Las feministas (...) pretenden deslegitimar continuamente al movimiento pro-derechos inventando falsedades.
Las normas y políticas llevadas a cabo por muchos Gobiernos constituyen una violación de los derechos humanos.
Much@s trabajador@s sexuales quisieran mayor respeto de su libre elección y ser reconocidos como trabajador@s.
Pedimos políticas que nos liberen de la violencia política y también la violencia institucional".
Pia Covre, secretaria del CDCP (Comité por los Derechos Civiles de las Prostitutas)
En la muy comentada entrada sobre el documental "Muerte de una Puta" tuvo una relevancia destacada la aparición de Pia Covre, cuyas opiniones y argumentos fueron muy discutidos y duramente criticados.
No deseo dejar a medias a mis lectores. La señora Covre se ha caracterizado por una larga trayectoria en defensa de los derechos de las prostitutas, cuya situación presume de conocer bien por haber ejercido la prostitución durante muchos años. Y aprovechando que ha visitado España y dado conferencias que han sido traducidas, he creído que nada más oportuno que traeros una de ellas para que sepáis qué es exactamente lo que dice, ya que se había objetado que sus planteamientos eran muy superficiales, poco reflexionados e incluso subjetivos y por tanto no extrapolables a la generalidad de las prostitutas.
De acuerdo, reto aceptado, aquí os traigo una intervención en la que explica detalladamente qué defiende y por qué lo hace. Se llama "Nada sobre nosotras sin nosotras" pues constituye una queja al hecho de que las decisiones políticas que se toman respecto a la prostitución nunca tienen en cuenta a las prostitutas y por tanto resultan fallidas (en su perspectiva, claro, porque yo pienso que son un éxito... ya que su objetivo no es el oficialmente declarado). También nos dice cuáles considera que son los principales problemas y dificultades que tienen las prostitutas. O cómo valora las actuaciones de las administraciones públicas. Y podréis deducir por qué feministas y gobernantes hacen tan poco caso a estas mujeres.
Quizá ya hayáis escuchado a alguien decir cosas muy similares...
Madrid, viernes, 25 de marzo de 2011 - Pia Covre
Intervención de Pia Covre (del Comitato per i Diritti Civili delle Prostitute- Onlus) en un máster en la Universidad Rey Juan Carlos en Alcorcón.
En mi discurso intentaré formar un cuadro de la situación sobre las políticas aplicadas en Italia -de verdad, no sólo en Italia parece que en España pasa algo similar – con respecto al trabajo sexual y a la lucha contra la trata de seres humanos. Actualmente, se unen estos dos fenómenos como si se tratara de un solo fenómeno. Sin embargo, la causa de la trata no es el trabajo sexual, sino las políticas inherentes a la migración que inducen y alimentan la trata. Lo que está pasando últimamente es que se está implementando una mezcla de los modelos abolicionista y prohibicionista. Sin duda la ideología abolicionista es la gran influencia, no sólo a la hora de decidir reglamentar o prohibir, sino a la hora de que socialmente la prostitución se vea como pecaminosa y algo indigno que no se puede tolerar.
Se habla de tráfico de seres humanos para la explotación sexual, como si fuera el único sector en el que explotan a los inmigrantes, fingiendo no ver que existen muchas otras formas de trabajo explotado y forzoso en la agricultura, en el trabajo doméstico, en la construcción y otros sectores. La trata de seres humanos constituye una violación grave, que justamente requiere el empeño de toda la sociedad para eliminarla; sin embargo hoy en día vemos que la lucha contra la trata se realiza fundamentalmente a través de la lucha contra la prostitución. Este modo de obrar quiere hacer ver como “víctimas” a trabajadoras y trabajadores sexuales; y, en algunos países, hasta se criminaliza a sus clientes. Hablo, a menudo, de las trabajadoras, en femenino, porque constituyen la mayoría, pero les ruego que tengan en cuenta que hoy en día hay trabajadores de ambos sexos y personas transexuales y me refiero también a ellos. Sin embargo, la presencia de mujeres es preponderante. Y en este fenómeno de migración de mujeres y menores de edad se determina el perfil de la “víctima potencial”, que se construye sobre la falta de “voluntad” por su parte. Se supone que toda migrante es una víctima, desprovista de su propia voluntad de emigrar o viajar y del mismo modo se niega deliberadamente la autodeterminación de quien elige libremente el trabajo sexual.
