Roberto Fernández Villarino, Vicepresidente de la Asociación Nacional de Abogados Laboralistas
"En materia de prostitución no caben soluciones intermedias, o se elimina cualquier posibilidad de ejercicio mediante la criminalización de todas sus expresiones, excluyendo, en consecuencia la regulación jurídico-laboral, o se admite y regula en pie de igualdad con otras relaciones laborales de carecer especial. Lo cierto es que la regulación actual da lugar a más luces que sombras y supone, en la práctica, una fórmula abonada al fraude".
María Salas Porras & Francisco Vila Tierno, Universidad de Málaga
"Debemos oponernos a que se institucionalice esta forma de esclavitud y violencia contra las mujeres. Es hora ya de desenmascarar las voces que hablan de modernidad, de derechos y prebendas, cuando en realidad lo que se están defendiendo son intereses económicos muy concretos y la explotación humana que se aprovecha de la pobreza y la marginación".
Manifiesto "Regular la prostitución es regular la esclavitud" de la Secretaría de la Mujer del PCE
"Nuestra principal preocupación es que las trabajadoras del sexo sean consideradas CIUDADANAS, se les reconozcan como tal sus plenos derechos, también los laborales, y dispongan de instrumentos legales, al igual que el resto de trabajadores/as de otros sectores, que les permitan defenderse de los abusos de todo tipo a los que, frecuentemente, son sometidas".
Colectivo Hetaira, en defensa de los derechos de las prostitutas
Me gusta enlazar unas entradas con otras, el tema de la prostitución es enormemente extenso y parece no agotarse nunca. Bien, estábamos hablando de la posibilidad de regular esta actividad para poder incrementar los ingresos fiscales e intentar de esta forma saciar la infinita voracidad de Hacienda. Ciertamente, suele extrañar que el gobierno no trate de meter mano en la prostitución mientras esquilma a todo aquel que crea riqueza. Ya he explicado en la pasada entrada qué motivaciones pienso que debe tener y no voy a abundar más en ello (por el momento).
Pero una eventual regulación tendría, forzosamente, que contemplar más aspectos que el puramente recaudatorio. Me refiero a derechos sociales y laborales, a garantizar una protección legal, a una seguridad jurídica en estos momentos inexistente. Eso es lo que ha llevado a una serie de asociaciones y profesionales (principal, aunque no exclusivamente, provenientes del mundo del derecho) a interesarse por este particular. Como sabéis no soy un gran entusiasta de estos supuestos "beneficios sociales" pues los considero un engañabobos, ya que apenas revierte en el contribuyente una fracción de lo recaudado perdiéndose el resto en "rozamiento interno", esto es, en el sostenimiento de la sobredimensionada e ineficiente administración (aunque a diferencia de cualquier estafa ésta no lo puedes evitar, es completamente coactiva: en otras palabras, en un auténtico robo). Entonces uno no puede menos que preguntarse cuáles tendrán que ser los enormes perjuicios que provocaría una regulación para, a pesar de beneficiar económicamente al gobierno, no sólo renunciar a esta tributación sino además emplear el dinero del contribuyente en financiar a asociaciones que atiendan a las prostitutas, campañas publicitarias de "concienciación" y unidades policiales dedicadas a la inspección e investigación. Realmente no es algo que les salga rentable, así que habrá que suponer que esta vía de acción se debe al buen corazón y desprendimiento de nuestros representantes políticos (¿o si no, qué podría ser?).
La continua reclamación de los colectivos "pro-derechos" es que el trabajo sexual sea considerado un trabajo equiparable a cualquier otro. ¿Que las prostitutas no son completamente libres y se hallan lastradas por cadenas como las de la imagen? Cierto. Son las cadenas legales las que constituyen, generalmente, su más pesada carga. De ahí que unos las queramos romper... y otros mantener.
La perplejidad aumenta al considerar que no sólo las autoridades públicas se resisten con uñas y dientes a fiscalizar este dinero sino que... ¡son los propios trabajadores y empresarios quienes insistentemente lo piden! Es... el puto mundo al revés. Todos quejándose por pagar demasiados impuestos y resulta que "las putas y los proxenetas" quieren ponerse a pagar. Absolutamente incomprensible... desde fuera, para quien no conozca este mundo. Que las cosas no son como nos las pintan, la falta de una normativa formal no significa que esto sea un paraíso al margen de la administración. Más me gustaría. Ojalá a nadie se le hubiera ocurrido ponerse a vivir a costa de los demás, sin embargo es lo que hoy tenemos: como sentenció Franklin, lo único cierto en la vida es morirse y pagar impuestos.
