Atrapada, otra película sobre la trata

"La trata de blancas es algo que afecta tanto a Europa como a Latinoamérica y Asia"

Francisco de Peña, director de cine

"No puedo creer lo que las personas pueden hacer a otras sólo por dinero"

Christine Caine, abolicionista evangélica

En varias de las últimas entradas he mostrado las críticas que recibe la "versión oficialista" sobre la trata. El hecho de disentir no nos da la razón, tampoco nos la quita. Quienes cuestionamos el "pensamiento mainstream" simplemente ejercemos nuestra libertad de pensamiento y expresión, teniendo evidentemente derecho de réplica quienes se adhieren a él. He invitado a debatir a varias de estas personas para que así puedan contrastar sus puntos de vista con los nuestros, tanto si quieren hacerlo como si rechazan mi invitación trataré de presentar su enfoque acerca de la trata de la manera más fidedigna posible.

En esta ocasión he invitado al blog a Francisco de Peña, quien ha dirigido la película "My name is Justine" ("Atrapada"en España). Le pedí el favor de que la colgase en Internet y tuvo la amabilidad de contestarme y poner su filme a disposición pública. Así que quiero comenzar agradeciéndole semejante gesto.

Esta historia nos narra el calvario que viviría la joven e inocente Mariola, una típica "víctima de trata", al ser vendida por quien se hace pasar por su novio con el fin de esclavizarla para ejercer la prostitución. El cambio de nombre que sufre (a Justine) vendría a reflejar la transformación mental que se produce en ella debido a la continuada serie de maltratos y abusos a los que sería sometida por sus proxenetas.

La mayoría de directores que abordan el tema transmiten una imagen sumamente negativa de la prostitución. Por ejemplo, en este blog he comentado la película "Evelyn" de Isabel de Ocampo y el corto "El Epígrafe API" de Salvador Cuevas. Al igual que ellos, de la Peña muestra su inquietud por un asunto que le resulta muy preocupante y que considera de gran relevancia social. Sostiene la opinión, aceptada por significativos sectores sociales, de que una parte de las mujeres que ejercen la prostitución no son prostitutas sino esclavas sexuales que "han sido engañadas y raptadas, maltratadas y finalmente esclavizadas. La esclavitud ocurre en los burdeles de ciudades occidentales hoy en día, en el siglo XXI de la era cristiana". ¿De cuántas estaríamos hablando? Da por bueno ese 15% (en realidad, 17) que la BKA (Bundeskriminalamt, Oficina de Investigación Criminal) alemana estableció en un informe sobre trata de mujeres para el mundial de fútbol del 2006.

Asimismo lamenta que mucha gente pase del tema, que no quieran abrir los ojos a esta cruda realidad. Bien, yo sí que estoy muy interesado y le presto toda mi atención. Por eso quiero que comparta con nosotros sus indagaciones ya que -como persona rigurosa que me precio ser- desearía confrontar con él las mías, pues con lo que yo me he encontrado ha sido con una alarma social desproporcionada ante un fenómeno sobre el cual no existe suficiente evidencia empírica.

Multitud de campañas publicitarias insisten en "concienciarnos" sobre la dramática existencia del fenómeno de la trata. En este vídeo  la activista Christine Caine no sólo nos ofrece los escalofriantes datos sobre la trata sino además el relato de una de estas víctimas. Su testimonio resulta muy similar al ofrecido por Mariola/Justine, engañada por una persona de su entorno más próximo que amenaza a su familia.



Es más, para desgracia de los oficialistas resulta que existe una buena parte de la comunidad académica y periodística que no encuentra evidencia de esa trata de la que tanto hablan y a la que califican de ficción. En su película, como podrán observar, Don Francisco muestra que la protagonista pide ayuda a varios clientes pero éstos desoyen sus peticiones de auxilio y se centran en satisfacer sus deseos sexuales. Resulta que yo he vivido esa situación desde el otro lado, como cliente de prostitutas, y lo que las chicas me contaron no sólo desmentía lo que denominamos el "mito trafiquista" sino que además desvelaba una situación oculta y silenciada, que permitía explicar el por qué de la versión oficial. Así es, las prostitutas me decían que esta imagen tan negativa sobre la prostitución no era cierta y además que sus vivencias eran muy diferentes. Sin embargo existe un clarísimo interés por parte de nuestras autoridades por difundir una historia que las prostitutas y muchos investigadores tachan de fraudulenta. ¿Por qué extraña (o simple) razón tendrían que mentirnos?

Por lo general no confrontamos argumentos sino propaganda, marketing. La existencia de la trata no se constata con evidencias sino con campañas de lavado de cerebro que fabrican una serie de historias que, a pesar de lo fantasiosas que resultan, son aceptadas como auténticas por no pocas personas. 

Según nos cuentan, historias como la de Mariola/Justine, Lillia o Julia serían frecuentes y representarían la situación generalizada de las mujeres que ejercen la prostitución.



