"Tenemos muy pocos amigos en la izquierda y me duele en el corazón"
Creo que, aparte de mi condición de cliente, lo más llamativo de este blog es el hecho de que trate sobre aspectos de la prostitución que casi nadie cuenta y que además lo haga explícitamente desde una óptica política concreta, el liberalismo. Todas estas circunstancias se aúnan para que me convierta en una auténtica némesis de los abolicionistas, pero también motiva que la corriente dominante del movimiento pro derechos recele fuertemente de mí. Vamos, que yo mismito me he buscado quedarme más solo que la una.
Pero como dije al poco de comenzar el blog, no escribo aquí para hacer amigos. Soy plenamente consciente de lo impopular que es en esta sociedad un hombre que se confiesa putero, de derechas (que durante largos años militó en la izquierda y acabó renegando de ella) y que se atreve a llevar la contraria al discurso oficial, denunciando cosas como la violencia institucional que se ejerce contra las prostitutas o que precisamente sean las ONGs salvacionistas y redentoras las que agreden a estas mujeres al insultarlas, considerarlas menores de edad o patologizarlas. Me da igual que me quemen por hereje, prefiero morir con libertad que vivir sin ella.
Por otra parte esta actitud también me ha hecho merecedor de algunos apoyos valiosos, especialmente importantes para mí ya que provienen de aquellas personas por las que estoy luchando, a quienes me debo. Soy como "la Espe", la gente o me adora o me odia con toda su alma, es lo que tiene ir tan a las claras.
Recientemente una de las más constantes seguidoras de este blog, Marta, hacía notar la escasa presencia de las personas de mi misma tendencia política "entre las voces más reconocidas y entre las militantes del movimiento pro-derechos". Yo recogí el guante (es decir, me piqué) y prometí continuar con esta serie de "Liberalismo y prostitución", desde la que pretendo mostrar que sí existe un fuerte apoyo por parte de los liberales a esta actividad, ya que la entendemos como una opción legítima. No obstante sí que es cierto eso de que el movimiento pro-derechos se encuentra claramente decantado hacia la izquierda, ¿a qué puede deberse? Pues en base a mi experiencia lo atribuyo fundamentalmente a dos factores, uno que las derechas todavía conservan muchos complejos y las cuesta Dios y ayuda dar la cara; y dos que son excluidos del movimiento pro derechos quienes no dan "el perfil".
Es patente la ausencia del mínimo esfuerzo por parte de los "pro derechos" para contactar con cualquiera de los liberales a los que he hecho referencia, así como sus intentos constantes de reconciliarse con los abolicionistas (que, como ellos, serían progres y feministas). Supongo que como tantas veces el tiempo acabará dándome la razón y si estas auténticas feministas no quieren ser aplastadas tendrán que volverse hacia nosotros desprendiéndose de sus prejuicios, tal y como hicieron en su día con las prostitutas. De hecho ya hay varias trabajadoras sexuales que están avalando mis palabras, al igual que Pye Jakobson lamento profundamente que la izquierda no nos haga caso pero si un camino no nos conduce a ninguna parte no podemos emperrarnos en seguirlo sino que tendremos que optar por una vía alternativa.
Pues bien, en la entrada de hoy he recogido el debate que se produjo en Canal Sur hace tres años, a raíz de las conclusiones que tomó la Comisión Mixta de los Derechos de la Mujer y de la Igualdad de Oportunidades sobre la prostitución. Destaca la presencia, ¡por una vez!, de una liberal en el debate, Dª María Blanco. Gracias a ella podréis conocer qué es lo que pensamos quienes defendemos la prostitución desde esta postura.
En primer lugar, he de matizar las afirmaciones de Marga Carreras, sí que fueron prostitutas a la comisión. Desde el abolicionismo dos ex prostitutas: una trabajadora social de APRAMP de quien se desconoce su nombre; y la archiconocida Somaly Mam, fundadora de AFESIP. Por parte de los regulacionistas comparecieron Mónica Blanco Marín, representando a COGAM y Trinidad Losada Bujalance, como protavoz de TRANSEXUALIA. No acudieron tanto como prostitutas como cuanto respresentantes de asociaciones, y es que como no estemos organizados no vamos a pintar nada. Por eso he estado barajando la posibilidad de crear un colectivo propio con prostitutas como Marien o Nereida, si nadie nos escucha tendremos que ser nosotros mismos quienes nos hagamos oir. Yo puedo encargarme de todos los trámites legales, incluyendo la redacción de los estatutos... algo de utilidad tendré que sacarle a lo que he ido aprendiendo, ¿no?
El formato del debate enfrenta a dos bandos, presuntamente los favorables a la prostitución por una parte contra los contrarios a ella. Sin embargo en el sector abolicionista nos encontramos a Tico Medina, quien casi no interviene y además comenta querer a las prostitutas y la necesidad de escucharlas; mientras que enfrente, entre los regulacionistas, tenemos al carca de Moncho Alpuente quien recurrentemente justifica la necesidad de regular el sector debido a "las condiciones sanitarias, higiénicas y de explotación laboral". Acepta la infame leyenda de que el 90% de las chicas están forzadas y la teoría del mal menor, compartiendo con los abolicionistas una percepción negativa de esta actividad. No, este hombre es un reglamentarista, y precisamente quien se aproxima más a la postura de ANELA.
La señora Rahola realmente estuvo sembrada, acaparó el debate y hay que reconocer que sabe imponerse. Por supuesto comienza legitimándose con eso de la "sensibilidad progresista", eso ya viene a decir que quien la lleve la contraria tendrá que ser un reaccionario, un defensor de los proxenetas y de las mafias como llega a declarar. Me agradaron particularmente sus constantes diatribas contra el liberalismo, a quien acusaba de haber convertido España en "un paraíso de los extorsionadores, de los violentadores y de las mafias". No vacila en emplear la más profunda demagogia al dibujar la imagen de nuestros hijos como futuros prostitutos/as o al sector público ofreciéndolo como cualquier otro trabajo. Esta mujer se agarra al visceral rechazo hacia la prostitución, al ESTIGMA que actúa como elemento de control social, para provocar una reacción negativa hacia el trabajo sexual. Pues sí, la normalización social de la prostitución precisamente consiste en combatir esa predisposición negativa de modo que las personas puedan hacer lo que realmente deseen sin el temor al "qué dirán". Tampoco la tiembla el pulso a la hora de repetir las más clamorosas mentiras como que la normalidad en la prostitucion es la compra y venta de niños. ¿Eso es lo realmente vemos? Nos pinta un paisaje apocalíptico que quizá exista en las zonas más deprimidas del mundo (la verdad es que lo desconozco), pero desde luego que no responde a la realidad ni de nuestro país ni de nuestro entorno.
En su perorata abolicionista la acompaña Dª Rosa Hermoso. Critica que la división entre prostitución libre y forzada estaría beneficiando a las grandes mafias, mientras que los regulacionistas creemos que esta diferenciación es fundamental porque no sólo corresponde a la realidad, sino que además permite perseguir mejor a los delincuentes. Sencillamente los abolicionistas no pueden aceptar la existencia de la prostitución libre ya que se derrumbaría todo su discurso. Es innegable que lo que voluntariamente elegimos hacer (vertiente negativa de la libertad), como optar por prostituirse, se halla mediatizado por aquellas posibilidades reales a las que estamos constreñidos (libertad positiva) , los factores estructurales a los que se suele aludir, pero esto es cierto en el caso de cualquier elección que tomemos en la vida. La prostitución permite mucho más que "cubrir su sustento más básico", quienes optan por el ejercicio de la prostitución siempre señalan los altos honorarios recibidos en comparación con las demás alternativas a su disposición.
