Kirchner versus las meretrices: la prohibición de los anuncios de contactos en Argentina

"Mientras sigan existiendo anuncios de contactos se estará contribuyendo a la normalización de esta actividad (la prostitución). Por eso estos anuncios deben eliminarse".

Jose Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno de España

El debate sobre la prohibición de los anuncios de contactos en la prensa ya debería estar superado, formaba parte de la agenda de los socialistas y ante la más que previsible victoria que obtendrá la derecha en las próximas generales éste proyecto quedará aparcado como mínimo cuatro años. Como ya he analizado los argumentos en otras entradas y todavía tengo que tratar muchos otros asuntos no tenía la menor intención de volver sobre el tema, sin embargo en el programa de La Noria en el que participé volvieron a sacarlo y quiero dejarlo zanjado de una vez por todas.

Mi opinión es que, como nos tienen acostumbrados, primero han tomado una decisión y posteriormente se afanan en justificarla. De ésta manera hay que entender las motivaciones existentes para suprimir los clasificados y que básicamente son tres: una, la existencia de mafias que emplean estos anuncios para enriquecerse; dos, la nefasta imagen que dan de la mujer, al humillarla y atacar su "dignidad" como si éstas conformaran un colectivo compacto y homogéneo; y tres, la necesidad de proteger a los niños del lenguaje soez que emplean, pues el mensaje que trasladan sería contrario al que los padres desean inculcar a sus hijos.

El 5 de Junio del presente año Cristina Fernández de Kirchner firmó un decreto presidencial prohibiendo los anuncios en la prensa que ofertasen o demandasen servicios sexuales. Verán que los argumentos empleados en la Argentina son idénticos a los que se manejan en España: porque facilitan la trata de personas y denigran a la mujer. Afirma que no pretende castigar a las mujeres que se prostituyen, ¿pero... es eso cierto?



¿Mafias? En tal caso los anuncios serían una bendición para la policía, que de esta manera podría desarticularlas con toda facilidad. Bueno, como que no sepan ya cómo funciona este mundillo... el primer día que abre cualquier sitio ya tiene ahí a la secreta. Ni trabajadores sociales, ni prostitutas, ni clientes, ni empresarios... quienes saben más de este negocio son los policías. Y son los que menos hablan. No digo que en ningún caso pueda existir algún grupo criminal organizado como los que nos muestran las películas, pero desde luego sería la excepción y no la regla. Lo que vemos con las redadas contra los pisos me recuerda bastante al asunto del 11-M: se fabrican sin tapujos pruebas falsas que son publicitadas a bombo y platillo, un puñado de inocentes van a dar con sus huesos a la cárcel para que los responsables políticos puedan colgarse las medallitas y luego quien investiga un poco descubre el pastel de rica miel. Para variar, sólo El Mundo destapó el enorme fraude en que consistió la Operación Afrdoita, aquel grandioso golpe contra las mafias que se anunciaban en la prensa. Quizá en los pisos de asiáticas podría existir algo parecido, o eso al menos me han dado a entender varios policías, clientes y periodistas con quienes he hablado. El hecho de que en ellos sólo trabajen chicas de la misma nacionalidad, que no hablen español, que abran las 24 hrs y que oferten ciertas prácticas de manera obligatoria sí que puede levantar sospechas. Desconozco por completo si es así, ya que no los frecuento. En todo caso habría que preguntarse si eliminando los anuncios mejoraría la situación de estas mujeres o por el contrario sus condiciones sé harían aún más precarias al tener que ejercer la prostitución de una manera más clandestina.

Según ciertas asociaciones feministas y el gobierno de España, la realidad de la prostitución resulta realmente grotesca. Los anuncios estarían facilitando la explotación de muchas mujeres y por tanto, al prohibirlos, se las estaría ayudando al evitar que se abuse de ellas.



Lo de que los anuncios promueven la violencia contra la mujer y atentan contra su dignidad me parece un completo despropósito. Tan sólo ofertan un servicio, no animan a agredir a nadie ni dicen que la mujer sea inferior, de hecho también los hay de chicos y de transexuales. ¿Pero que algunas personas pueden sentirse ofendidas? Obvio, eso depende de la subjetividad de cada uno, si suprimiésemos todo lo que puede sentar mal a alguien ni abriríamos la boca ni publicaríamos nada. Habrá que sopesar si es más importante el derecho de unas personas a anunciarse o el de otras a no sentirse insultadas. Personalmente soy partidario de la máxima libertad de expresión, aunque entiendo que no todo el mundo comparta mi opinión y haya que llegar a ciertos compromisos que la limiten. ¿Prohibimos los anuncios de niñas con ropa de adultos porque suponemos que incitan a los pederastas? ¿Los de ciertas colonias, desodorantes y marcas de ropa porque pecan de machistas? ¿Hasta dónde llega la libertad de unos y acaba la de otros? Yo confío en la sociedad, en que el mejor juez es la gente y no ningún comité censor: si una publicidad resulta de mal gusto será rechazada, el producto/servicio no tendrá éxito y los creativos tendrán que modificar su mensaje.