A ver, no me opongo tango a lo que dicen sino a su obcecación por defender un planteamiento determinado sin poner el menor empeño en verificarlo. A priori, la existencia de la trata debería resultar tan verídica como su inexistencia, nada más quiero atraer el debate a quienes sostienen haber encontrado a personas forzadas a ejercer la prostitución porque yo no he podido constatarlo (y sin embargo, sí que me he encontrado otras cosas que estas personas jamás mencionan). Yo no vivo de esto, no tengo por qué defender ninguna postura y mi único interés ha residido primero en conocer el mundo de la prostitución y luego en transmitir mis hallazgos. No soy ningún convencido, sino un escéptico que no deja de dudar y someter a crítica sus propias tesis: mis lectores han podido comprobarlo a lo largo de los años, siempre he dejado la puerta abierta a toda aquella persona que deseara discutir conmigo. Creo que esto en sí ya es un valor, por supuesto no significa que tenga la razón pero sí al menos que no le temo a la verdad.

En la actualidad hay muchas personas que sostienen ideas contracorriente, algunas claramente impopulares (por ejemplo la autoría del 11 M, el origen humano del calentamiento global o la existencia del VIH como causante del SIDA). Es sencillo despreciarles llamándoles "conspiranoicos" pero si uno se molesta en escucharles comprobará, como mínimo, que no son unos imbéciles y que están informados del tema del que hablan. Quizá sean unos alucinados que, como dice Montoro, "ven fantasmas volando" pero... ¿y si lo que dicen es cierto? ¿Por qué semejante interés en acallarles? ¿Y ese miedo de debatir con ellos? Es lo que sucede con lo de la trata, se ha creado una historia sobre la misma que casi nadie está dispuesto a cuestionar aunque algunos creamos que es más fantasiosa que los cuentos del Excmo. Ministro de Hacienda.

Esta película nos descubre qué hay detrás de esa chica sonriente, perfectamente vestida y maquillada: una mujer raptada, esclavizada y forzada a prostituirse que ya no es dueña de sí misma. Perfecto, pues aquí yo digo que es lo esconde ese cuento, la intención de los auténticos explotadores de encubrir sus actividades delictivas.

Pasemos a destripar un poquillo la peli. Si desean verla antes pasen directamente al final de la entrada y retomen la lectura cuando hayan acabado. "Atrapada" cuenta cómo una joven e inocente chica polaca llamada Mariola es engañada por un traficante de mujeres para que viaje a Alemania, donde rápidamente la quitarán el pasaporte y la someterán mediante un proceso que incluye amenazas, privación de libertad y palizas para quebrar su voluntad con el fin de convertirla en una "esclava sexual". Al igual que De Ocampo, De la Peña se debe preguntar qué les ha pasado a estas chicas, cómo han podido acabar prostituyéndose chicas guapas, de familias de clase media, muy espabiladas... no encuentra más explicación que la existencia de un proceso para "transformarlas" en putas. A mucha gente no le entra en la cabeza que pueda ser una decisión voluntaria y autónoma, por lo que el cuento de la trata suele encontrar el terreno abonado.

Bueno, respecto a lo que yo conozco encuentro una larga serie de errores que deberían extrañar incluso al espectador más inexperto. La serie de pistas que dejan es enorme, comenzando por el uso extremadamente liberal del móvil y terminando por las grabaciones que dicen vender en Internet. Todo eso son pruebas incriminatorias que facilitarían enormemente su detención. Sin embargo, frecuentemente observamos cómo la policía nos muestra imágenes presuntamente grabadas por los propios proxenetas en las que se les vería calentando a las chicas, recuerdo el caso de la que pusieron en el reportaje sobre Cabeza de Cerdo que hizo furor. Pues bien, resultó que el vídeo reflejaba un caso de violencia doméstica bastante conocido en Rumanía, donde un hombre efectivamente la tomaba con su mujer por encontrarla en el móvil los números de teléfono de varios "amiguitos".

La policía desarrolla continuas campañas en las que afirma combatir este delito. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos los resultados serían decepcionantes al no contar con la cooperación de las víctimas. La película ofrece una explicación para ello, y es que al estar amenazadas no podrían hablar por mor a las represalias. Quiero que conozcan la versión oficial, pero también la alternativa que me han trasladado las chicas y que es, simple y llanamente, que quien abusa de ellas y las extorsiona no es ningún traficante (mucho menos sus familiares) sino las propias autoridades. De ser así las cosas nos encontraríamos con un caso de cinismo e hipocresía monumental, señores agentes.



