El otro día, buscando la entrevista de Amarna con Risto, encontré un vídeo que me hizo gracia en el que se escenificaba la cita de una actriz porno con un inocente (y bastante torpe) chico.
Hace mucho que no hago una entrada desenfadada, de humor, un poco para relajar el tono del blog. Personalmente, más que los "malentendidos", me he reído con la caracterización de Amarna como una salida que no para de insinuarse de una manera tan evidente... se la nota que es actriz, su papel es mucho más creíble que el del chico, cuyos diálogos sí que suenen tremendamente forzados.
Pues esta imagen es la que se da muchas veces de las prostitutas, y más aún de los "puteros". Tendríamos que hacer como ella y escojonarnos de este estereotipo.
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