¿Y qué sucede cuando uno se toma la molestia, para mí placer como suelo decir, de escucharlas? Pues que te dicen que no quieren ser "reinsertadas" sino que las dejen en paz, que se encuentran cómodas haciendo lo que hacen (la que no está a gusto sale de la prostitución por su propio pié, os lo aseguro), y que sus problemas provienen no tanto de la naturaleza sexual de su trabajo -que no les causa una especial incomodidad- sino de la falta de respeto y aceptación social que padecen, muchas veces reforzada por la actitud de las autoridades públicas a quienes acusan de perjudicarlas continuamente.
La imagen que las prostitutas nos ofrecen de su actividad y de su vida contrasta fuertemente con la que nos trasladan desde las instituciones políticas, asociaciones feministas y medios de comunicación. Este cartel y los que les mostraré a continuación fueron los desencadenantes de una importante polémica en Brasil.
En Brasil el activismo pro derechos de las trabajadoras sexuales cuenta con una larga trayectoria, siendo su cabeza más visible la legendaria ex prostituta y política (se presentó para diputada nacional, pero no fue elegida) Gabriela Silva Leite. En torno a ella se reunió la "Red Brasileña de Prostitutas", compuesta por más de 30 organizaciones, con el objetivo de denunciar "sobre todo la violencia policial, pero también la histórica y revitalizada identificación de prostitución con enfermedad". Como ellas mismas nos cuentan, han obtenido resultados desiguales en su lucha: "Mientras la violencia—especialmente la cometida por la policía—continúa siendo uno de los problemas más graves que enfrentan las trabajadoras sexuales en Brasil, y es ampliamente ignorada por los oficiales públicos (...) los desafíos creados por la epidemia de SIDA llevaron a partir de la década del 90 a colaboraciones, en forma de proyectos, entre asociaciones de las prostitutas de la Red y el Ministerio de Salud enfocadas a la prevención del SIDA". Es decir, que en el asunto de lo que denominamos "violencia institucional" pasaron de ellas como de la mierda pero, al seguir considerándolas como un "grupo de riesgo" para la salud pública, las administraciones se vieron obligadas a contar con ellas.
La campaña debía girar en torno a la concienciación del uso del preservativo entre los clientes de prostitutas. Ellas se mostraron dispuestas a prestar su imagen para los carteles, por ejemplo éste reza "no puedo follar sin goma, amor mío". Sin embargo aprovecharon la ocasión y no limitaron su mensaje al sexo seguro. Me encantan las putas sobre todo porque son ingobernables, siempre encuentran la manera de salirse con la suya (como quien escribe estas líneas).
¿Cuál fue el resultado? Por una parte señalan que, al no acotarse, los abusos policiales se han incrementado bajo diversas justificaciones: "los esfuerzos de “revitalización” urbana y las campañas de limpieza, promovidos como parte de la preparación para la Copa mundial de fútbol en 2014 y los Juegos olímpicos de verano de 2016, frecuentemente encubiertos con una retórica anti-tráfico equivocada han llevado a las peores represiones de la prostitución en Brasil en una década". Parece que no existe mucha diferencia con lo que sucede aquí, empleando excusas aparentemente benévolas (garantizar la convivencia, revitalizar barrios degradados o la sempiterna lucha contra la trata) los poderes públicos no han hecho otra cosa que implementar en la práctica medidas represivas que a las prostitutas les resultan claramente lesivas. Sin embargo -dado que sus quejas ante la actuación de las autoridades eran sistemáticamente desoídas- trataron de hacer llegar sus reivindicaciones por el único frente que les quedaba abierto, el sanitario. Emplearon los programas de prevención del VIH para plantear sus auténticos problemas: "temas como los derechos humanos, el estigma y la discriminación, la profesión, la reglamentación y el acceso a los servicios de salud fueron incorporados en la interlocución, contribuyendo a la movilización del colectivo".
