIONA.

martes, 24 de febrero de 2015

Superando los prejuicios en la prostitución: Montse Neira en ETB

"Sin tener derechos no se nos pueden exigir obligaciones"
Montse Neira, prostituta, activista e investigadora

A pesar de la tremenda cantidad de programas que se emiten en TV sobre la prostitución, es muy raro que cuenten con el punto de vista de alguna prostituta. Pero todavía lo es más que la traten con respeto, que se aborde el tema con seriedad y que la concedan tiempo para expresarse y desarrollar sus argumentos.

Un programa así "es posible". Se puede hacer. No hay más que proponérselo y plantearlo adecuadamente. Como muestra, el espacio emitido en la televisión autonómica vasca ETB el 18 de Octubre (día contra la trata, qué curioso) del 2014. No me ha sido posible descargar el video para subirlo a una plataforma desde la que poder insertarlo en el blog, así que tienen que verlo en la página original. Dense prisa pues en cualquier momento lo pueden retirar.

 Wally, compañero de Dilbert, explica la razón de opinar sin tener ni puta idea. Es un hecho que quienes queremos dar a conocer el mundo de la prostitución nos enfrentamos, en primer lugar, a la barrera de la pereza de quienes prefieren refugiarse en sus prejuicios a informarse de manera rigurosa antes de abrir la bocaza.



La entrevistada es la conocida Montse Neira, autora de un soberbio blog sobre prostitución que animo a visitar. Comparte mesa con Josebe Iturrioz (feminista y técnica en igualdad), Arantza Furundarena (periodista del grupo Vocento) y Xabier Aja (periodista de Deia y economista). Como bien dice el presentador, logran poner "rostro y palabra" a la realidad de la prostitución. Por fin tenemos alguna posibilidad de confrontar el discurso oficial. Desde aquí mando un efusivo saludo a la ETB y les animo a que continúen por este buen camino dando voz a los protagonistas de la prostitución. Es verdad que suelo ser muy crítico con los medios, pero cuando hacen un buen trabajo hay que reconocerlo.

Las preguntas son variadas y, en mi opinión, también muy interesantes. Tanto que me pregunté... ¿qué respondería yo de hallarme en esa situación? Como considero que también tengo algo que aportar al debate, y sobre todo que debo ir preparándome para el (improbable pero posible) caso de que algún medio decida contar conmigo he decidido contestar las cuestiones que le formulan a Marien. Por supuesto no es lo mismo hacerlo desde la comodidad de mi ordenador, pudiendo tomarme todo el tiempo preciso para organizar  mis respuestas, que tener que batirse en un programa en directo. Lo que ha hecho Marien tiene muchísimo más mérito y es de justicia reconocerlo. Quiero dejar claro desde el principio que no tengo el ánimo de "competir" con ella sino de COMPLEMENTAR su testimonio y, de paso, aclarar mis propias ideas. En este blog he hablado mucho sobre la prostitución, pero lo verdaderamente importante es lo que la gente desea saber y creo que deberíamos articular nuestro discurso en torno a estas inquietudes.

 En muchos programas las prostitutas han expresado su deseo (más que exigencia, exige quien tiene poder y ellas no tienen la menor posibilidad de presionar a los diferentes gobiernos) de que se legalice/regule/normalice su actividad.



ENTREVISTADOR: ¿Cómo te gustaría que se refieran a ti, como "cliente" o como "putero"?

PUTERO: Como mi interlocutor se encuentre más cómodo. Mira, hay muchas formas de referirse a nosotros y la mayor parte de ellas encierran un fuerte componente valorativo. Las más neutras serían "cliente" o "persona que solicita servicios sexuales", pero otras son negativas que llegan a resultar insultantes como "putero" o "prostituidor". El lenguaje es muy importante, porque nos sirve para definir una realidad, así que podemos optar bien por elaborar nuevos términos que sean menos estigmatizantes (caso de "trabajadoras sexuales" para las putas o "parejas comerciales" para nosotros) o bien por apropiarnos de los existentes para mostrar que no tenemos miedo y que no nos avergonzamos ni de lo que hacemos ni de los que somos. Llámame como te dé la gana, si por ir de putas y que además me guste soy un putero pues qué le vamos a hacer... lo soy (los americanos de hecho tienen una palabra, "whoremonger", para referirse a quien le GUSTAN las putas).

Pero quien me llame de una u otra manera debe ser muy consciente de que sus palabras son un arma de doble filo, pues no sólo está poniéndome nombre a mí sino también a él o a ella. Está mostrando sus prejuicios, declarando las ideas preconcebidas que arrastra. Me es indiferente que te refieras a mí como quieras siempre y cuando puedas explicarme por qué lo haces así. Muchos grupos sociales han sido discriminados y el lenguaje ha sido un factor clave en su exclusión: no es lo mismo hablar de "homosexuales" que de "gays" o de "mariposones". Del mismo modo cambia la percepción de la inmigración si uno emplea palabras tan peyorativas como "mono", "champiñón" o "sudaco". Sin embargo, la sociedad ha ido evolucionando y cada vez se pone más de parte del discriminado y no de quién discrimina.

Por otra parte, el hecho es que no por nombrar una realidad de una forma u otra ésta cambia. Así que te reitero, llámame como te dé la gana. Puedes hacerlo por mi sobrenombre, Juan. Juan Punta.

Uno de los argumentos de mayor peso para legalizar la prostitución es de orden puramente económico, recaudatorio. Se entiende que Hacienda está dejando escapar una enorme cantidad de dinero, que no lo está gravando y que estaría muy bien que lo hiciera. ¿Creen ustedes que a nuestros dirigentes, con tanto amor hacia el dinero ajeno, no se les ha pasado jamás semejante idea por la cabeza? Sólo hay algo que a un político le gusta más que sacarnos la pasta. Quitarnos MUCHA pasta.



E: ¿Reivindicas que las prostitutas coticen a la SS?

P: Hmmm... Lo que me resulta curioso es que quienes deberían estar más interesados en ello, que son los poderes públicos -nuestros políticos y gobernantes- no lo pidan. Es más, que se muestren abiertamente contrarios ante semejante eventualidad y legislen en sentido opuesto.

Parece algo fuera de toda lógica. Mientras Hacienda va como loca detrás de toda empresa, autónomo o asalariado para que pague sus impuestos y cotizaciones correspondientes, resulta que en el mundo de la prostitución saben que se desarrolla en su totalidad en la economía sumergida y sin embargo no hacen el menor esfuerzo por fiscalizar un sector que, según ellos mismos, resulta tan lucrativo.

¡Pero lo que ya resulta delirante, es que sean los empresarios y las personas que ejercen la prostitución quienes muestren su disposición a cumplir con estas cargas tributarias y la administración les niegue la posibilidad! Se suele criticar a este sector por no pagar, formalmente, impuestos y otros tributos tan necesarios para sostener ese Estado del Bienestar que cada vez devora insaciablemente mayores recursos. El caso es que no realizan ninguna contribución legal a las arcas públicas no por su voluntad o capricho, por "insolidarios". Es que la administración no les deja. Se lo prohíbe. ¿No es de locos? El empresario queriendo pagar y el político no queriendo cobrar. Es una situación tan absolutamente surrealista que debería hacernos pensar si hay algo que falla, si hay gato encerrado, si existe alguna información clave que desconocemos.

Ante la situación fiscal de la prostitución, mejor reírse que llorar. Quienes se oponen a una legalización de la prostitución nos preguntan con ironía si es que queremos pagar impuestos. Oh, vaya, se interesan por nosotros. No sabía que pagarlos era voluntario, que dependía del contribuyente. No, es algo obligatorio, una imposición (de ahí viene su nombre) de las administraciones públicas. ¿Y son ellas las que no desean cobrarlos? Vaya, qué cosa más rara. Imaginen qué regalo sería para cualquier sector productivo no tributar, una verdadera bendición. Y sin embargo el que llaman "lobby pro-prostitución" está deseando hacerlo. ¿Hacen campaña para que Hacienda se quede con una sustanciosa parte de sus ingresos? Qué cosa más rara. Llegan los empresarios del cine y se quejan por pagar más, los de las flores y se alegran porque les bajan el IVA. ¿Y los del sexo que quieren pagar cuando, oficialmente, no lo hacen? Deben ser los empresarios más masocas del Mundo... a no ser, que como el resto de quieran pagar menos.



E: ¿No crees que en vez de centrarse en el aspecto económico habría que ir más por el tema del reconocimiento de derechos? Prostitutas como Montse Neira inciden en que la clave de cualquier regularización de la prostitución sería su vertiente laboral, el reconocimiento a este colectivo una serie de derechos fundamentales que denuncian que les están siendo vulnerados.

P: Vuelvo a lo de antes. La responsabilidad no es mía, sino de los legisladores. Ellos han decidido situar a la prostitución en una situación de criminalización encubierta, donde todo el tratamiento al respecto proviene del Derecho Penal. Sus motivos tienen para ello.

Mire, si quiere podemos hablar de lo que debería ser. De ideas, de proyectos, de ensoñaciones. Pero a mí de lo que me gusta hablar es de lo que sucede, de la realidad. Y la que existe en estos momentos es que vamos no hacia un modelo despenalizador que sitúe la prostitución en el marco del derecho laboral, sino precisamente al lado contrario. Se busca que no se tribute, que no se reconozcan derechos, que el mundo de la prostitución permanezca en la semiclandestinidad.