Por el momento, la única alternativa que tiene quien desee normalizar su situación como profesional de la industria del sexo es hacerlo como autónomo tal y como nos explica en la siguiente entrevista la magistrada Gloria Poyatos. ¿Es una solución? Desde un punto de vista formal sí, porque permite integrarse en el sistema cotizando. Sobre el papel, como tantas otras cosas, funciona. Pero no resuelve el problema de fondo, la respuesta ha de ser política y tiene que venir de parte de nuestros legisladores. Jurídicamente, no tiene ningún sentido que una profesión pueda ejercerse únicamente por cuenta propia. Además, como tantas propuestas concernientes al trabajo sexual, lo primero que hace falta es que las propias trabajadoras sexuales sean tenidas en cuenta y aquellas preocupadas por "cotizar" y "tener derecho a la Seguridad Social" son una ínfima minoría. No, ése no es su problema y por tanto ésta no es una solución real, efectiva. Su principal preocupación, por decirlo con un lenguaje políticamente correcto, es la actitud de las administraciones hacia ellas y las políticas públicas que vienen implementando. Por eso quieren una regulación, pero NO CUALQUIER REGULACIÓN, sino una que permita que legalmente sean tratadas como cualquier ciudadana y abra la puerta a su aceptación social (lo que llamamos "la normalización"). Esos son sus problemas, como experimentó esta abogada son sentirse en continua "tensión" y saberse la "más observada" del lugar. Eso tiene que cambiar, y lo vamos a hacer.
La magistrada del Juzgado de lo Social nº 1 de Arrecife, Gloria Poyatos, demostró en un experimento jurídico realizado en Gerona en 2009, en el que se hizo pasar por una profesional del sexo, que las prostitutas pueden darse de alta en Hacienda y la Seguridad Social para ejercer su actividad con garantías fiscales y legales. En esta entrevista cuenta su experiencia.
ARÁNZAZU FERNÁNDEZ - ARRECIFE
- ¿Qué la llevó a realizar la tesis doctoral para la Universidad de Girona con la que demostró que una trabajadora del sexo se puede dar de alta en la Seguridad Social como empleada autónoma sin que legalmente le pongan trabas para ello?
- Siempre que he investigado una materia jurídico-laboral, me he interesado por los colectivos más desprotegidos y discriminados. Lo hice con los trabajadores a tiempo parcial, que fructificó en mi primera publicación en el año 2002, después con los trabajadores víctimas de acoso moral o mobbing, que también concluyó con mi segundo libro en el año 2004, y por último, aprovechando mi trabajo de investigación en la Universidad de Girona (año 2008-9), dentro de los cursos de doctorado, decidí inclinarme por el colectivo de las trabajadoras sexuales, que son el paradigma de discriminación y explotación, y si además podía servirles de ayuda para atajar la terrible desprotección social que padecen, pues ya me daba por satisfecha.
- ¿Le sorprendió el desenlace de su investigación sobre la prostitución?
- Francamente sí, pues siempre se nos ha hecho creer que es imposible hacer visible fiscalmente a las trabajadoras sexuales, bueno, al menos, a las prostitutas, ya que curiosamente no ocurre lo mismo con las actrices de porno, por ejemplo.
- ¿Qué hubiera hecho si la Seguridad Social no hubiera admitido su petición dándole la posibilidad de incluirla en el apartado de 'otras actividades personales', como le propuso?
- Pues continuar con mis planes, ya que, de hecho, lo que yo buscaba era una resolución escrita y negativa de la Administración, para poder impugnarla y conseguir una sentencia. Yo entonces era letrada en ejercicio y no me suponía ningún esfuerzo defenderme judicialmente, ya que además tenía resuelta toda la fundamentación jurídica para defender mi punto de vista, esto es, que no existe ningún impedimento legal para incluir el trabajo de la prostitución, siempre que se realice por cuenta propia (trabajo autónomo), en nuestro Sistema de la Seguridad Social.
- ¿Llegó realmente a formalizar la inscripción?
- No consumé la formalización porque la anulé ese mismo día, así que formalmente no llegué a estar de alta en el sistema. No obstante, y tras realizar el anterior experimento práctico, he hablado con prostitutas, que sí han cursado su alta en el sistema, siguiendo mi ejemplo. Ninguna de ellas me ha dicho que le denegasen el alta. Otra cuestión distinta es lo que ha venido pasando y es que a veces estas mujeres han engañado al sistema cursando altas en actividades económicas tasadas legalmente, que no se corresponden con el trabajo que realmente hacen. Por ejemplo, como limpiadoras en el Régimen especial de empleadas de Hogar, consiguiendo así estar incluidas en el sistema, cotizar y generar futuras pensiones y prestaciones de la Seguridad Social.
