C.G., prostituta brasileña
Pues a mí lo que me gusta es sumar a la serie de testimonios que vengo publicando el de personas completamente neutrales y ajenas al mundo de la prostitución, ya que supongo que muchos de los lectores tendrán un perfil similar. Así que hoy os traigo la entrevista que realizó el periodista Juan Ramos en el 2006 a una mujer brasileña de 37 años, con 10 de estancia en España ejerciendo la prostitución, dos años después de que el consistorio madrileño aprobase el "Plan contra la esclavitud sexual" que pretendía acabar con el comercio sexual callejero a base de presión policial. Al igual que la "Ordenança de mesures per fomentar i garantir la convivència ciutadana a la ciutat de Barcelona"del 2005, al cabo del tiempo comprobamos su total ineficacia a la hora de abordar un problema que nuestros responsables políticos no pueden ni podrán solucionar porque lo desconocen. Es imposible incidir de manera efectiva sobre una realidad social que se ignora, es como el que trata de operar sin saber medicina: pues el resultado más probable es que no sólo no mejore las cosas sino que encima las empeore.
En muchos casos el principal problema que tenemos quienes conocemos este fenómeno en profundidad es eliminar los miedos y prejuicios existentes para que simplemente se nos escuche. Hay una parte nada desdeñable de la sociedad que "se bloquea" con este tema, a la cual no podemos llegar. Y si nosotros no podemos hacerlo tendremos que buscar a quien sí lo haga. Ahí es donde entran periodistas como el señor Ramos que sirven para enlazar el mundo de la prostitución con la sociedad.
Dentro del estigmatizado mundo de la prostitución, las meretrices que trabajan en medio abierto (calle, polígono o carretera) son particularmente mal vistas. ¿Pero qué daño, qué perjuicio, qué incordio le causan a nadie? Como apreciamos en esta hermosa foto de tres chicas de la Montera, ellas simplemente esperan a sus clientes. En su artículo, Ramos habla con varios comerciantes y puede comprobar como varios de ellos afirman que "no las molesta la prostitución" puesto que saben perfectamente que las chicas van a lo suyo y no se meten con nadie, que atraen mucho turismo (uno dice "pasa más gente porque están ellas"), y que dejan dinero en la zona (la dueña de una zapatería manifiesta que "ellas también son mis clientas").
La prostituta con la que contacta es extranjera, brasileña para más señas, que en su país no se dedicaba al trabajo sexual pero sí lo hizo al llegar a España. Comenzó ya a una edad prudencial (27 años) y trabaja de manera independiente en su propio apartamento. Una situación muy común, que también nos sirve para comprender su visión del fenómeno de la prostitución cuando asegura que las chicas de la calle "deberían trabajar en casas", que "hay que acabar" con unas mafias cuya única existencia conoce por las noticias que dan los medios de comunicación, o que no la gustaría que se legalizase esta actividad ya que únicamente ve inconvenientes (pagar impuestos y ser reconocida). Por muy prostituta que sea, ignora por completo el mundo de la calle. La prostitución es un universo muy diverso y complejo, que contiene realidades muy distintas y que muchas veces casi no tienen nada que ver unas con otras.
Precisamente esa inocencia y candidez que detecto tanto en el entrevistador como en la entrevistada son los que me han llevado a escoger esta entrevista. Él formula las clásicas preguntas, y ella le responde con sinceridad pero con el desconocimiento de quien no ha trabajado nunca en la calle y por tanto no ha tenido que enfrentar las adversidades que padecen sus compañeras. Como ambos, muchos clientes y prostitutas con quienes trato (sobre todo en internet, en foros y blogs) tienen una visión de este fenómeno muy limitada a una tipología de prostitución muy concreta (hay escorts o independientes que no han hablado con una callejera en la vida). De todos modos las palabras de "C.G." vienen, una vez más, a desmontar los mitos tan frecuentes sobre esta actividad: la chica declara que vino voluntariamente, que su trabajo la gusta y que no lo cambiaría, y que los clientes no la dan problemas. Qué casualidad que SIEMPRE encontremos a las mujeres que no están obligadas y que sus clientes SIEMPRE sean respetuosos y educados con ellas. Menuda suerte, oigan (los testimonios de las que se han visto forzadas, también es casualidad, nos los proporcionan invariablemente las ONGs abolicionistas).
Pasan los años y el tema de la prostitución continúa de actualidad, y los ayuntamientos siguen empleando las medidas que han demostrado una vez tras otra ser un fiasco. ¿Hasta cuándo seguiremos igual? Pues hasta que comencemos a hacer las cosas de manera DIFERENTE. Ahí les dejo la entrevista, disfrútenla y que pasen un buen fin de semana. Yo marcho ahora mismo a la Montera que se me ha abierto el apetito...
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El oficio más viejo del mundo está de actualidad por el debate sobre su posible legalización. En las calles de Madrid podemos encontrarnos a muchas mujeres ejerciendo la prostitución, muchas de ellas son inmigrantes sin papeles que trabajan obligadas por diferentes mafias, otras lo hacen por propia voluntad. C.G es una chica brasileña de 37 años que lleva en España 10 años.
Pregunta: ¿Cómo llegaste a España?
C.G.: Vine por voluntad propia, en mi país trabajaba de peluquera.
P. ¿Qué opinas de las chicas que trabajan en Montera?
C.G.: Lo veo fatal, deberían trabajar en casas.
P. ¿Y de las chicas africanas que trabajan en la Casa de Campo?
C.G.: Veo lógico que las lleven a otra parte, para que no estén en la calle y tengan más seguridad.
