"Sin tener derechos no se nos pueden exigir obligaciones"
Montse Neira, prostituta, activista e investigadora
A pesar de la tremenda cantidad de programas que se emiten en TV sobre la prostitución, es muy raro que cuenten con el punto de vista de alguna prostituta. Pero todavía lo es más que la traten con respeto, que se aborde el tema con seriedad y que la concedan tiempo para expresarse y desarrollar sus argumentos.
Un programa así "es posible". Se puede hacer. No hay más que proponérselo y plantearlo adecuadamente. Como muestra, el
espacio emitido en la televisión autonómica vasca ETB el 18 de Octubre (día contra la trata, qué curioso) del 2014. No me ha sido posible descargar el video para subirlo a una plataforma desde la que poder insertarlo en el blog, así que tienen que verlo en la página original. Dense prisa pues en cualquier momento lo pueden retirar.
Wally, compañero de Dilbert, explica la razón de opinar sin tener ni puta idea. Es un hecho que quienes queremos dar a conocer el mundo de la prostitución nos enfrentamos, en primer lugar, a la barrera de la pereza de quienes prefieren refugiarse en sus prejuicios a informarse de manera rigurosa antes de abrir la bocaza.
La entrevistada es la conocida Montse Neira, autora de un soberbio
blog sobre prostitución que animo a visitar. Comparte mesa con Josebe Iturrioz (feminista y técnica en igualdad), Arantza Furundarena (periodista del grupo Vocento) y Xabier Aja (periodista de Deia y economista). Como bien dice el presentador,
logran poner "rostro y palabra" a la realidad de la prostitución. Por fin tenemos alguna posibilidad de confrontar el discurso oficial. Desde aquí mando un efusivo saludo a la ETB y les animo a que continúen por este buen camino dando voz a los protagonistas de la prostitución. Es verdad que suelo ser muy crítico con los medios, pero cuando hacen un buen trabajo hay que reconocerlo.
Las preguntas son variadas y, en mi opinión, también muy interesantes. Tanto que me pregunté... ¿qué respondería yo de hallarme en esa situación? Como considero que también tengo algo que aportar al debate, y sobre todo que debo ir preparándome para el (improbable pero posible) caso de que algún medio decida contar conmigo
he decidido contestar las cuestiones que le formulan a Marien. Por supuesto no es lo mismo hacerlo desde la comodidad de mi ordenador, pudiendo tomarme todo el tiempo preciso para organizar mis respuestas, que tener que batirse en un programa en directo. Lo que ha hecho Marien tiene muchísimo más mérito y es de justicia reconocerlo. Quiero dejar claro desde el principio que no tengo el ánimo de "competir" con ella sino de COMPLEMENTAR su testimonio y, de paso, aclarar mis propias ideas. En este blog he hablado mucho sobre la prostitución, pero
lo verdaderamente importante es lo que la gente desea saber y creo que deberíamos articular nuestro discurso en torno a estas inquietudes.
En muchos programas las prostitutas han expresado su deseo (más que exigencia, exige quien tiene poder y ellas no tienen la menor posibilidad de presionar a los diferentes gobiernos) de que se legalice/regule/normalice su actividad.
ENTREVISTADOR: ¿Cómo te gustaría que se refieran a ti, como "cliente" o como "putero"?
PUTERO: Como mi interlocutor se encuentre más cómodo. Mira, hay muchas formas de referirse a nosotros y la mayor parte de ellas encierran un fuerte componente valorativo. Las más neutras serían "cliente" o "persona que solicita servicios sexuales", pero otras son negativas que llegan a resultar insultantes como "putero" o "prostituidor".
El lenguaje es muy importante, porque nos sirve para definir una realidad, así que podemos optar bien por elaborar nuevos términos que sean menos estigmatizantes (caso de "trabajadoras sexuales" para las putas o "parejas comerciales" para nosotros) o bien por apropiarnos de los existentes para mostrar que no tenemos miedo y que no nos avergonzamos ni de lo que hacemos ni de los que somos. Llámame como te dé la gana, si por ir de putas y que además me guste soy un putero pues qué le vamos a hacer... lo soy (los americanos de hecho tienen una palabra, "whoremonger", para referirse a quien le GUSTAN las putas).
Pero quien me llame de una u otra manera debe ser muy consciente de que
sus palabras son un arma de doble filo, pues no sólo está poniéndome nombre a mí sino también a él o a ella. Está mostrando sus prejuicios, declarando las ideas preconcebidas que arrastra. Me es indiferente que te refieras a mí como quieras siempre y cuando puedas explicarme por qué lo haces así.
Muchos grupos sociales han sido discriminados y el lenguaje ha sido un factor clave en su exclusión: no es lo mismo hablar de "homosexuales" que de "gays" o de "mariposones". Del mismo modo cambia la percepción de la inmigración si uno emplea palabras tan peyorativas como "mono", "champiñón" o "sudaco". Sin embargo, la sociedad ha ido evolucionando y cada vez se pone más de parte del discriminado y no de quién discrimina.