El uso del preservativo puede fomentarse no sólo mediante campañas aterradoras sino también con mensajes en positivo. En éste una trabajadora sexual manda "un beso para ti que usas condón y te proteges de las enfermedades venéreas".
De eso va la entrada de hoy, de la campaña que con objeto del día de la trabajadora sexual (2 de Junio) lanzó el ministerio de sanidad de Brasil y la enorme polémica que generó al recoger no sólo reivindicaciones de índole sanitaria por parte de las prostitutas (básicamente el uso del condón o "camisinha") sino también otras de carácter más social como su exigencia de respeto a la ciudadanía y de derechos a la administración. A ver, siendo importante el tema sanitario no es el que más preocupa a las prostitutas. Gabriela establece que los principales problemas del colectivo serían, en primer lugar, la violencia policial e institucional; en segundo, el estigma o rechazo social; en tercero, la falta de alternativas laborales y finalmente, en cuarto, las enfermedades e higiene en el trabajo. Mi experiencia me lleva a coincidir con ella tanto en la enumeración de estos problemas con en el orden en el que los prioriza. Curiosamente no se habla nada de la "trata", y es que un aspecto verdaderamente llamativo es que aquellas cuestiones que más afectan a las prostitutas son las que menos atención reciben por parte de los poderes públicos y viceversa, aquello que menos las concierne es lo que obtiene más publicidad. Ése es el problema de los dirigistas, que necesariamente van a asignar los escasos recursos de manera ineficiente porque desconocen la situación real a la que se enfrentan (eso si fuésemos bien pensados, los más maliciosos como un servidor pensamos que actúan así a posta, para beneficiarse ellos mismos y su entorno mientras empeoran los problemas que dicen combatir para así asegurar que siempre sea necesaria una intervención pública).
Desafiantes y orgullosas. Así son las trabajadoras sexuales que conozco, no esas víctimas inválidas y llorosas que nos pintan los anti-prostitución. No piden ser reinsertadas, ni tampoco sus demandas se ciñen a los aspectos meramente sanitarios. Escúchenlas, más claro imposible: "nuestro mayor sueño es que la sociedad nos vea como ciudadanas".
La historia es la siguiente: el ministerio de salud de Brasil lanzó una campaña que supuestamente debería haberse centrado en la lucha preventiva contra las enfermedades de transmisión sexual. Tuvieron la genial idea de hacerla contando con prostitutas y éstas lograron convencer al responsable de turno para que al lado de los mensajes sobre el uso del condón figurasen otros que alentasen a respetar a las prostitutas y reducir los prejuicios de la sociedad en su contra. En principio no parecía haber nada malo, todo el mundo conseguía lo que quería y los cartelitos habían quedado muy chulos con tanta mujer de la calle. Pues menuda la que se armó. Inmediatamente saltaron las feminazis, como la diputada Liliam Sá, diciendo que se "glorificaba la prostitución" y se "animaba a consumir prostitución infantil". El ministro, Alexandre Padilha, rápidamente tuvo que dar marcha atrás retirando la campaña pero el "daño" estaba hecho: el mensaje de las putas había llegado. Al cesar al responsable político de esta iniciativa lo que consiguieron fue echar todavía más leña al fuego, reavivando el debate sobre la prostitución.
Otro de los soberbios mensajes de esta campaña fue "No aceptar a las personas como son es violencia". Muchas veces nos dicen que las prostitutas son "víctimas" y que sufren "violencia". Efectivamente, son víctimas de los intolerantes y sufren la violencia por parte de órganos gubernamentales como el ministerio de salud brasileño que es incapaz de aceptarlas.