Se respalda en Somaly Mam, a quien realmente me gustaría que se leyese. Esta ex esclava sexual camboyana sí que diferencia entre prostitución libre y forzada, y además es una de las personas que más denuncia los abusos institucionales que padecen las prostitutas, aspecto que siempre parecen olvidar los abolicionistas. Por último declara que su objetivo político es la creación de un modelo social (ése es el trasfondo del debate, la sociedad que mañana queremos tener, parece mentira que ellos lo tengan mucho más claro que nosotros) e intenta confundir al personal asegurando que los empresarios de ANELA (como forma de desprestigiar señala que se hallan "vinculados a la extrema derecha") también defiendan la regularización. No, ellos son reglamentaristas, el tipo de legislación que promueven no es por la que apuestan asociaciones pro derechos como GENERA, LICIT o HETAIRA. De nuevo es algo falso y ella lo sabe, pero como argumento de debate resulta demoledor.
Completa el repertorio D.Andrés Montero, de cuya boca escuchamos los más manidos tópicos sobre la prostitución, como que si tiene como trasfondo la violencia hacia la mujer, el poder y la dominación (probablemente sea cierto para él, con mentalidad de maltratador, pero no para muchos clientes). Aclara que la comisión ha escuchado a las prostitutas no directamente, sino a través de organizaciones y profesionales que están en contacto directo y diario y que "son capaces de calibrar el efecto que produce la prostitución en estas mujeres". Bien, precisamente esto es lo que denunciamos, que sean otros actores los que suplanten el testimonio real de las personas que ejercen la prostitución. No digo que no hablen, me parece perfecto, mi queja se debe a que a nosotros (clientes y prostitutas) no nos dejen expresarnos. En muchos casos estas personas y organizaciones interpuestas no trasladan a sus señorías una visión fiel de lo que significa el fenómeno de la prostitución, sino que la deforman para que se ajuste a su percepción y/o intereses.
La agraviada Margarita Carreras hace constantemente patente su malestar, y no es para menos. Como ella muy bien dice, "que nos escuchen es un milagro que le pedimos a todo el mundo y, en este país, es imposible". Éste es el objetivo de mi blog, que ya que no me van a escuchar al menos puedan leerme. Mucha gente "no tiene idea de cómo es nuestra vida" pero habla de la prostitución como si fuesen poseedores de la verdad. ¿Quieren conocer esta realidad de primera mano? Acérquense a sus protagonistas. ¿Por el contrario desean tener una visión mucho más políticamente correcta? Pregunten a esos intermediarios que se permiten usurpar nuestra voz. Ustedes escogen.
¿Cómo se sentirían uds. si les meten 3.600 € de multa "by the face"? ¿Si la gente les tratase como APESTADOS por los prejuicios existentes sobre su modo de ganarse el pan? Pues supongo que como mínimo se solivianten y alcen la voz como la señora Carreras. Además si esta mujer, española y que tiene tantas agallas como para salir en televisión, es víctima de abusos policiales como los que denuncia imaginen qué no sufriran las extranjeras, en situación irregular y que además no desean dar la cara. Ahí se nota quién defiende a quién, la Rahola negando las evidencia y Velocci criticando su hipocresía.
Por parte de la asociación Génera, Clarisa Velocci aclara en primer lugar que sobre la prostitución no hay ninguna cifra cierta a nivel estatal. Realizar esta observación es básico, porque los abolicionistas tratan de meter en el subconsciente colectivo toda una serie de números y porcentajes que no tienen consistencia alguna. Como feminista afirma que "cualquier mujer, y cualquier hombre, tiene derecho a decidir sobre su cuerpo" -principio que los liberales compartimos completamente- y que "se siente prostituta" en cuanto éste es un colectivo oprimido y discriminado. Además señala toda serie de hechos tan ciertos como impopulares, tales como que "la institución más peligrosa para las mujeres, en este país, es el matrimonio", que "criminalizar al cliente implica criminalizar a la mujer", que "con la prohibición aumentan la marginalidad y las redes" o que "al combatir los anuncios se están cargando la prostitución más autónoma bajo el lema moralista de ir contra la violencia".
Por otra parte, como activista, se permite ponerle en un aprieto a Rahola (lo cual celebro). Denuncia que "la práctica de esa ordenanza ha sido un acoso y derribo a las mujeres que ejercían la prostitución" y que "las mujeres son muy maltratadas por las mismas fuerzas de seguridad", mientras que cuando hubo que defender en la calle a las "mujeres vejadas, humilladas, muy maltratadas", en ningún momento Pilar dió la cara. Esto es así, a la hora de la verdad las abolicionistas siempre se descubren, mientras los regulacionistas peleamos día a día por un mañana sin abusos y discriminaciones éstas feministas de salón son incapaces de mancharse las manos y su práctica resulta perjudicial para los intereses reales de las personas que trabajan en la prostitución. Me encantaron todas y cada una de las intervenciones de Clara, se la ve apegada a la realidad y cabreada por el fariseísmo de las fachiprogres.
Finalmente podemos disfrutar con una perspectiva liberal de la prostitución, completamente compatible con el enfoque pro-derechos. La encarna la señora María Blanco quien parte de que el liberalismo defiende la libertad individual de las prostitutas (en tanto que son personas). Exacto, yo habría comenzado con una sentencia similar. No podemos ni queremos dedicir por los demás, al contrario de "la concepción progresista que pone en conflicto justicia y libertad". La nuestra es "la ética de la libertad, que cada persona elija", sin "pretender regular la moral, el decir que algo es bueno o malvado". Por ello halla totalmente enrevesada y torticera la interpretación de los artículos 9 y 14 de la Constitución Española, mediante los cuales se dice estar promoviendo la libertad y la igualdad del individuo mientras los liberales vemos que lo que se está haciendo es precisamente todo lo contrario. Por supuesto, ¿por qué se creen que a los miembros del Tribunal Constitucional los nombran los partidos? Nuestra Carta Magna tiene un sentido muy diferente según en qué clave sea leida.
Fíjense en la cantidad de puntos de confluencia que tiene su discurso con el de Velocci. Blanco considera la prostitución como un intercambio donde no existiría violencia, su compañera habla de que la prostitución a la que ella hace referencia es la voluntaria. María también denuncia que "muchas veces la violencia viene de la propia policía" (es constante en el pensamiento liberal el recelo hacia un poder público descontrolado), aspecto que JAMÁS he oido ni tan siquiera comentar a los abolicionistas. Ve al trabajo sexual como cualquier otra actividad, es decir, lo desprovee de su estigma. Y para rematar percibe perfectamente cómo este tema se ha politizado, el problema de que se intente legislar para imponer una moral (el tema de fondo que los pro derechos todavía no han detectado). No me digan que con gente así no se puede trabajar. Sería un auténtico placer, un LUJO, tener como aliados a personas como María Blanco en la lucha por los derechos de las prostitutas. Quiero pedir al movimiento feminista pro derechos que se quite las anteojeras ideológicas, que se bajen de su pedestal a hablar con nosotros como decía la señora Carreras, que los liberales les estamos tendiendo la mano y sería un error desperdiciar nuestra ayuda. Es cierto que diferimos en los objetivos últimos: a ustedes les interesa mejorar la situación de estas mujeres mientras que nosotros, sin despreciar tan justa pretensión, lo que queremos es evitar la imposición de la sociedad totalitaria por la que abogan los abolicionistas. No obstante compartimos las reivindicaciones inmediatas en su práctica totalidad, ¿por qué no combatir juntos a La Bestia? En la unidad está la fuerza, partamos de lo que nos une y no de lo que nos separa.
