viernes, 8 de junio de 2012

Pérez-Reverte: Madrid, tapas y putas

Reproduzco aquí el artículo que escribió Pérez-Reverte acerca de la promoción de la prostitución. Está redactado en tono de humor, aunque se trasluce una idea de normalización de esta actividad. ¿Por qué no aprovechar los recursos y atractivos ya existentes? Si el Sol, los monumentos y las tapas son un atractivo turístico, ¿por qué no las lumis? No me parece una ironía, sino puro sentido común y una muestra de toma de contacto con la calle como ha hecho Esperanza Aguirre al anunciar unos recortes que los particulares llevamos años haciendo. No es una propuesta rompedora ni aventurada como parecería en un principio, sino sencillamente un ejercicio de realismo político, de poner de una puta vez los pies en el suelo.

Hay mucha gente que va a ver a las putas de Montera, eso es un hecho. Las terrazas de esa calle están en parte llenas gracias a ellas, y los puteaderos de la zona rebosan de turistas. Esa es la realidad se quiera ver o no, pues Reverte en un arranque de sinceridad apuesta porque se reconozca. Me parecería genial, aunque por supuesto ningún político va a hacerlo porque se la tocan con papel de fumar: "ay, qué van a pensar". Pues yo pensaría que por fin muestran que tienen ojos en la cara, y es que hasta un progre como Luis García Montero reconoció recientemente -pidiendo perdón por fijarse, eso sí- que estaban muy buenas las putas de Montera. Claro que sí, alguna debería ser declarada patrimonio de la humanidad y todo, jajaja.

El lado negativo es que se le notan los años, ya no escribe como en sus buenos tiempos. Se queda en el tópico, en la broma fácil, en escandalizar a las marujas. Y eso, don Arturo, para usted es poco. Claro que las prostitutas conviven con viandantes, vecinos, señoras "respetables" (¿las putas no lo son? señoras y respetables, digo), niños y el resto de la fauna madrileña. ¿Por qué no iban a hacerlo? Es que no crean problema alguno, de hecho muchas tienen sus hijos y son un encanto con los chavales. Pásese más tiempo con ellas y verá como se le van borrando esos prejuicios. Como el de los chulos. Yo mismo espero en muchas ocasiones en las salas de juego, precisamente para pasar más inadvertido frente a ellos. Atrás quedaron los tiempos en los que alternaba con las chicas, las abrazaba en la calle, me llenaban la cara de besos, charlábamos llenando las horas muertas, comíamos juntos y, en fin, hacía vida con ellas. Ahora esos chulos, que la mayoría de la gente no reconocería ni aunque les estuviesen pidiendo la documentación, me tienen más que fichado y mis encuentros con las chicas han de ser fugaces y discretos para no comprometerlas. Y no diga que hay ucranianas y españolas, eso es falso, todavía no he conocido la primera ucraniana en Montera y española sólo hay una (y no siempre, va por épocas). Hubiese quedado mucho mejor de haber dicho que son rumanas aderezadas con alguna ecuatoriana, nigeriana, búlgara y turca. O, ya para nota, señalando las zonas de Rumanía de las que vienen las chicas.



Madrid, tapas y putas

Arturo Pérez-Reverte, XLSemanal - 16/4/2012
 
A veces, cuando tecleo con nostalgia de guillotina y blasfemo en exceso, algún lector me reprocha que no aporte soluciones, recursos o vías alternativas. Que no practique la blasfemia constructiva. Pero tengo respuesta para eso. Si tuviera soluciones en el canuto mágico, napalm aparte, cobraría más por esta página, y en vez de Patente de Corso la llamaría Tres en Uno. Como no las tengo, me limito a despacharme a gusto. Todo sea por evitar la concentración de ácidos y la úlcera. Eso no quita para que a veces también se me ocurra algo útil. Socialmente enriquecedor. Me pasó ayer, paseando por el centro de Madrid. Ahora que todo son ofertas a bajo precio, rutas hosteleras y recorridos urbanos que mezclan cultura y gastronomía, es buen momento para que el Ayuntamiento se plantee un recorrido turístico que tenga como punto fuerte la calle Montera, en pleno centro de la villa. Molaría un huevo. Figúrense el eslogan en los aeropuertos y vallas publicitarias de medio mundo: Madrid, tapas y putas. Sugiero como imagen institucional, por ejemplo, el oso del madroño con tacón de aguja, medias de rejilla y una loncha de jamón ibérico en la liga. Con la banderita de España.