Por otra parte, el hecho es que
no por nombrar una realidad de una forma u otra ésta cambia. Así que te reitero, llámame como te dé la gana. Puedes hacerlo por mi sobrenombre, Juan. Juan Punta.
Uno de los argumentos de mayor peso para legalizar la prostitución es de orden puramente económico, recaudatorio. Se entiende que Hacienda está dejando escapar una enorme cantidad de dinero, que no lo está gravando y que estaría muy bien que lo hiciera. ¿Creen ustedes que a nuestros dirigentes, con tanto amor hacia el dinero ajeno, no se les ha pasado jamás semejante idea por la cabeza? Sólo hay algo que a un político le gusta más que sacarnos la pasta. Quitarnos MUCHA pasta.
E: ¿Reivindicas que las prostitutas coticen a la SS?
P: Hmmm... Lo que me resulta curioso es que
quienes deberían estar más interesados en ello, que son los poderes públicos -nuestros políticos y gobernantes- no lo pidan. Es más, que se muestren abiertamente contrarios ante semejante eventualidad y legislen en sentido opuesto.
Parece algo fuera de toda lógica. Mientras Hacienda va como loca detrás de toda empresa, autónomo o asalariado para que pague sus impuestos y cotizaciones correspondientes, resulta que en el mundo de la prostitución saben que se desarrolla en su totalidad en la economía sumergida y sin embargo
no hacen el menor esfuerzo por fiscalizar un sector que, según ellos mismos, resulta tan lucrativo.
¡Pero lo que ya resulta delirante, es que sean
los empresarios y las personas que ejercen la prostitución quienes muestren su disposición a cumplir con estas cargas tributarias y la administración les niegue la posibilidad! Se suele criticar a este sector por no pagar, formalmente, impuestos y otros tributos tan necesarios para sostener ese Estado del Bienestar que cada vez devora insaciablemente mayores recursos. El caso es que
no realizan ninguna contribución legal a las arcas públicas no por su voluntad o capricho, por "insolidarios". Es que la administración no les deja. Se lo prohíbe. ¿No es de locos?
El empresario queriendo pagar y el político no queriendo cobrar. Es una situación tan absolutamente surrealista que debería hacernos pensar si hay algo que falla, si hay gato encerrado,
si existe alguna información clave que desconocemos.
Ante la situación fiscal de la prostitución, mejor reírse que llorar. Quienes se oponen a una legalización de la prostitución nos preguntan con ironía si es que queremos pagar impuestos. Oh, vaya, se interesan por nosotros. No sabía que pagarlos era voluntario, que dependía del contribuyente. No, es algo obligatorio, una imposición (de ahí viene su nombre) de las administraciones públicas. ¿Y son ellas las que no desean cobrarlos? Vaya, qué cosa más rara. Imaginen qué regalo sería para cualquier sector productivo no tributar, una verdadera bendición. Y sin embargo el que llaman "lobby pro-prostitución" está deseando hacerlo. ¿Hacen campaña para que Hacienda se quede con una sustanciosa parte de sus ingresos? Qué cosa más rara. Llegan los empresarios del cine y se quejan por pagar más, los de las flores y se alegran porque les bajan el IVA. ¿Y los del sexo que quieren pagar cuando, oficialmente, no lo hacen? Deben ser los empresarios más masocas del Mundo... a no ser, que como el resto de quieran pagar menos.
E: ¿No crees que en vez de centrarse en el aspecto económico habría que ir más por el tema del reconocimiento de derechos? Prostitutas como Montse Neira inciden en que la clave de cualquier regularización de la prostitución sería su vertiente laboral, el reconocimiento a este colectivo una serie de derechos fundamentales que denuncian que les están siendo vulnerados.
P: Vuelvo a lo de antes. La responsabilidad no es mía, sino de
los legisladores. Ellos
han decidido situar a la prostitución en una situación de criminalización encubierta, donde todo el tratamiento al respecto proviene del Derecho Penal. Sus motivos tienen para ello.
Mire, si quiere podemos hablar de lo que debería ser. De ideas, de proyectos, de ensoñaciones. Pero a mí de lo que me gusta hablar es de lo que sucede, de la realidad. Y la que existe en estos momentos es que
vamos no hacia un modelo despenalizador que sitúe la prostitución en el marco del derecho laboral, sino precisamente al lado contrario. Se busca que no se tribute, que no se reconozcan derechos, que el mundo de la prostitución permanezca en la semiclandestinidad.
