martes, 27 de octubre de 2009

Panorama legislativo en Europa en torno a la prostitución

"La mejor prueba de que la ley sueca funciona, la encontramos en el hecho de que, este año, otros países como Noruega o Islandia, aprendiendo del país vecino, han decidido promulgar leyes similares. Nuestra esperanza está puesta en que el ejemplo se extienda como una mancha de aceite a todo el mundo".

Julian Fernández de Quero, Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGE)


Nuevamente voy a aprovechar una noticia de actualidad para introducir otro de los temas candentes del Mundo de la prostitución. Hace tiempo, cuando participaba en foros de clientes, les venía advirtiendo de la posibilidad real de que la legislación existente en otros países (ya fuese de sesgo abolicionista como en Suecia o prohibicionista como es el caso de Francia) se extendiese al nuestro. Unos pocos prestaron atención a mis palabras, y ello me causó gran satisfacción. Mas la mayoría desestimaron tal posibilidad, sencillamente mis previsiones les resultaban ridículas. Bien, me hago cargo de que esta clase de predicciones pueden parecer un tanto agoreras, sin embargo suelo tener razón. No porque sea más listo ni disponga de mayor información, sino porque intento razonar lógicamente en vez de según tópicos o deseos personales, como sucede en no pocas ocasiones. Intento hallar la manera más lógica según la cual puedan transcurrir los acontecimientos, y el resto es únicamente cuestión de tiempo.

Señores clientes, aquí tienen ante ustedes el resultado de su inacción. He escogido esta reciente noticia para mostrarles que en Europa -y ahora cada vez más en la propia España- somos perseguidos como perros, pueden multarnos e incluso podemos acabar presos. En esta ocasión tienen ante uds el caso de una persona concreta, con nombre y apellidos. La realidad. ¿Qué haremos, seguir callados y pagando? Si a ustedes les gusta seguir recibiendo como peleles sigan de brazos cruzados.


ABC, Carmen Villar Mir - ESTOCOLMO 21/10/09



Dos mil quinientas coronas de multa al tenista sospechoso de comprar sexo. Esa ha sido la pena impuesta al as del tenis internacional, acusado de comprar los servicios sexuales de unas prostitutas. El letón Ernest Gulbis, que estaba en esta capital para participar en el Open de Estocolmo, fue descubierto y arrestado en una habitación del Hotel Sheraton por agentes de Policia, cuando con otro amigo, también tenista del que no se conoce la identidad, se encontraba en amor y compañia de dos prostitutas.

Sune Carlsson, inspector responsable del caso, ha comentado que uno de ellos (sin dar nombres) se declaró culpable y que acepta la pena impuesta por el fiscal de 2.500 coronas (alrededor de 250 euros), aunque asegura no saber que esas chicas, con las que estaba pasando un rato en la habitación de su amigo, eran prostitutas. Sigue en pie el interrogante sobre la identidad del otro implicado. Ni el director del Torneo Per Hjertqvist ni el «Supervisor», o Revisor oficial, Thomas Carlberg han querido hacer comentarios sobre lo ocurrido.

El paso previo y necesario a la implementación de las leyes abolicionistas es la condena social del cliente. Necesitan caricaturizarnos, deformarnos, demonizarnos para dotar de legitimidad a sus propuestas. La oprobiosa ley sueca empleó este método, y dado su éxito los grupos abolicionistas de todo el Mundo se han apresurado a seguir este mismo camino. Parémosles antes de que sea demasiado tarde.



La anécdota de los dos famosos cogidos «in fraganti» en la privacidad de una habitación de un hotel cinco estrellas por la policia sueca, ha tenido eco en todo el mundo. La prensa nacional ha criticado en todos los tonos a los agentes del orden y ha dicho que más les valía dedicar sus esfuerzos a combatir a las mafias internacionales que actúan en esta capital, en vez de perseguir a unos jóvenes deportistas que únicamente querían pasar un buen rato con dos guapas rubias.