Me acuerdo de una famosa dirigente socialista, la concejala Ángeles Álvarez, preguntándose cuáles eran esos derechos que quieren las prostitutas. Qué las faltaba a ellas, qué reivindicaban. Pues lo mismo que le sirven los derechos a cualquier trabajador, para tener PROTECCIÓN. Todos entendemos que el derecho laboral sirve para defender al trabajador frente a los abusos del empresario, la parte más fuerte. Que tenemos una sanidad, unas pensiones y demás prestaciones públicas que aseguran unos estándares mínimos de vida, ¿correcto? Bueno, pues de todos estos derechos se está privando a las prostitutas. No pueden sindicarse, acceder a pensiones o tan siquiera justificar que han obtenido su dinero lícitamente (lo cual conlleva que les sea decomisado frecuentemente, como pueden ver ustedes cada poco en las noticias). Pero es que además la administración al no considerarlas trabajadoras, las está negando su status de ciudadanas. Se encuentran en un limbo legal, como habrás escuchado. Eso supone que están en una situación de desprotección jurídica total, que son invisibles, que no tienen la menor fuerza para oponerse a los abusos que puedan cometerse en su contra. ¿Y quién comete esos abusos? Montse Neira también lo ha explicado: la propia administración. ¿Cómo van entonces a reconocerlas ningún derecho, si eso les perjudicaría? No tiene sentido que lo hagan.

La demanda del reconocimiento de sus derechos como trabajadoras es una constante de los movimientos organizados de prostitutas. En España la asociación que ha abanderado esta lucha es Hetaira, que aunque no es en sí una ONG creada expresamente por personas que ejerzan la prostitución (a diferencia de otras que existen en el Mundo), al menos sí las da cabida (no a todas, y de manera limitada, pero ya es un gran avance) y ha logrado que se vayan viendo las reivindicaciones y problemas reales que afectan a estas personas.



E: Se dice que el dinero que genera este negocio, aunque no esté regularizado, es del 1,2% PIB ¿Desde un punto de vista económico, es interesante regularizar la prostitución? ¿Afecta en algo a las personas que ejercen la prostitución que el dinero que genera el sector se compute para el cálculo del PIB?

P: Me alegra que el economista haya explicado la motivación profunda de este cambio, que no es otra que permitirle gastar más de lo permitido a la administración. Es hacerse trampas al solitario, es como se solucionan las cosas en política: si hay que cumplir con el déficit no se reducen los gastos sino que se realiza una "contabilidad creativa".

Pero esto no es sólo una trampa, además es una maldad ya que perjudica a todos los ciudadanos porque es una medida que permite incurrir en un déficit superior al establecido, lo que supone MÁS GASTOS en pago de los intereses de la deuda. Esto equivale a darle una patada al balón, a endeudarnos ahora para que el que venga pague "los gintonics" como dice el Iglesias. A la larga, supondrá más recortes y alargará la crisis económica.

Y además de una trampa y una maldad, es una SOBERANA TOMADURA DE PELO. El Estado puede gastar en base a lo que recauda, no a lo que el país produce. Tiene necesidad de que todo ese dinero aflore, que tribute porque de otra manera es como si no existiera. En el supuesto de un país tremendamente próspero, pero en el que el 100% de la economía fuese informal, el Estado no existiría ya que no se podría financiar (buf, este sueño me la pone más dura que las putas). ¿O es un reconocimiento implícito de que sí pueden gastar porque los sectores de las drogas y la prostitución también tributan? A ver, que lo expliquen. Si no pagan impuestos, mal porque implica que la administración está gastando un dinero que no tiene. Pero si lo hiciesen, aún sería peor ya que aunque sí se pudiesen financiar eso significaría que lo están haciendo ilegalmente, sin ajustarse a Derecho. 

Y tirando más de la madeja, si pudiesen obtener ingresos ilegales de tales actividades, ¿qué incentivo podrían tener para llevarlas a la economía formal? Todo lo que recaudasen lo podrían gastar con completa discrecionalidad, sería una puta BARRA LIBRE. Como bien sabemos, las administraciones no pueden gastar su dinero en lo que les de la gana sino que deben justificar en qué y cómo lo emplean (se dice que el dinero público es de todos, pero no, en realidad desde que nos lo quitan ya no es nuestro). Podrían financiar campañas electorales, obras en las sedes o mariscadas a todo trapo, que tampoco nadie les pediría cuentas porque al ser un dinero obtenido irregularmente, "en negro", no existiría y del que por tanto no tendrían que dar la menor explicación. ¡Es mucho mejor que pillar la pasta desviando fondos de EREs, que montar falsos cursos de formación o que montar tramas de adjudicación de obras públicas porque todo eso DEJA RASTRO. Pero el dinero de las drogas y la prostitución tiene una maldición. Es todo efectivo, CASH, es un dinero sin nombre. Nadie pregunta de dónde viene ni a dónde va. Si sacas dinero de un cajero, si haces una transferencia, si tienes una cuenta por mucho "secreto bancario" que digan te pillan. Va a existir un "rastro" que investigar. Lo que hay que tener es dinero negro, bajo el colchón, para poder irse a Baqueira aunque tengas congeladas las cuentas. Una última ventaja de la "tributación informal" es que no existiría límite alguno a la presión fiscal (salvo el supuesto tope teórico que supone la curva de Laffer): en el momento que se necesitase mayores ingresos bastaría con aumentar los tipos impositivos, sin restricciones legales de ningún tipo y sin levantar la menor alarma social. Lo que en mi pueblo se llama apretar las tuercas.

Yo diría que, desde un punto estrictamente económico, NO CONVIENE legalizar la prostitución. Lo siento, sé que esto hará que me lluevan críticas de "los míos" pero es así. De hecho estoy convencido de que es el motivo de mayor peso para que este sector se mantenga en la clandestinidad. Miren esos billetitos. Qué "bonicos". Y qué anónimos. Cualquiera podría cogerlos, qué desperdicio que se queden ahí... ¿Que son de esa puta? Qué más da, si seguro que se los da al chulo. O se lo gasta en droga. O los envía a su puto país, que pague aquí en España hostia. Sucia inmigrante sin derechos que has venido a engañar y a infectar españoles, dame ese dinero que no es tuyo. Que a lo mejor lo has robado, ¿o tienes forma de justificar cómo lo has obtenido? ¿No? Pues eso eso, venga aquí, o te llevo detenida y vas a saber lo que es faltarle a un agente.



E: ¿Cómo reaccionó tu familia cuando supo que frecuentabas prostitutas?

P: Francamente mal. No logran entender que existe un trasfondo político, que es una cuestión de derechos humanos y que debería investigarse si también pudiera existir un interés de las administraciones públicas en financiarse ilegalmente (yo lo tengo muy claro, pero necesito un respaldo de periodistas, asociaciones y quizá de alguna formación política si quiero tener una mínima posibilidad de que esto salga a la luz). Lo ven como un tema meramente moral, como algo que les ha traído "vergüenza" y "deshonra", como lo peor que les haya podido haber hecho.

Ten en cuenta que las prostitutas se ven, por parte de no pocas personas, como lo peor de lo peor y cualquiera que se relacione con ellas va a verse igualmente cuestionado. Todavía es peor cuando, en vez de bajar la cabeza y pedir disculpas, tratas de argumentar y razonar con ellos. Es un tema de creencias, un dogma de fe, ante el que no vale nada de lo que puedas decir. La discriminación contra las putas (putofobia) tiene las mismas raíces que la existente contra judíos, homosexuales o negros. Es un sentimiento innato de desprecio y de superioridad, no van ni siquiera a escucharte porque para ellos no eres humano. Eres lo que más se puede aborrecer y odiar en esta vida, algo que habría que eliminar. No tienes más que leer algunos foros o los comentarios de ciertas noticias en la web.



E: ¿Duele más que te lo diga alguien cercano? ¿O ya te lo esperabas?

P: Por mucho que te lo esperes, que sepas que va a suceder, nunca estás preparado. Ten en cuenta que te van a decir cosas, que te van a tratar de una manera que jamás han hecho en la vida. Vas a pasar, en un momento, de ser alguien estimado a un paria, una persona non grata, o peor aún... una "no persona". Te conviertes automáticamente en un deshecho, en escoria, en alguien repulsivo.

Más que dolor lo que sentí fue sorpresa al comprobar cómo los prejuicios son tan potentes que son capaces de superar a la realidad, que tienen más peso que la vivencia continuada a lo largo de muchos años. A ver, no me extraña que me insulte una persona que no me conoce, que comenta de manera anónima en el blog o que me reconoce por la calle y me llama "putero". Eso entra dentro de lo comprensible. Lo que me resultó difícil de asimilar fue que pasase a ser un degenerado, un asqueroso y un pervertido para personas de mi entorno. El día anterior era una persona "normal" y hasta "un buen chico". Y de repente es peor que si me vuelvo loco y voy apuñalando a la gente por la calle. Lo que esto muestra es que nos queda un largo y complicado camino hasta lograr que la prostitución sea aceptada socialmente.



E: ¿El estigma viene de la calle o de los políticos? ¿Dónde está el mayor freno para que no se reconozca esta actividad laboralmente?

P: Yo diría que se retroalimenta. Las instituciones mandan un mensaje muy negativo de la prostitución, relacionándola con delincuencia, enfermedades y marginalidad. Luego, determinados sectores sociales, amparándote en este discurso y en la desprotección del colectivo cometen una serie de abusos que no sólo no son perseguidos por los poderes públicos sino que se emplean para seguir justificando la discriminación de las prostitutas y su entorno.