Me acuerdo de una famosa dirigente socialista, la concejala Ángeles Álvarez, preguntándose cuáles eran esos derechos que quieren las prostitutas. Qué las faltaba a ellas, qué reivindicaban. Pues
lo mismo que le sirven los derechos a cualquier trabajador, para tener PROTECCIÓN. Todos entendemos que el derecho laboral sirve para defender al trabajador frente a los abusos del empresario, la parte más fuerte. Que tenemos una sanidad, unas pensiones y demás prestaciones públicas que aseguran unos estándares mínimos de vida, ¿correcto? Bueno, pues de todos estos derechos se está privando a las prostitutas. No pueden sindicarse, acceder a pensiones o tan siquiera justificar que han obtenido su dinero lícitamente (lo cual conlleva que les sea decomisado frecuentemente, como pueden ver ustedes cada poco en las noticias). Pero es que además
la administración al no considerarlas trabajadoras, las está negando su status de ciudadanas. Se encuentran en un limbo legal, como habrás escuchado. Eso supone que están en una situación de desprotección jurídica total, que son invisibles, que no tienen la menor fuerza para oponerse a los abusos que puedan cometerse en su contra. ¿Y quién comete esos abusos? Montse Neira también lo ha explicado: la propia administración.
¿Cómo van entonces a reconocerlas ningún derecho, si eso les perjudicaría? No tiene sentido que lo hagan.
La demanda del reconocimiento de sus derechos como trabajadoras es una constante de los movimientos organizados de prostitutas. En España la asociación que ha abanderado esta lucha es Hetaira, que aunque no es en sí una ONG creada expresamente por personas que ejerzan la prostitución (a diferencia de otras que existen en el Mundo), al menos sí las da cabida (no a todas, y de manera limitada, pero ya es un gran avance) y ha logrado que se vayan viendo las reivindicaciones y problemas reales que afectan a estas personas.
E: Se dice que el dinero que genera este negocio, aunque no esté regularizado, es del 1,2% PIB ¿Desde un punto de vista económico, es interesante regularizar la prostitución? ¿Afecta en algo a las personas que ejercen la prostitución que el dinero que genera el sector se compute para el cálculo del PIB?
P: Me alegra que el economista haya explicado
la motivación profunda de este cambio, que no es otra que permitirle gastar más de lo permitido a la administración. Es hacerse trampas al solitario, es como se solucionan las cosas en política: si hay que cumplir con el déficit no se reducen los gastos sino que se realiza una "contabilidad creativa".
Pero esto no es sólo una trampa, además es una maldad ya que
perjudica a todos los ciudadanos porque es una medida que permite incurrir en un déficit superior al establecido, lo que
supone MÁS GASTOS en pago de los intereses de la deuda. Esto equivale a darle una patada al balón, a endeudarnos ahora para que el que venga pague "los gintonics" como dice el Iglesias. A la larga, supondrá más recortes y alargará la crisis económica.
Y además de una trampa y una maldad, es una SOBERANA TOMADURA DE PELO.
El Estado puede gastar en base a lo que recauda, no a lo que el país produce. Tiene necesidad de que todo ese dinero aflore, que tribute porque de otra manera es como si no existiera. En el supuesto de un país tremendamente próspero, pero en el que el 100% de la economía fuese informal, el Estado no existiría ya que no se podría financiar (buf, este sueño me la pone más dura que las putas). ¿O es un reconocimiento implícito de que sí pueden gastar porque los sectores de las drogas y la prostitución también tributan? A ver, que lo expliquen.
Si no pagan impuestos, mal porque implica que la administración está gastando un dinero que no tiene. Pero si lo hiciesen, aún sería peor ya que aunque sí se pudiesen financiar eso significaría que lo están haciendo ilegalmente, sin ajustarse a Derecho.
Y tirando más de la madeja,
si pudiesen obtener ingresos ilegales de tales actividades, ¿qué incentivo podrían tener para llevarlas a la economía formal? Todo lo que recaudasen lo podrían gastar con completa discrecionalidad, sería una puta BARRA LIBRE. Como bien sabemos, las administraciones no pueden gastar su dinero en lo que les de la gana sino que deben justificar en qué y cómo lo emplean (se dice que el dinero público es de todos, pero no, en realidad desde que nos lo quitan ya no es nuestro). Podrían financiar campañas electorales, obras en las sedes o mariscadas a todo trapo, que tampoco nadie les pediría cuentas porque
al ser un dinero obtenido irregularmente, "en negro", no existiría y del que por tanto no tendrían que dar la menor explicación. ¡Es mucho mejor que pillar la pasta desviando fondos de EREs, que montar falsos cursos de formación o que montar tramas de adjudicación de obras públicas porque todo eso DEJA RASTRO. Pero
el dinero de las drogas y la prostitución tiene una maldición. Es todo efectivo, CASH, es un dinero sin nombre. Nadie pregunta de dónde viene ni a dónde va. Si sacas dinero de un cajero, si haces una transferencia, si tienes una cuenta por mucho "secreto bancario" que digan te pillan. Va a existir un "rastro" que investigar. Lo que hay que tener es dinero negro, bajo el colchón, para poder irse a Baqueira aunque tengas congeladas las cuentas.
