lunes, 13 de septiembre de 2010

Los abusos policiales en la prostitución callejera: el relato de Sonia Sánchez

"Nos gustaría tener una completa despenalización de la prostitución y querríamos contar con un tipo de situación legal que impidiera que la policía, o cualesquiera otros, pudieran hacer nada contra las prostitutas"

Pia Covre, prostituta italiana



Una de las mayores dificultades que tengo es la de trasladar los problemas, inquietudes y deseos reales de las prostitutas a aquella parte de la sociedad que no mantiene un contacto directo con la prostitución. Para no pocas personas ésta es una realidad completamente desconocida, pero que curiosamente siempre creen conocer muy bien. Hablo con mucha gente que me confiesa nunca haber tratado directamente con una prostituta, proxeneta o cliente. Sin embargo afirman con una fe cuasi religiosa que estas mujeres no están ahí porque quieren, que los chulos las obligan y que los clientes las tratamos como a trapos.

Yo no soy un hombre de fe, sino de ciencia. Yo creo en lo demostrable, en lo que puedo ver, oir y tocar. Es por ello que siempre que puedo doy voz a las protagonistas de la prostitución en este blog, por eso me gustan tanto los artículos escritos por prostitutas, las entrevistas que las hacen o los reportajes, documentales y programas en los que salen. Mientras ustedes no hagan como un servidor y se pasen las tardes con estas chicas, la mejor manera de conocer la prostitución es mediante los testimonios como el que el hoy les traigo.

En el siguiente video podrán oir una historia que verdaderamente merece ser escuchada, se trata de un breve pero impactante relato sobre las CONDICIONES REALES que han de soportar las mujeres que ejercen la prostitución callejera. Quien habla es Sonia Sánchez, ex prostituta argentina, quien junto a Somaly Mam es la única prostituta que conozco que haya abrazado las ideas abolicionistas. Bien, como ustedes saben yo no comparto estas tesis, pero eso no significa que su experiencia no sea válida. Vean cómo habla con el corazón:





¿Qué tal? ¿Cómo se les ha quedado el cuerpo? Sus palabras son brutales, se la nota llena de rabia y odio como confiesa reiteradamente. ¿Y puede usted seguir puteando tras haberla escuchado?, se preguntará alguno de ustedes. Y yo les contestaré, ¿han entendido a esta mujer? ¿de qué se queja ella, de la prostitución en sí misma o de las condiciones en las que la estuvo ejerciendo? He escogido este video precisamente porque muestra, con toda claridad, que el PRINCIPAL PROBLEMA que sufren estas mujeres no es otro que los abusos policiales como he venido denunciando en múltiples ocasiones y especialmente en las últimas entradas.

Sonia Sánchez nos cuenta cómo la única manera de evadir la prisión consistía en el pago de un soborno a los funcionarios policiales. Debido a que este pago se ha sistematizado en varias zonas en las que se ejerce la prostitución y los agentes pasan regularmente a cobrar sus emolumentos de las chicas, suelo referirme a ellos como proxenetas.



Cuando yo pido una regulación de la prostitución lo hago con la esperanza de que, entre otras cosas, sirva para dotar de una mayor protección legal a estas personas. Las extralimitaciones policiales contra las prostitutas no son patrimonio exclusivo de los países subdesarrollados de latinoamérica o del sureste asiático, sino que también son muy comunes en nuestro propio país. ¿Por qué sucede esto, por qué este colectivo es especialmente vulnerable ante los desmanes policiales? Pues porque existe la idea de que como son putas no son personas "normales", así que no pueden gozar ni del trato ni de los derechos de los que todos disfrutamos. Decirlo así suena a barbaridad, pero es como piensa cierta gente. Cuando lo hace un grupo de vecinos pues hombre, no es agradable que las insulten o la emprendan a pedradas con ellas, pero ahí se queda la cosa. Más preocupante es cuando, desde el poder público, se dan órdenes expresas de hacerles la vida imposible a las chicas.

Y es ésto de lo que cada vez voy estando más convencido, de que los atropellos que padecen están amparados cuando no promovidos por las propias autoridades. La señora Sánchez habla de "sistema fiolo" (fiolo es proxeneta en Agentina) pues mientras la policía se las llevaba presas durante tres semanas, otras chicas salían en apenas una hora dado que pagaban una coima (un soborno). Pero ellas eran muy rebeldes, se resistían a pagar. Cuando estuve en Colombia varias chicas de la calle me dijeron que preferían salir corriendo cuando llegaban los "tombos" (policía, en Colombia) que darles un solo peso, y no era por el dinero sino por PRINCIPIOS. Entre las muchas cosas que me encantan de las chicas de la calle es su tremendo ORGULLO, no dejan que nadie las pise ni quede por encima de ellas.