Por ponerte un claro ejemplo, si tenemos una serie de vecinos (que son una minoría, pero arman mucha bulla) que persiguen a las prostitutas, las insultan e incluso las arrojan objetos... ¿qué debería hacerse? Pues se supone que las autoridades deberían ponerse de estas chicas, que son las agredidas. Pero no. Lo que se hace es emplear estos hechos para justificar una represión institucional, para sacarlas de las calles porque "los vecinos no las quieren". Oiga, ¿cree que se habría acabado con las políticas segregacionistas en los EE.UU. de esta forma? Por supuesto que hubo ciudadanos y cargos políticos que lucharon en contra de la igualdad de derechos, y tuvieron tanto éxito que retrasaron durante generaciones el fin de la segregación e incluso hoy en día quedan claros restos de ella. ¡Pero todos entendemos hoy en día que quienes actuaron correctamente, que a quienes hay que felicitar, que quienes tenían razón fueron los que combatieron tal situación!

Creo que quien tiene más RESPONSABILIDAD, indudablemente, es la administración. Como bien ha señalado Marien son los políticos quienes deben rendir cuentas por las políticas públicas que implementan, las ordenanzas municipales y demás normas que aprueban y, no se nos olvide, por los continuos mensajes y campañas institucionales que lanzan. Logran dar la imagen de que existe un rechazo social mucho mayor que el que realmente hay (y no es pequeño, como señalo). De hecho algo muy curioso es que en todas las encuestas se muestra que una amplia mayoría de la población sí acepta la prostitución (o al menos no está en contra de toda, es posible apoyar unas modalidades mientras se condena otras) pero, en cambio, en lo que respecta a los políticos la proporción se invierte. Es de los escasísimos temas en los que reina el consenso prácticamente absoluto entre cualquier fuerza política. De todos los partidos políticos en España, solamente Ciudadanos y el Partido de la Libertad Individual (los únicos de tendencia liberal, curiosamente) manifiestan tener los intereses y propuestas de las prostitutas en consideración.

Para no pocas personas, las putas son "er diablu", como se aprecia en esta imagen con total claridad. Y si creemos que son LO PEOR por lo tanto estamos justificando que las podamos hacer LO PEOR. La demonización de un colectivo siempre es el paso previo a su persecución.



E: ¿Hay un mito sobre el trabajo forzado, sobre las mujeres que ejercen esta actividad de manera obligada? Evidentemente habrá un porcentaje... me gustaría saber cómo ves tú esto.

P: Totalmente. Si hablamos de trabajo forzado, de obligar a ejercer la prostitución como tal, eso es un fenómeno absolutamente anecdótico. Existen autores que le da dado ese nombre, el "trafficking myth" que aquí hemos traducido un tanto libremente como "mito de la trata". Y la trata no es un mito. De hecho la inmensa mayoría de las prostitutas son víctimas de trata, prácticamente la totalidad.

Hay gente a la que esto que digo le puede resultar extraño, porque ha existido una especie de interés en identificar ambos fenómenos. La prostitución forzada está claro lo que es, ESCLAVITUD SEXUAL. Hacer que alguien haga algo que no quiere, de manera coactiva. Es como... pagar impuestos, una multa o ingresar en prisión. No lo haces porque quieres sino porque te obligan a ello. La trata no. No implica que exista coacción ni falta de voluntariedad alguna. De lo que trata la trata (siempre sonrío al tener que repetir la palabra) es de realizar un movimiento migratorio, que puede ser tan pequeño como pasar de un municipio a otro, con el fin de realizar un trabajo clandestino, una actividad en la economía sumergida. Ya está. Dependiendo de los medios que se empleen para la comisión de este desplazamiento podemos hablar de trata voluntaria (cuando no hay uso de fuerza o engaño), trata fraudulenta (cuando a pesar de no emplearse la violencia directa sí se ha incurrido en un engaño... es muy infrecuente pero sí he conocido casos, y hablo en plural) o trata coactiva (que es esa de la que tanto nos hablan los medios: chicas secuestradas, vendidas, atadas a la pata de una cama o encerradas en clubes). La trata coactiva sí que podría equipararse a prostitución forzada, aunque estaría restringida a que se haya efectuado un cruce de fronteras. Pero como casi ninguna prostituta trabaja en el mismo municipio del que es originaria dados los tremendos costes sociales y familiares que implica, la prostitución prácticamente siempre lleva ligado algún movimiento migratorio.

Si me hablas de porcentajes, pues yo diría que víctimas de trata 99,5%. Todo tipo de trata. ¿Prostitución forzada? No he conocido la primera. No sé... ¿quizá una de cada DIEZ MIL? Hay asociaciones que llevan años en esto y las pueden contar con los dedos de la mano. La trampa está en que emplean un término que tiene connotaciones muy negativas pero que no significa lo que la gente imagina. Antes de entrar en cifras y porcentajes debemos ser serios y definir con claridad a qué nos referimos.

Típico cartel anti-trata. Obviamente lo que pretende es indisponer en contra de la prostitución y dar la imagen de que toda persona ocupada en esta actividad la está realizando contra su voluntad, en una situación de trata COACTIVA. Muchos gobiernos han impulsado campañas similares y, nuevamente, deberíamos preguntarnos que interés pueden tener en fortalecer esta caricaturización de la prostitución.



E: ¿La crisis ha empujado a muchas jóvenes a la prostitución? ¿O son más señoras mayores, de la edad de Marien?

P: Eso de "empujar" me chirría. La crisis ha provocado mucho DESEMPLEO. Y cuando la gente no tiene trabajo, pues se lo tiene que buscar. Muchas veces en la economía informal. Conozco mucha, pero mucha gente en trabajos precarios, trabajando sin contrato, algunos sin salario (cobran por jornada o a comisión, como las putas). ¿Pero sólo nos alarmamos por la prostitución, porque implica sexo? 

Las señoras españolas de mediana edad, como Marien, trabajan más en pisos que es una modalidad de prostitución que consumo poco. Tengo entendido que sí, pero no puedo confirmarlo a ciencia cierta. Lo que sí puedo decirte es que buena parte de las chicas se han ido al extranjero porque aquí ganaban cada vez menos y, como dicen, no hay trabajo. 



E: ¿Cuál es el perfil de esta nueva prostituta? ¿Una señora de mediana edad, con hijos...?

P: La edad media de las prostitutas, según lo veo yo, ha aumentado. De hecho un informe reciente decía que el "perfil" de la prostituta en España era una mujer rumana, de 35 años con cargas familiares. No se puede generalizar pero sí, podríamos decir que es un perfil que abunda. Las chicas que se han quedado son las que ya llevaban muchos años y se han acomodado, han hecho amistades aquí y tienen su cartera de clientes fijos (como Marien). Que aunque trabajen poco saben que es trabajo fijo, y que si en algún momento las falta dinero no tienen más que coger el teléfono para que un buen amiguito les haga una visita.



E: ¿Cómo veías la prostitución en un primer momento? ¿Tenías miedo a las enfermedades, a la delincuencia, a encontrarte a alguna mujer obligada?

P: Sí, claro, tenía todos los prejuicios. Creía que las chicas estaban amenazadas para prostituirse por los chulos, que si ibas con ellas pillabas un sidazo del 15 aunque usaras goma porque tenían el coño hediondo de andar poniéndole el coño a cualquier vagabundo, que no sentían nada y lo fingían todo, que odiaban a sus clientes y que si ponías suficiente dinero encima de la mesa podían hacer lo que quisieras. Es decir, exactamente lo contrario de lo que sucede.

Por eso estoy hoy aquí, para despejar esos mitos y estereotipos que crean una imagen distorsionada de la prostitución.

No como lo peor. Ni lo peor de lo peor. Como lo siguiente es como se concibe a las prostitutas, particularmente si son inmigrantes, de origen humilde, de una etnia discriminada aquí (por ejemplo, gitanas), jóvenes, ofertan sus servicios a unos precios "populares" (vulgo, "putas baratas") y contactan con sus clientes en la vía pública. Esa es la prostitución peor vista, más estigmatizada y más perseguida. La de las "zorras de vertedero" (como podría traducirse "dumpster sluts"). Por eso mismo es la modalidad de trabajo sexual en la que me especialicé y que conozco en mayor profundidad. Qué se le va a hacer, siempre he ido contracorriente.



E: ¿Se ha notado la crisis en este negocio? ¿Es verdad que el volumen de negocio ha bajado a la mitad y que las tarifas se han puesto al nivel de hace varios años? 

P: Ha pinchado mucho, pero más en unos sectores que en otros. Es como el desempleo, no ha afectado igualmente a todos los estratos sociales. La gente más humilde, de bajos recursos, es la que se ha visto más afectada. Pues en esto igual, hay chicas que ganan la tercera parte que antes. Y eso es porque, por una parte, ingresan menos. Pongamos que una chica que trabaja en un polígono podía ingresar doce mil euros al mes y ahora apenas llega a la mitad, seis mil. Pero como conté antes, la presión fiscal a la que se veía sometida era mucho menor (como cualquier empresa) y apenas tenía que pagar mil euros al mes (no se paga al mes sino a la semana o al día, pero para este cálculo lo cuadraremos así). La quedaban once mil euros, pues. Ahora no sólo gana la mitad sino que sus gastos se han duplicado, son de dos mil, tras el "canon" la quedan cuatro mil. Así de dramática es la realidad de la prostitución hoy en día, chicas que rebasaban ampliamente los diez mil pavos mensuales y ahora se mueven en la horquilla de los tres mil, cuatro mil.