32 comentarios:
"No obstante sí que es cierto eso de que el movimiento pro-derechos se encuentra claramente decantado hacia la izquierda, ¿a qué puede deberse? Pues en base a mi experiencia lo atribuyo fundamentalmente a dos factores, uno que las derechas todavía conservan muchos complejos y las cuesta Dios y ayuda dar la cara; y dos que son excluidos del movimiento pro derechos quienes no dan "el perfil"."
Si fueran realmente excluidos, y la situación de las y los trabajadores sexuales les resultara tan preocupante, digo yo que que habrían iniciado un movimiento paralelo o algo así, promocionando alianzas, participando en la creación de asociaciones de trabajadores sexuales, contribuyendo al discurso crítico feminista, etc., etc.
Por otro lado, creo que muchas veces no se trata de dar un "perfil" que se acomode a cuestiones de imagen superficiales para no ser excluido,sino como te dije, de posiciones ideológicas que repercuten en la lectura del fenómeno y en la puesta en marcha de políticas concretas que se deriva de esta lectura. Ya lo he comentado en el blog de Montse: unos inciden sobre todo en la defensa de la libertad individual para reclamar la regulación, y otrxs tienen en cuenta aspectos de un fenómeno complejo (género, condicionantes estructurales, etc.), que seguramente implicarían modelos de regulación con medidas complementarias asociadas que no se pueden eludir. Ahora, yo de la posibilidad de posibles alianzas para colaborar en cosas concretas no digo nada, porque no he visto nada concretado.
Un saludo
"Sería un auténtico placer, un LUJO, tener como aliados a personas como María Blanco en la lucha por los derechos de las prostitutas. Quiero pedir al movimiento feminista pro derechos que se quite las anteojeras ideológicas, que se bajen de su pedestal a hablar con nosotros como decía la señora Carreras, que los liberales les estamos tendiendo la mano y sería un error desperdiciar nuestra ayuda"
Con esa frase Carreras se refería a los políticos anquilosados en sus despachos, no a las personas del movimiento pro-derechos con las que colabora activamente. Es que, así escrito, puede dar lugar a confusiones. Te pregunto, por si lo sabes, ¿cuántos intentos de acercamiento ha habido y por parte de quién o quienes?
Además de que España no es Suecia, y propuestas en firme de regular las ha habido por parte de un partido como ERC y han sido rechazadas casi en bloque:
http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=647206&idseccio_PK=1021
Mira Marta, te aseguro que he intentado integrarme en el movimiento pro derechos oficial, incluso insistiendo más de lo que debiera. No he puesto condiciones, y desde luego en ningún momento he negado la importancia de factores estructurales como el género o la clase social (en un párrafo hablo de los dos conceptos de libertad que distinguía Isaiah Berlin), pero ellas no han mostrado EL MENOR interés. Es más, no sólo han despreciado mi colaboración sino también el de algunas prostitutas "rebeldes", que no les siguen la cuerda, y que precisamente podría atraer hacia una asociación de nueva creación. Pero el trabajo de emprender tal proyecto, en estos momentos, me desborda.
Cliente X, uno de los pocos frikis que pasa de un Barsa-Madrid
Pero yo toma la frase de Carreras y la aplico a estas feministas que incurren en el mismo error que esos políticos cegados en sus poltronas. Haz el favor y ve el vídeo, que apenas acabo de publicar el post y seguro que no has tenido tiempo de hacerlo. Sé que tenías HAMBRE de esta entrada pero tranquila, que nadie te la quita. Disfrútala despacito, saboréala, que la he hecho especialmente para tí con todo mi cariño.
Cliente X, horneando posts
Y ya acabo: la intervención de Rahola es vergonzosa. Tiene la poca vergüenza de negar que ella estuvo de acuerdo y defendió la ordenanza barcelonesa, y encima cuando la informan de los abusos policiales que las trabajadoras sexuales sufrieron, descalifica a las interlocutoras y no le parecen más que exageraciones o inventos. Consecuencia de no salir de su despacho y de vivir en los mundos de Yupi. Además de que deja caer que si a Marga Carreras le multaron delante de un contenedor, sería por tener pinta de puta o algo, porque a ella no la multan. Es que es increíble, menuda feminista...Y lo mejor es cuando niega la existencia de centros de internamiento de inmigrantes...
Ya había visto el vídeo. Lo dejé hace tiempo en el blog de la Nebrera.
No sé lo que ha pasado en tu caso para ser rechazado. No sé si los motivos del rechazo los presupones tú o te los han dicho claramente. Pero dudo que mucha gente de tu misma tendencia se haya pasado por muchas asociaciones para militar activamente. Por eso te lo pregunto. Y hasta ahora, en los artículos que has ido colgando, he visto pocas cosas distintas a la defensa de las libertades individuales para abordar el tema.
Que no, que Rahola es como un Rubalcaba en mujer. No es que mienta porque sea tontita y no se entere de la misa la mitad, sino porque es más mala que la tiña.
Veo que lo estás pasando bien con esta entrada, je, je. El día en que yo no sea capaz de hacer disfrutar a una mujer dejaré de apodarme Cliente X.
Cliente X, sonriendo satisfecho
Muchas gracias, Cliente X, por la dedicatoria. De verdad te lo digo.
"Y para rematar percibe perfectamente cómo este tema se ha politizado, el problema de que se intente legislar para imponer una moral (el tema de fondo que los pro derechos todavía no han detectado)"
Esto último no lo entiendo, porque lo del moralismo disfrazado de teoría política que está detrás del discurso abolicionista oficial, lo he leído mil veces en textos en la línea pro-derechos. O no te he entendido...
Paro ya que parexco un troll. Es que paso del partido también, por Dios :-)
Gracias por difundir este debate televisivo ocurrido en 2007; no lo conocía.
-El posicionamiento abolicionista de Pilar Rahola y el discurso empleado por ella me parece muy errado.
El posicionamiento y discurso de la liberal María Blanco me parece tremendamente pobre, trivializador de los problemas y rídiculo.
-La intervención de Clarisa Velocci tampoco me convence nada. Creo que trivializa bastante las cuestiones y no tiene argumentos suficientes. Su análisis me ha parecido algo superficial. Además su tono y actitudes me han parecido algo descarados y prepotentes. La sensación que he tenido tras escuchar sus intervenciones es la de estar ante una demagoga.
Pues vaya debate tuvistéis ayer.
En puridadad, a mi me da lo mismo que la NORMALIZACIÓN de la prostitución. Es decir que la prostitución deje de ser un estigma social y que las mujeres y hombres que por los motivos que sean estamos ejerciendo, lo podamos hacer con ciertas garantías, venga de la ideología que venga, pero que hagan algo ya, y hasta ahora sólo Esquerra Republicana de Catalunya, se han mojado en el Congreso, (que al final de cuentas es quien se ha de pronunciar y tanto el PP como el PSOE, los tumbaron).
Este otro debate, ocurrido en 2005, que contó, entre otras, con la participación de Margarita Carreras y de Estefanía Acién, me parece mucho más instructivo y productivo.
http://www.juandemariana.org/video/1316/debate/prostitucion/mejor/hablamos/
Bueno Asturiano, es que el primer debate iba por turnos de palabra rápidos, y la cosa funciona rollo acción-reacción. Tampoco se puede entrar a profundizar mucho, y en ese contexto, ver a Velocci como una demagoga...pues no sé...Imagino que hizo lo que pudo, teniendo en cuenta a quienes tenía de contrincantes en el debate.