Una última ventaja de la "tributación informal" es que no existiría límite alguno a la presión fiscal (salvo el supuesto tope teórico que supone la curva de Laffer): en el momento que se necesitase mayores ingresos bastaría con aumentar los tipos impositivos, sin restricciones legales de ningún tipo y sin levantar la menor alarma social. Lo que en mi pueblo se llama apretar las tuercas.
Yo diría que, desde un punto estrictamente económico, NO CONVIENE legalizar la prostitución. Lo siento, sé que esto hará que me lluevan críticas de "los míos" pero es así. De hecho estoy convencido de que es el motivo de mayor peso para que este sector se mantenga en la clandestinidad. Miren esos billetitos. Qué "bonicos". Y qué anónimos. Cualquiera podría cogerlos, qué desperdicio que se queden ahí... ¿Que son de esa puta? Qué más da, si seguro que se los da al chulo. O se lo gasta en droga. O los envía a su puto país, que pague aquí en España hostia. Sucia inmigrante sin derechos que has venido a engañar y a infectar españoles, dame ese dinero que no es tuyo. Que a lo mejor lo has robado, ¿o tienes forma de justificar cómo lo has obtenido? ¿No? Pues eso eso, venga aquí, o te llevo detenida y vas a saber lo que es faltarle a un agente.
E: ¿Cómo reaccionó tu familia cuando supo que frecuentabas prostitutas?
P:
Francamente mal. No logran entender que existe un trasfondo político, que es una cuestión de derechos humanos y que debería investigarse si también pudiera existir un interés de las administraciones públicas en financiarse ilegalmente (yo lo tengo muy claro, pero necesito un respaldo de periodistas, asociaciones y quizá de alguna formación política si quiero tener una mínima posibilidad de que esto salga a la luz).
Lo ven como un tema meramente moral, como algo que les ha traído "vergüenza" y "deshonra", como lo peor que les haya podido haber hecho.
Ten en cuenta que
las prostitutas se ven, por parte de no pocas personas, como lo peor de lo peor y cualquiera que se relacione con ellas va a verse igualmente cuestionado. Todavía es peor cuando, en vez de bajar la cabeza y pedir disculpas, tratas de argumentar y razonar con ellos. Es un tema de creencias, un dogma de fe, ante el que no vale nada de lo que puedas decir.
La discriminación contra las putas (putofobia) tiene las mismas raíces que la existente contra judíos, homosexuales o negros.
Es un sentimiento innato de desprecio y de superioridad, no van ni siquiera a escucharte porque para ellos no eres humano. Eres lo que más se puede aborrecer y odiar en esta vida, algo que habría que eliminar. No tienes más que leer algunos foros o los comentarios de ciertas noticias en la web.
E: ¿Duele más que te lo diga alguien cercano? ¿O ya te lo esperabas?
P: Por mucho que te lo esperes, que sepas que va a suceder,
nunca estás preparado. Ten en cuenta que te van a decir cosas, que te van a tratar de una manera que jamás han hecho en la vida. Vas a pasar, en un momento, de ser alguien estimado a un paria, una persona non grata, o peor aún... una "no persona".
Te conviertes automáticamente en un deshecho, en escoria, en alguien repulsivo.
Más que dolor lo que sentí fue sorpresa al comprobar cómo
los prejuicios son tan potentes que son capaces de superar a la realidad, que tienen más peso que la vivencia continuada a lo largo de muchos años. A ver, no me extraña que me insulte una persona que no me conoce, que comenta de manera anónima en el blog o que me reconoce por la calle y me llama "putero". Eso entra dentro de lo comprensible. Lo que me resultó difícil de asimilar fue que pasase a ser un degenerado, un asqueroso y un pervertido para personas de mi entorno. El día anterior era una persona "normal" y hasta "un buen chico". Y de repente es peor que si me vuelvo loco y voy apuñalando a la gente por la calle. Lo que esto muestra es que nos queda un largo y complicado camino hasta lograr que la prostitución sea aceptada socialmente.
E: ¿El estigma viene de la calle o de los políticos? ¿Dónde está el mayor freno para que no se reconozca esta actividad laboralmente?
P: Yo diría que se retroalimenta.
Las instituciones mandan un mensaje muy negativo de la prostitución, relacionándola con delincuencia, enfermedades y marginalidad.
Luego, determinados sectores sociales, amparándote en este discurso y en la desprotección del colectivo cometen una serie de abusos que no sólo no son perseguidos por los poderes públicos sino que se emplean para seguir justificando la discriminación de las prostitutas y su entorno.