Normalmente en la prensa cuando se aborda la prostitución se hace desde una perspectiva “trafiquista”. Raras veces se nos reconoce la libertad de elección, incluso a las trabajadoras autóctonas, y por lo general se tiende a presentarnos como discapacitadas psíquicas o desviadas (este concepto se utiliza con mayor frecuencia para las personas transexuales) incapaces de administrar la propia vida. Se niega nuestra voluntad y, por supuesto como consecuencia directa, se nos niega la dignidad de trabajadoras y trabajadores. Y esto no es un detalle secundario... en efecto, en Europa más del 60% de los trabajadores sexuales son migrantes. Y en países como España e Italia este porcentaje es mayor.
Genial proclama en la que se juega con el significado del término lust (ansia, deseo) para referirse a que lo que más demandan las prostitutas es tener de una vez los derechos que las autoridades políticas les niegan de manera reiterada. Miren, cuando uno se aproxima por primera vez a la prostitución piensa en sexo. Pero cuando uno lleva ya muchos años y tiene los cojones pelaos, ve las cosas de manera diferente. No es una cuestión de sexualidad sino de un enorme colectivo al que, con enorme cinismo, se le niegan sus derechos más elementales escudándose en su protección. A lo largo de su brillante exposición, Pia Covre nos explica cuáles son las consecuencias prácticas de que las prostitutas se hallen marginadas social y legalmente.
Quisiera subrayar que en muchos países es indispensable para obtener los derechos de ciudadanía que las personas extranjeras sean TRABAJADORAS. Quien no puede acceder a un trabajo regularizado se ve obligado a confiarse en los que organizan el trabajo negro, explotado, clandestino y, incluso, el trabajo sexual. Delito de entrada y de residencia ilegales, continuas redadas policiales a la caza de inmigrantes "sin papeles", muchas de ellas son mujeres. Así pasa en España también. En Italia el Ministerio de Interior promulgó el Decreto sobre la Seguridad (Decreto Ley N º 125, 24-7 - 2008), con el que se autoriza a los alcaldes a emitir ordenanzas contra la prostitución callejera, con sanciones para cualquier persona que se suponga esté allí para vender o comprar sexo y el decreto ley de la ministra de Igualdad de Oportunidades, Carfagna -que debería reemplazar la ley de prostituciones- refleja en parte las ordenanzas e instaura una orientación muy represiva, todo ello añadiéndose a las nuevas normas sobre la inmigración. (El decreto ley aprobado por el Consejo de Ministros en el otoño de 2008 ahora se ha estancado después de los escándalos de políticos con las escort girls). Al decreto sobre la seguridad (convertido en ley en el mes de agosto de 2009) siguió inmediatamente toda una serie de ordenanzas contra la prostitución, emitidas por los alcaldes, que incluyen multas para las prostitutas y sus clientes. Con pocas variaciones, las ordenanzas pretenden impedir en el territorio, dependiente de cada ayuntamiento, la prostitución en la calle y “llamará al orden” a aquellas personas de quienes se sospeche que puedan dedicarse a la prostitución. Desde agosto de 2008, la ola de represión ha sido llevada a cabo por la policía nacional, los carabinieri y también por la policía municipal, los guardias de las finanzas, etc...:
· redadas en las calles;
· identificaciones con fichajes y fotos de señalización (no sólo para las extranjeras);
· persecuciones en las afueras de las ciudades para atrapar a quienes intentan escapar (se verificó algún accidente trágico en el que una mujer murió atropellada por un coche mientras huía);
· redadas en los clubes nocturnos para "desanimar" a quienes han buscado estos puestos alternativos de trabajo;
· intensificación de las redadas en los apartamentos (donde las Fuerzas del Orden entran sin orden judicial, hacen registros, secuestran condones y teléfonos móviles…) donde se ficha a las mujeres y se denuncia a los dueños por proxenetismo.