En España, durante el franquismo, la policía se llevaba detenidas a las prostitutas callejeras durante dos semanas (las llamadas "quincenarias"). Hoy en día todavía sigue practicándose este tipo de detención completamente ilegal, hace año y pico una de mis niñas más queridas se tragó los 15 días enteritos por negarse a pagar la "coima". No obstante la policía se ha civilizado un poco, por lo general ahora cuando las detienen lo hacen respetando el plazo establecido constitucionalmente (72 horas) y, al menos formalmente, presentan algún cargo contra ellas (delitos contra la salud pública, relativos a la prostitución (?), de favorecimiento de la inmigración ilegal, etc).

Esta prostituta está siendo secuestrada (una detención no es más que un secuestro realizado por un uniformado) en plena vía pública. Un fenómeno curioso es que la violencia contra las mujeres es ejercida, en no pocas ocasiones, por otras mujeres.



Normalmente tras un primer "aviso" la mayoría "se suavizan" y se avienen a llegar a un "acuerdo" con los policías, que como he dicho por activa y por pasiva son los únicos proxenetas de estas chicas. Las secuestran en las comisarías, allanan sus moradas, amenazan con tomar represalias contra sus familiares... a quien más temen es a la policía, que las tiene ATERRORIZADAS. Ahora bien, algunas deben estar hechas de una pasta especial y en vez de amilanarse se enfrentan a ellos, no les tienen miedo. Su actitud me parece encomiable, de lo peor que a uno le puede pasar es tener que vivir amedrentado. A corto plazo pagan muy caro su desafío, como cuenta Sonia las condiciones en las que las tienen son durísimas (duermen en el suelo, no tienen agua caliente y a veces ni siquiera comida, es lo mismo que pasa EXACTAMENTE en España), quien no lo haya vivido no puede ni imaginárselo. Pero cuando ya llevan mucho tiempo así la policía acaba cansándose y las deja en paz, mientras que a las chicas más dóciles las toman la medida y acaban exigiéndolas más dinero y servicios gratis.

La prostitución no es sólo realizar actos sexuales por dinero, hay que saber muchas más cosas para desenvolverse en este mundo. Todas las chicas me cuentan cómo, al conocer a tantas personas distintas, aprenden mucho de psicología humana. Una de las habilidades claves que hay que tener es don de gentes, saber tratar con las personas y muy especialmente con la policía. ¿Qué me cuentan ellas? Que hay que perderles el respeto, que ellos no son más que unos civiles (o "niñatos") con uniforme. Con ellos sí se produce una auténtica "relación de poder", dicen que es preciso mostrarse desagradable, grosera e irreverente. Tienen respuestas para todo: ¿dónde vives? en la calle, en un cubo de basura, ¿tienes novio? sí, y me folla muy bien, ¿qué haces con el dinero? me lo como. Jajaja, pero qué bien me lo paso con ellas. A los policías ni agua y, si tienen sed, polvorones.

Yo, por principios, estoy con estas chicas: CON TERRORISTAS NO SE NEGOCIA. Sin embargo tampoco puede uno mostrarse inflexible, hay que reconocer que si el pago no es excesivo se pueden ahorrar muy malos tragos y no todas tienen ese temple. Así que considero que depende de la situación, que hay que valorar los pros y los contras de cada caso: si la chica va a estar poco tiempo es mejor que no se complique la vida y pague a la policía, que no se busque problemas. Hay que tener los ovarios muy bien puestos para pasar tantos días a la sombra, ni siquiera sé si yo mismo podría. Desde la comodidad de mi hogar creo que sí, pero hasta que uno no pasa por eso no sabe cómo es...

Los proxenetas, como los que rodean a esta prostituta, actúan siempre en grupo. Sus actividades criminales no se limitan a la extorsión a prostitutas, sino que contemplan una variada gama de delitos: robos, chantajes, drogas...



Regresando a la historia de Sonia, espero que su testimonio sirva para sensibilizarles acerca de los abusos que soportan estas mujeres. Me gustaría que tomen consciencia de que prácticas como la que denuncia son corrientes en este mundo, no son acciones aisladas, sino que se repiten reiteradamente en el espacio y en el tiempo. Cuando a una persona la llenan de odio y dolor revienta como ha hecho Sonia, a menudo sin tener claro quienes son sus amigos y quienes no: ella odiaba a sus compañeras que no eran encerradas, cuando en realidad ese odio debía dirigirlo hacia el sargento que la privó de su libertad o al político que dió la orden de "limpiar" las calles.