Dirán ustedes que a buenas horas iban a menudear las lumis en horas punta por los centros turísticos de ciudades serias. Que de ningún modo permitirían las autoridades de París o Roma, por citar dos, que la orilla izquierda del Sena o la plaza Navona se llenaran de escotadas y faldicortas señoras proponiendo echar un polvete. Pero es que ni París ni Roma, para su envidia cochina, son capitales de nuestra deliciosa España plural, donde la violencia particular, e incluso la sindical, gozan de impunidad casi absoluta; pero cualquier ejercicio de autoridad legítima se considera acto de represión totalitaria filofascista. La ventaja de Madrid y su calle Montera, además, es que no hay que mover un dedo ni invertir un euro. Todo está hecho y consagrado. Bastaría con oficializar la numerosa iniciativa privada existente. Imaginen el impacto mediático y el gancho para las agencias de viajes, los reclamos publicitarios a tono con el perfil cada vez más definido de nuestra oferta vacacional, en este país donde las únicas profesiones con futuro son las de puta y la de camarero. España, sol y chusma. Madrid, chanclas y zorras. Como moscas, se lo aseguro. Los turistas acudirían como moscas a un plató de Sálvame.

Porque ya me dirán. A ver dónde puede disfrutarse de un espectáculo semejante. En el corazón turístico de la capital, a dos pasos de la Puerta del Sol, en una calle comercial hasta arriba de gente, uno puede ocupar cualquier mesa en la docena de terrazas de bares que hay allí, con la familia o los amigos, y empaparse del espectáculo fascinante que se trajina alrededor: putas rumanas, ucranianas, nigerianas, españolas, solas o en grupos, fumando un pitillo, mascando chicle, bebiendo café en vasos de plástico, apoyadas en paredes, papeleras y farolas con sugerente indumento del oficio, diciéndole hola guapo al que se pone a tiro, taconeando por aquí y por allá entre las mesas de los bares y la comisaría de policía que está a pocos metros, mezcladas sin pegas con la densa multitud, entre señoras más o menos respetables que caminan solas y a lo suyo, confundidas con las chicas que hablan por el móvil esperando a alguien y que a veces tienen que aclarar que no están ahí para ocuparse. Cruzándose con niños que corretean de un lado para otro mientras sus papis abarrotan las terrazas de los bares y contemplan el paisaje: un centenar largo de furcias, lumis, pencurias, descosidas, busconas, calloncos, alcataras, baguizas, buscarroldanes, gananciosas, grofas, guarris, ambladoras, acechonas, andorras, atizacandiles, bujarras, cantoneras, corsarias, daifas, marcas, izas, rabizas, colipoterras de toda clase, color y pelaje quietas o en movimiento entre Sol y Gran Vía, trufadas entre la multitud transeúnte, los cochecitos con niños y las abuelas. Ladeándose para dejar paso a las familias que entran en la hamburguesería de la esquina. Fotografiadas por turistas, rondadas por pelmazos, negociando tarifas, discutiendo con tacaños o indecisos, rascándose el chichi mientras bostezan entre miradas y sonrisas mecánicas dirigidas a los jambos que pasan cerca, con el honorable gremio de chulos atento en la puerta de los casinillos de tragaperras y los putishops.

Madrid, tapas y putas. Reconozcan que les pone. Está feo que lo pondere yo mismo, pero me parece eficaz. Brillante, incluso. A ver si se lo cuenta alguien a la alcaldesa Ana Botella. Para que luego digan que voy de gruñón y tal. Que no aporto.    

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pérez Reverte me cae un poco mal, no sé porque tiene que hablar este hombre de una supuesta violencia sindical y meterse con Luis García Montero para hablar de la calle Montera y sus prostitutas. En fin, las obsesiones de un derechista de nuevo cuño.

Heta dijo...

Es verdad que las putas de Montera estan buenas.
Para que luego digan que la zona ha degenerado. Todo lo contrario.
El nivel hace veinte e incluso diez temporadas era de Fellini. Que tambien tenia si encanto, carajo!

Cliente X dijo...

Moscú: De García Montero he hablado yo, no Reverte. Ahí está enlazado su artículo, también sobre la Montera, para que contrastéis si queréis. Es de risa, parece escandalizado por reconocer que se ha fijado en las chicas, jajaja. Además rezuma mojigatería y tópicos progres, seguro que te encanta.

Heta: aunq ahora no está mal, la Montera ha tenido mejores tiempos. Hay muchas chicas q ya no están: Miki, Lily, Nico, Melissa, Mary, Eva... las echo mucho de menos.