Finalmente está la protección del menor, una de las excusas más manidas de ciertos adultos para no reconocer sus propias fobias. No me parece ni que sean tan accesibles a los menores ni que puedan suponerles un trauma tan severo, estos anuncios no son un fenómeno nuevo y generaciones enteras han crecido conviviendo con ellos. Desconozco si han contribuido a ampliar el repertorio de obscenidades de los jóvenes, lo que sí puedo decir es que yo las aprendí por otras vías: los compañeros del "cole", la televisión, mi propia familia... De todas formas vuelvo a lo del párrafo anterior, que habría que compatibilizar los intereses de los distintos grupos implicados. Porque a lo mejor una madre no desea que sus hijos estén expuestos a semejante influencia, pero otra necesita que los clientes la contacten para dar de comer a los suyos.

Desde AMMAR nos ofrecen el contrapunto al discurso de Kirchner. Según esta asociación, muchas mujeres independientes se anuncian en la prensa con lo que sí que se verían perjudicadas por una medida tan "bienintencionada" y habría que tenerlas en cuenta a la hora de elaborar cualquier medida que las afecte. A pesar de que desde las instituciones se asegura que son víctimas y que no se las castiga, denuncian que no es así sino que son detenidas y condenadas a 30 días de arresto domiciliario. Asimismo llaman la atención ante la violencia que ejercen sobre ellas tanto la policía como los servicios de salud, algo que se halla totalmente ausente en el discurso de la presidenta argentina. Hmmm... así que su decretazo ha sido un gran golpe "contra la hipocresía", señora presidenta. Ya veo, ya.



Sin embargo estos argumentos no son más que cortinas de humo como ya he manifestado en otras entradas. El interés real que tienen es el de "inmoralizar" la prostitución vinculándola con mafias, mostrándola como algo "indigno" y dañino para acabar sacándola de la vida pública. Es algo que lamentablemente varias amistades no han sabido ver al minimizar los efectos de una medida semejante, aduciendo que es posible anunciarse en Internet. No, oigan, más allá del efecto que tenga en su vida personal... ¿cuál va a ser la repercusión social? Que la imagen de la prostitución se va a ver seriamente perjudicada. Además, contrasta el diferente trato que reciben los anuncios de prensa (que cualquier particular se puede permitir) con el de los grandes clubs a los que se les permite promocionarse en enormes vallas publicitarias. O con la publicidad en Internet, ya que no está al alcance de todo el mundo hacerse una página web. Paradójicamente se ataca a las modalidades de prostitución más libres y autónomas mientras se hace la vista gorda con las que implican la dependencia de un tercero. Pero aún peor es que una vez más se ignore por completo la voz de las personas afectadas. Nuevamente se decide por nosotros pero sin nosotros tal y como denuncia AMMAR (Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina) en el siguiente comunicado que redactaron tras la prohibición de estos anuncios en la prensa en la Argentina.

Comprueben cómo tanto los sectores enfrentados, como los argumentos que se emplean y los pasos que dan para alcanzar sus objetivos son idénticos a uno y otro lado del Atlántico.

Repudiamos el Decreto Presidencial
que prohibe la oferta sexual en los medios

Por AMMAR - Córdoba, Argentina a 6 de Julio del 2011

Desde la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina, filial Córdoba, queremos repudiar enérgicamente el decreto presidencial Nº 936/2011 sancionado ayer por la Presidenta Cristina Fernández, que prohíbe "los avisos que promuevan la oferta sexual" por "cualquier medio" de comunicación en todo el país, "con la finalidad de prevenir el delito de trata de personas con fines de explotación sexual y la paulatina eliminación de las formas de discriminación de las mujeres".

Entendemos que estas medidas, claramente punitivas, no hacen otra cosa que seguir arrastrando a las mujeres a la clandestinidad y al manejo de las grandes mafias. Si realmente quisiéramos combatir estos modos de explotación, en primero lugar no se buscaría sacar la poca información como son los anuncios en los medios de comunicación que localizan alguno de los modos de ejercicio del trabajo sexual. Estas acciones no hacen otra cosa que atentar con el derecho constitucional al trabajo (Art. 14) y sus modos de manifestación proclamados por la OIT[1] y acordados en el 2005 con Néstor Kirchner bajo el decreto Nº 1086/05[2] que promueve la legislación de esta actividad de subsistencia bajo las normativas de un trabajo formal.