· lucha contra los periódicos y los sitios web donde se publican anuncios de contactos. Se denuncian algunos periódicos y se cierran sitios web, con la acusación para los gestores de explotar y favorecer la prostitución Como afirma el Colectivo Hetaira en un comunicado de prensa esta semana: “La prohibición de los anuncios en los medios escritos se trata de una medida demagógica, fácil y barata para el Gobierno pero totalmente ineficaz para la protección de las víctimas de trata que ejercen de forma coaccionada la prostitución. La trata con fines de prostitución es un delito y, como tal, no se anuncia masivamente en la prensa. Por el contrario quienes sí se anuncian son aquellas trabajadoras del sexo que ejercen por voluntad propia y que ven cómo medidas como éstas recortan su derecho a ofertar su trabajo. Su prohibición, por lo tanto, implicaría obligarlas a lanzarse a la calle a buscar clientela o a refugiarse en los clubes donde tendrían que someterse a las imposiciones de los empresarios”.
Tras las "prácticas criminalizadoras" de la prostitución hay muchas mujeres, con nombre y apellidos, que sufren sus consecuencias. Las redadas policiales en búsqueda de "víctimas de trata", detenciones de "proxenetas" o la prohibición de publicitar la "explotación sexual" son medidas que Pia ataca por considerar contraproducentes, y altamente lesivas para las prostitutas. Leyéndola parece como si lo malo de la prostitución no fuese nada de esta actividad en sí misma, sino las actuaciones que llevan a cabo los poderes públicos. No es la primera vez que se ha planteado semejante tesis en este blog, ¿verdad?
L@s trabajador@s del sexo:
· Hemos luchado y siempre nos hemos opuesto con tenacidad a las leyes que limitan la libertad y la autonomía de las trabajadoras sexuales y cuyo objetivo es poner bajo el control y el dominio de otros el trabajo sexual.
· Nos movilizamos contra las decisiones y políticas del Gobierno y de las Administraciones locales.
· Creemos que las ordenanzas de los alcaldes son inconstitucionales y hemos presentado recursos a los tribunales regionales.
· Y en el 2010 presentamos un recurso al Consejo de Estado -también ahora que el alcalde de Roma ha presentado una nueva ordenanza. Así como sucede aquí en España: “Esta ordenanza contra la que hoy nos posicionamos es contraria a la Carta Europea de Salvaguarda de los Derechos Humanos en la Ciudad, en la que se establece que: la ciudad es un espacio colectivo que pertenece a todos sus habitantes, que tienen derecho a encontrar las condiciones para su realización política, social y ecológica, asumiendo deberes de solidaridad”, tal como dice la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA).
En Italia, los colectivos de trabajadoras y trabajadores sexuales y personas transexuales con los proyectos de unidad de la calle, las asociaciones de la red de asistencia a las víctimas de la trata y a quienes se ocupan de inmigración y de menores de edad (por lo que respecta a los abusos y a la explotación) hemos preparado un documento firmado por más de 100 instituciones y asociaciones y enviado a los ministros y parlamentarios. Hemos querido tomar posición contra las prácticas prohibicionistas que criminalizan a trabajador@s sexuales, víctimas de trata e incluso a clientes.
El documento De víctima a ciudadan@ -ampliamente compartida por las asociaciones- pone de relieve:
· la preocupación por el aumento de vulnerabilidad de las personas más débiles y de su mayor exposición a la violencia;
· subraya que hay una clara violación de los derechos humanos de las personas víctimas de la trata;
· las nuevas políticas ponen en tela de juicio las buenas prácticas, de modo particular las buenas prácticas para combatir la trata y apoyar a las víctimas, que se han demostrado eficaces y que ahora se consideran un modelo que hay que imitar en Europa.
Las trabajadoras del sexo tienen voz, mas no interesa escucharlas. De hecho parece como si a las autoridades, que aseguran desear siempre lo mejor para ellas, lo que quisiesen fuese silenciarlas. No sorprende porque aquello que reivindican choca frontalmente con el mensaje que nos hacen llegar las instituciones públicas y los medios adictos al poder: en la primera imagen, las pancartas rezan "Clientes penalizados equivale a prostitutas asesinadas" y "El trabajo sexual es trabajo". En la segunda, el mensaje que encabeza la manifestación dice "Orgullosas de ser putas". Tienen razón, pero su estrategia está totalmente equivocada y por eso fracasa. Es cierto que nadie sabe de prostitución más que las prostitutas. Pero del mismo modo, nadie sabe de política más que los políticos. Y son sus motivaciones las que las prostitutas no han desvelado (porque no las conocen, y en muchos casos ni llegan a sospechar). Hace falta mostrar ambas perspectivas, no sólo decirle a la gente por qué las prostitutas desean una regulación sino también (y en mi opinión, sobre todo) la razón de que nuestros gobernantes de opongan a ella.