Dos cosas han quedado claras. La primera es que a esas FEMILISTAS se les está cayendo la careta: su retórica buenista pierde todo su valor al verse confrontada con las palabras de las mujeres que dicen defender. Oiga, si de verdad quieren ayudarlas comiencen escuchándolas. Si no lo hacen ya están mostrando lo que realmente les importan. Y la segunda son las prioridades de los políticos: no te hacen dimitir si robas, si encubres a corruptos, si das muestras diarias de incompetencia porque no sabes ni hablar bien, si dejas el país en la ruina, si engañas a tus propios electores, si enchufas a familiares y amigos para vivir de la teta pública... pero si intentas dignificar la prostitución dando voz a las prostitutas que no piden ni más ni menos que ser tratadas como cualquier persona, entonces patada y a la puta calle. Una de las escasísimas cosas en las que los partidos de gobierno (es decir, los que mandan o aspiran a hacerlo a corto plazo) coinciden de manera unánime es en denegar derechos laborales a estas personas y fiscalizar sus ingresos. Qué raro que con lo intervencionistas que son para todo lo demás, el tema de la prostitución no quieran ni tocarlo... pero qué raro, primo.
Les dejo con la noticia de la retirada de la campaña y el comunicado que sacaron las prostitutas:
ABC - VERÓNICA GOYZUETA / SAO PAULO 05/06/2013
Formaba parte de una acción para concienciar sobre las enfermedades de transmisión sexual y su autor ha sido despedidoEl gobierno brasileño retiró del aire una polémica pieza de publicidad en que una mujer sonreía al lado del lema «Soy feliz siendo prostituta», criticada por algunos sectores por hacer apología a esa actividad. Los anuncios y videos, que fueron distribuidos en redes sociales como parte de una campaña de educación sexual, tuvieron muy mala repercusión y provocaron también la dimisión de su autor, Dirceu Greco, director del departamento de Sida y Enfermedades Sexualmente Transmisibles (ESTs) del Ministerio de Salud.
El material era parte de una campaña llamada «Sin vergüenza de usar preservativos», que el ministerio lanzó el fin de semana por ocasión del Día internacional de las Prostitutas y que seguirá en el aire hasta el 2 de julio, sin la polémica pieza en cuestión.
«Mientras sea ministro, una pieza como esta no será parte de la campaña», declaró el ministro de Salud, Alexandre Padilha, informando que esa pieza de la campaña fue elaborada sin su conocimiento. «Respeto a las entidades y a los movimientos que quieran pasar ese mensaje, pero ese papel es de ellos, el del Ministerio de Salud es estimular la prevención a las ESTs», explicó. Según el ministro, la campaña recibió sugerencias de mensajes de «entidades que representan a las profesionales del sexo».
La campaña, que reúne panfletos y cinco videos protagonizados por prostitutas, trae mensajes como: «no aceptar a las personas de la forma que son es una violencia», «un beso para ti que usas preservativo y te proteges de la ESTs», y «El sueño mayor es que la sociedad nos vea como ciudadanas».
El gobierno recibió críticas de grupos evangelistas y de congresistas. «Nadie es feliz siendo explotada sexualmente», declaró la diputada Liliam Sá, de un partido aliado al gobierno e integrante de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso. «Está bien que se haga campaña de prevención al Sida, pero no de ese tipo. Eso no es bueno ni para las propias muchachas profesionales del sexo», afirmó.
Como país que encabezó las estadísticas mundiales de casos de Sida hasta la década de 90, Brasil ejecutó un exitoso programa de lucha contra la enfermedad que redujo el número de casos y se volvió un modelo internacional. Parte de ese trabajo incluye campañas de publicidad osadas y que ya fueron objeto de otras polémicas, especialmente con entidades religiosas. Actualmente, más de 500.000 brasileños viven con el virus del Sida y reciben gratuitamente remedios y tratamiento, a través del sistema público de salud.
_______________________________________________________________________
¿Por qué hemos de sentir vergüenza? La campaña seguía las directrices del ministerio a la hora de promover el uso del condón, pero ya de paso aprovechaba para mostrar a unas mujeres valientes que decidían valorar su trabajo, luchar por sus derechos y asumir y defender su condición de prostitutas:Contra el bien de todos y la felicidad general de la Nación, el gobierno viola los principios de la Constitución y del Sistema Público de Salud.
