jueves, 1 de diciembre de 2011

¿¡Rajoy contra las mafias!?

Impresionante el titular que traía ayer La Gaceta. Estoy alucinado, no puedo creerlo. ¿Será posible que la clase política se decida, por una vez y sin que sirva de precedente, por profundas reformas estructurales a largo plazo y no opte por parches temporales para ir tirando? ¿Tendrá valor para meterle mano a la administración, y más concretamente las fuerzas de seguridad, movidas todavía por la inercia del franquismo/socialismo? ¿Podremos abandonar la Rubalcracia y encaminarnos realmente por la senda del Estado de Derecho?

En ningún momento le he oído a Mariano decir nada al respecto, y por lo que se desprende de la noticia se trata más de un juicio de intenciones que de un propósito real, sin embargo es cierto que una tarea que la derecha española tiene pendiente es comenzar a depurar los distintos cuerpos policiales para evitar que vuelva a producirse otro GAL, 11-M, caso Faisán, etc; sometiéndolos a un mayor control y garantizando que, como recoge nuestra Constitución, comiencen "a proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades" en vez de atentar contra ellos. Es frecuente escuchar este queja entre militantes y simpatizantes del PP, hartos del manejo político que se ha hecho de las fuerzas del orden. Pero desde la perspectiva de los líderes del partido supongo que realizar semejante cambio ha de resultarles como mínimo preocupante, ¿no supondría ello enemistarse con unos cuerpos funcionariales potentísimos, que tienen incluso la capacidad de paralizar el país? Pues sí, no va a ser nada sencillo al igual que el resto de reformas que se esperan del próximo gobierno. Pero no hay más remedio que hacerlas. Para eso tienen una amplia mayoría absoluta, espero que la sepan aprovechar.

Cuando Rubalcaba denunció que el PP tenía un "programa oculto" jamás pude imaginar que éste comprendía una purificación de las fuerzas de seguridad. Ahora entiendo su malestar, pues en un auténtico Estado de Derecho un delincuente como él tendría que estar en la cárcel. ¿Y qué tiene que ver todo esto con la prostitución? Pues que el cumplimiento de la legalidad y sometimiento de los poderes públicos a derecho es una condición sine qua non para luchar contra las mafias que atormentan a las prostitutas y, eventualmente, llegar a plantearse la regulación de esta actividad.




30 NOV 2011 - Javier Sedano. LA GACETA - Madrid.

El PSOE ha "copado" las jefaturas de la Guardia Civil y la Policía Nacional. El ex ministro cuadruplicó el número de generales. El líder del PP volverá a la estructura tradicional y dividirá a los dos cuerpos.

Mariano Rajoy no utilizará paños calientes ni, pese a lo reiterado, buscará consenso en lo que se refiere a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En este capítulo, el tijeretazo (y no sólo económico) va a ser mayúsculo, sin consideraciones ajenas a lo que le dicte la eficacia y el sentido común. El líder del PP lo tiene muy claro. No cometerá el mismo error que se atribuye a Aznar.

La llegada de Rajoy a la Presidencia del Gobierno conllevará cambios sustanciales en las estructuras del Estado, inevitables tras siete años de Gobierno socialista, y entre ellos la Guardia Civil, la Policía Nacional y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ocuparán un lugar preferente. Tanto fuentes populares como policiales, han coincidido en asegurar a LA GACETA que habrá una “profunda limpieza” en las áreas de Seguridad y Defensa, de especial sensibilidad para la puesta en marcha de las políticas de Estado. Precisamente por ello, la mano del PSOE, de los sucesivos ministros de Defensa y de los titulares de Interior ha sido demasiado alargada y profundamente interesada. Con Alfredo Pérez Rubalcaba a la cabeza.

El nuevo gobierno podría depararnos muchas gratas sorpresas, entre ellas una decidida lucha contra las mafias. No niego que para creer algo así hay que hacer un esfuerzo -unos lo llamarán de fé, otros diremos que de credulidad-, dada la trayectoria del Partido Popular durante los últimos años. Sin embargo, con una mayoría absoluta, quizá les vuelvan a crecer las garras como en tiempos de Aznar. ¿Podrán, con la excusa de la crisis, poner freno a los abusos en los que el sector público ha incurrido?



“Rajoy no quiere saber nada de toda la etapa anterior y, mucho menos, en lo que afecta a aspectos policiales y militares, en los que han dejado copadas todas las jefaturas”. La sombra y los tentáculos del ex ministro de Interior, y víctima electoral, han llegado a casi todos los recovecos de los llamados ministerios de Estado, aquellos en los que se maneja información privilegiada y de suma importancia para asegurar la estabilidad del país. “Lo tenemos asumido. Se va a pegar un vistazo en profundidad”.

No es ni será la primera vez, pero el paso de Rubalcaba por Interior y su proyección en la Dirección de la Polícia y de la Guardia Civil ha sido todo menos controlada. Él fue el que cuadruplicó el número de generales en la Guardia Civil: de 9 a 37. Demasiados para no pocas cuentas pendientes e imposibles de controlar cuando la mayor parte aún sobrevive en el puesto con favores que hay que solventar. Y en el caso de la Policía ocurrió lo mismo: manejo de los mandos y de las élites policiales. No en vano, el Tribunal Supremo ya condenó al Cuerpo por la premeditada subida de vacantes de libre designación: aquellas asignados por criterio político.

“Separar y limpiar. Han sido ocho años de absoluto control”. De ahí que Rajoy tenga muy claro que la Policía y la Guardia Civil no deben permanecer en la misma dirección general, como decidió Rubalcaba, recién aterrizado en Interior en 2006.

Las mafias que controlan la prostitución en España han gozado de una impunidad extrema... por el momento. En este blog vengo manteniendo que para combatirlas lo que hace falta en primer lugar es VOLUNTAD POLÍTICA. ¿Estarán nuestros representantes a la altura y serán capaces de enfrentarse a ellas? ¿O ante el poder que han alcanzado preferirán resignarse y claudicar?



“El Gobierno está reubicando a ‘topos’ en el CNI”

No sólo la Guardia Civil y la Policía Nacional se someterán al programa de limpieza de Rajoy. En el punto de mira también se encuentra el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), vital para los intereses del país. Agentes del propio organismo y fuentes del PP cercanas al Ministerio de Defensa aseguran que desde hace algunos meses el Gobierno está “introduciendo” en puestos medios y medios-bajos a, en su momento, altos responsables con el objetivo de “dejarlos como infiltrados”. “La estrategia es situar en esos niveles a hombres de confianza para, llegado el caso, manejar y transmitir información relevante”.

El CNI es otro de los focos de máxima preocupación, dada la utilización “interesada” que de él se ha hecho. Lo que no puede ser, afirman las mismas fuentes, es que con el Gobierno socialista “la información llegaba antes al partido que al propio ministro, eso es algo que no podemos permitir”.

Con esa filosofía, el PP ha empezado a manejar posibles nombres para estar al frente del centro de los espías. Será un militar de máxima confianza y, con toda seguridad, alto mando de la Armada.

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