Además, nadie puede créer que esos ases de las pistas, siempre rodeados de verdaderos batallones de chavalas despampanantes, necesiten comprar los servicios sexuales de unas profesionales. Sea como fuere, ese as del tenis, un «todoterreno» en el mejor sentido de la palabra, archimillonario, simpático y de muy buen ver, nunca olvidará su noche «loca» en la capital sueca, cuando dió con su bien entrenado cuerpo en el calabozo de la comisaría Norrmalm, donde permaneció encerrado hasta las 10 de la mañana del dia siguiente.

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La ley sueca que penalizaba a los clientes fue calificada por los propios juristas como “extravagante”, y desde luego cuando fue aprobada en 1999 lo era. Pero también resultaba inevitable que el cáncer abolicionista siguiese avanzando ya que se encontraba en el medio propicio: una sociedad desinformada y una clase política formada por una izquierda liberticida y una derecha acomplejada. La tendencia en la actualidad se dirige a copiar (y aumentar) esta legislación, como hizo a principios de año Noruega.

Al igual que en Suecia se prevé incluso la pena de prisión para los clientes. No son éstas leyes que se queden en papel mojado, sino que se están aplicando. Vamos a más, señores: en Escocia son multados con hasta unos 1.500 € al cambio los clientes de prostitución callejera, y en el Reino Unido se ha endurecido tremendamente la legislación. Su ministra de Igualdad, Harriet Harman, propuso directamente penalizar la demanda como sucede en Suecia, Noruega e Irlanda; e incluso la ministra del Interior (ministerio más importante de cualquier país, junto con el de economía y hacienda), Jacqui Smith, declaró su propósito de convertir en delito el pago por servicios sexuales. Los clientes no irían a la cárcel como pretendía su colega, pero sí verían su nombre públicamente divulgado y recibirán una severa sanción económica.

¿Qué sucede en los países de nuestro entorno? ¿Es posible que esas leyes triunfen en las tierras de los “ardientes latinos”? Aquí se ha optado por el decimonónico prohibicionismo, así en Francia la "Ley Sarkozy" ha dado a la policía los medios legales para perseguir la prostitución callejera hasta reducirla a un fenómeno casi testimonial, Y en Italia el Alcalde de Roma, Gianni Alemanno, se lanzó a una verdadera caza a las prostitutas y sus clientes mediante una ordenanza que penalizaba económicamente tanto a los clientes como a las meretrices, y que preveía endurecerse con multas de hasta 3.000 € y penas privativas de libertad de hasta 15 días.

Las prostitutas que trabajan en Granada, como éstas, pueden ver muy pronto empeorada su calidad de vida por obra y gracia de una Ordenanza que sanciona su actividad. En mi opinión los ayuntamientos se están extralimitando en sus funciones, algo corriente cuando el ejecutivo asume competencias del legislativo.



En nuestro país, y a falta de una legislación por parte del gobierno central que no va a producirse, son los ayuntamientos los que están regulando mediante las normativas de más bajo rango (es decir, que si los gobiernos autonómicos o el central quisiesen podrían acabar con esta situación de un plumazo) el ejercicio de la prostitución. La infame Ordenanza Cívica de Barcelona abrió el camino a todas las que la han seguido, aplicadas en municipios gobernados tanto por el Partido Socialista como por el Partido Popular.

En Barna la guardia urbana se cebó especialmente con las prostitutas, imponiendo no menos de 4.280 multas por infracciones relativas al comercio sexual sólo durante el primer año de aplicación de la normativa. Esto permite que la policía local se convierta en los auténticos proxenetas de las chicas. En contraste los clientes, quienes "casi siempre prefieren abonar el importe de las sanciones sin rechistar" por temor a escándalos, pagan a pie de calle (habría que ver cuánto dinero llega a las arcas municipales y cuánto se queda en el bolsillo de los agentes) y sin poner peros.

Lérida, gobernada por el PSC, decidió erradicar la prostitución callejera, multando a las prostitutas y a sus clientes con sanciones que oscilan entre 300 y 3.000 euros. En 2007, se impusieron 2.937 multas, 900 de ellas a clientes. También en este caso "es frecuente el pronto pago" por parte de los cobardones de los clientes, porque supone el 50% del descuento y se evita la notificación al domicilio.