La prostitución no crea odios y rivalidades entre mujeres (bueno, en algunos casos sí, ya que las chicas conviven durante muchas horas diarias y es normal que surja algún conflicto), sino solidaridad y compañerismo. Las chicas aprenden a ayudarse unas a otras, suelen darse buenos consejos y cuidarse mutuamente. Por ejemplo, las "chulas" son prostitutas de mayor edad que ya han pasado por esto y que ayudan mucho a las nuevas. La idea que se tiene desde fuera es que se aprovechan y explotan a las chicas, y no es así para nada: es cierto que se reparten los beneficios, pero sin ellas las nuevas lo pasarían muchísimo peor ya que las muestran ciertos truquitos del negocio, las ofrecen apoyo logístico (desde un sitio para vivir a enseñarlas el idioma) y sobre todo las protegen de la policía. La prostitución es una realidad muy compleja, no es tan fácil señalar a unos y a otros y decir aquí están los "buenos" y aquí los "malos". En principio suponemos que las feministas trabajan por la igualdad, pero luego resulta que traen mayores injusticias; que los políticos deben arreglar problemas y en vez de ello los crean o empeoran los ya existentes; que la policía está para ayudarnos y lo que hace es abusar de su poder para vivir a nuestra costa. Y al revés, los empresarios aparecen caricaturizados como unos seres despreciables que se aprovechan de estas chicas cuando en realidad las apoyan en todo lo que pueden y los clientes somos representados como bestias sin escrúpulos incapaces de tratarlas humanamente mientras la verdad es que en muchos casos somos sus mejores amigos. Espero que Sonia sepa elegir bien y se dé cuenta de a quién le importa, de quienes están de su parte y quienes la están utilizando en su propio beneficio.

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4 comentarios:

Spirit dijo...

Yo creo, como dirían en la serie LIFE, que todo está conectado. Es decir; como bien expones, interesa que haya una situación de "desamparo", de marginalidad, de algo feo y delictivo...por que es terreno abonado para que el más débil siga siendo el más débil, se pueda abusar de él, no se oiga su voz, no tenga derechos ni cauces para quejarse...

Muchas veces me he preguntado por qué la prostitución no es, simplemente, algo legal, como pueda serlo comprar cualquier servicio. Yo, si quiero ir a un concierto de Joaquín Sabina, he de pagar una entrada, y él, en principio, con la recaudación de esa entrada paga impuestos, etc...(ejemplo no válido para Alejandro Sanz y demás habitantes de Miami). Pues...por qué no puedo pagar simplemente por echar un polvo?. Es mejor que ese dinero se mueva, se declare, etc...

Cada vez veo más claro que, simplemente, hacer eso sería tanto como cortar el chollo a varias mafias que circulan por ahí, de esas que nos protegen y miran por nuestro bien.

Le envié al amigo cliente una propuesta de serie por si algún día alguien tiene ganas y tiempo, a imagen y semajanza de la que estoy haciendo en mi propio blog, en la cual había un chiste que, puede ser más o menos malo, pero que creo es bastante explícito:

Se ve a un funcionario revisando papeles en compañía de un alto mando con uniforme policial. Digamos de...er...otro país, Balbutelandia o algo así, por que aquí no pasan esas cosas (y es que en la escuela Bruguera, cuando dibujaban a un policía cometiendo una irregularidad, le ponían uniforme de otro país por si en la censura decían que se burlaban de las fuerzas del orden), bueno, decía que el policía estaba lleno de billetes en todos los bolsillos, se le iban cayendo. El funcionario dice; -"oye, pues no entiendo por qué no legalizamos la prostitución y hacemos salir todo este dinero negro, que pagen impuestos y tal..." A lo que el policía (recordemos, de Batusilandia), con una sonrisa, dice: "je,je,....se nota que es Usted nuevo, le doy una semana para ponerse las pilas..."

Un abrazo

asturiano dijo...

Bueno, yo pienso que no se puede generalizar: ni todos los policías extorsionan y cometen abusos de poder sobre esas chicas, ni todos los empresarios del alterne y la prostitución son sujetos que ayudan a las chicas (sino que algunos claramente las explotan y unos pocos pueden ser incluso traficantes; ni todos los clientes son seres respetuosos y correctos con las mujeres oferentes.
No obstante lo que expones en esta entrada de denuncia me ha gustado.

Lilith dijo...

Es una realidad el tremendo abuso policiaco a las prostitutas de la calle, cuando supuestamente la policía esta para cuidar, en México por ejemplo, es muy sabido que los patrulleros se pelean por las calles de putas, ya que obtienen sexo gratis y mordidas(dinero).

Un besito, ya viste que a svpam la menciono torbe en su blog?

Cliente X dijo...

Ya lo ví, ya. Torbe es muy considerado con sus fans, hehe. Después de ver esas fotos me han entrado todavía más ganas de conocer a svpam :-)

Y bueno, yo no digo que todos los policías sean así. Sino que hay algunos que efectivamente cometen estos atropellos, y como yo DEFIENDO A LA POLICÍA, quiero que saquen a este tipo de elementos del cuerpo. Porque si una manzana está podrida y no se la saca del saco, acaban estropeándose todas.

Hay hasta gente que me ha escrito al correo preguntándome si yo era policía y tal. Yo soy un ciudadano preocupado, al que le interesa que se cumpla la legalidad especialmente cuando se trata de las actuaciones de las fuerzas del orden, que las instituciones democráticas ofrezcan una imagen adecuada para no deslegitimarse y que quienes ocupan puestos de responsabilidad en la administración pública empleen sus cargos para servir a la ciudadanía y no en provecho personal.

Cliente X, un putero con principios