Cliente X, que no se trata de que montes un movimiento paralelo tú solito, hombre. Pero si hay tantos liberales comprometidos con el tema, o interesados, o que crees que pudieran interesarse, pues podríais juntaros y repartiros la faena, ¿no?. Por otro lado, tampoco es lo mismo que te excluyan a ti como individuo que quiere colaborar activamente, que que desestimen tu "estrategia política" (por los motivos que sea). Son cosas distintas, que no sé si asimilas y te parecen lo mismo o si directamente no se te ha dejado participar.
Lo de que hay chicas que "no les bailan el agua" no lo he entendido. Es que a veces eres de un misterioso...:-)
"Bueno Asturiano, es que el primer debate iba por turnos de palabra rápidos, y la cosa funciona rollo acción-reacción. Tampoco se puede entrar a profundizar mucho, y en ese contexto, ver a Velocci como una demagoga...pues no sé...Imagino que hizo lo que pudo, teniendo en cuenta a quienes tenía de contrincantes en el debate."
Sí es cierto Marta. La verdad es que me he precipitado al juzgar a Velocci. Atendiendo exclusivamente a lo que dice esta persona he de estar de acuerdo con ella, y su voz junto con la de Marga Carreras, me parece que es una de las que merece ser más escuchadas en ese debate. Rectifico lo dicho acerca de esta mujer, Clarisa Velocci.
"Es innegable que lo que voluntariamente elegimos hacer (vertiente negativa de la libertad), como optar por prostituirse, se halla mediatizado por aquellas posibilidades reales a las que estamos constreñidos (libertad positiva) , los factores estructurales a los que se suele aludir, pero esto es cierto en el caso de cualquier elección que tomemos en la vida. La prostitución permite mucho más que "cubrir su sustento más básico", quienes optan por el ejercicio de la prostitución siempre señalan los altos honorarios recibidos en comparación con las demás alternativas a su disposición"
¿Y ya está? ¡Venga, hombre!. A ver, todxs tenemos nuestros condicionantes y limitaciones, pero resulta que unas más y otras menos. Y a veces la distancia es abismal. Y digo yo que habría que preguntarse por los motivos (si nos metemos no acabaremos), y tratar de revertir la situación. Porque es que no es casualidad que la mayoría de trabajadoras sexuales sean hoy por hoy mujeres inmigradas, y que sus opciones laborales sean las más precarias y desvalorizadas (creo que eran sobre el 80% o así de las que se encuentran en situación de regularidad jurídica, que se dedican al trabajo doméstico, al margen de su nivel de formación. Las que se encuentran en situación de irregularidad ni te cuento...). La prostitución, de las opciones disponibles, es la que más dinero da, sí. Y el peso del estigma es enorme y hay que machacarlo, claro. Pero no sé, no me parece omniexplicativo: la sexualidad y las relaciones entre géneros están sometidas a diferentes sistemas de valoraciones, y por parte de las trabajadoras sexuales también. Lo que implica que a muchas mujeres les puede resultar un trabajo duro y desagradable, pero mejor pagado que las esacas alternativas disponibles (probablemente también duras y desagradables), y a lo mejor, en caso de ampliarse dichas alternativas, preferirían abandonarlo. El estigma es un elemento importantísimo, pero no necesariamente el único que afecta a esta visión de las cosas (en unos casos seguramente sí, y en otros sólo la empeorará). Y digo yo que no vamos a esperar que estas mujeres asuman sus condiciones de libertad positiva sin más, se fastidien o "abran sus mentes". Es una cuestión de justicia. Así que habrá que tenerlas en cuenta, igual que a las que quieren ejercer a conciencia (que también existen) y a las que su trabajo no les resulta especialmente duro, por un tiempo o con el objetivo de profesionalizarse.
Me parece que son dos dimensiones paralelas del asunto, y que ninguna se puede obviar o relativizar.
Decía Dolores Juliano que el alarmismo y la sobredimensión con que los medios y algunos sectores abordan el fenómeno de la trata, servía para eludir el debate urgente en torno a las escasas alternativas con que cuentan las mujeres inmigradas:como damos por hecho que han sido vilmente engañadas y coaccionadas, las devolvemos a sus países haciéndoles un supuesto favor y nos evitamos afrontar la realidad de que su opción forma parte de una estrategia económica. Lo que no me parecería bien es que otras posibles lecturas sesgadas del fenómeno, sirvieran para acabar evitando ese mismo debate y mantener el status quo. Ya te digo, por justicia, la misma justicia que exige el reconocimiento social de las trabajadoras sexuales, la concesión de derechos y la mejora de las condiciones de ejercicio, el respeto a su toma de decisiones, etc.
Cuando hago una entrada que os gusta se nota, vaya que sí. Intentaré ir respondiendo a todas las cuestiones que me habéis planteado.
Marta: ¿Que a qué me refiero cuando afirmo que los abolicionistas intentan legislar para imponer una moral? Pues a que, como buenos totalitarios, pretender imponer por la fuerza su visión del mundo a todos los demás, para lo cual necesitan alcanzar el poder político. Por eso su acción política es mucho más eficiente que la nuestra, a ver si escribo una entrada al respecto.
Con respecto a la actuación de las asociaciones feministas las veo muy sectáreas, muy cerradas en sí mismas. Mantienen fortísimos prejuicios hacia toda la derecha, la propia Mamen Briz dijo algo que nunca olvidaré: "la derecha no se preocupa por las mujeres". Y resulta que hay chicas que no son dóciles, que tienen un discurso propio, y que habiendo conocido Hetaira estarían buscando alguna otra organización más combativa. Los abolicionistas no tienen casi sustento en la calle, pero no te creas que las regulacionistas andan mucho mejor.
Con todos los condicionantes que digas, considero que COACCIÓN en sentido estricto es sólo cuando existe violencia o amenaza de aplicarla, no veo qué puede tener de malo que haya una proporción mucho más alta de mujeres que de hombres ejerciendo la prostitución o que la mayoría de ellas sean inmigrantes. Esto pasa en otros sectores y nadie se rasga las vestiduras. La prostitución las supone una ventaja, de no realizar servicios sexuales tendrían que dedicarse a otras ocupaciones peor retribuidas y mucho más sacrificadas.
Marien: Soy consciente de que ERC ha presentado batalla en este aspecto, y aunque no simpatizo con ellos desde luego no cierro la puerta a una posible colaboración en este aspecto puntualmente. Ya sabéis que mi política de alianzas parte de formar un frente lo más amplio posible, abarcando incluso actores que el feminismo pro derechos no considera aliados (los empresarios fundamentalmente).
Asturiano: También quiero comentar ese debate al que haces referencia, pero tiene más miga. Aunque participó Francisco Capella, de quien he escrito con anterioridad, lo cierto es que sus intervenciones fueron muy limitadas y en algunos casos no especialmente afortunadas. Uno de los documentos más aireados es el informe de la Unidad Técnica de la Guardia Civil (que se elabora anualmente) y que quiero no "ampliar" como dicen los abolicionistas, sino mostrar EN SU TOTALIDAD. Realmente tiene miga, y si uno lo lee ve cómo ha sido manipulado para afrimar todo lo contrario a lo que dice.
Un saludo y disculpad si esta semana tardo en responder, andaré muy ocupado.
Te cito:
"Con todos los condicionantes que digas, considero que COACCIÓN en sentido estricto es sólo cuando existe violencia o amenaza de aplicarla, no veo qué puede tener de malo que haya una proporción mucho más alta de mujeres que de hombres ejerciendo la prostitución o que la mayoría de ellas sean inmigrantes. Esto pasa en otros sectores y nadie se rasga las vestiduras. La prostitución las supone una ventaja, de no realizar servicios sexuales tendrían que dedicarse a otras ocupaciones peor retribuidas y mucho más sacrificadas."
