Marta Lamas habla sobre trata de personas y prostitución

"En un sistema capitalista cualquier forma de organización del trabajo implica una cierta explotación para que haya plusvalía: entonces, las meseras son explotadas, las secretarias son explotadas, podríamos decir que los profesores universitarios somos explotados dentro de una lógica de ganancia en una sociedad en donde todo es mercantil. Entonces, ¿por qué preocuparnos por la explotación del trabajo sexual en vez de regular esa explotación (...) para poner, digamos, un marco en donde las personas que entren en ese contrato o en esa relación laboral, ¿verdad?, tengan una serie de protecciones legales?"

"El problema de fondo es ¿cuál es la dificultad para regular un oficio que desde hace mucho tiempo existe? y que, digamos, no se va a acabar"

"Cuando se firma la Convención de Palermo sobre trata en donde el discurso de la trata se mezcla con el discurso sobre comercio sexual, y ya parece que es lo mismo trata y comercio sexual. Y a partir de allí muchas de las políticas (...) van a agarrar el eje de la trata para luchar contra todo el comercio sexual"

"Las mujeres que hacen trabajo sexual, las de la calle que son las que yo conozco, hacen una muy clara y racional decisión: poder ganar en un día lo que ganarían (en) un mes como empleadas domésticas, como obreras en una fábrica (...) mientras en el comercio sexual tienen muchos más ingresos -que tampoco es que sean tantos- y cierta flexibilidad para cuidar a los hijos, para hacer otro tipo de cosas"

"Es un poco sorprendente el escándalo ante la explotación sexual y no ante la explotación laboral en su conjunto (...) y eso no llama la atención de la prensa. Llama el sexo, llaman las 'esclavas sexuales', la 'red de trata', ¿no?. Y lo que hay que entender es que, como (en) todos los trabajos, hay buenos empresarios y malos empresarios, buenos clientes y malos clientes, buenas trabajadoras y malas trabajadoras. Entonces, yo creo que es muy importante ubicar la discusión del comercio sexual dentro del marco de las relaciones laborales y contractuales"

"El discurso de la trata es un discurso que enardece a la gente que lo trae, y que se obsesiona y que ve trata por todas partes"

"Todo el discurso de rescatar y salvar a las víctimas pensando que todas las mujeres que están en el comercio sexual son víctimas es un error"

"La prostitución es el trabajo mejor pagado que consiguen mujeres de todos los niveles"

Marta Llamas, antropóloga e investigadora de la UNAM

"Podemos estar condenando, bajo la lucha contra la trata, a muchas mujeres a (un) mayor abuso, a (una) mayor vulnerabilidad"

Mario Luis Fuentes Alcalá, Titular de la Cátedra Extraordinaria Trata de Personas de la UNAM

Uno de los lectores habituales del blog, Asturiano, comenta en la última entrada que no entiende que yo "sea la única persona que realice una crítica" al reciente documental de Mabel Lozano. Se pregunta "por qué no hay en nuestro país investigadores/as o científicos sociales que, habiendo estudiado el fenómeno, no le hagan ver a Mabel Lozano lo errada que está en sus planteamientos y en los datos que ella expone".

Me alegro de recibir comentarios como este pues como sabéis no quiero seguir avanzando con nuevas entradas hasta dejar despejadas las dudas que hayan ido surgiendo. Y las de Asturiano son muy razonables. ¿Qué pasa, no hay investigadores que avalen mi postura? ¿Lozano y a quienes llamamos "trafiquistas" (los activistas anti-trata) desconocen estas críticas?

Se tiende a vincular la trata de personas con toda una serie de abusos con los que, en realidad, no necesariamente ha de hallarse emparejada. Próximamente en el blog explicaré de qué "trata la trata".



Efectivamente, no soy la única persona con un planteamiento alternativo a la versión oficial. Quienes seguís el blog habéis visto que suelo sostener mis afirmaciones en los trabajos de otras personas que conocen la prostitución bien por ser trabajadoras sexuales, haberlo sido o haber estado en contacto con ellas durante prolongados periodos de tiempo (en este caso se trata normalmente de trabajadores sociales, académicos e investigadores). En el panorama nacional destacan José Luis Solana Ruiz, José López Riopedre, Estefanía Acién, Regina de Paula Medeiros (no es española pero realizó el que, en mi opinión, es el mejor trabajo etnográfico sobre prostitución en el barrio chino de Barna), Carolina Villacampa y Ruth Mestre i Mestre a quien considero como LA AUTORIDAD en esta materia de "trata de personas con fines de explotación sexual" en nuestro país.

