martes, 13 de octubre de 2009

Música: no tengo miedo

Probablemente uno de los mejores mecanismos de control social es el miedo, que actúa paralizándonos cual potente veneno. Los abolicionistas lo saben y por eso emplean tantos esfuerzos en consolidar el rechazo social hacia la prostitución: hemos de permanecer callados para no sufrir la sanción que automáticamente recae sobre cualquiera que forme parte de este mundillo. El temor a un castigo seguro nos aboca al silencio, por mera cuestión de supervivencia. ¿Pero es ésta la reacción correcta? ¿Qué conseguimos con ella? ¿A quién beneficia?

Es inadmisible que ellos sigan marcando nuestra agenda imponiendo sus valores. Si no enfrentamos su discurso SIEMPRE estaremos sometidos a él; tendremos que continuar ocultándonos temiendo siempre que se pueda enterar de nuestra doble vida quien no debe.

Nosotros no somos los primeros ni seremos los últimos que suframos la incomprensión y el subsiguiente castigo social. Han existido a lo largo de la historia colectivos oprimidos condenados al ostracismo cuya estrategia pasó, durante mucho tiempo, por permanecer tan desapercibidos como fuera posible. Sin embargo al guardar silencio fortalecían a sus verdugos, únicamente cuando decidieron plantar cara al sistema de creencias hegemónico pudieron liberarse. Como ejemplo de estos grupos podemos citar a los homosexuales, a las víctimas del terrorismo etarra o a los no nacionalistas allí donde el nazi-onalismo impera.

La solución consiste no en integrarnos en sus normas, no en transigir con una situación injusta QUE SI NO AFRONTAMOS VA A IR CADA VEZ A PEOR, no en agachar la cabeza y aguantar hasta que escampe; sino en coger al toro por los cuernos y enfrentarnos dedicididamente a nuestros fantasmas. Gritemos alto y claro que NO LES TENEMOS MIEDO.



NO TENGO MIEDO - EL ÚLTIMO KE ZIERRE

No tengo miedo al que llaman eterno,
mis pecados son lo bueno que he pasado;
ni al que quiera condenar mi manera de vivir...
no tengo miedo.

No tengo miedo a ningún comentario
de quien dice que está libre de pecado,
ni al que quiera censurar mi manera de vivir
...
no tengo miedo.

No tengo miedo al paso del tiempo
mientras sepa que vivir no es lo que cuenta
y que nadie va a cambiar mi manera de vivir,
no tengo miedo.

No tengo miedo a estar enamorado,
mis pecados entre dos son más pecados;
y es que eso de pecar es mi manera de vivir,
aunque les duela
, ¡aunque les duela!


No tengo miedo al vecindario,
no tengo miedo al comisario,
no tengo miedo a ningún virus de esos.

No tengo miedo ni al trabajo, no tengo miedo ni al trabajo.

Y paseo con mi orgullo,
fumo lo que me entra en gana,
condenado a dar la nota,
y de rato en rato entrar en la ilegalidad
, en la ilegalidad, en la ilegalidad, en la ilegalidad, ilegalidad...

En la ilegalidad, en la ilegalidad, en la ilegalidad, en la ilegalidad, ilegalidad...

7 comentarios:

Montse Neira dijo...

Esta entrada si que me ha gustado y mucho...

Leyendo la letra he sonreido porque mucha gente me dice que soy muy valiente.....a ver ...valiente no soy, sencillamente NO TENGO MIEDO, nunca me había resultado tan evidente el ver como la gente proyecta sus miedos, sus temores, sus complejos...como cuando hacen este comentario.

Por cierto, noo he repasado todas las cancioness pero las que he puesto si que las oigo, ¿qué tal si pones el enlace de youtube tb?
Besos

Marta dijo...

Mujer Montse, yo sí te veo como alguien valiente, por superar miedos que son normales. Quiero decir, que he conocido a algunas trabajadoras sexuales que tienen su propia visión de las cosas, y no se sienten en absoluto identificadas con la imagen que se tiene de ellas. Es más, te explican que les irrita, y que si no fuera por el estigma (el miedo a que se enteren sus hijos por un posible rechazo, o compañeros y jefes de otras de sus actividades laborales pudiendo costarles un despido, o los padres a los que se les daría el disgusto del siglo, etc) hubieran ido a muchas de las manifestaciones que se han hecho reclamando derechos o participarían más activamente en la lucha por su reconocimiento social..