No he hablado de coacción en ningún momento, y no sé si has leído lo que he escrito o no, porque no me respondes: pregunto por los motivos que llevan a esta escasez de alternativas, a que esas alternativas sean precarias y a que, a menudo, sean además tareas típicamente femeninas. Si aceptamos los hechos consumados y ya está, pues no habría nada de qué hablar. Que hay un elemento electivo indudable (entre opciones limitadas frecuentemente), que no puede ser explicado del todo o únicamente por factores estructurales, nadie lo ha negado. Pero no se trata de opciones limitadas como las de cualquiera, sino en muchos casos, bastante más. ¿Qué pasa, que si no hay coacción con pistola tenemos que predicar la resignación, la aceptación del estado de cosas actual y perpetuar las desigualdades que lo sostienen? Pues con estas ideas no me extraña que algunas digan lo que dicen respecto a la derecha, sinceramente Cliente X .
¿Tú has leído el comentario de Lucía al post del blog de Marien sobre el trabajo doméstico? (http://prostitucion-visionobjetiva.blogspot.com/2010/03/manifestacion-de-empleadas-de-hogar-en.html). ¿Tú crees que es normal (y CASUAL) que el trabajo doméstico nutrido en gran medida de mujeres inmigradas, se ejerza en esas condiciones (no hablo sólo de trabajo sexual) ? A mí me da vergüenza y rabia, entre otras cosas. ¿Qué otras alternativas hay? ¿Has mirado las estadísticas de ocupación de las mujeres inmigradas? Y va a resultar que es un problema de recursos escasos (maná, según dices), y no de los beneficios que extraen unos de la explotación de otros. Venga hombre. El dueño o a la dueña del negocio del que habla Lucía al referirse a las camareras de pisos, debía de ser un hermanito de la caridad...a mí si sus trabajadoras le hubieran metido un ratito en un contenedor de basura, no me hubiera dado ninguna lástima, fíjate. Por poner un ejemplo de tantos. De tu comentario lo que se deduce es que no viene a cuento que esas mujeres EXIJAN unas condiciones de trabajo dignas: es lo que hay, a quien no le guste, que se haga trabajadora sexual, que se gana más (supongo que no es esto lo que piensas, pero es que hay realidades que no se pueden fragmentar). Total, nadie les pone una pistola en la cabeza. No tenemos porqué rasgarnos las vestiduras, ¿no? ¿Sabes algo de las condiciones de trabajo en el campo murciano, por poner otro ejemplo?(http://www.elpais.com/articulo/cataluna/Somos/compatibles/valores/elpepiespcat/20010111elpcat_5/Tes )
Un 5% de mujeres en situación de legalidad jurídica se dedicaban a la agricultura en el 2000. A otras no las quieren por lo que tienen entre las piernas: http://www.pensamientocritico.org/estaci0310.html.
Y no para todas las mujeres el ts es un trabajo más: no todo el mundo valora igual la sexualidad, no para todo el mundo es fácil comercializarla o separar vida sexual personal de vida sexual laboral, y q no todo el mundo quiere hacer del trabajo sexual una forma de vida que difumine la barrera entre ambas esferas (incluso aunque hablemos de mujeres hipermegaliberadas sexualmente, esto no ha de ser por fuerza así). Porque sí está el género de por medio cuando por ser mujer puedes limpiar o dedicarte a los servicios personales ( mal pagados, a menudo con jornadas interminables, etc) o ejercer el trabajo sexual (que también serían servicios personales mejor pagados), y poco más. Y algunas mujeres pueden percibir y experimentar connotaciones de dominación al ejercer cualquiera de estas opciones, aunque se decanten por una de ellas por los beneficios que le puedan reportar. Y en el caso de las ttss, a veces esto puede reprcutir en la mirada que tienen sobre muchos de sus clientes. Supongo que conocerás casos, como los conozco yo. Así que, tener esto en consideración, incluso iría en beneficio del cliente, si lo quieres ver así. Habrá que afrontar el asunto con pragmatismo, que la cosa es urgente y hay mucha moralina de por medio, sí; pero no sólo con pragmatismo, que moralina no es todo lo que hay. Por eso entiendo perfectamente la crítica de Asturiano a María Blanco.
¿Que las mujeres pueden aprovechar márgenes y empoderarse ejerciendo el trabajo sexual? Claro, por supuesto. Que nunca habrá igualdad si no se las reconoce y se machaca el estigma, pues también.Pero empoderarse significa mejorar condiciones de trabajo, trazar estrategias, tomar el control sobre la propia vida e ir ganando espacios de decisión y autonomía (sexual, económica...). Y las decisiones de las ttss han de respetarse: quieran continuar y profesionalizarse o abandonar el oficio. Y puede que si no se promueven mecanismos para una adecuada integración socioeconómica de las mismas EN EL SEGUNDO CASO (que es la fundamental, y no la integración cultural que a algunos partidos tanto les gusta promover con documentos de por medio para maquillar las cosas), y dado que las opciones disponibles y las CONDICIONES en que se ejercen dichas opciones son las que son, la cosa se complique bastante.
Lo de desenmascarar un determinado discurso moral sobre la sexualidad tras el discurso abolicionista mayoritario, como te decía, es algo que se ha dicho hasta la saciedad por parte de los sectores pro-derechos. Y estoy de acuerdo. Es una dimensión del fenómeno, probablemente la que más tiene que ver con el estigma de la puta y con la percepción social negativa de las trabajadoras sexuales, compartida con los sectores más conservadores (no sólo con los salvaputas conservadores, tipo Ana Botella, sino también con los reglamentaristas). Pero repito que no es la única dimensión. Y como aquí no hay salvaputas, pues abrá que abordar el tema con una perspectiva más amplia, digo yo.
Y sí: ya sé que las regulacionistas pueden no tener mucho sustento en la calle, pero por más críticas que se pueda hacer a las ONG, s, no siempre es responsabilidad suya. Muchas ttss no se implican activamente en la lucha, aunque moralmente las apoyen. Y no se implican porque no se quieren meter en berenjenales, sino pasar desapercibidas, a causa del estigma o porque quieren ejercer durante un tiempo y luego dejarlo. Y pocas ttss estarían dispuestas a formar una asociación propia, porque pocas quieren (o pueden) dar la cara a la hora de la verdad. Y luego también está el asunto de que, aunque tus amigas tengan un discurso propio, no es fácil que ese discurso o cualquiera sea lo más representativo posible de las situaciones y los deseos de la mayoría de trabajadoras sexuales. Vamos, en cuanto a legalizar, obtener derechos y eso sí, pero en la lectura que se hace del fenómeno que estamos discutiendo, no necesariamente. Conozco a algunas mujeres ttss que, con lo que has afirmado más arriba (la libertad positiva, la normalidad de sus escasas opiones de ascenso por otras vías y la necesaria adaptación a la situación, las condiciones de trabajo que han soportado en otros curros y la aceptación de todo esto sin más), se cabrearían bastante.
Un saludo a lxs tres, perdón por la extensión.
El primer enlace salía mal:
http://www.elpais.com/articulo/cataluna/Somos/compatibles/valores/elpepiespcat/20010111elpcat_5/Tes
Sigue saliendo mal. Se titula "¿Somos compatibles con nuestros valores?", por si alguien lo quiere buscar en google.
http://www.elpais.com/articulo/cataluna/Somos/compatibles/valores/elpepiespcat/20010111elpcat_5/Tes
Estoy de acuerdo contigo, Marta.