Por ponerte un claro ejemplo, si tenemos una serie de vecinos (que son una minoría, pero arman mucha bulla) que persiguen a las prostitutas, las insultan e incluso las arrojan objetos... ¿qué debería hacerse? Pues se supone que las autoridades deberían ponerse de estas chicas, que son las agredidas. Pero no. Lo que se hace es emplear estos hechos para justificar una represión institucional, para sacarlas de las calles porque "los vecinos no las quieren". Oiga, ¿cree que se habría acabado con las políticas segregacionistas en los EE.UU. de esta forma? Por supuesto que hubo ciudadanos y cargos políticos que lucharon en contra de la igualdad de derechos, y tuvieron tanto éxito que retrasaron durante generaciones el fin de la segregación e incluso hoy en día quedan claros restos de ella. ¡Pero todos entendemos hoy en día que quienes actuaron correctamente, que a quienes hay que felicitar, que quienes tenían razón fueron los que combatieron tal situación!
Creo que
quien tiene más RESPONSABILIDAD, indudablemente, es la administración. Como bien ha señalado Marien
son los políticos quienes deben rendir cuentas por las políticas públicas que implementan, las ordenanzas municipales y demás normas que aprueban y, no se nos olvide, por los continuos mensajes y campañas institucionales que lanzan. Logran dar la imagen de que existe un rechazo social mucho mayor que el que realmente hay (y no es pequeño, como señalo). De hecho algo muy curioso es que en todas las encuestas se muestra que una amplia mayoría de la población sí acepta la prostitución (o al menos no está en contra de toda, es posible apoyar unas modalidades mientras se condena otras) pero, en cambio, en lo que respecta a los políticos la proporción se invierte.
Es de los escasísimos temas en los que reina el consenso prácticamente absoluto entre cualquier fuerza política. De todos los partidos políticos en España, solamente Ciudadanos y el Partido de la Libertad Individual (los únicos de tendencia liberal, curiosamente) manifiestan tener los intereses y propuestas de las prostitutas en consideración.
Para no pocas personas, las putas son "er diablu", como se aprecia en esta imagen con total claridad. Y si creemos que son LO PEOR por lo tanto estamos justificando que las podamos hacer LO PEOR. La demonización de un colectivo siempre es el paso previo a su persecución.
E: ¿Hay un mito sobre el trabajo forzado, sobre las mujeres que ejercen esta actividad de manera obligada? Evidentemente habrá un porcentaje... me gustaría saber cómo ves tú esto.
P: Totalmente.
Si hablamos de trabajo forzado, de obligar a ejercer la prostitución como tal, eso es un fenómeno absolutamente anecdótico. Existen autores que le da dado ese nombre, el
"trafficking myth" que aquí hemos traducido un tanto libremente como
"mito de la trata". Y la trata no es un mito. De hecho
la inmensa mayoría de las prostitutas son víctimas de trata, prácticamente la totalidad.
Hay gente a la que esto que digo le puede resultar extraño, porque
ha existido una especie de interés en identificar ambos fenómenos. La prostitución forzada está claro lo que es, ESCLAVITUD SEXUAL. Hacer que alguien haga algo que no quiere, de manera coactiva. Es como... pagar impuestos, una multa o ingresar en prisión. No lo haces porque quieres sino porque te obligan a ello.
La trata no. No implica que exista coacción ni falta de voluntariedad alguna. De lo que trata la trata (siempre sonrío al tener que repetir la palabra)
es de realizar un movimiento migratorio, que puede ser tan pequeño como pasar de un municipio a otro, con el fin de realizar un trabajo clandestino, una actividad en la economía sumergida. Ya está. Dependiendo de los medios que se empleen para la comisión de este desplazamiento podemos hablar de trata voluntaria (cuando no hay uso de fuerza o engaño), trata fraudulenta (cuando a pesar de no emplearse la violencia directa sí se ha incurrido en un engaño... es muy infrecuente pero sí he conocido casos, y hablo en plural) o trata coactiva (que es esa de la que tanto nos hablan los medios: chicas secuestradas, vendidas, atadas a la pata de una cama o encerradas en clubes). La trata coactiva sí que podría equipararse a prostitución forzada, aunque estaría restringida a que se haya efectuado un cruce de fronteras. Pero como casi ninguna prostituta trabaja en el mismo municipio del que es originaria dados los tremendos costes sociales y familiares que implica, la prostitución prácticamente siempre lleva ligado algún movimiento migratorio.
Si me hablas de porcentajes, pues yo diría que víctimas de trata 99,5%. Todo tipo de trata.
¿Prostitución forzada? No he conocido la primera. No sé... ¿quizá una de cada DIEZ MIL? Hay asociaciones que llevan años en esto y las pueden contar con los dedos de la mano. La trampa está en que emplean un término que tiene connotaciones muy negativas pero que no significa lo que la gente imagina. Antes de entrar en cifras y porcentajes debemos ser serios y definir con claridad a qué nos referimos.
Típico cartel anti-trata. Obviamente lo que pretende es indisponer en contra de la prostitución y dar la imagen de que toda persona ocupada en esta actividad la está realizando contra su voluntad, en una situación de trata COACTIVA. Muchos gobiernos han impulsado campañas similares y, nuevamente, deberíamos preguntarnos que interés pueden tener en fortalecer esta caricaturización de la prostitución.