Sí que hay que ser valiente para dar la cara, sí. No te subestimes :-).De hecho, no hay tantas mujeres que lo hagan, e incluso algunas trabajadoras inmigrantes se cubren la cara cuando saben que pueden salir en los medios ... y es comprensible. Es una pena porque la ausencia de más voces públicas se interpreta erróneamente para corroborar que para las mujeres su trabajo es vivido como una actividad vergonzante en sí o una desgracia...pero puede que poco a poco la cosa vaya cambiando.

PaulaVip dijo...

Me gusta la canción. Tiene sus puntos de reflexión.

Marien, querida, tú sí eres una valiente. Pero hay algo en tí que me gusta,incuso más que tu valentía, y es el sabe mantener los pies sobre la tierra.
Tú eres admirada, llamada, reclamada por medios, ong´s, colectivos, das entreistas y conferencias. Acudes a manis y das la cara. Es tan fácil, al entrar en esa dinámica, endiosarse, que el hecho de que te mantengas firmemente anclada al suelo, es lo que más me gusta de tí.

Un petonet preciosa!

ClienteX, fabuloso blog.

Saludos

Marta dijo...

Eso también es verdad, coincido con Paula. Se le podría ir la olla y no se le va...

Anónimo dijo...

De asturiano:

Creo que entiendo bien lo que quiere decir Marta con respecto al miedo de algunas mujeres oferentes a hacerse visibles y a hacer pública su voz, y lo suscribo porque creo que está bastante en lo cierto.

Montse Neira dijo...

niñas que me sacáis los colores!!! si supieráis lo "cagadita" que soy para otras cosas...vamos a dejarlo en que me da tanta rabia la actitud de los sectores abolicionistas que no puedo quedarme de brazos cruzados...

Respecto a lo que comentas, Marta, sobre el miedo de las mujeres, es cierto. el que se inventó el estigma, lo ha hecho muy bien, porque todas las mujeres y hombres que he conocido (incluída yo en los inicios) lo que mas miedo nos ha dado es el hecho de ser juzgadas y/o disgustar a nuestro entorno, por no responder a SUS expectativas, o "haber roto la confianza" y es un miedo irracional totalmente, pero está claro que nos bloquea y efectivamente, les va muy bien al sector abolicionista para reafirmarse en su ideología...

Cliente X dijo...

No te quites mérito, Marien. Es cierto que hay que ser valiente, o más aún, temeraria para dar el paso hacia la visibilización. No obstante una vez se superan los temores ya no hay vuelta atrás, uno se da cuenta de que realmente no era para tanto y hasta se ríe de los miedos que una vez albergó. Simplemente hay que ser CONSECUENTE, como tú. Si no hago nada malo, si otros están hablando por mí, si creo que soy yo y no otro quien tiene la razón, ¿POR QUÉ HP VOY A TENER QUE CALLARME?

Con esta canción he pretendido mostrar que con nosotros, las víctimas de la discriminación sexual, está pasando algo parecido a lo que por ejemplo sucedió con las víctimas del terrorismo. Sobre ellas pesaba una fortísima sanción social que las culpaba de su condición. A pesar de ser el sector agraviado estaban condenadas a mantener silencio, que es la reacción más fácil cuando uno se sabe perseguido. ¿Pero cómo lograron modificar su situación? Precisamente HABLANDO, y logrando que ese rechazo del que eran objeto fuese pasando preogresivamente de las víctimas a los verdugos. Yo pretendo conseguir lo mismo: dar la cara para podérsela partir a los abolicionistas. Que llegue el día que sea a ellos a quienes se les señale por la calle y hacia quienes se sienta repugnancia. ¿Que nos intentan aterrorizar? Pues que vengan, que van a venir por lana y saldrán esquilados.

Hasta ahora ellos prácticamente han monopolizado los medios de comunicación, únicamente se oía su discurso y a fuerza de escuchar reiterativamente sus monsergas una importante parte de la ciudadanía se las ha creído. Ahora se les acabaron estas fáciles victorias. Ahora tienen en frente a Marien, a Paula, a Marga, a Mónica, a Nereida, a Cristina, a Valerie y a un sinfín de otras luchadoras que les van a parar los pies. Hasta aquí hemos llegado, se acabó lo que se daba.

Cliente X, sediento de sangre de abolicionista GRRRRR!