¿Entiendes por qué se marchan? Putear por doce mil euros, compensa. Por tres o cuatro mil, ya es otra cosa. Y si siguen las cosas así acabarán siendo mileuristas porque por mucho que diga el señor Rajoy al menos en este sector la recuperación no la vemos por ninguna parte.



E: ¿Se puede legislar sin tener en cuenta la voz de las trabajadoras sexuales?

P: Es lo que se viene haciendo toda la vida. Quizá algunos piensen que no se puede, o mejor dicho, que no se debe hacer. Pero las prostitutas son un sector sin voz, ni apoyos políticos, estigmatizado socialmente... ¿Qué motivo podría tener el gobierno para escucharlas? ¿Los "principios y valores" de los que tanto presumían y a los que tan pronto dieron la espalda?

Obviamente no es lo que yo haría. Y es por eso que alguien como yo no puede estar en política. En la política real las cosas no se hacen por ideales como la justicia. Se hacen por INTERESES. Y si ponemos en una balanza los intereses de las prostitutas y los de otros sectores que se aprovechan de ellas, está claro cuáles pesan más.



E: ¿Qué tal lleváis el tema de la abolición? ¿Es posible abolir la prostitución?

P: Es posible empeorar, y mucho, las condiciones en las que se ejerce la prostitución que es el resultado real de las políticas abolicionistas. Antes hablabas de legislar contando o no con las prostitutas, y éste es el claro ejemplo, los partidarios de la abolición son siempre personas ajenas a este mundo: políticos, fiscales, policías, feministas, abogados, "expertos", filósofos, académicos... no hay prostitutas entre ellos.

Las políticas abolicionistas, como no puede ser de otra manera, obedecen a los intereses de quienes las impulsan. Lo que menos les importa son las prostitutas, eso puedes tenerlo clarísimo.

Simbólica concentración de trabajadoras sexuales con algunos de sus aliados, en este caso se trata de trabajadoras sociales. Protestan contra las disposiciones legales que han sido aprobadas en Cataluña y que contribuyen a empeorar sus, ya de por sí precarias, condiciones de trabajo. Curiosamente no piden que las rescaten de la prostitución, que las "curen" y las "reinserten" o que penalicen a sus clientes. Dicen que las dejen tranquilas. Que están hasta el moño de que las toquen el co...



E: ¿Cuáles crees que son los principales problemas de la prostitución? Montse dice que lo más duro es enfrentarse al estigma, al miedo y la culpa. ¿No es tener que acostarte con el primero que llegue, con cualquier tipo aunque pueda ser desagradable, sucio o violento?

P: Concuerdo con la señora Neira. Uno de los mayores problemas que enfrentan las prostitutas, ejerzan en la modalidad que sea, es el del estigma: el desprecio social, la incomprensión, los prejuicios que afrontan. Luego, evidentemente en cada tipo de prostitución existen unas peculiaridades específicas (por ejemplo, largas jornadas en los clubs o inclemencias del tiempo en la callejera) y podríamos también extender estas distinciones incluso a cada persona.

Sobre ese estigma no tienen control. No pueden cambiar, al menos de manera inmediata, la percepción que se tiene de ellas. Pero en cambio sí que tienen una gran capacidad para seleccionar, manejar e incluso rechazar a sus clientes. Sencillamente si un tipo va como señalas, las chicas no lo van a atender. No, ellas te lo dicen, "por cincuenta putos euros no voy a tener problemas". Tienen suficientes clientes como para poder escoger a uno u otro. Los mismos clientes tienen un clarísimo incentivo para ser lo contrario: atentos, limpios y educados. Sabemos que si tratamos bien a la chica, si ella está a gusto con nosotros, vamos a ser los primeros beneficiados. Buscando nuestro propio, individual y egoísta beneficio la mejor de todas las conductas posibles es la de ser respetuoso y amable con la chica. 



E: ¿Crees que vale todo el mundo para ejercer la prostitución?

P: ¿Todo el mundo vale para ejercer cualquier actividad? Claro que no, me sienta fatal cuando se trata a las putas como chicas que "no valen para otra cosa", que han "caído en lo más bajo", cuyas alternativas laborales serían solamente trabajos no cualificados (el famoso "vete a fregar escaleras"). Ni mucho menos. La prostitución es un trabajo altamente especializado y que requiere de una serie de habilidades, destrezas y cualidades específicas. ¿O cuántas personas conoce usted que puedan vivir trabajando DIEZ HORAS AL MES como ha dicho Marien? ¿O que ganen, como hizo ella en día, "más que un ministro"? El mercado retribuye justamente a las prostitutas, cobran mucho porque realizan un trabajo demandado socialmente.

Ninguno de nosotros valdríamos para cualquier trabajo. Por ejemplo, a lo largo de esta entrevista he dicho que yo sería incapaz de ser político. No, yo no estoy cualificado para engañar, para robar, para perjudicar al prójimo. ¿De eso se infiere que nadie está preparado para hacerlo? Pues no, como vemos vivimos en un país donde existe una sobrecualificación para esta tarea.



E: ¿Vives la prostitución como una práctica de dominio o superioridad sobre la prostituta?

P: Como te ha dicho Montse, son ellas quienes ponen las condiciones. Evidentemente cada cliente va a buscar a aquella chica que tenga una forma de ser y de trabajar que se ajuste más a sus preferencias personales, lo que va a provocar que unas chicas tengan más trabajo que otras.

Si uno, como cliente, quiere que la chica sea más... "generosa", por así decirlo, lo que he comprobado a lo largo de los años es que no hay nada mejor que hacérselo pasar bien. Por una parte es algo que alimenta nuestro ego, que te hace sentirte bien contigo mismo: "putea, puede estar con cualquier hombre, la pagan por esto y es conmigo con quien se moja y me hace esto y lo otro... wouw, debo de ser un pichabrava". Te lo dice Montse, eso es lo más, nos hace subir al cielo. El hecho de que paguemos no hace que nos creamos con ningún derecho superior, si a eso te refieres. ¿O te crees mejor que el abogado, el fisio o el dentista al que pagas? Les pagas y lo haces muy a gusto, porque te han ayudado a mejorar tu calidad de vida y además ese pago es un reconocimiento a su profesionalidad. Así que, ¿por qué ver de otra manera el pago a una prostituta?

De hecho, para mí el pago es lo de menos. Yo lo olvido. Estoy con la chica y lo que me importa es pasar un buen rato. Esa idea de la prostitución como práctica de dominio o humillación hacia la prostituta la tienen aquellas personas contrarias a esta actividad, que necesitan justificarse mediante algún argumento que suene aceptable. Pero no tiene absolutamente nada que ver con la realidad, lo puede comprobar cualquiera que se acerque mínimamente al mundo de la prostitución.

El mercado de la prostitución es uno de los más libres y transparentes que hay, con multitud de oferentes y demandantes. Ambas partes tienen algo que satisface la necesidad de la otra, y llegan a un acuerdo recíproco, mutuamente beneficioso. No tiene que intervenir ningún regulador, son dos personas que mediante un intercambio voluntario satisfacen sus respectivas necesidades. Es el libre mercado funcionando a pleno rendimiento. El capitalismo en su máxima expresión. La clara prueba de que los individuos nos gestionamos de maravilla actuando por nuestra cuenta sin necesidad de gobiernos que nos digan qué nos conviene. Me gusta la prostitución porque me gusta la libertad. ¿Entienden ahora por qué también los enemigos de la libertad son mismos que rechazan la prostitución?



E: ¿Vas buscando cariñete o sexo puro y duro?

P: Estoy con las chicas para pasarlo bien, y aprender. Durante muchos años el que fue mi mayor objetivo al estar con prostitutas no fue ni tener cariño ni sexo sino acceder a información de primera mano de una realidad que tanto se desconoce. Pero bueno, no voy a decir que esta motivación sea compartida por mucha más gente. Lo que sucede es que en general se busca lo que uno no tiene, como se dice "el que tiene hambre, con pan sueña". Y me parece lógico que haya clientes que busquen tanto sexo rápido, anónimo y variado como cariño, compañía y alguien que les escuche. Para mí no son cosas excluyentes, sino que van unidas. ¿Cómo no puedo tener cariño con quien tengo sexo? Si te gusta una persona quieres todo con ella, cariño y sexo.



E: ¿Piensas que la prostitución ha mantenido muchos matrimonios?

P: Pues yo no estoy casado y por tanto en esto opino desde el desconocimiento. Pero sí, por lo visto parece que una parte muy importante de los clientes son hombres casados y que gracias a este "escape" se mantienen en una relación que, de otro modo, no soportarían. Yo eso no lo veo como un argumento a favor de la prostitución sino en contra. Si no estás bien con una persona, no deberías estar con ella. Eso de seguir casado "porque sí", porque son "muchos años", porque "socialmente" está bien visto... no, eso no va conmigo.

Sí he conocido mucho cliente casado y mira, personalmente no apruebo esa conducta. Como te he dicho, no me van las mentiras. Por eso voy de putas, porque me fastidian mucho los engaños y la hipocresía tan común en muchas relaciones.



E: ¿Cómo es posible que vayan chicos tan jóvenes, de 18? ¿No pueden tener cualquier amiguita?