E: ¿La crisis ha empujado a muchas jóvenes a la prostitución? ¿O son más señoras mayores, de la edad de Marien?
P: Eso de "empujar" me chirría. La crisis ha provocado mucho DESEMPLEO. Y
cuando la gente no tiene trabajo, pues se lo tiene que buscar. Muchas veces en la economía informal. Conozco mucha, pero mucha gente en trabajos precarios, trabajando sin contrato, algunos sin salario (cobran por jornada o a comisión, como las putas).
¿Pero sólo nos alarmamos por la prostitución, porque implica sexo?
Las señoras españolas de mediana edad, como Marien, trabajan más en pisos que es una modalidad de prostitución que consumo poco. Tengo entendido que sí, pero no puedo confirmarlo a ciencia cierta. Lo que sí puedo decirte es que
buena parte de las chicas se han ido al extranjero porque aquí ganaban cada vez menos y, como dicen,
no hay trabajo.
E: ¿Cuál es el perfil de esta nueva prostituta? ¿Una señora de mediana edad, con hijos...?
P: La edad media de las prostitutas, según lo veo yo, ha aumentado. De hecho un informe reciente decía que el "perfil" de la prostituta en España era una mujer rumana, de 35 años con cargas familiares. No se puede generalizar pero sí, podríamos decir que es un perfil que abunda.
Las chicas que se han quedado son las que ya llevaban muchos años y se han acomodado, han hecho amistades aquí y tienen su cartera de clientes fijos (como Marien). Que aunque trabajen poco saben que es trabajo fijo, y que si en algún momento las falta dinero no tienen más que coger el teléfono para que un buen amiguito les haga una visita.
E: ¿Cómo veías la prostitución en un primer momento? ¿Tenías miedo a las enfermedades, a la delincuencia, a encontrarte a alguna mujer obligada?
P: Sí, claro,
tenía todos los prejuicios. Creía que las chicas estaban amenazadas para prostituirse por los chulos, que si ibas con ellas pillabas un sidazo del 15 aunque usaras goma porque tenían el coño hediondo de andar poniéndole el coño a cualquier vagabundo, que no sentían nada y lo fingían todo, que odiaban a sus clientes y que si ponías suficiente dinero encima de la mesa podían hacer lo que quisieras. Es decir, exactamente lo contrario de lo que sucede.
Por eso estoy hoy aquí, para
despejar esos mitos y estereotipos que crean una imagen distorsionada de la prostitución.
No como lo peor. Ni lo peor de lo peor. Como lo siguiente es como se concibe a las prostitutas, particularmente si son inmigrantes, de origen humilde, de una etnia discriminada aquí (por ejemplo, gitanas), jóvenes, ofertan sus servicios a unos precios "populares" (vulgo, "putas baratas") y contactan con sus clientes en la vía pública. Esa es la prostitución peor vista, más estigmatizada y más perseguida. La de las "zorras de vertedero" (como podría traducirse "dumpster sluts"). Por eso mismo es la modalidad de trabajo sexual en la que me especialicé y que conozco en mayor profundidad. Qué se le va a hacer, siempre he ido contracorriente.
E: ¿Se ha notado la crisis en este negocio? ¿Es verdad que el volumen de negocio ha bajado a la mitad y que las tarifas se han puesto al nivel de hace varios años?
P:
Ha pinchado mucho, pero más en unos sectores que en otros. Es como el desempleo, no ha afectado igualmente a todos los estratos sociales. La gente más humilde, de bajos recursos, es la que se ha visto más afectada. Pues en esto igual, hay chicas que ganan la tercera parte que antes. Y eso es porque, por una parte, ingresan menos. Pongamos que una chica que trabaja en un polígono podía ingresar doce mil euros al mes y ahora apenas llega a la mitad, seis mil. Pero como conté antes, la presión fiscal a la que se veía sometida era mucho menor (como cualquier empresa) y apenas tenía que pagar mil euros al mes (no se paga al mes sino a la semana o al día, pero para este cálculo lo cuadraremos así). La quedaban once mil euros, pues. Ahora no sólo gana la mitad sino que sus gastos se han duplicado, son de dos mil, tras el "canon" la quedan cuatro mil. Así de dramática es la realidad de la prostitución hoy en día, chicas que rebasaban ampliamente los diez mil pavos mensuales y ahora se mueven en la horquilla de los tres mil, cuatro mil.
¿Entiendes por qué se marchan? Putear por doce mil euros, compensa. Por tres o cuatro mil, ya es otra cosa. Y si siguen las cosas así acabarán siendo mileuristas porque por mucho que diga el señor Rajoy al menos en este sector la recuperación no la vemos por ninguna parte.
E: ¿Se puede legislar sin tener en cuenta la voz de las trabajadoras sexuales?
P:
Es lo que se viene haciendo toda la vida. Quizá algunos piensen que no se puede, o mejor dicho, que no se debe hacer. Pero
las prostitutas son un sector sin voz, ni apoyos políticos, estigmatizado socialmente... ¿Qué motivo podría tener el gobierno para escucharlas? ¿Los "principios y valores" de los que tanto presumían y a los que tan pronto dieron la espalda?