Se realizaron también seminarios y manifestaciones civiles para sensibilizar a los políticos sobre la peligrosa desviación a la que puede conducir la elección de represión generalizada y la falta de políticas sociales de apoyo. Para esta protesta dieron un gran soporte algunos colectivos de jóvenes feministas pertenecientes a los grupos de lucha contra el trabajo precario y contra la violencia, un soplo de frescura y de "hermandad" que nos hace esperar un feminismo mejor que el "abolicionista " o "putófobo", que nos considera sólo víctimas.
La criminalización de la prostitución y de la migración hace que se "victimice” por partida doble a las víctimas de trata, ocultas, invisibles. La invisibilidad y la simplificación para aplicar las expulsiones pueden hacer ineficaces los instrumentos legislativos para combatir la trata de personas y apoyar y proteger a las víctimas. Éstas son consecuencia de la vieja ideología feminista, las feministas que llegaron al poder, abrazadas al abolicionismo y que pretenden deslegitimar continuamente al movimiento pro-derechos inventando falsedades cada día: sobre las cifras, por ejemplo. Su discurso es de una "moralina" cargante y tienen la última palabra a la hora de influir en los argumentos institucionales, tanto a nivel nacional como internacional.
La exclusión del acceso a la asistencia, a las curas médicas y a la protección social -que proceden de normas y políticas levadas a cabo por muchos Gobiernos- constituyen una violación de los derechos humanos, principalmente para las víctimas de la trata de los seres humanos y también para l@s trabajador@s sexuales migrantes. Denunciamos falta de indicadores claros para detectar a víctimas de trata de seres humanos en varios países. Sospechamos que se está expulsando del país en toda Europa a muchas mujeres sin que hayan contado con protección.
En 2008, TAMPEP (constituida por asociaciones pro derechos en diferentes países europeos) desarrolló un mapeo del trabajo sexual en 25 países de Europa y analizó el fenómeno y sus contextos nacionales. Estudió las leyes, observó las políticas aplicadas y examinó la accesibilidad a los servicios de salud y las buenas prácticas como modelo aplicable. Los resultados se pueden leer en los informes de los sitios: www.tampep.eu y www.services4sexworkers.eu, SEX WORK IN EUROPE, SEX WORK MIGRATION HEALTH, WORK SAFE IN SEX WORK, Services 4 SexWorkers – Internet Directory. La investigación realizada por la red TAMPEP nos da una visión general de las prácticas en Europa bastante desoladora y una larga lista de recomendaciones inherentes al respeto de los derechos de trabajador@s sexuales: acceso a las curas médicas y a los servicios de salud, respeto de los derechos humanos de los migrantes.
Es necesario salvaguardar los derechos de quienes hacen trabajo sexual y de quienes se prostituyen; hacen falta más oportunidades para una mayor integración social. Es preciso hacer frente a las redes criminales que explotan a las personas, y no a las redes de sostén (como sucede cuando se aplica el delito de proxenetismo hasta las mismas trabajadoras que se unen para autodefenderse). Se debería permitir un modelo cooperativista de organización de este trabajo. Much@s trabajador@s sexuales quisieran mayor respeto de su libre elección y ser reconocidos como trabajador@ss. Personas que no desean cambiar de actividad y no consideran aceptable esta línea prohibicionista, que quiere convertirlas en criminales. Es hora de cambiar las posturas ante el trabajo sexual, cualquiera que sea el territorio en el que una persona decide ejercer su actividad (en casa o en la calle o en otro lugar), porque en el trabajo sexual los territorios son principalmente nuestros cuerpos, con los que nos exponemos en el mercado del sexo comercial.
Nuestros cuerpos en los que otras personas pueden ejercer el poder de la explotación, exactamente como en las fábricas, peor que en las fábricas, cuerpos de mujeres, transexuales, extranjeras y autóctonas sobre los que se ejerce la violencia genérica, racista e incluso institucional. Pedimos políticas que nos liberen de la violencia política, violencia que es generada por el sistema social de las desigualdades en la que se fundan la violencia genérica, y también la violencia institucional, consecuencia de las leyes prohibicionistas sobre la migración y la prostitución.
¡Nada sobre NOSOTRAS sin NOSOTRAS!
Más de Pia Covre en este blog:
· Entrevista a Pia Covre, prostituta y activista