La última gran ciudad en subirse al carro del prohibicionismo es Granada, en este caso la ordenanza fue impulsada por el grupo popular y prohíbe la prostitución en la vía pública mediante sanciones de hasta 3.000 euros para meretrices y clientes. Empezará a aplicarse a partir de Noviembre, queda una semana escasa, así que todavía no se puede valorar su efecto pero todo hace prever que acabará en un rotundo fracaso, como sus predecesoras.

Así están las cosas hoy por hoy. La política de agachar la cabeza para que pasen los problemas nos ha conducido a una situación de debilidad extrema: no contamos con respaldo político de ninguna clase (marginalmente de IU y ERC, y es más bien hacia las chicas), nuestra imagen pública es NEFASTA y las multas están a la orden del día. ¿Dónde queremos acabar? Putero, si me lees y crees que esto no puede seguir así no lo dudes: escríbeme, juntos podemos cambiar las cosas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

De asturiano:

Me parece muy acertada toda la denuncia que escribes aquí.

Lo que han hecho y están haciendo algunas administraciones y algunos países a nivel legislativo es una vergüenza que no tiene nombre. Lo más fácil siempre es prohibir y penalizar. Esta es la manera que ellxs tienen de resolver unas situaciones que no les gustan; y además se escudan en argumentos y premisas claramente falsas como los de que las mafias campan a sus anchas entre las mujeres oferentes en 'medio abierto' (al menos no es así en el caso español).

A los Ayuntamientos les faltan adoptar soluciones creativas como podría ser el favorecimiento de una negociación entre las diferentes partes implicadas (vecinos o residentes, 'prostitutas', varones clientes...), así como adoptar medidas que proporcionen a las mujeres oferentes en medio abierto una mayor seguridad en las condiciones de ejercicio, o que les ofrezcan alternativas reales en caso de que deseen iniciarse en alguna actividad u ocupación distinta a la prostitución.

Por último señalar que, como tú bien dices, con las sanciones económicas a aquellas mujeres oferentes que infrinjan lo dispuesto en esas normativas, esas administraciones locales y el Estado que las consiente se convierten en los primeros proxenetas de esas mujeres. ¡Parece mentira que esxs políticxs no se acuerden ya que normativas sancionadoras como esas que están ya imponiendo, fueron uno de los fenómenos principales que motivaron la revuelta que las 'prostitutas' de Francia protagonizaron a mediados de la década de 1970.

Cliente X dijo...

Lamentablemente creo que, de acuerdo a un razonamiento estríctamente político, están tomando una decisión acertada. Haría falta que te lo explicase en profundidad en una entrada larga, pero abreviando puedo decirte que si nos escupen a la cara es porque nos dejamos, porque saben a ciencia cierta que sus abusos no van a tener consecuencias.



Cliente X: corazón de putero, cabeza de político

Anónimo dijo...

No dicen las "feminazis" que han aumentado los casos de muertes de mujeres en Suecia desde que se implantó semejante ley "castradora".

Primero dejan que la gente(o sea, cualquiera de nosotros nos enviciemos: alcohol, tabaco, sexo...) para después "castrarnos" aunque la casta parasitaria(políticos actuales, y que además sólo ellos junto con empresarios y deportistas de élite pueden seguir con los tres vicios señalados anteriormente) y los lobbies feminista, Sgae, etc... prefieran que el "populacho" gaste el dinero y su tiempo de ocio en ellos.

Cuando vuelvan a aumentar los casos de violencia(muertes y palizas) a las mujeres que no practican dicha profesión estas "autoridades" mirarán hacia otro lado y ocultarán dichas cifras, ya lo veréis...

Quieren que la gente tenga miedo de ser multados y penados(en definitiva "castrados")...

Perro Solitario,Sevilla. dijo...

Yo cuando descanso en mi trabajo me gusta irme de putas.