Obviamente no es lo que yo haría. Y es por eso que alguien como yo no puede estar en política.
En la política real las cosas no se hacen por ideales como la justicia.
Se hacen por INTERESES. Y si ponemos en una balanza los intereses de las prostitutas y los de otros sectores que se aprovechan de ellas, está claro cuáles pesan más.
E: ¿Qué tal lleváis el tema de la abolición? ¿Es posible abolir la prostitución?
P:
Es posible empeorar, y mucho, las condiciones en las que se ejerce la prostitución que es el resultado real de las políticas abolicionistas. Antes hablabas de legislar contando o no con las prostitutas, y éste es el claro ejemplo, los partidarios de la abolición son siempre personas ajenas a este mundo: políticos, fiscales, policías, feministas, abogados, "expertos", filósofos, académicos... no hay prostitutas entre ellos.
Las políticas abolicionistas, como no puede ser de otra manera, obedecen a los intereses de quienes las impulsan. Lo que menos les importa son las prostitutas, eso puedes tenerlo clarísimo.
Simbólica concentración de trabajadoras sexuales con algunos de sus aliados, en este caso se trata de trabajadoras sociales. Protestan contra las disposiciones legales que han sido aprobadas en Cataluña y que contribuyen a empeorar sus, ya de por sí precarias, condiciones de trabajo. Curiosamente no piden que las rescaten de la prostitución, que las "curen" y las "reinserten" o que penalicen a sus clientes. Dicen que las dejen tranquilas. Que están hasta el moño de que las toquen el co...
E: ¿Cuáles crees que son los principales problemas de la prostitución? Montse dice que lo más duro es enfrentarse al estigma, al miedo y la culpa. ¿No es tener que acostarte con el primero que llegue, con cualquier tipo aunque pueda ser desagradable, sucio o violento?
P: Concuerdo con la señora Neira. Uno de los mayores problemas que enfrentan las prostitutas, ejerzan en la modalidad que sea, es el del estigma: el desprecio social, la incomprensión, los prejuicios que afrontan. Luego, evidentemente en cada tipo de prostitución existen unas peculiaridades específicas (por ejemplo, largas jornadas en los clubs o inclemencias del tiempo en la callejera) y podríamos también extender estas distinciones incluso a cada persona.
Sobre ese estigma no tienen control. No pueden cambiar, al menos de manera inmediata, la percepción que se tiene de ellas. Pero en cambio sí que tienen una gran capacidad para seleccionar, manejar e incluso rechazar a sus clientes. Sencillamente si un tipo va como señalas, las chicas no lo van a atender. No, ellas te lo dicen, "por cincuenta putos euros no voy a tener problemas". Tienen suficientes clientes como para poder escoger a uno u otro. Los mismos clientes tienen un clarísimo incentivo para ser lo contrario: atentos, limpios y educados. Sabemos que si tratamos bien a la chica, si ella está a gusto con nosotros, vamos a ser los primeros beneficiados. Buscando nuestro propio, individual y egoísta beneficio la mejor de todas las conductas posibles es la de ser respetuoso y amable con la chica.
E: ¿Crees que vale todo el mundo para ejercer la prostitución?
P: ¿Todo el mundo vale para ejercer cualquier actividad? Claro que no, me sienta fatal cuando se trata a las putas como chicas que "no valen para otra cosa", que han "caído en lo más bajo", cuyas alternativas laborales serían solamente trabajos no cualificados (el famoso "vete a fregar escaleras"). Ni mucho menos. La prostitución es un trabajo altamente especializado y que requiere de una serie de habilidades, destrezas y cualidades específicas. ¿O cuántas personas conoce usted que puedan vivir trabajando DIEZ HORAS AL MES como ha dicho Marien? ¿O que ganen, como hizo ella en día, "más que un ministro"? El mercado retribuye justamente a las prostitutas, cobran mucho porque realizan un trabajo demandado socialmente.
Ninguno de nosotros valdríamos para cualquier trabajo. Por ejemplo, a lo largo de esta entrevista he dicho que yo sería incapaz de ser político. No, yo no estoy cualificado para engañar, para robar, para perjudicar al prójimo. ¿De eso se infiere que nadie está preparado para hacerlo? Pues no, como vemos vivimos en un país donde existe una sobrecualificación para esta tarea.
E: ¿Vives la prostitución como una práctica de dominio o superioridad sobre la prostituta?
P: Como te ha dicho Montse, son ellas quienes ponen las condiciones. Evidentemente cada cliente va a buscar a aquella chica que tenga una forma de ser y de trabajar que se ajuste más a sus preferencias personales, lo que va a provocar que unas chicas tengan más trabajo que otras.