El movimiento de las prostitutas y la reforma de la salud, que llevó a la construcción del Sistema Único de Salud (SUS), tienen puntos en común en sus trayectorias: los procesos de diálogo, de creación y de acción. Si la salud se convirtió en deber del Estado y derecho de todos en la Constitución Federal de 1988- guiado por los principios de universalidad, igualdad (sin prejuicios ni privilegios de ningún tipo), integralidad, descentralización y participación de la comunidad – el movimiento de las prostitutas nació denunciando la desigualdad, los prejuicios y la discriminación, y reclamando el derecho a trabajar con dignidad, respeto y ciudadanía.
Después de 30 años, al vetar y después alterar drásticamente una campaña para la prevención del SIDA supuestamente construida con la participación de prostitutas, el gobierno utiliza este grupo social para decir lo que quiere, ignorar los logros del movimiento social y violar los principios democráticos y del SUS.
Por si no quedó claro, la idea fundamental que han deseado transmitir es que SON FELICES SIENDO PROSTITUTAS. Su estilo de vida debe ser respetado, ellas deben ser respetadas, su condición de ciudadanas ha de ser respetada. Por putear no han de ser consideradas menos que nadie. ¿Estamos?
En primer lugar, la participación de la comunidad. El taller destinado a la creación de la campaña, promovida en marzo por el Departamento de ITS, Sida y Hepatitis Virales, dió como resultado materiales que se destacaron como elementos fundamentales en la prevención: la felicidad (“Soy feliz siendo prostituta”), la ciudadanía (“el sueño mayor es que la sociedad nos vea como ciudadanas), la lucha contra la violencia (“no aceptar a las personas tal como son es violencia”) y el preservativo. ¿Qué hizo el gobierno? Ignoró todos aquellos elementos que comprobadamente contribuyen a la prevención, limitándose a fomentar imperativamente el uso de condones, como si fuese un gesto puramente objetivo y mecánico, disociada de subjetividades, derechos y vulnerabilidades. ¡Es la higienización de la vida!
En segundo lugar, al seleccionar sólo ciertos mensajes entre los construidos en el taller, rehúsa el principio de igualdad al negar a las prostitutas el derecho de expresar sus sueños e ideales de ciudadanía, la afirmación de la identidad y visibilidad social, al no reconocerlas como ciudadanas y usuarias del SUS.
Cuando el gobierno censuró la campaña, ellas no se quedaron calladas. Pensar otra cosa sería no conocerlas. Contraatacaron con otra serie de carteles denunciando el silenciamiento que sufrían y pidiendo algo tan elemental como tener LOS MISMOS derechos que cualquier otro trabajador.
Acciones de prevención y promoción de la salud basadas en directrices de ciudadanía, hay que señalar, también son parte de otro principio Salud, violado: el de la integridad.
Además, con este modo de acción, el gobierno se pone en la posición arrogante de sólo permitir a las prostitutas aparecer como víctimas o vectores de la infección por el VIH. Y por lo tanto sujetos sin voz, que sólo tienen el derecho a ser rescatadas por el Estado proveedor del único elemento (“obtenga sus condones en la Unidad de Salud “) que las salvará de SIDA.
La actitud del gobierno también revela el esfuerzo de alimentar la estructura moral de la familia a toda costa, una complicidad cobarde con un discurso que relega a las prostitutas y otros segmentos “inconvenientes” a la marginalidad de un modelo de sociedad.
Estas prostitutas brasileñas no se han resignado a vivir calladas, sufriendo la discriminación, violencia y prejuicios que sostienen quienes se permiten hablar por ellas. ¡NO! Las prostitutas tienen voz propia, y si están dispuestos pueden escucharla.
Al pronunciarse ya inicialmente con el texto “Soy feliz siendo prostituta”, también demuestra la arrogancia de no creer a una prostituta pueda ser feliz y el miedo de que nosotras expresemos el deseo de felicidad que va contra este modelo.