Supongo que ahora cliente lo entenderá mejor. Y es que lo que se olvida, a veces, es que no estamos en una sociedad igualitaria. (hombres y mujeres) No parten del mismo punto de salida. Y hay estructuras que impiden que las personas, por más que se esfuercen puedan acceder a estudios o profesiones que quieren realizar además de manera vocacional. Hay empleos que son a todas luces indignos pero son necesarios para que el sistema funciones y estos empleos que nadie quiere, ¿quién los hace? las mujeres, hombres y niños, que por su contexto concreto no pueden elegir. Y a la mujer por ser mujer, historicamente se le ha discriminado por su sexo. La prostitución ha sido la única alternativa real y aún lo es para que la mujer pueda acceder a ganar mucho dinero. Y no pasaría nada, si estuvieramos en un mundo donde la sexualidad no estuviera sacralizada, y supongo que si la sexualidad no estuviera sacralizada no sería tan rentable... (no sé si me lio)
La cuestión es que hay unas causas,y hay unos efectos.
Practicamente casi todos los debates, se centran más en los efectos, pero muy poco en las causas.
Meca... la que me ha caido encima. Siento si no puedo responderte a todo, Marta, pero entiende que me planteas demasiadas cuestiones. Concreta, chica, concreta. Me encanta que escribáis, pero en ocasiones (como ésta) me sobrepasáis.
Al leeros parece como si los hombres no tuviésemos trabajos precarios, siendo únicamente las mujeres las que estarían sufriendo esa "escasez de alternativas". No me jodáis, sabéis perfectamente que muchos hombres desearían poder putear en vez de estar poniendo cañas 12 horas, o en la obra o descargando camiones. De hecho considero a la prostitución como una enorme VENTAJA para vosotras, creo que era Pia Covre la que decía que allá donde hubiese hombres siempre podía hacer dinero; Marien relata que gracias a que accedió al trabajo sexual pudo salir de una vida de fregar escaleras y Marga Carreras dejó de limpiar vómitos de guiris. ¿Que las alternativas con las que lo comparo os parecen muy pobres? Con todo el respeto que sabéis que os tengo, ¡pero de qué creéis que va la vida! Yo tenía que currar como un negro para ganarme en un mes lo que una chica de la Montera se puede hacer en una noche. ¿Sabéis lo que es eso?
Realmente la prostitución no me parece una mala salida laboral, de hecho tiene una serie de ventajas (posibilidad de ejercerla a tiempo parcial, empleabilidad inmediata, no necesidad de adquirir una formación previa...) que valoro en gran medida.
C-X
Cliente X, cuando digo que no me has respondido, me refiero a que, si en tu comentario anterior pretendía haber una respuesta al mío (y he supuesto que ésa era tu intención en el párrafo concreto que he señalado), pues no la había porque me parecía que planteabas el asunto eludiendo la respuesta directa, no porque te obligue a contestar. Pero vaya, ni ahora ni más adelante si no quieres o puedes, faltaría más. Eres un poco retorcidito, ¿eh?
Ser mujer es un factor de discriminación añadido, sí. Es decir, se puede ser pobre, por ejemplo. Algo en sí bastante jodido. Pero si además de pobre eres mujer, probablemente seas más pobre (algo que corroboran innumerables estudios y estadísticas, a nivel global). Del mismo modo que el mayor grado de desregulación de las tareas asignadas a mujeres. Es una realidad bastante constatada, y da pereza citar fuentes que se pueden encontrar fácilmente. Si además eres inmigrante, tienes un punto más. Y si eres ilegal, pleno al quince.
¿Hay que aceptar las condiciones de precariedad en que se ejercen especialmente según qué tareas? Vale, mu bien. Eso es la vida, ajo y agua: 12 horas al día, salario de mierda que no da para el alquiler, mínimas condiciones de seguridad, muchas veces sin regulación a la que acogerse y sin contratos...Hay mujeres que querrían ejercer el trabajo doméstico si las condiciones de ejercicio fueran otras. Si fueran dignas y justas. Yo dejo el tema, que creo que a ninguno de los dos nos va a dar para más.
Tú habrás sido explotado, como otrxs, pero si eres un simpapeles, la permisividad puede ser triple. Y además, mal de muchos consuelo de tontos.
Creo que has seguido sin responder a lo que se te ha planteado (y no me refiero a la falta de tiempo), o no sé, veo la respuesta muy superficial. O igual no me he explicado, o igual, simplemente, no nos entenderemos nunca. Pero creo que va a ser esto último.
Saludos
Pues yo en este caso no soy tan pesimista, en algo si nos entendemos. Mira, en lo que tienes más razón que un santo es en la discriminación por ser inmigrantes, especialmente si no tienes papeles. ¿Pero por ser mujer? Históricamente sí que ha existido, pero en el 2010, en España, YO NO LA VEO. Marta, no. Que no, al contrario, considero que somos los hombres quienes estamos minusvalorados. Es un delito más grave si yo te agredo a tí que tú a mí. El gobierno subvenciona al empresario que te contrate, pero no al que lo haga a mí. Y en igualdad de condiciones te cogerían a tí. Además, si te quedas en el paro siempre puedes hacer la calle, posibilidad que a los hombres por lo general nos está vedada.
Tampoco he dicho nunca que hayamos que aceptar lo que hay; pero para transformar la realidad, mi querida marxista, hay que partir de ella. Yo lo que he señalado es que esas durísimas condiciones a las que haces referencia las padecemos también los hombres. Que yo pasé varios largos años repartiendo propaganda por 3-4 € la hora.
Bueno, como siempre acabamos hablando de cosas que no tienen nada que ver con la entrada. Si quieres seguimos por el correo, que prefiero que los comentarios sean de utilidad para los lectores y no para que conozcan nuestras vidas. Ale, buenas noches.
Sólo quiero decirte que estoy totalmente de acuerdo con lo que te responde Marta a partir de su comentario del 12 de abril de 2010 14:13.
Pienso sinceramente que Marta está mucho más pegada a la realidad de lo que tú lo estás: aparte de las desigualdades sociolaborales estructurales entre unos individuos y otros por razón de clase social de procedencia, formación académica conseguida, situación jurídica en nuestro país..., sigue habiendo discriminaciones que tienen que ver con el género. Las mujeres disponen de menos profesiones o empleos que los hombres en los que trabajar (sigue habiendo actividades que están muy masculinizadas), muchos de esos trabajos relativos a los cuidados que realizan las mujeres apenas están regulados de ninguna manera porque apenas están reconocidos y valorados socialmente; [Marta:
"Porque sí está el género de por medio cuando por ser mujer puedes limpiar o dedicarte a los servicios personales ( mal pagados, a menudo con jornadas interminables, etc) o ejercer el trabajo sexual (que también serían servicios personales mejor pagados), y poco más. Y algunas mujeres pueden percibir y experimentar connotaciones de dominación al ejercer cualquiera de estas opciones, aunque se decanten por una de ellas por los beneficios que le puedan reportar."
Y se siguen explotando a muchas mujeres laboralmente, en empleos precarios (ej. de las camareras de pisos o del servicio doméstico), porque se lxs empleadores saben que las alternativas laborales con que ellas cuentan son muy pocas, que su situación no les permite el exigir nada y porque también saben que si ellas no aceptan esas condiciones, habrá otras mujeres que aceptarán las mismas. Todo ello da pie a que se cometan continuos abusos y explotaciones.