Si uno, como cliente, quiere que la chica sea más... "generosa", por así decirlo, lo que he comprobado a lo largo de los años es que no hay nada mejor que hacérselo pasar bien. Por una parte es algo que alimenta nuestro ego, que te hace sentirte bien contigo mismo: "putea, puede estar con cualquier hombre, la pagan por esto y es conmigo con quien se moja y me hace esto y lo otro... wouw, debo de ser un pichabrava". Te lo dice Montse, eso es lo más, nos hace subir al cielo. El hecho de que paguemos no hace que nos creamos con ningún derecho superior, si a eso te refieres. ¿O te crees mejor que el abogado, el fisio o el dentista al que pagas? Les pagas y lo haces muy a gusto, porque te han ayudado a mejorar tu calidad de vida y además ese pago es un reconocimiento a su profesionalidad. Así que, ¿por qué ver de otra manera el pago a una prostituta?
De hecho, para mí el pago es lo de menos. Yo lo olvido. Estoy con la chica y lo que me importa es pasar un buen rato. Esa idea de la prostitución como práctica de dominio o humillación hacia la prostituta la tienen aquellas personas contrarias a esta actividad, que necesitan justificarse mediante algún argumento que suene aceptable. Pero no tiene absolutamente nada que ver con la realidad, lo puede comprobar cualquiera que se acerque mínimamente al mundo de la prostitución.
El mercado de la prostitución es uno de los más libres y transparentes que hay, con multitud de oferentes y demandantes. Ambas partes tienen algo que satisface la necesidad de la otra, y llegan a un acuerdo recíproco, mutuamente beneficioso. No tiene que intervenir ningún regulador, son dos personas que mediante un intercambio voluntario satisfacen sus respectivas necesidades. Es el libre mercado funcionando a pleno rendimiento. El capitalismo en su máxima expresión. La clara prueba de que los individuos nos gestionamos de maravilla actuando por nuestra cuenta sin necesidad de gobiernos que nos digan qué nos conviene. Me gusta la prostitución porque me gusta la libertad. ¿Entienden ahora por qué también los enemigos de la libertad son mismos que rechazan la prostitución?
E: ¿Vas buscando cariñete o sexo puro y duro?
P: Estoy con las chicas para pasarlo bien, y aprender. Durante muchos años el que fue mi mayor objetivo al estar con prostitutas no fue ni tener cariño ni sexo sino acceder a información de primera mano de una realidad que tanto se desconoce. Pero bueno, no voy a decir que esta motivación sea compartida por mucha más gente. Lo que sucede es que en general se busca lo que uno no tiene, como se dice "el que tiene hambre, con pan sueña". Y me parece lógico que haya clientes que busquen tanto sexo rápido, anónimo y variado como cariño, compañía y alguien que les escuche. Para mí no son cosas excluyentes, sino que van unidas. ¿Cómo no puedo tener cariño con quien tengo sexo? Si te gusta una persona quieres todo con ella, cariño y sexo.
E: ¿Piensas que la prostitución ha mantenido muchos matrimonios?
P: Pues yo no estoy casado y por tanto en esto opino desde el desconocimiento. Pero sí, por lo visto parece que una parte muy importante de los clientes son hombres casados y que gracias a este "escape" se mantienen en una relación que, de otro modo, no soportarían. Yo eso no lo veo como un argumento a favor de la prostitución sino en contra. Si no estás bien con una persona, no deberías estar con ella. Eso de seguir casado "porque sí", porque son "muchos años", porque "socialmente" está bien visto... no, eso no va conmigo.
Sí he conocido mucho cliente casado y mira, personalmente no apruebo esa conducta. Como te he dicho, no me van las mentiras. Por eso voy de putas, porque me fastidian mucho los engaños y la hipocresía tan común en muchas relaciones.
E: ¿Cómo es posible que vayan chicos tan jóvenes, de 18? ¿No pueden tener cualquier amiguita?
P: Creo que es por la facilidad, la inmediatez y porque los precios son asequibles. Ir de putas no es algo excluyente, la mayor parte de clientes que he conocido han mantenido relaciones fuera del ámbito de la prostitución (es verdad que hay gente que si no es pagando no follaría... pero son casos MUY extremos). Además, aunque la "oferta" de sexo sea mayor que antes la "demanda" ha crecido a un ritmo aún superior. La gente va de putas sencillamente porque es algo que gusta, que apetece, que encuentran deseable. ¿Por qué van a conciertos, pudiendo escuchar la música en casa? Pues porque en vivo y en directo es mejor, merece la molestia el gasto y el desplazamiento. Con la prostitución sucede lo mismo, uno tiene muchas alternativas: echarse novia, pelársela en casa, salir a ligar... pero hay quienes encuentran en esta opción la mejor de las alternativas posibles. ¿Que otra gente no? Pues bien, que hagan lo que les dé la gana, no me meto en la vida de los demás y que no se metan en la mía. No a todo el mundo le hacen feliz las mismas cosas. Tenemos distintos gustos y hay que aprender a respetarlos.