Como verán los tratantes suelen ser novios o familiares de las chicas. Las autoridades nos lo muestran como un ejemplo de su falta de escrúpulos pero las chicas cuentan algo muy diferente... Otra vez el cuento de siempre, me repito más que la morcilla con cebolla pero en fin... Resulta que serían los propios policías quienes las amenazarían a ellas y a sus familias para que las pagasen para poder ejercer la prostitución. El mismo objetivo se perseguiría mediante la retirada de documentación, que es cierta como varias chicas me han contado (también dice que les hacen un marca en el Pasaporte o en su DNI para que "se sepa que son putas"). Una chica me dijo que tuvo que pagar 20 mil euros para que la devolviesen el pasaporte y evitar su deportación, esa sería la famosa deuda que contraen al llegar. También sería cierto el hecho de que, al poco de llegar, se vean recluidas y es que lo que me transmiten es que la mejor tortura es la privación de libertad, que además no deja marcas. La película indica que este periodo sería de unas dos semanas, nuestras tristemente famosas quincenarias (que se practicaron no sólo durante el franquismo sino también durante la "democracia") y que Sonia Sánchez ha relatado haber padecido en Argentina. Normalmente aquí en España con tres días les es suficiente, las chicas salen bien suaves y saben y que no deben rebelarse y tener al día sus pagos. Sólo en un caso que yo conozca precisaron encerrar a la chica dos semanas (y al novio le cayó un año). Pues sí, la película cuenta los abusos que padecen pero no por parte de quién. ¿O quién se creen que puede disponer de la capacidad necesaria como para amenazar a la familia de las chicas incluso en los países de origen, retirarlas la documentación y mantenerlas encerradas? Nuestras propias autoridades. Por eso saben tanto sobre cómo se "domestica" a las putas, son quienes lo están haciendo.

Más que tratar sobre el periodo en el que ejerce la prostitución, que se nos muestra muy brevemente al final, el filme trata sobre el tiempo que la protagonista vive atrapada (de ahí el título) en el ático donde sus captores la han encerrado. Se muestra un ambiente desquiciante, de locura extrema, ayudado en gran parte por la caracterización mediante pelucas y el demacrado aspecto de su rostro. La finalidad del confinamiento sería enloquecerla (en una parte sale cantando nanas y arrullándose, como una zumbada) puesto que como he dicho se piensa que una mujer en plenitud de sus facultades no accedería a prostituirse. Pero sin embargo, como cualquier que se acerque al mundo de la prostitución puede comprobar, muchas mujeres por lo que están locas (o estaban, que ahora no hay trabajo y se han marchado muchísimas) es por venir y de hecho muchos sitios no admiten a cualquier chica y ellas desean ir a trabajar allí donde hay más clientela.

Francisco de la Peña dice haberse informado para realizar esta película. Por lo que nos narra en ella, mucho me temo que quienes le han documentado han sido los propios proxenetas.



En cuanto a los chulos, nunca están solos, es la mínima medida de seguridad. Ningún captor la dejaría semejante libertad como para poder inundar el apartamento, pedir auxilio o cortarse el pelo; ni permitirían que una loca se tirase, las mantienen encerradas en calabozos donde no tienen ni cordones para no poder suicidarse con ellos. Interpreto que lo que nos está diciendo con estas incoherencias es que precisamente no es así como se mantiene secuestrada a una cautiva. Luego se necesita explicar por qué no denuncian a sus explotadores a pesar de disponer de tantas oportunidades (escena del coche de policía). Ciertamente es algo verdaderamente curioso, que parece desafiar la lógica mas elemental, la historia de que en zonas absolutamente infestadas de policía existiesen tantísimas "esclavas sexuales". ¿Amenazadas? Bueno, pues para eso estaría la policía, ¿cierto? Precisamente si quieres librarte de esos delincuentes y proteger a tu familia es lo que se supone que deberías hacer. Pues no. Además resulta que las prostitutas estarían tan rotas que ya las daría igual todo, tras haber pasado por semejante proceso de destrucción interior su agotamiento sería tal que no las quedarían ganas de hacer nada y se limitarían a dejarse llevar por los tratantes. En el caso de que reunieran valor como para solicitar ayuda a un cliente, éste sería  insensible a su sufrimiento y se abalanzaría sobre ella mientras le pide ayuda. Así se explica que los clientes no denunciemos y que sigan existiendo tantas prostitutas forzadas.

Si me sucediese una situación semejante, podéis estar seguros de que haría todo lo que estuviese en mi mano para ayudar a la chica y dar a conocer el caso. Pero jamás he encontrado ninguna chica que me dijese que estaba encerrada, que necesitaba ayuda para escapar y que pusiese en conocimiento de las autoridades competentes su situación. En cambio lo de tener que pagar para poder trabajar o ser chantajeadas por la policía me lo han contado con total naturalidad, como si fuese un castigo divino, sin escandalizarse. Y no una ni dos, sino docenas en diferentes lugares, chicas que no tenían relación entre sí lo cual me lleva a dar bastante credibilidad a sus relatos. Igualmente he escuchado historias, que no he podido comprobar, por parte de trabajadores de ONGs de que efectivamente existirían esclavas sexuales pero no a disposición del público general sino en apartamentos ocultos vigilados las 24 horas y reservados únicamente a miembros de las FCSE. Tiene lógica, si estás cometiendo un delito tratarás de protegerte y no vas a dejar que venga cualquiera, imaginaos que un tipo encierre a una chica y ponga un anuncio en el periódico como muestra la película. Al día siguiente tendría a la secreta tocando a su puerta, no he hallado una actividad en España que se halle tan estrechamente vigilada por la policía.

Gracias por vuestra atención y espero que Don Francisco tenga la deferencia de pasarse por el blog. Ahora mismo voy a avisarle.