-Me parece mentira que tú, estudiando como estudias CC. Políticas en la Universidad, cursando como estás un plan de estudios en el que, imagino, alguna asignatura troncal u obligatoria referida a la estratificación social y la desigualdades que existen en las sociedades humanas has de tener, puedas defender como lo haces el discurso y posicionamiento liberal de individuos como Francisco Capella o María Blanco. La ética que propugnan estos individuos pienso que acaba por ser poco más que un individualismo (egoísta), que desconoce por completo la realidad (la raiz de las desigualdades, las diferentes desigualdades estructurales existentes y los condicionamientos que generan; la escasez de oportunidades para determinados colectivos...).
Cuelgo esto aquí porque no es mi vida ni la tuya y sí tiene que ver directamente con el post y con tus observaciones (y conste que de alianzas no he dicho nada, porque no soy quien). Como te estoy desobedeciendo, si quieres lo borras, que es tu blog y tienes el power. Pero déjame decirte que no eres el único que ha trabajado explotado o en malas condiciones, en eso no creo que nos tengas que dar lecciones a ningunx, y más que algo de lo que jactarse es algo en lo que cagarse, con perdón. O un elemento para empatizar aún más. Y añado que probablemente (ojalá) en el futuro tú no tengas que trabajar siempre en esas condiciones. Las posibilidades de movilidad (igual que los eventuales soportes sociales), seguramente y eso te deseo, en tu caso serán considerablemente mayores. Si hablo de mujeres es porque estamos con el tema del trabajo sexual y de otras actividades de servicios personales o del trabajo doméstico, ejercidas fundamentalmente por ellas y que tienen aspectos en común, no porque no haya hombres explotados o sobreexplotados en otros ámbitos, por Dios. Si no, no habría puesto lo del campo almeriense: es de perogrullo. No sé porqué algunas personas parecen ofenderse tanto cuando se emplea la categoría de género como un elemento que también configura esa realidad que, como dices, hay que conocer. Y es que el género puede ser un factor añadido o que da lugar a una realidad con suficientes especificidades como para tenerse en cuenta. ¿Por qué?
Porque resulta que además, la gran mayoría de mujeres inmigradas, se dedican a esas actividades que les son asignadas en función de su género, y que COMO TALES están desvalorizadas socialmente (limpiar, cuidar ancianos y niños, satisfacer las necesidades sexo-afectivas de otros, vamos, lo que antes se hacía gratis atendiendo a nuestra “naturaleza”). Porque resulta también, que esas tareas que se les han dejado, a menudo ni siquiera se consideran trabajo (cuando sí se considera que el obrero de la construcción lo que hace es trabajar duro, aunque si es inmigrante es muy posible que cobre menos que sus compañeros). Y estoy hablando de mujeres inmigradas, muchas veces con escasos recursos aquí; no de mujeres de clase media o alta blancas y "autóctonas" (que realizan cada vez menos todas esas ocupaciones consideradas propias de la discriminación de género, precisamente porque las realizan otras, que para eso están). Aunque tampoco considero que tengan una situación ventajosa sobre los hombres, tal y como apuntas, pero da igual. Como te decía, al ser tareas, todas ellas, a menudo especialmente desreguladas de por sí o con marcos de regulación estrechos y precarios,las mujeres tienen MENOS opciones que los hombres de participar en los flujos de inmigración ordenada, con sus cupos y sus contratos. Lo explica, por ejemplo, Ruth Mestre en "Trabajadoras de cuidado. Las mujeres de la Ley de Extranjería", que está en “Mujeres en el camino. La inmigración femenina en España”, de Francisco Checa. Y lo explica con numeritos. Es una fuente de tantas, en un texto, por cierto, en la línea pro-derechos, que defiende la necesidad de generizar el estudio de las migraciones (si se busca en google,está el artículo)
Decía también Dolores Juliano en "Pobres mujeres o mujeres pobres" (está en “Extranjeros en el paraíso”), a raíz de un estudio hecho en Inglaterra, que "...cuando la situación económica global se deteriora, y esto es lo que pasa en los países del Tecer Mundo, las mujeres padecen ANTES y más FUERTEMENTE el impacto de las condiciones míseras de existencia sobre su salud. Los informes de la OMS señalan las altas tasas de morbilidad pre y post parto, la frecuencia de anemia por malnutrición y un descenso general de las expectativas de vida de las mujeres en las zonas más pobres de África, Asia y América Latina". Eso, además de su desprestigio social a causa de los procesos de "modernización" (occidentalización),que desdeñan los saberes tradicionalmente femeninos y revalorizan otros asignados a los hombres. Habla además de las consecuencias de la disminución del gasto público que impone el FMI para renovar sus créditos, de manera que el ahorro de los gobiernos suele derivar en una carga suplementaria que recae, ¡oh casualidad!, sobre las mujeres. Y describe un proceso que se ha dado en algunas zonas de América Latina y que califica de “endemia”, consistente en el abandono del hogar por parte de los hombres ante esta situación y ante la imposibilidad de conseguir unas condiciones óptimas de vida, iniciando proyectos de supervivencia individuales.
Ellas pasan entonces a ser jefas de hogares monoparentales y asumen en solitario todas las cargas familiares, a veces con las abuelas u otras mujeres como cuidadoras, para salir a trabajar. A veces emigran, y ya sabemos sus posibles destinos y ocupaciones. También tienes los Informes sobre Desarrollo Humano, que analizan los valores medios en salud, renta, etc. por géneros, para dar cuenta de las desigualdades existentes en función de ese indicador. Los resultados serán casualidad o se los habrán inventado, claro.
Y ya que aludes a Covre, ni ella misma, que ha sido trabajadora sexual y es activista, me parece por lo que le he leído y escuchado que considere que su experiencia tenga que ser vivida igual o se tenga que equiparar necesariamente a la de todas las mujeres. Normalmente, nadie es tan osado, ni siquiera quienes felizmente ejercen su oficio sin dramatismos y a conciencia. Ella incluso mostró en su momento dudas (bueno, se decantó por el no, mejor dicho) respecto a la conveniecia de una regularización y del reconocimiento de la prostitución como trabajo, porque decía que podía conllevar el estancamiento de las mujeres que ejercen el oficio temporalmente, como parte de una estrategia transitoria de ascenso social. Le parecía que, dado el contexto de la globalización económica, el trabajo en la práctica estaba cada vez menos ligado al reconocimiento de unos derechos que se deterioran progresivamente, y temía que las mujeres inmigradas quedaran excluidas como en Holanda.
Yo lo he dicho ya: creo que el reconocimiento (social y laboral) de las ttss si ellas lo demandan, el fin de los discursos salvacionistas y de su infantilización, el repeto por sus opciones y la promoción del empoderamiento, en definitiva, no es incompatible con el combate (o al menos la denuncia) de factores estructurales, que SÍ tienen que ver con desigualdades de género, ENTRE OTRAS desigualdades que afectan también a los hombres. Y si quieren continuar, porque lo ven como un trabajo como cualquier otro, porque les es más rentable, porque no lo viven como una opción esencialmente dura ni nada de eso, pues estupendo. Y si no, pues tendrán que tener más opciones o al menos opciones con condiciones dignas.
Te repito también que la sexualidad, te guste o no, está sujeta a valoraciones particulares. Y esos hombres que estarían tan encantados de ejercer, pues serán tus amigos o conocidos. No creo que puedas hablar por todos. A veces también, una cosa es la fantasía y otra la realidad.
Por otro lado, la mejora de las condiciones de trabajo es ineludible, porque no todas las ttss tienen condiciones de ejercicio tan óptimas como tus amigas: algunas también ejercen en condiciones muy duras, aunque ganen más dinero. Por eso, entre otras cosas, se pide la regulación.