P: Creo que es por la facilidad, la inmediatez y porque los precios son asequibles. Ir de putas no es algo excluyente, la mayor parte de clientes que he conocido han mantenido relaciones fuera del ámbito de la prostitución (es verdad que hay gente que si no es pagando no follaría... pero son casos MUY extremos). Además, aunque la "oferta" de sexo sea mayor que antes la "demanda" ha crecido a un ritmo aún superior. La gente va de putas sencillamente porque es algo que gusta, que apetece, que encuentran deseable. ¿Por qué van a conciertos, pudiendo escuchar la música en casa? Pues porque en vivo y en directo es mejor, merece la molestia el gasto y el desplazamiento. Con la prostitución sucede lo mismo, uno tiene muchas alternativas: echarse novia, pelársela en casa, salir a ligar... pero hay quienes encuentran en esta opción la mejor de las alternativas posibles. ¿Que otra gente no? Pues bien, que hagan lo que les dé la gana, no me meto en la vida de los demás y que no se metan en la mía. No a todo el mundo le hacen feliz las mismas cosas. Tenemos distintos gustos y hay que aprender a respetarlos.

miércoles, 18 de febrero de 2015

El gobierno contra los puteros

"Se considera una conducta susceptible de ser sancionada administrativamente, a aquellas personas que demanden los servicios sexuales en las... de otras personas en las proximidades de centros escolares o en las viales... en los arcenes de las carreteras".
Jorge Fernández Díaz, Ministro del Interior de España
"La regeneración moral que España necesita pasa también por acabar con esta forma de esclavitud que pervive en nuestra sociedad"
Ignacio Cosidó, Director General de la Policía
"Existen claros lugares donde la prostitución no puede ser ejercida por pura lógica y por la petición de la totalidad del vecindario"
Cristina Cifuentes, delegada del gobierno en Madrid
"En Suecia han ido bien las sanciones a los clientes y creo que es el modelo más justo"
Ana Botella, alcaldesa de Madrid

"Creo que es un abuso de poder que un determinado segmento de la industria del sexo se persiga más que otros (...) Es un abuso de poder si se promulgan leyes pero sólo se aplican a las personas más humildes"
Michael, trabajador sexual en Ottawa (Canadá)
"La penalización de los clientes es un ataque contra nuestro medio de subsistencia que implica una bajada potencial de nuestros ingresos y una estigmatización discriminatoria aún más institucionalizada".
Thierry Schaffauser, trabajador sexual en Francia
"Lo único que le interesa al Ayuntamiento es eliminar la prostitución visible, como la de la calle de la Montera (...) La represión conlleva más marginalidad para las trabajadoras del sexo y las empuja a trabajar en locales de alterne, casas cerradas y clubes"
Nacy Losada, trabajadora sexual en Madrid
"Sabemos que todas las presiones relacionadas con los clientes afectan muy directamente a las condiciones de vida de las trabajadoras del sexo, impidiendo que trabajen con tranquilidad y atacando a las más vulnerables, que son las que captan a los clientes en la calles. Cuando se dice hipócritamente que se va a perseguir a los clientes no es cierto, porque le estamos arrebatando el trabajo a las mujeres (...) Que dejen de criminalizar a las trabajadoras del sexo utilizando todo tipo de justificaciones para machacar más a una parte de la población que ya lo está y con medidas que no tienen nada que ver con una preocupación real contra la trata"
Mamen Briz, Colectivo Hetaira



Creo que probablemente la mayor carencia informativa en torno al mundo de la prostitución es la ausencia total de análisis sobre cualquier noticia. Estas últimas semanas hemos asistido a una especie de explosión informativa (red de menores en Murcia, ajuste de cuentas entre mafias en Villaverde, juicio a DSK por proxenetismo agravado y, lo que nos ocupa, la "insoportable presión" anunciada por el gobierno hacia los clientes de prostitución), que ha motivado el resurgir del blog pues he constatado que en ningún otro sitio de todo Internet puede hallarse una explicación a estos hechos. Todo lo que tenemos son las noticias de agencias, calcadas en todos los medios y en algún blog que las recopila. Y los comentarios de los lectores son los de siempre: unos que vaya vergüenza, que hay que acabar con la prostitución, que bien hecho lo de darles caña a los puteros y en algún caso también dicen que leña a las putas; mientras otros aducen que habría que regular/legalizar para que se persiguiese mejor a las mafias, se tributase y se gozasen de los beneficios sociales correspondientes.

Todo eso ya me tiene muy cansado, no podemos ponernos la venda antes de la herida y proponer medidas en base a nuestros prejuicios. Lo primerísimo que hay que hacer es conocer cómo son las cosas, por qué se hace lo que se hace y por qué no se hace lo que no se hace. Evidentemente yo tengo una opinión, unas simpatías y, como todo el mundo, unos intereses. Pero lo que resulta determinante en mi posicionamiento frente a este fenómeno es el CONOCIMIENTO DE LA RELIDAD, que es a lo que trato de aproximar al lector entrada tras entrada. Ya sé que mi condición de cliente puede provocar antipatías, que el tema de la prostitución resulta muy incómodo (pero, paradójicamente, también atrayente para no pocas personas), que creemos saberlo todo de todo y que por tanto nos sienta fatal que cualquiera venga a darnos lecciones de nada. Lo que quiero decirles es que éste es un tema que me preocupa, al que le he dedicado muchísimo tiempo y esfuerzos, con el que he mantenido un contacto muy estrecho y continuo y del que por tanto me considero suficientemente capacitado como para opinar... lo cual, por supuesto, no implica que esté en posesión de la verdad absoluta y que nadie pueda darme lecciones. Muy al contrario, como habéis visto los comentarios siempre han estado abiertos para que se discuta, para que ENTRE TODOS podamos debatir lo que haga falta y no hay nada que me anime más que las dudas, cuestiones y objeciones que me han planteado algunos lectores.

El director general de la policía, D. Ignacio Cosidó, en su rueda de prensa ante los medios. La desproporción de acceso a los medios que existe entre quienes atacan la prostitución y quienes sencillamente deseamos que se conozca para despejar los mitos y prejuicios existentes es abismal. El discurso abolicionista que emplea la casta política es fácil de comprar porque les permite presentarse como bienhechores de una sociedad que de no ser por su intervencionismo sería un caos. Pero ese tipo de tesis salvacionistas, aunque en principio parezcan sensatas y muy seductoras, son en realidad trampas que sólo se detectan cuando se conoce esta realidad en profundidad.



Sencillamente vengo a decir que no nos conformemos con asumir acríticamente una versión oficial que, a poco que investiguen, hallarán que se encuentra cuestionada por personas muy cualificadas en la materia. Y me refiero tanto a profesionales como abogados, académicos, trabajadores sociales o médicos que han tratado directamente con el fenómeno de la prostitución (al igual que servidor); como a sus propios protagonistas. Mis esfuerzos han ido encaminados a que las prostitutas y su entorno (aquellas personas que comparten su día a día, como sus compañeros sentimentales, sus clientes y trabajadores no sexuales de locales de prostitución) tengan una mayor visibilidad y presencia en los medios. Que está muy bien que escuchemos lo que los políticos, la policía, las feministas e incluso los filósofos tienen que decirnos. Toda persona, independientemente de su trayectoria o experiencia vital, tiene derecho a opinar. Pero obviamente no al precio de excluir a los principales implicados, mucho menos cuando no hablamos de un mero debate teórico sin trascendencia alguna sino de la elaboración de políticas públicas que tienen un profundo impacto en la vida de numerosas personas.

Pues este derecho a expresarnos, que parece tan elemental, nos es negado sistemáticamente. Las administraciones públicas no cuentan con nosotros, los medios nos ignoran, incluso entre la gente de nuestro entorno más inmediato nos da miedo hablar sobre este tema para no ser etiquetados. De él deriva la desinformación existente en la sociedad, y la consiguiente intolerancia. Pueden fácilmente comprobar cómo mientras las asociaciones de prostitutas (no de quienes dicen trabajar por ellas, por su "resinserción" o "rehabilitación") señalan que es el "estigma" (entendido, como lo definió Goffmann, como una profunda minuslvaloración, como la atribución de características o rasgos profundamente negativos que hacen a alguien merecedor de desprecio) el principal problema que afecta a quienes ejercen la prostitución (pues todos los demás: la falta de respeto, la violencia e incluso las normas legales que les afectan se derivan de esta consideración social), los poderes públicos se empeñan en impulsar y fortalecer este estigma. Prácticamente no se invierte un euro en mejorar las condiciones reales de trabajo de las prostitutas (como he denunciado, ni papeleras las ponen... lo único un poco positivo es el reparto de condones), pero sin embargo se gastan millones de euros en campañas publicitarias, en subvencionar a asociaciones feministas, en congresos de expertos, en un sinfín de mamarrachadas que se caracterizan, como vengo diciendo, por dos puntos fundamentales: uno, ofrecer una imagen lo más siniestra posible de la prostitución y de sus protagonistas; y dos, excluir del debate e invisibilizar a estos mismos actores que conforman el mundo del trabajo sexual.

Otro alto cargo del gobierno que se ha pronunciado bastante al respecto del tema de la prostitución es Dña. Cristina Cifuentes, delegada del gobierno en Madrid. En mi opinión ella no alberga maldad, sencillamente es una señora de la "alta suziedad" que no tiene ni la menor idea de lo que pasa en la calle porque vive en su burbuja, y que precisamente está en un puesto de responsabilidad porque es alguien a quien resulta sencillo engañar. Como pueden apreciar, una constante en las comparecencias es la presencia de miembros de los distintos cuerpos policiales. Y hay un buen motivo para ello.



