Mujeres de vida alegre, the movie

"Todos los trabajos sirven para un único fin. El de ganar dinero. Además por el camino te aportan vivencias, experiencias, pericia, mundología; pero también penas, tristezas, agravios, enfados, disgustos…

Para cada trabajo hay que disponer de una serie de cualidades. Para éste en concreto, hay que vivir el sexo con naturalidad y de manera desinhibida para que sea agradable de realizar. No importa si vas a estar uno, tres, ocho, o veinte años. Si lo vives con angustia, unos meses te harán polvo y si para ti es una manera de ganarte la vida que, además te gusta, te reportará todos los parabienes. No es cierto que siempre sea desastroso para las mujeres, ejercer la prostitución. Como tampoco lo es que, sea la panacea de todos los males. Cada una de nosotras, encuentra el momento de comenzar y el de dejarlo. Ni es motivo de alegría ni de tristeza, es sólo una etapa. Para muchas, es la profesión de toda una vida que, les permite vivir con dignidad, por encima de la media -en mucha ocasiones- y de ahorrar para el futuro. Vamos, lo que es un trabajo. Sin estridencias ni exageraciones. Sin dramones".

Paula Vip, "profesional del sexo de pago"

El pasado mes de Septiembre se volvió a exhibir en Madrid la exposición 'Mujeres de Vida Alegre', creada por Médicos del Mundo. Consiste en una serie de fotografías, acompañadas de texto, que mediante el testimonio de cuatro mujeres vendrían a reflejar las causas y consecuencias de la explotación sexual. Supuestamente este trabajo pretende denunciar la realidad que viven las mujeres prostituidas, y los falsos esterotipos existentes que catalogan su trabajo como "cómodo" o su califican su vida de "alegre". La ONG Médicos del Mundo y diversas administraciones locales que les han respaldado aseguran que estas mujeres han sido "despojadas de sus derechos y privadas de su dignidad".

Ya sabéis que a mí no me molesta lo más mínimo hacerme eco de las iniciativas que lleven a cabo los abolicionistas, siempre he dado dos motivaciones a este proceder. Una, debido mis principios democráticos: en un blog sobre prostitución como éste no puedo desoír a quienes mantienen planteamientos contrarios a los propios (curiosamente ellos no nos conceden publicidad alguna, por algo será). Y dos, porque considero que el discurso abolicionista resulta contraproducente: es tan absurdo y se encuentra tan alejado de la realidad que cualquier persona mínimamente sensata y con un conocimiento suficiente de la verdadera situación de la prostitución tendrá que rechazarlo forzosamente.

En la inauguración estuvo presente Dña. Concepción Dancausa (centro), concejala de Familia y Asuntos sociales del Ayuntamiento de Madrid y conocida "opusdeista". Su discurso, en el que afirmó que "los expertos en estrés postraumático han demostrado que las víctimas de explotación sexual sufren los mismos traumas emocionales que los veteranos de guerra y las víctimas de torturas", coincide con el que mantienen las feministas progresistas de IU y PSOE.



Recientemente he añadido una nueva razón, la de poder conocer la forma de pensar de los abolicionistas. A ver si me explico. Creo que no podemos limitarnos a oponer nuestra visión de las cosas a la que sostienen los abolicionistas, esto es lo que actualmente hacen la totalidad de los regulacionistas (salvo un servidor). Los argumentos que señalan que la mayoría de quienes ejercen la prostitución lo hacen voluntariamente, que lo negativo no es la prostitución en sí misma sino las condiciones en las que se ejerce debido a su situación de alegalidad o, en los casos más atrevidos, que las relaciones con los clientes no están presididas por la violencia y la humillación sino por el respeto y el afecto son los que llamo "argumentos de primera generación".

Yo quiero ir más allá. Las representaciones como la exposición "The Journey", series como "Matrioshki" o películas como "Lilja 4 ever" no tienen por qué ser reales, recordad lo que vengo diciendo de que la progrez (de progre y de hez) no tiene el menor problema en "fabricar" la verdad cuando lo necesita, que suele ser casi siempre. Lo que yo quiero es saber cómo han sido capaces de llegar a estas ideas, entender por qué piensan así, llegar a comprender los códigos culturales que conforman su mundo surrealista. Así que denomino "argumentos de segunda generación" a aquellos que profundizan más que los anteriores y tratan de explicar cómo y por qué se conforma el discurso abolicionista, qué objetivos persigue realmente y de qué manera podríamos llegar a descodificar su lenguaje.

Con este cartel se daba la bienvenida al visitante. Como siempre se ofrecen datos no contrastados, cuya finalidad más que dar a conocer la situación real de la prostitución es causar alarma social. Piensen a qué puede deberse que las partes marcadas en negrita hagan referencia al aspecto de género (las "víctimas" son mujeres), la demanda (los varones) y la identificación de la prostitución con la esclavitud. Pueden ver on-line todas las imágenes de la exposición.