Y no me califiques de nada que acabe en ista,porfi, que yo no milito en ningún sitio y no nos conocemos tanto.
Un saludo
Muy bien, si lo que queréis es que hable sobre las desigualdades de género y las circunstancias que inducen a las mujeres a ejercer la prostitución puedo hacerlo en nuevas entradas.
Me ha chocado eso de que Marta sugiera que podría ocurrírseme limitar un derecho fundamental como la libertad de expresión. No, a las niñas malas lo que hago es daros unos azotes en el trasero, jeje. Qué va, ya sabes que no soy partidario de ningún tipo de coacción, que apuesto por las relaciones entre iguales, horizontales (y no me refiero sólo al misionero xD).
Lo que sí me gustaría sería que te vinieses al programa en que debatamos con las abolicionistas, porque yo soy muy tranquilo y noblote y una perra de presa como la Rahola me comería la merienda. En cambio veo que tú no te dejarías avasallar...
A Cliente X:
Pues sí. Esperaba tu censura o enfado, por eso mismo he escrito :-). Más tu enfado que tu censura, que ya sé que eres un hombre de principios. A tu petición para soltarme cual bulldog rabioso frente a la Rahola, va a ser que no. Primero porque creo que es mejor que a los debates vayan ttss y clientes, siempre que sea posible. Y si está Montse, vas bien servido. Segundo porque me da vergüenza. Y tercero, porque no tendría “saber estar”, no sé si me entiendes...Podría desbocarme, a pesar de mi voluntad. Ahora, como le sueltes estas cosas de “la vida es larga y dura como una buena polla” o los “cachetes en el trasero para las niñas malas”...la vas a liar parda, pero que muy parda. Por cierto, si alguien vuelve a salir con lo del gen egoísta, por el amor de Dios, como he visto que hace el Capella en el programa dejado por Asturiano, a ver si de una vez le da la réplica un hombre cliente. Eso sí que es un uso machista de la prostitución por parte del consumidor, aunque se porte estupendamente en el cara a cara (igual que hará usos machistas de otras cosas, por descontado...). Es que mira que son pesados...se ve que las mujeres promiscuas son genéticamente defectuosas...
A Marien,
Pues con lo de la sacralización del sexo...sí, pero también supongo que depende de lo que se entienda por sacralización. Desde luego que sí en tanto que hay una imagen social de las ttss que las estigmatiza, y que esta imagen tiene que ver con la transgresión de ciertos roles y tabús femeninos, relacionados con la sexualidad vinculada a un tipo de amor, entre otras cosas. En este sentido tienes toda la razón: todo lo demás es comercializable sin que nadie se lleve las manos a la cabeza (y mira que a veces sí hay para llevárselas), pero el sexo no. Y si lo hace una mujer poniendo en juego la promiscuidad, se aparta de la buena senda y es inmoral. Vamos, una puta. Y muchas veces se interioriza el estigma dichoso y de ahí los sentimientos de culpabilidad o ambiguos de unxs y los sermones desde el púlpito de otrxs. También habrá a quien le fastidie que ganen dinero: por algo será la única actividad de las tradicionalmente asignadas a mujeres en que existe la competencia masculina. Pero aparte de esto, si consideramos “sacralizar” a la opción personal de querer mantener un ámbito en la esfera privada y al margen del mercado (que sería lo profano), sin someterlo a sus reglas y sin que medien cuestiones de género (el estigma de la puta), pues es otra cosa. Es que es uno de los pocos ámbitos que opcionalmente se pueden dejar al margen, ¿no?. Y para algunas personas, con posibilidades de elegir, puede no ser tan fácil o deseable hacer depender su sexualidad de criterios laborales, en lugar de de criterios de elección personales o eróticos (incluso aunque se trate de una persona muy promiscua y lo que algunos consideran “liberada” -o no, es igual-.). También es verdad que lo que se hace depender de esas reglas no es necesariamente la propia sexualidad, la perteneciente a la vida privada (pues muchas la distinguen de lo que es el trabajo, aunque a veces confluyan), pero hay quien tiene más o menos facilidad, o a veces más o menos necesidad, para separar ambas esferas. Y habrá también quien no tenga necesidad alguna de separarlas, aunque ejerza. Cada unx es cada unx. O habrá quienes no tengan estómago, y no por fuerza por prejuicios sexuales que se opongan a determinadas prácticas, o porque condenen la promiscuidad propia o ajena. Igual que no tendrían estómago para abrir en canal a una persona como hacen los médicos. Algunas ttss que conozco dicen, con orgullo, eso de que “no todas valen para puta (profesionalmente hablando)”. Justamente porque no es un trabajo fácil, y consideran que se puede ser buena, mala profesional o regular. Y una buena profesional, creen, tiene cierta sabiduría, técnicas y conocimientos específicos para tratar al personal. A ver, que se relacionan con muchas personas y muy distintas, y además compartiendo un espacio que siempre se ha considerado íntimo, a veces con completos desconocidos cada uno de su padre y de su madre (mejor que tú, quién lo va a saber: de hecho, decías que es incomprensible que otros posibles empleadores no valores esas habilidades, y estoy totalmente de acuerdo). No entiendo que digan que es fácil: habrá quien tenga más o menos facilidades de entrada, o quien las adquiera con el tiempo, como en todo. Pero fácil no creo que sea. Decir eso es una forma más, me parece, de desvalorizarlo: el rollo de “se abren de patas y se forran porque son vagas y buscan el mínimo esfuerzo”. Ya me gustaría ver a quienes lo dicen ejerciendo, ya...
Saludos a lxs tres!
En relación a esto que Marta le responde a 'Marien':
"También es verdad que lo que se hace depender de esas reglas no es necesariamente la propia sexualidad, la perteneciente a la vida privada [...] pero hay quien tiene más o menos facilidad, o a veces más o menos necesidad, para separar ambas esferas. Y habrá también quien no tenga necesidad alguna de separarlas, aunque ejerza."
-Sí, a mí personalmente me cuesta mucho entender a aquellas personas (mujeres) oferentes que dan muestras de no tener necesidad alguna de separar esas dos esferas: la de la 'sexualidad pública' y la de la sexualidad privada o íntima. Hace unos años tuve ocasión de conocer a una chica joven, brasileña que se ocupaba (y vivía) en un piso del mismo edificio en el que yo vivía en esos momentos. En una de las conversaciones ella me contó que no le importaba besar a algunos clientes en la boca. Yo, al escucharla decir aquello, me extrañé muchísimo y se lo hice saber a ella: le expliqué el porqué de mi extrañeza. Le pregunté si ella en esos momentos tenía una pareja o "enamorado"(novio), a lo que ella me respondió que no. Entonces seguidamente yo le planteé si a ella no le daba algo de miedo el que por realizar aquella práctica de besar en la boca a algunos clientes, el beso en la boca pudiera perder para ella todo ese significado referido al afecto más íntimo y exclusivo que supuestamente tiene este gesto y que, en consecuencia, en una posible relación afectiva que ella pudiera tener con algún hombre en el futuro, el besar en la boca a ese posible hombre ya no significara nada especial entonces para ella, con lo que su vida afectivo-sexual podría verse afectada de un modo negativo.
-A todo este planteamiento esa joven brasileña me contestó con un ¡Qué va!
Toda la conversación ocurrió en presencia de una joven mujer brasileña (de unos treinta y tantos), compañera de 'trabajo' de ella y máxima responsable del orden en el piso. Recuerdo que esta mujer, en cambio, asentía con la cabeza a lo que yo le planteé a aquella joven.
Un saludo.
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