Esta extensa introducción es necesaria para entender el reciente anuncio del gobierno, por boca del Ministerio del Interior y del Director General de la Policía, de que someterán a una "presión insoportable" al cliente de prostitución. De acuerdo a la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana, la prostitución EJERCIDA EN MEDIO ABIERTO se aborda como un grave PROBLEMA DE ORDEN PÚBLICO y, como tal, se SANCIONA ADMINISTRATIVAMENTE. ¿Qué significa esto? Que no se va a perseguir todo tipo de prostitución sino una modalidad muy específica de ella (la que siempre ha generado una mayor intervención por parte de las autoridades, y en la que por consiguiente me he especializado). Que, además, en contra de la imagen que se pretende dar en los medios el bien jurídico protegido es la "convivencia" (no ver putas asquerosas en las calles, vamos) y no proteger la libertad sexual de las prostitutas (lo que, de manera incorrecta, llaman "lucha contra la trata"). Y que las sanciones seguirán un procedimiento administrativo, no penal, con lo cual por una parte no conllevarán ingreso en prisión del infractor pero por otra prescindirán del control judicial.

Así de tajantes se mostraron en la rueda de prensa:

A pesar de las declaraciones de los políticos, en el vídeo se aprecia que la presión policial tiene lugar sobre las chicas, no los clientes, exigiéndolas "la documentación, por favor". Como he mencionado en reiteradas ocasiones, el pago de las extorsiones policiales se hace precisamente al pedirles a las chicas "los papeles". La realidad en las calles dista bastante de la que nos presentan la autoridades, y es que como dice la antropóloga y prostituta Dña Isabel Holgado, "se habla de ellas como víctimas pero se las trata como a criminales". No puedo expresarlo mejor.



La Ley de Seguridad Ciudadana sigue así la estela de las ordenanzas municipales que comenzó la Ordenanza de civismo de Barcelona allá por el 2006, recientemente modificada -endureciendo las sanciones básicamente- en el 2012. Tal y como predije en su día, este camino punitivo es la única vía posible que puede seguir la administración pues a pesar de su probada ineficacia a la hora de reducir la prostitución, consigue sus principales objetivos: precarizar las condiciones de trabajo de las prostitutas situándolas en una posición de mayor vulnerabilidad (al contrario de las ONGs que piensan que es un efecto no deseado, yo soy de la opinión que es algo buscado expresamente), mejorar la imagen del gobierno haciendo ver que hace algo y que castiga a alguien, y sobre todo su mayor logro reside en encubrir las ilegalidades y delitos que comete la propia administración. Desde un punto de vista estrictamente práctico, he de reconocer que es una genialidad. Éticamente es una absoluta golfería, por tanto propia de un gobierno como el que tenemos.

Si algo tiene de bueno esta normativa es que al menos crea una situación de previsibilidad y homogeneidad jurídica anteriormente inexistente. Lo que sucedía hasta este momento es que cada Ayuntamiento tenía que decidir qué hacía en materia de prostitución, y como en España existen más de ocho mil municipios la proliferación de normas podría ser una locura. Bien es verdad que lo que han hecho siempre es "fusilar" la Ordenanza de Barna, ya que los políticos no suelen ser muy dados ni a innovar ni a trabajar. Las únicas modificaciones que añadían era si se perseguía a la prostituta, al cliente, o a ambos. Además, se dota a la norma de un rango necesario (Ley Orgánica), puesto que como reconoció en su día el hoy defenestrado Ministro de Justicia se tocaban derechos y libertades fundamentales que no pueden ser regulados por una normativa municipal. Quizá este aspecto técnico no sea particularmente relevante para la mayoría de ustedes, y su efecto en la realidad de la calle resulte nulo, pero para quienes creemos en las formas propias de un Estado de Derecho tiene importancia. Evidentemente me gustaría que no se quedara únicamente en las formas, pero es que con anterioridad ni siquiera éstas se respetaban.

En el resto de países afrontan situaciones y debates muy similares a los que tenemos aquí. De hecho, la criminalización del cliente es una de las medidas más populares. En este vídeo el  diputado mexicano Adrián Juárez Jiménez, del Partido de Acción Nacional, da sus motivaciones para "atacar la demanda". Al contrario de lo que afirman las feministas, resulta que varios de los principales impulsores de estas medidas son VARONES y además de tendencia política CONSERVADORA. La penalización de todo cliente, sea cual sea el tipo de prostitución al que acuda, ya es una realidad en países como Suecia o EE.UU. (en Argentina no). A pesar de que no sea favorable a esta normativa, al menos la veo más sensata que la de perseguir únicamente al cliente de la prostitución más visible.



El aspecto estrella de la declaración del ministro fue la persecución del cliente, idea que está muy de moda pero que es más vieja que el cagar. Me resulta gracioso que un miembro del Opus, que representa el culmen del conservadurismo (asimismo conocido como "la caverna" o "la caspa") en España presente una medida que ha sido el estandarte de los movimientos feministas de extrema izquierda. Desde luego yo alucino con la "derecha" que tenemos en este país, la Soraya defendiendo los servicios públicos frente a los defraudadores y el Montoro tomando medidas fiscales que "descolocan" a sus propios electores. No me extraña que se llegue a hablar de trasvase de votos del PP a Podemos... ¿qué más te da elegir a unos u otros si todos son comunistas?

La justificación de cualquier colectivista, se defina de derechas o de izquierdas, se halla en que para combatir una supuesta injusticia deben incurrir en otra. Sería una especie de "mal menor". Sí... te quito tu dinero... pero mira, es para colegios, hospitales y pensiones. No, qué va, no es para vivir a tu costa sin dar palo al agua, sino para garantizar unos servicios esenciales a la comunidad. Fijo, por eso no suprimen ni el Senado ni las diputaciones pero suben las tasas universitarias y disminuyen las prestaciones sanitarias. Pues del mismo modo, ya que todo sinvergüenza necesita una buena causa tras la que escudarse, nos dicen que su objetivo es muy elevado, "reeducar conductas" (puta madre, eso de la reeducación es terminología directamente comunista) en beneficio de la convivencia pública, que no existe ningún ánimo recaudatorio. ¿Por qué será que suena tanto a las excusas que emplea Tráfico?

Existe otra corriente que, en vez de apostar directamente por medidas punitivas, es partidaria de "medidas socializadoras" que vayan educando a los clientes para que modifiquen gradualmente sus conductas. Creo que estas sí se creen lo que dicen, que son personas ingenuas de buen corazón con las que podríamos llegar a algún entendimiento. Y es que nosotros pretendemos lo mismo: que poco a poco la sociedad vaya evolucionando, que se pase a educar en la tolerancia y en el respeto, que las generaciones futuras dejen atrás comportamientos y actitudes desigualitarios. Sólo que en vez de educar a los hombres para que dejen de ir de putas, ¿por qué no tratamos de que la sociedad entienda que no hacemos nada malo y respete nuestras decisiones?



Si nos paramos a pensar, aunque sea un poquito, todas sus patrañas salen al descubierto. Para empezar, la "convivencia pública" no se mejora culpabilizando a una parte. Comenzamos siendo acusados de causar un perjuicio, pero no sabemos cuál es. ¿Gritamos a la gente? ¿Les pegamos? ¿Les lanzamos basura? Nosotros no. Pero hay gente que hace estas cosas a las prostitutas, deben ser los "cívicos" para el señor ministro. Se supone que son esas conductas nacidas del odio, de la intolerancia y de la falta de la más elemental educación las que habría que perseguir. Pero no, de eso no se habla nunca. No pueden ser determinados vecinos y viandantes quienes causen esos problemas de convivencia, sino que los culpables somos siempre los puteros y las putas. Lo que hace el gobierno es reforzar semejantes actitudes de desprecio, al ponerse de parte de los opresores y no de los oprimidos. O bueno, que al menos digan cuáles son en sí las conductas que perjudican la convivencia y que sean éstas las sancionadas. Porque de lo que habla es de culpabilizar a un grupo social por el hecho de serlo, como hizo hace no tantos años el Tío Paco con la Ley de Peligrosidad y Reinserción Social. Se nos persigue por lo que SOMOS y no por lo que hacemos. Como les sucedió a los judíos, los negros o los homosexuales. Si no estuviese sucediendo, parecería inconcebible que algo así pudiera tener lugar en pleno siglo XXI en países desarrollados.

Dado que el gobierno no puede incurrir en una práctica abiertamente discriminatoria aunque las ganas le puedan, necesita buscar alguna excusa. No estaría bien visto que dijesen lo que piensan, como hizo en su día el consejero de interior de la Generalitat Felip Puig. No quedaría bonito que hablasen de barrer la mierda que sobra, de acabar con las putas asquerosas, de la repugnancia que sienten hacia nosotros. No, tienen que disimular fingiendo que persiguen un "interés público", que obviamente establecen ellos. Pero es que son tan torpes que sus mentiras se les ven de lejos.

Existe toda una justificación teórica para "reducir la demanda" y, desde luego, no la pienso ocultar. Sin embargo, ni siquiera en países donde la prostitución se halla fuertemente penalizada y el cliente es perseguido se ha logrado acabar con este fenómeno. Pero yo voy más allá, y niego la mayor preguntándome ¿por qué tendría que acabarse con la prostitución?