Las prostitutas tienen buenos motivos para exigir la consideración de su ocupación como un trabajo legal, asimilable a cualquier otro. Entienden que conllevaría un reconocimiento de derechos, un límite a los abusos y la represión que vienen padeciendo y una mejora generalizada de sus condiciones laborales. En la imagen, una manifestación en Francia impulsada por el sindicato STRASS.
- Usted estaba embarazada de seis meses cuando decidió inscribirse como trabajadora autónoma del sexo. ¿En ningún momento le pusieron reparos para llevar a cabo su pretensión? ¿Sospecharon que era una falsa prostituta?
- La verdad es que reparos no me pusieron por tal motivo, aunque en el ambiente se respiraba una situación de tensión y, sobre todo, reconozco que me sentí la más observada del recinto. Respecto a sospechar que no era real mi solicitud, yo diría que en ningún momento los funcionarios sospecharon, pues resultaba muy convincente. Además, mi estado de gravidez era una buena excusa para buscar protección social de futuro.
- ¿Inscribirse en la Seguridad Social sería la mejor manera de legalizar la prostitución?
- Mire, la historia del hombre y la aplicación de las políticas empleadas hasta ahora para atajar el grave problema de la explotación de mujeres mediante la prostitución no ha hecho disminuir las cifras, sino aumentarlas peligrosamente, a la vez que se consolidaban y enriquecían las mafias internacionales.
- ¿Cuáles son las cifras de la prostitución en España?
- España mueve 50 millones de euros al día y 18.000 millones de euros anuales, según la Asociación de Propietarios de Clubs de Alterne. Una realidad que ha generado, en nuestro país, una potencial clientela de 15 millones de varones para 400.000 prostitutas o una para cada 38 hombres que se traducen en unos ingresos para los empresarios del sector de 45.000 euros por prostituta y año. Esos datos están recogidos en el informe elaborado por la ponencia sobre el estudio de la prostitución en nuestro país, constituida en el seno de la Comisión Mixta de los Derechos de la Mujer y de la Igualdad de Oportunidades, publicado el 13 de abril de 2007 en el Boletín Oficial de las Cortes Generales.
Algunos humoristas han bromeado con los supuestos intereses ocultos de nuestras autoridades para no "legalizar" la prostitución. ¿En ese caso se enteraría "la parienta"? No veo por qué. ¿Porque enviarían la factura a casa? La misma factura que te hace un taxista o un peluquero, por ejemplo. La única "receta" que llega a casa es la que mandan, hoy por hoy, determinados Ayuntamientos que sancionan al cliente de callejeras y eso si no se paga en el momento. ¿El servicio se encarecería al pagar IVA? Pues precisamente es lo que le interesa a la administración. No veo, no encuentro motivo alguno para que la prostitución se mantenga en este "limbo legal"... a no ser que haya una parte de la historia que no nos hayan contado. Pero para eso ya estoy yo.
- ¿Es partidaria de legalizar la prostitución en España?
- Mi propuesta pasa por cambiar, controlando siempre las actuaciones delictivas como el tráfico de personas o el proxenetismo, que creo merecen la máxima sanción penal. En aquellos casos en los que libremente la persona mayor de edad quiera dedicarse a la prostitución como actividad habitual voluntariamente consentida, debería tener un hueco en el sistema social, y derecho a las contraprestaciones económicas que su reconocimiento fiscal le brinda. Creo que ello daría mayor independencia y libertad a este colectivo, y quizás poder independizarse de sus explotadores, que carecería de presión alguna sobre ellas, al contar con una protección que ahora no tienen y las hace ser más vulnerables ante sus explotadores.
- ¿Con la crisis económica hay más mujeres que ejercen la prostitución?
- Lo que se ha producido es una mayor explotación de las mujeres prostitutas, que ante una situación de necesidad se hacen más vulnerables ante las mafias y proxenetas, y también por esa situación de necesidad realizan servicios a precios inferiores y en peores condiciones.
- Usted es magistrada de lo Social en Arrecife. ¿Se han incrementado las denuncias en el último año?
- Mi experiencia como magistrada se inició en mayo de 2010, por lo que no dispongo de un periodo más o menos amplio para poder efectuar estadísticas. Este 2011 desde el juzgado en el que trabajo hemos experimentado un incremento en la entrada de demandas respecto a 2010. Ya veremos cómo acabará el año. No creo que sea necesario crear, por ahora, más juzgados de lo Social en Arrecife.
Para seguir informándose sobre el tema en este mismo blog:
· Primero de Mayo, por el reconocimiento del trabajo sexual
· ¿Debe admitirse la prostitución como una actividad laboral más? Un caso práctico