¿Y el deseo de los políticos? ¿Qué medidas están detrás de esta actitud? Existe en ella un proyecto de felicidad? ¿Por qué sólo ellos pueden ser felices? ¿Cuál es el precio a pagar por las prostitutas? Nuestros cuerpos, deseos y vidas están pagando el precio de acuerdos políticos y negociaciones de partidos, el costo de la práctica de la censura y el cierre del diálogo.
Estaremos aquí, sí, muy contentas con nuestra profesión. Creemos que no hay que convivir con la violencia y la discriminación, y que debemos ser respetadas por nuestras opciones como ciudadanas. E insistiendo en que el gobierno construya con coraje, políticas basadas en los principios constitucionales para toda la población, independientemente de su orientación sexual, identidad de género o profesión.
4 comentarios:
Sólo con la censura y la falacia sensacionalista pueden ser creíbles... Magnífica entrada, magnífica charla de Riopedre que ha ridiculizado a unos "trafiquistas" indocumentados.
Pues no estoy de acuerdo. Cuando para explicar un comportamiento hay que elegir entre la maldad o la estupidez, me inclino por la primera. Mira, que me digas que el mito de la trata lo creen unas jovencitas que no han hablado con una puta en la vida tiene un pase. Lo acepto. Pero estas arpías no, llevan AÑOS haciendo caja y conocen perfectamente lo que pasa.
Es más, los "trafiquistas" no son sólo esas señoronas femilistas que únicamente pisan moqueta. En sus charlas hay, y son el principal soporte de su discurso, una larga serie de comisarios, inspectores y altos mandos policiales que no son precisamente unos "indocumentados". Es gente que conoce muy bien la realidad, sabe de lo que habla y MIENTE a sabiendas.
Lo que me inquieta, y es en lo que quiero que reflexionéis, son los motivos que les están llevando a engañarnos.
Me alegro que hayas estado en las charlas, espero que tu estancia en Madrid sea productiva en todos los aspectos.
Claro, Cliente, ellas son perfectamente conscientes de que mienten y el bienestar de las putas les importa un carajo... Su objetivo está en castrarnos a ciertos hombres y conducirnos a la amargura y/o la soledad.
Tampoco concuerdo en esto. ¿Qué coño les importamos nosotros? Eso del feminazismo, del hembrismo y del resentimiento hacia los hombres es una bobada. Ciertamente les sucederá a algunas amargadas, pero eso no explica que los gobiernos de manera mayoritaria, casi unánime, hayan tomado medidas represivas contra la prostitución.
Su verdadero interés es mantener este sector sin fiscalizar para FINANCIARSE ILEGALMENTE. Joder, ¿no sigues el caso Bárcenas? Cuando comenzó todo parecía de película y ahora el PP se ha VISTO OBLIGADO a reconocer la existencia de una trama corruPPta (Dios, yo hablando como un progre cualquiera... pero es que coño, si trincan no voy a defenderles). Si no hubiese sido por Bárcenas, no se habría destapado nada y todos seguirían contentos y calladitos. La reacción de la casta es enturbiar todo lo posible, cerrar filas en torno al líder, negar hasta el final y no dar explicaciones porque en boca cerrada no entran moscas.
Hay que IR SACANDO MIERDA de los grandes partidos hasta que les cubra para que no puedan respirar, sólo si les ahogamos a ellos evitaremos que nos asfixien a nosotros. Estoy plenamente convencido de que la razón última de mantener el enorme y lucrativo sector de la prostitución en la clandestinidad es puramente de carácter económico: no hay papeles, recibos, movimientos de dinero. Sólo efectivo, cash, y policías llevándoselo crudo que presumiblemente le dejen su parte al concejal/alcalde de turno.
Riopedre ha estado investigando la operación Carioca, mira quiénes estaban detrás, miembros de las FYSE y altos cargos de la administración (incluyendo un subdelegado del gobierno). QUE SE LO ESTÁN LLEVANDO CALENTITO, QUE SE LO ESTÁN LLEVANDOOOOOO.
Publicar un comentario