Además tratan de aparentar una supuesta bondad al responsabilizar al cliente y no a la prostituta. Es como que no pasa nada, castiguemos a los degenerados de los puteros -que no somos ninguno de nosotros, claro- y en cambio hagamos todo lo posible para rescatar a esas pobres mujeres, víctimas de estos desaprensivos, que padecen un tormento sin fin. Hay que ser muy ingenuo para comprar semejante discursito. Nadie que conozca mínimamente el mundo de la prostitución se traga una patraña de tal calibre, no he conocido a la primera prostituta que apoye esta medida: de hecho unánimemente la rechazan. Perseguir al cliente es una manera indirecta de perjudicar a las prostitutas,  pero encima con un mayor cinismo e hipocresía. De hecho, no hay más que hacer la comprobación empírica de cuántas multas se ponen a clientes y cuántas a prostitutas.

¿Pero es en sí misma efectiva la medida a la hora de reducir la prostitución? Lo que hace en realidad es que la actividad se vuelva más clandestina, que se desarrolle de manera menos vistosa. Se pensó que los clientes nos cortaríamos cuando pusieron las cámaras en Montera (bueno, al menos esa fue la explicación oficial). Se lleva años multando a las chicas y a sus clientes en el Raval. ¿Se ha acabado con la prostitución? Ni mucho menos, lo que sucede en unos casos es que pasamos a entornos cerrados como clubs, pisos o agencias. Realmente hay muchísimas otras modalidades de prostitución, las chicas que trabajan en la calle representan una ínfima proporción del total y además no son para todos los públicos. La calle es un manjar reservado solamente para los mejores, los más aguerridos, los puteros nivel 20. El putero promedio es como cualquier otro ciudadano, bastante cobarde, pasota, que no quiere problemas. Para ser putero de callejeras hay que ser un verdadero macho, sólo valemos los que estamos curtidos en mil y una batallas. Somos la élite del lumiferio.

El director de www.hispanidad.com, Eulogio López, considera que las sanciones a los clientes deben extenderse asimismo a las prostitutas. Con un sentido común envidiable, razona que "sin prostitutas tampoco hay prostitución". Toma, pues claro, eso también lo piensan los otros. Pero es que no está bien visto. No es "progre". Así que lo mejor es darles caña a putas y puteros, pero decir que a ellas no, que no se las toca y que encima se las ayuda. Para estar en política hay que ser un verdadero cachocabrón.



Por eso quienes permanecemos en la calle no nos arredamos. Hemos pasado por muchas cosas, hemos visto ya de todo, no nos da miedo nada. No hay puta o putero de calle que se precie que no haya pasado por los calabozos, o al que no le haya robado la policía, o que no haya desarrollado elaboradas estrategias para evitar la acción de los poderes públicos. Ya he contado aquí cómo había chicas que lograban sortear las extorsiones policiales de las más diversas maneras: escondiendo su dinero, quedando por teléfono con sus clientes o directamente gastándoselo en cuanto lo ganaban. ¿Cómo se supone que van a impedir que un cliente quede con una chica si lo hace por móvil, o si se reúnen dentro de una cafetería, o si le hace un gesto desde el otro lado de la calle, o si la espera en las habitaciones, o si manda a otra chica para que llame a la que le interesa? No hay forma, de hecho controlar a los clientes es muchísimo más ineficiente que controlar a las prostitutas. Es sencillamente una cuestión de números, además los clientes tienen una movilidad mucho mayor que las prostitutas.

De hecho, la mejor política para acabar con la prostitución no es la de perseguir ni a las chicas ni a nosotros. El eslabón más débil son los locales, hay muchos menos que prostitutas y además se hallan completamente inmóviles. Sin lugar donde pueda reunirse el cliente con la chica, no hay nada que hacer. Los verdaderos abolicionistas lo saben, y por eso piden que se reinstaure la tercería locativa (el delito sería tener un local donde se ejerza la prostitución). Pero claro, eso sí que conllevaría el fin de la prostitución tal y como la conocemos en España y eso no es lo que verdaderamente se pretende. El gobierno no quiere terminar con la prostitución. Como denuncia Hetaira, lo que sucederá es que la prostitución tendrá lugar en "condiciones inhumanas". Del mismo modo, el British Medical Journal elaboró un estudio en el que se concluye que la criminaliación DE LOS CLIENTES "pone en peligro a las prostitutas y viola sus derechos humanos".

Un claro precedente, que invocan ahora desde el gobierno, es que Francia prohibió la prostitución callejera como problema de orden público desde el 2004. Ya en su día advertí de que tendríamos que ir preparándonos para lo peor, que cuando las barbas de tu vecino veas pelar... Pero aquí todo el mundo me ha tomado a chufla, que eso aquí no puede suceder, que tranquilo, que me calme... Pues bien, seguid no haciendo nada, así vamos de puta madre. En la imagen, una prostituta francesa del sindicato STRASS en una manifestación en contra de la penalización de los clientes.



¿Por qué, cuál va a ser el efecto? Pues lo puedo decir porque, como mencioné, este tipo de medidas prohibicionistas vienen siendo implementadas desde hace tiempo. El gobierno (o el Ayuntamiento, en su defecto) podrá presumir, con grandes titulares, de afrontar un problema de cara a la galería. Los medios, que únicamente acceden a esta versión oficial sin contactar con quienes vivimos el día a día de la realidad de la prostitución, repetirán como loros lo que dicen sus amos. En la calle se vivirá un intenso, aunque breve, repunte de presencia policial. Las chicas trabajarán menos porque es verdad que si tienen a la policía en el cogote nadie se acerca a ellas, así que hablan con los agentes y llegan a un acuerdo que invariablemente supone -como indican Hetaira o el BMJ- un notorio empeoramiento de sus condiciones. Pasan de pagar 200 a 400 euros semanales. Y de 400 a 600. Cada vez ganan menos y pagan más. ¿Consecuencia? Pues que algunas se marchan, como cualquier negocio. A la administración la da igual, actúa con las putas como con el resto de los ciudadanos: si hace falta dinero, nos exprime aún más. El gobierno juega con el hecho de que siempre necesitaremos trabajar, así que no le tiembla el pulso a la hora de incurrir en medidas fiscales confiscatorias. ¿Cierras? Vale, ya abrirá otro.

Para mí está claro que el gobierno mantiene una "agenda oculta", y que actúa hipócritamente empleando un discurso distinto al de sus intereses reales. La lucha contra la "demanda" es la justificación nacida desde una extrema izquierda, anticapitalista y totalmente radicalizada que ha llegado a convertirse en lo "políticamente correcto". Pero todos sabemos que es el colmo del absurdo, pues tampoco puede haber demanda sin oferta (es la llamada Ley de Say). La lógica de perseguir al cliente es que la prostituta se quede sin trabajo, es decir, lo que les gusta a los comunistas: que la gente se quede en el paro. Aumentemos los costes para que se reduzca la producción. Una prostituta es como cualquier PYME, lo que necesita son clientes. Y nosotros vamos y ponemos un policía en la puerta para que nadie entre. Malgastamos recursos públicos para perjudicar a quien quiere trabajar, contrayendo la economía. Gastamos el dinero del contribuyente en perjudicarle. Es maquiavélico, propio únicamente de mentes retorcidas como las de los rojos del PP.

Pintada con plantilla en la Argentina señalando a los clientes como los responsables últimos de la existencia de la prostitución. Estas campañas estigmatizadores se emplean para justificar la represión y persecución que posteriormente serán sancionadas legalmente. En España los poderes públicos han realizado numerosas campañas erosionando la imagen del cliente. El siguiente paso lógico es criminalizar legalmente a aquel que previamente se ha demonizado. Es de libro.



¿Por qué, si nos parecería mal ahogar a cualquier PYME en cambio aplaudimos que se haga con las putas? ¡Menudo favor! Bajo un supuesto combate contra la coacción nos la imponen, dicen que para ayudarnos nos tienen que perjudicar. Pues mire, yo propongo otra cosa. Ustedes dicen que no quieren que trabajen las putas, y para ello no les importa sostener una hiperdimensionada administración pública. Pues vamos a hacer las cosas del revés. Ahórrense el sueldo de los políticos, de los policías y de las oenejetas que viven en torno a la prostitución. Y ese dinero dénselo a las "víctimas" para que no tengan que prostituirse. ¿No es lo que quieren, que lo dejen? Pues denles una buena pensión, subvencionen el abandono de la prostitución. Además les digo de dónde pueden sacarlo. Ah, no... que eso no...

Claro que no, la idea no es desde los poderes públicos ayudar a la gente sino saquear al personal para que se lo lleven los cuatro listos de siempre. El cuento se repite, montemos una buena historia para llevárnoslo calentito: obras públicas, cursos de formación, subsidios... ¿Combatir la explotación sexual, la prostitución, la trata? ¡Wouw, menudo filón! Es el sueño de cualquier político. Un tema sobre el que no existe control y que queda muy bien visto. Suena tan bien, como algo tan propio de persona comprometida y de buen corazón, que nadie se opondría. Y además sobre lo que no existe el menor control, no se pueden comprobar los resultados. ¡Es una puta merienda de negros!

Verdaderamente con este discurso logran todo lo que se proponen: obtener mayores atribuciones para  un poder público todopoderoso y absolutamente descontrolado, aparentar lo que no son, perjudicar a los débiles, obtener ingresos extraordinarios sin que estén sometidos a ningún tipo de fiscalización (no me creo que parte de lo que ingresa la policía por las extorsiones no acabe en la caja B de los partidos) e imponer su rancia moral por Ley. Joder, todos estos rasgos son los que han definido a esta última legislatura. Los propios de un gobierno totalitario.