Si abolicionistas y regulacionistas no llegamos a ningún acuerdo mínimo se debe a que "hablamos" idiomas diferentes, para que me entendáis no es lo mismo interpretar una realidad desde la visión de una persona del s.XXI o del s.XV, o perteneciente a la cultura occidental o la musulmana, o simplemente hacerlo desde un planteamiento "de derechas" o "de izquierdas". Por eso es que ellos no pueden concebir la existencia de prostitutas voluntarias, vinculan la prostitución con toda serie de males y desgracias y la consideran necesariamente humillante, degradante e inmoral. En la primera entrada de este mes comentaba que uno de los chicos de ACLAD se las vió y deseó para hacer comprender a la audiencia esto mismo, que si iban ya con unas posturas predeterminadas (es decir, prejuicios) pues había muy poco que hacer.

Pero hay más. Estos conocimientos acerca de la prostitución no son más que un reflejo de las diferentes vías existentes para conocer la realidad: mientras nosotros optamos por un camino más o menos científico, recurriendo a la observación, al razonamiento y a la explicación; ellas se decantan por una aproximación dogmática, creada no en las calles sino en los despachos, de origen místico (se sacan las cifras de la manga, por eso es absurdo tratar de rebatírselas... ¡sería como tratar de demostrar que Blancanieves nunca existió o que el lobo de Caperucita no podía hablar!). A su vez las explicaciones ofrecidas son inseparables de la metodología por medio de la que se obtienen: los abolicionistas describen relaciones autoritarias porque su forma de generar conocimiento es autoritaria.

Ésta fue la presentación de "Mujeres de vida alegre" el año pasado en Albacete. Pretender reforzar este estigma por medio de exposiciones como esta resulta propio de mentes absolutamente pervertidas, enfermizas y desquiciadas, como veis aprovechan para psiquiatrizar a estas mujeres diciendo que sufren "consecuencias para la salud iguales a las personas que han sufrido torturas". Ya parten de que la prostitución es una "lacra para la sociedad" y declaran buscar abiertamente "erradicar el ejercicio de la prostitución", sin darse cuenta de que lo que está mal no es la realidad sino ellos. No hay mejor antídoto contra el abolicionismo que escucharles en primera persona.



Es por ello que he dado el título de "la película" a esta exposición, no es más que pura fantasía. Que no se me malinterprete, no dudo que existan realmente estas cuatro mujeres ni que la prostitución pueda resultar "traumática" para ciertas personas (por eso Marga Carreras se refiere a ella como "un arte", porque no todo el mundo vale), sin embargo lo que ha hecho MdM ha sido pura y simplemente MANIPULAR sus testimonios para crear una imagen horrible de la prostitución. ¿Pero es que no han dicho lo que se puede leer en los cartelones? Sí, seguramente lo habrán hecho... eso y más. Habrá mucho que hayan omitido, desde luego el propio título de la exposición ya indicaba qué tipo de orientación iba a tener. No obstante, dado que se han acercado a ex prostitutas reales y no a simples caricaturas como suele ser la norma, se pueden apreciar ciertas características muy llamativas. A pesar de que supuestamente tantas mujeres hayan sido víctimas de la trata y obligadas a prostituirse, NINGUNA en la muestra padeció esta situación. Tres de ellas eran mujeres de mediana edad (la española algo mayor) que entraron a ejercer la prostitución debido a un imperativo económico y que de lo que más se quejan es del modo en que la sociedad en su conjunto las ha tratado, el archifamoso "estigma". Quiero terminar con una serie de fotos que tomé el día siguiente de la inauguración, con toda tranquilidad pues la sala se hallaba completamente VACÍA.

La primera mujer incide en su NORMALIDAD. "Somos IGUALES a la gente que va a ver la exposición", como todos tendrá alegrías y penas en su vida. No es que los abolicionistas tengan TAPONES en las orejas, sino que su cerebro funciona de una manera muy peculiar deshechando lo que les desagrada y amplificando lo que les conviene. Más o menos como le sucede a Zapatero.



A continuación viene una mujer sudamericana, cuyo testimonio seguramente les complacería sobremanera porque habla de "secuelas"... pero nada psicológico ni físico, oyes. Puramente sentimental. Se queja de que un noviecito que tuvo la sacó las pelas y la dejó en la estacada. Es lo mismo que te puede decir cualquier persona despechada, pero claro, como siempre la progresía tiene que andar mezclando los culos con las témporas. No es que mientan, es que les dan la vuelta a las cosas y las enredan de tal forma que a partir de una realidad previa y objetiva se crean la suya propia, totalmente delirante. Sé bien como piensan, les sufrí mucho tiempo.



Esta es la mejor, no saben nada pero se lo suponen. Al fotógrafo "le dió la sensación" de que relataba una verdad más amable de lo que era en realidad, por tanto no contamos con sus palabras. Bien, bravo, magnífico. Además así pueden fortalecer la imagen de que este es un mundo oscuro, sórdido y de difícil acceso con lo cual siguen justificando su papel como intermediadores a la vez que estigmatizan a las prostitutas.



Por último una señora gallega cuenta cómo la prostitución la sirvió para liberarse de los lazos familiares que la oprimían, de hecho tuvo que enfrentarse a su padre para poder prostituirse (vean la página que les he enlazado más arriba). De todos modos cuenta que su experiencia como prostituta no fue sencilla, lógico si la contextualizamos en un entorno de postguerra, dentro de una sociedad muy machista donde su conducta era vista como contraria a la moral pública (mira, lo mismo que dice Tomás Gómez... más que un líder los socialistas tienen un caudillo).



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