Además creemos que esta es una medida severamente discriminatoria, ya que se pondera esta actividad como la más oscura y terrible, cuando millones de personas en todo el mundo sufren estos atropellos, por grandes imperios comerciales, como marcas deportivas, de cosméticos, de construcción, etc. Sabemos, y esta comprobado que hay personas que son tratadas, violadas, vendidas, a talleres de costura, a casas como empleadas domesticas, aserraderos, empresas agropecuarias y a cortaderos de ladrillos. ¿También deberíamos prohibir las publicidades de estas multinacionales? Es de público conocimiento que utilizan el trabajo esclavo e infantil para realizar los grandes productos de moda. ¿Cuáles son los intereses que rodean esta gran preocupación por la denigración de los cuerpos de las mujeres? Si son tan reales, ¿porque no sancionamos con las mismas energías y en el mismo nivel de formalidad, los atropellos, las vulgaridades, la desfachatez que en los programas en la televisión por aire, como el de Marcelo Tinelli, se exponen diariamente sin que nadie tome medidas y siendo funcional a un mercado cada vez más redituable?

Anuncios como éstos, extraidos de un diario español, ya son historia en Argentina debido a que los políticos declararon que detrás de ellos se encuentran mafias dedicadas a la trata y a la explotación sexual de mujeres. ¿Qué cree usted, que la intervención pública mejora o empeora la situación de la ciudadanía?



¿Por qué se toman medidas en el nombre del sector de la mujer trabajadoras sexuales sin tal sólo consultar a quienes afectan? La organización AMMAR, el sindicato que representa esta actividad, tiene más de 16 años de historia y trabajo reconocido a nivel mundial, sólo en Córdoba representa la voz de más de 700 mujeres, que con esta actividad mantienen su familia, dan de comer y educan a sus hijos. ¿El Estado se va a hacer cargo de contener a estas familias? ¿Cuáles son las políticas sociales que se pondrán a disposición del sector?

Tal como lo viene sosteniendo nuestra Asociación la forma idónea de combatir la trata de personas en el ámbito del trabajo sexual, es la regulación legislativa de la actividad desarrollada por nuestras asociadas, dándole un marco de protecciones laboral, social y sindical. Y no persiguiendo a estas mujeres, sostén de familia, como las verdaderas delincuentes, cuando las redes siguen actuando con el aval de fuertes fuerzas políticas y económicas.

EL TRABAJO SEXUAL NO ES DELITO. EL TRABAJO SEXUAL VOLUNTARIO EJERCIDO POR MUJERES MAYORES DE EDAD NO ES IGUAL A LA TRATA DE PERSONAS. LA TRATA DE PERSONAS NO ES EXCLUSIVA DEL TRABAJO SEXUAL.

Por eso exigimos:

- Derechos Humanos para todas.

- La reglamentación del trabajo sexual como trabajo.

- La búsqueda real de víctimas de trata de personas.

CONTACTOS:

María Eugenia Aravena, Secretaria General de AMMAR Córdoba, TEL: 152158223

Maipú 630, Centro, Córdoba Capital. TEL: 4233305

cordobacomunicacion@ammar.org.ar / http://www.ammar.org.ar / http://www.redtrasex.org.ar

Facebook: ammar cordoba



[1] Convenio 111 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)

Reconoce el trabajo sexual como trabajo con derechos laborales y define como trabajadora sexual a “toda persona que consiente habitualmente en mantener relaciones sexuales con un número indeterminado de individuos, mediante remuneración”.

[2] Plan Nacional contra la discriminación en Argentina:

Artículo 18. Promover la sanción de una ley tendiente a amparar a las mujeres trabajadoras sexuales, reconociendo su derecho a la jubilación y seguridad social.

Artículo 52. Garantizar en el orden nacional el derecho de asociación de las mujeres trabajadoras sexuales, otorgándoles personería jurídica a las organizaciones que promueven su protección y la defensa de sus derechos.

Artículo 201. Implementar los mecanismos judiciales e institucionales para que las detenciones arbitrarias y malos tratos de mujeres trabajadoras sexuales sean investigados adecuadamente, sancionando a aquellos funcionarios (policía, fiscales, jueces, etc.) que incurran en incumplimiento de sus obligaciones legales.