El paso consiguiente es equiparar prostitución a trata y ya tenemos uno de los más manidos y tendenciosos eslóganes de los anti-prostitución. Clientes y trata, todo en una misma frase. Menudo subidón. Y no ponen puteros porque se les vería demasiado el plumero, pero estoy convencido de que el cuerpo se lo pide.



El otro gran argumento, la justificación estrella que se siempre sale a relucir, es lo de la "trata". He tratado tanto la trata (valga la redundancia) en este blog que ya me mareo cuando tengo que volver al hablar del temita. Es su as bajo la manga, su artillería pesada, la baza que emplean cuando todo lo demás falla. La preservación del orden público se les viene abajo con medidas tales como la instalación de infraestructuras públicas donde no las hay para evitar la suciedad (quizá no tiran gomas y pañuelos al suelo no por "incívicas", sino porque no hay papeleras en los polígonos) o que se "sensibilice" también a vecinos y viandantes para que no caigan en actitudes y comportamientos discriminatorios que claramente erosionan la convivencia (insultos, agresiones o boicotearlas negándose a atenderlas). En cambio, con la trata no hay más que discutir. Se equipara trata con prostitución forzada, cuando no tienen nada que ver, se supone que todas son víctimas y además se proclama que se hace en su beneficio.

Trata no equivale a prostitución forzada o esclavitud sexual. La trata se refiere a la situación de un migrante (que puede ser también dentro del país, es la llamada "trata interna") que se ocupa en un trabajo clandestino. ¿Y qué es un trabajo clandestino? Pues cualquiera que que se ejerza en economía informal, sin cotizar, en "negro". Por eso siempre hablamos de sectores en los que tradicionalmente se ha trabajado sin contrato: agricultura, servicio doméstico, prostitución... Y como en la prostitución la legislación vigente prohíbe lucrarse de ella, por tanto que se puedan celebrar contratos laborales, pues ya tenemos que toda prostitución es trata. Claro, técnicamente tienen razón, es verdad que prácticamente todas las prostitutas son "víctimas de trata" porque ejercen en una localidad distinta a la de nacimiento y no pagan la Seguridad Social. Pero me parece que es una trampa, que es jugar con los términos para crear malentendidos. La trata no tiene nada que ver con la libertad, voluntariedad o independencia de quien se prostituye. La trata criminaliza la inmigración y el fraude fiscal (por lo tanto, yo que no tengo nada ni contra los inmigrantes ni contra los defraudadores, tampoco estoy contra la trata).

Lo que comúnmente se entiende por trata, es una MODALIDAD de la misma. Aquella persona que, para realizar esa actividad en la economía sumergida, se ha visto sometida a la fuerza, al abuso o a la amenaza. A eso se le llama trata... trata COACTIVA. Porque no toda la trata es así. También se puede recurrir al engaño, entonces hablamos de trata FRAUDULENTA (aquí sí he hallado casos, no es corriente pero sí se da). Y por último, si no ha habido uso de fuerza o engaño tenemos la trata VOLUNTARIA. ¿La mayoría de las prostitutas son víctimas de trata? Sí, de trata voluntaria.

Las prostitutas denuncian que las actuaciones destinadas a "liberarlas" en realidad las perjudican. Llaman SECUESTROS a los rescates (y es que no se puede referir uno de otra manera a que te saquen de tu trabajo y te metan en una celda), afirman que estas actuaciones de las autoridades "violan sus derechos humanos" y piden que se las SALVE DE SUS SALVADORES. Parece un mundo de locos, pero es así: quienes proclaman ayudarlas son quienes más daño las hacen. Y lo saben. No es desconocimiento, sino una caradura brutal.



Hablemos entonces de la trata que habría que perseguir, la coactiva y la fraudulenta. Como he dicho, este tipo de situaciones son absolutamente minoritarias, prácticamente anecdóticas. Pero aceptemos la visión que nos trasladan los medios y nuestros dirigentes, de que es la norma, Muy bien, entonces... ¿la responsabilidad de "rescatarlas" no sería de los poderes públicos en vez de los clientes? ¿No estarían reconociendo su INUTILIDAD al ser incapaces de poner coto a un delito tan extendido? Es como si el gobierno nos dice que para que no nos roben que no llevemos la cartera encima (bueno, lo digo de chiste pero han soltado genialidades de un calibre similar... recordad por ejemplo lo de comer conejo en Navidades, en tiempos de ZetaPé). Hombre, nos ha jodido, ya sé que si no tengo nada no van a robarme. Pero es que yo quiero salir de casa con la cartera y que no me roben. Pues del mismo modo el gobierno estaría reconociendo el FRACASO de las fuerzas de seguridad al perseguir el delito, al tener a tantas "víctimas" y ser incapaz de echarle el guante a los "proxenetas" que las explotan. Desde luego vaya chulos más listos, capaces de burlar día tras día a la policía teniéndoles encima de la mañana a la noche. Siempre digo que deben de ser unos delincuentes terriblemente hábiles, se exponen muchísimo y no les cogen.

Más allá de la ironía, si fuese mínimamente cierto que se quisiese acabar con supuestas situaciones de abuso o esclavitud sexual, se debería entrenar a los clientes para detectar estos casos. Resulta obvio que el cliente tendría que convertirse en el aliado y no en el enemigo de la administración. Imagínense cada cliente convertido un espía. Escudriñando con sus ojos y sus oídos lo que pocos pueden ver y oír. Las "mafias" temblarían, se sentirían constantemente vigiladas. Podría detectarse y rescatarse a muchas de estas "víctimas". ¿O es que los clientes no lo notan? ¿No sería a quien las chicas tendrían más a mano, a quienes podrían pedir colaboración? Porque lo que se logra ahora es el efecto contrario, si penalizas al cliente éste no va a dar parte de ninguna supuesta situación de prostitución forzada. No, porque él también se la carga. ¿Ven como es una completa contradicción? ¡Nos están haciendo comulgar con ruedas de molino!

Lo que ya clama al cielo y muestra sin la menor duda que nos están vacilando de mala manera es que se combata la "trata" sólo en la vía pública. Y sólo cuando se encuentren en las proximidades de centros escolares, lugares de culto, carreteras y parques. Se ve que las "víctimas de trata" tienen una curiosa tendencia a salir a las calles y ponerse en las zonas más visibles. Anda ya, a tomarle el pelo a vuestro padre. Es absurdo, si hubiese alguna forzada no sería en la vía pública sino en sitios cerrados. De hecho las contadas ocasiones en las que efectivamente se ha logrado dar con alguien siendo prostituido contra su voluntad (aquí sí empleo la voz pasiva porque ha lugar) ha sido en pisos o chalets apartados, sitios de difícil acceso fuera de la mirada del público general. Y es que es lógico, quien comete un delito lo primero que hace es ocultarse para que no le pillen. Si lo peor no es que la emprendan contra la tipología de prostitución más humilde, vulnerable y visible. Lo peor de todo es que se ríen a nuestra cara como si fuésemos imbéciles. ¿Que lo que quiere usted es que los niños no las vean, porque dan mala imagen y su ejemplo es contrario a sus valores opusdeístas? Pues vale, las persigue pero diga que se hace en base a proteger la "moralidad pública". No la convivencia ni por perseguir la trata. No me sea cínico además de cabrón, señor ministro.

A pesar de las rimbombantes declaraciones de los políticos, lo que podemos comprobar es que esa "presión insoportable" se acaba ejerciendo sobre las propias prostitutas. ¿Es posible que nos digan una cosa para quedar bien mientras verdaderamente tienen otra idea en mente?



En definitiva, que esto es un camelo. Que este discursito de Fernández y de Cosidó no es más que puro teatro, que no tienen el menor interés en ayudar a las prostitutas o perseguir ningún delito real. El verdadero efecto de la legislación actual en materia de prostitución es el de discriminar, excluir y condenar a una especie de "apartheid civil" a las prostitutas. Yo veo estas ordenanzas, y ahora la Ley de Seguridad Ciudadana, como el equivalente actual a las infames leyes "Jim Crow" estadounidenses en las que con la excusa de "proteger" a la población negra se mantenía a un importantísimo grupo de la población en una situación de subordinación y sometimiento. No me digan que no les parece que Cosidó, Fernández, Cifuentes y Botella (en fin, el PP en el gobierno) vendrían a ser el equivalente en España de aquellos blancos supremacistas. Nos ven como si fuésemos escoria, peor que la mierda que se les queda pegada en sus caros zapatos.

La línea de acción anunciada por el gobierno no es que no beneficie a esas "pobres putas" con las que jamás llegarán siquiera a reunirse para escucharlas. Es que empeora su situación, estigmatizándolas, silenciándolas y sembrando el camino de todos los abusos que vendrán. Las prostitutas y sus aliados estamos hartos de tanta represión. Lo que exigimos es comprensión.



Para saber más acerca de la penalización de los clientes:
· Clientes y trata
· Contra la penalización de los clientes de prostitución
· La criminalización de los clientes, una de sus armas más potentes
· En Madrid también se multará a los clientes de prostitución

Y de las propuestas normativas de la administración:
· Sobre la Ley de seguridad ciudadana
· Botella concienciará pero no multará
· Propuestas municipales ante la prostitución callejera
· Los partidos políticos catalanes frente a la prostitución callejera
· Sevilla se suma a las ciudades que sancionan al cliente
· El Ayuntamiento de Guadalajara aprueba una ordenanza para perseguir la prostitución de calle