P. Trabajar en la prostitución debería ser una elección libre y no obligada como ocurre con muchas mujeres, ¿qué te parece que haya mafias que las secuestren y las lleven a otros países a trabajar obligadas?
C.G.: Es un horror, hay que acabar con ellas. Si yo estuviera en esa situación intentaría salir de esa mafia, escaparme.
P. ¿Lo denunciarías a la policía?
C.G.: Mira, hace poco una chica denunció a la policía, ellos le prometieron que la protegerían como testigo; pero que pasó, que dieron con ella y le pegaron una paliza. Tenemos mucho miedo, no quisiera que me matasen.
P. ¿Estás de acuerdo con la legalización de la prostitución?
C.G.: No, no estoy de acuerdo. Que se quede como está y que castiguen a las mafias.
P. ¿Por qué crees que hay muchas chicas que no quieren que se regule la prostitución?
C.G.: Hay muchas mujeres que no quieren legalizarse porque ganan mucho dinero. También, porque trabajando en casas nadie sabe que eres puta, y si nos legalizamos la gente si va a saber de que trabajamos.
A diferencia de "C.G.", otras prostitutas si que creen que una "legalización" (¡regulación!) de la prostitución podría mejorar sus condiciones laborales. Por ejemplo, el colectivo Hetaira/CC.OO. denuncia que el desamparo legal actual facilita que se tomen medidas represivas contra las prostitutas (persecución y acoso policial) y considera que en vez de una prohibición taxativa de la prostitución callejera lo que debería hacerse es negociar zonas en las cuales se permita su ejercicio (las conocidas como "zonas de tolerancia" o "barrios rojos").
P. ¿Tienes miedo?
C.G.: No, estoy tranquila. Además, yo trabajo en mi apartamento sola y lo que gano es para mí, no trabajo para ninguna mafia. Si trabajase para ellas, no denunciaría por miedo pero intentaría buscar ayuda y que no peligrase mi vida.
P. ¿Por qué te dedicas a este trabajo?
C.G.: Me gusta la prostitución. Disfruto haciendo mi trabajo.
P. Si te ofrecieran un trabajo por ejemplo de secretaria, ganando 900 euros, ¿dejarías la prostitución?
C.G.: No, no dejaría mi trabajo por ser secretaria. Me gusta mi trabajo, conversar con los clientes…
P. ¿Cual es tu horario de trabajo?
C.G.: Trabajo de lunes a viernes en dos turnos, de 9 a 13h y de 16h a 20h. También trabajo los sábados por la mañana. El resto de tiempo libre lo dedico a estar con mi hija que paso muy poco tiempo con ella.
P. ¿Alguna vez has tenido algún problema con algún cliente?
C.G.: No, jamás, toco madera (se levanta, se acerca a una mesa para tocarla). De los clientes me gusta hablar con ellos, su sentido del humor, son personas abiertas, educadas. Nunca he tenido ningún problema con ellos en mis 10 años de trabajo en España.
P. ¿Qué edades, nivel económico, trabajos tienen las personas que vienen a ti?
C.G.: Hay de todo, jóvenes, viejos, médicos, etc. Hay algunos clientes que se gastan mucho dinero, a veces no tienen suficiente porque se lo han gastado todo, y bajan a un cajero y vuelven a subir con más dinero.
P. ¿Tienes pareja?
C.G.: No, ahora no, hace un tiempo tuve un novio. Tengo una hija de 7 años que no sabe que me dedico a ejercer la prostitución.
P. ¿Qué harás cuando sea mayor, se lo comentarás?
C.G.: No, nunca se lo voy a decir, me da vergüenza que sepa que me dedico a acostarme con hombres.
P. ¿Cuánto dinero ganas al mes?
C.G.: Aproximadamente unos 3000 euros, aunque este mes con la Semana Santa la cosa va peor.
P. ¿Hay alguna anécdota curiosa que quieras contar?
C.G.: No, pero hay algunos clientes que me piden cosas muy raras. Que me mee sobre ellos, etc. Yo creo que esa gente está mal de la cabeza, ¿no crees?
5 comentarios:
Me he sentido un poco identifcada leyendo la entrevista... Y, vaya, sí este mes está siendo un poco desastroso jajaja
Besitos!
Ejemplo de derecha carca en youtube, un canal llamado amfx8120:
http://www.youtube.com/watch?v=8tAku1eSrHA&list=UURDadUIGiqjb3ShjKi7gV5w&index=22&feature=plcp
Cliente X, por si te gusta el cine erótico:
http://www.lasexta.com/lasextaon/cine/viernes_eroticos_en_todo_cine/304513/6011
Alguna película de estas la verdad es que es interesante.
• Bueno, Sofía, la verdad es que la chica entrevistada para mí no es precisamente un modelo a seguir. Tiene unos enormes prejuicios hacia la prostitución callejera y además, aunque entiendo que tema al rechazo social, me parece muy cobarde eso de ocultarle las cosas a su hija.
• Anónimo, ese no sé si será de derechas, izdas o centrista, pero desde luego es un carca casposo.
• Moscú, me agrada que pese a las diferencias que tenemos en el terreno político sigas tan de cerca el blog. Pero tu querida sexta parece que no deja de arremeter contra la prostitución…
No es tan cobarde, ¿acaso tú le vas a contar absolutamente todo lo que has hecho en tu vida a tus hijos? A lo mejor le cuentas todo esto (que lo verán por internet también jajaja) pero seguro que hay cosas de las que no estás orgulloso y no les acabas contando.
Tod@s tenemos cosas de las que no nos sentimos orgullos@s.
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