Pero no me quedo únicamente dentro de nuestras fronteras. Fuera de ellas este tema también levanta una tremenda polémica y si deseáis conocerlo en mayor profundidad os recomiendo los trabajos de Kamala Kempadoo, Sophie Day, Jo Doezema, Maggie McNeill, Laura María Agustín (aunque su nombre es español lo habla bastante regular, se defiende en sueco e inglés) y, mi favorita, Norma Jean Almodovar. Obviamente esto no es más que una rápida enumeración y quien desee saber más del tema puede pedirme más información e incluso bibliografía al respecto. Tan sólo quiero mostrar que no soy el único loquito que cuenta estas cosas. Hay mucha más gente diciendo lo que yo digo, algunas de estas personas son profesionales de gran prestigio (y no un don nadie a quien conocen en su casa a la hora de comer, como un servidor). ¿Por qué son tan desconocidos? Pues haríais bien en preguntaros por qué las autoridades prestan tantísima atención a unos mientras ignoran completamente a otros. Espero que tras leer esta entrada ustedes mismos vayan sacando sus propias conclusiones.

Las autoridades públicas han puesto gran empeño en difundir campañas contra la trata, sin explicar muy bien en qué consiste en realidad este fenómeno. Marta Llamas indica que se está produciendo una confusión INTERESADA entre el comercio sexual libre y la trata... ¿Quizás nuestros dirigentes pudiesen sacar algún tipo de provecho con este tipo de actuaciones?



Como muestra de lo que digo os quiero traer hoy uno de los programas que considero más interesantes al respecto de la "trata". En él, dos académicos de la UNAM (Universidad Autónoma de México, probablemente la más prestigiosa del país) que conocen la prostitución por haber estado investigando sobre ella durante décadas debaten a fondo acerca de esta realidad. Sus opiniones no pueden ser más opuestas al discurso oficial: aseguran que muchas de las prostitutas a quienes las autoridades catalogan como víctimas de trata son en realidad trabajadoras sexuales libres y autónomas, que se llegan a imputar delitos a personas que en realidad no han cometido ningún crimen, que se ha buscado expresamente una confusión entre comercio sexual y trata en particular tras el Protocolo de Palermo, que el Departamento de Estado de EE.UU. sostiene a las organizaciones "trafiquistas" mientras asfixia a las de trabajadoras sexuales autónomas, que se crea un pánico moral en torno al mundo de la prostitución cuando en realidad hay situaciones de abuso y explotación mucho peores en otros entornos laborales, que en general las mujeres llegan a la prostitución tras una elección racional entre las distintas alternativas posibles (lo cual, por supuesto, no significa que no se trabaje para que éstas puedan mejorar), que muchas introducen en el mundo de la prostitución a amigas y familiares, que las actuaciones contra la trata no mejoran la situación de estas personas sino que muy al contrario las colocan en una posición de mayor vulnerabilidad, que es necesario escuchar a las propias prostitutas para conocer sus problemáticas reales e incluso (y esto sí que resulta sorprendente porque casi nadie lo menciona, aparte de las prostitutas), que los operativos anti-trata y las denuncian son empleados rutinariamente para extorsionar a las meretrices y que resulta habitual que "algunos" funcionarios públicos cobren coimas (sobornos) a las chicas gracias, precisamente, a la indefensión legal en la que las sitúa la legislación "trafiquista".

¿Podría ser que documentalistas como Mabel Lozano ignoren esta otra cara de la moneda? Lo dudo. Obviamente lo ideal sería confrontar estas versiones, sin embargo es algo que los medios no hacen (y por eso abrí este blog, aunque llegue a poca gente al menos es mejor eso que nada). Además no se trata de llevar la razón o no sino de puro interés. No seamos tan ingenuos a estas alturas de la película. Lozano ha invertido su esfuerzo, tiempo y prestigio personal en esto... ¿creéis que podría rectificar? Imposible. Para mí no es más que una marioneta en manos de la Policía Nacional, a quien le viene de perlas que una pija se ponga a hacer activismo social con dinero público.

El resultado directo de la "lucha contra la trata" es la actuación constante, casi podría decirse que obsesiva, de los agentes policiales sobre las prostitutas. La Dra. Llamas asegura que ALGUNOS (hace hincapié en ello) de ellos estarían usando en su propio beneficio la Ley para amenazar a las chicas (en España, de donde es la imagen, el código penal castiga como en México el obtener beneficios de la prostitución ajena a pesar de que exista consentimiento). Lo que sucede es que las chicas piensan que TODOS los policías son unos corruptos porque esos OTROS no actúan para poner fin a los chantajes de sus compañeros. Y, con el tiempo, he acabado por compartir su parecer.



Creo que lo de la trata puede compararse con otro "negocio" que también está muy en alza en nuestro país: el del nazionalismo. Durante décadas una serie de partidos y personalidades se han llenado la boca con tema que resultaba muy popular, que les investía de una aparente superioridad moral y que les hacía verse como gente comprometida con fines muy elevados. ¿Y cual ha sido la realidad? Pues que se lo estaban llevando muerto, que sus verdaderas intenciones eran llenarse los bolsillos gracias a la ingenuidad de un montón de tontos de capirote que se creían sus patrañas. Marta Llamas denuncia alto y claro que los operativos anti-trata no son más que una extorsión de los cuerpos y fuerzas de seguridad a las prostitutas para sacarles el dinero. Y no es que como lo diga ella yo me lo crea así por las buenas, no, es que es eso exactamente lo que he ido viendo una vez tras otra. Sucede en México, sucede en España y sucede en cualquier país del Mundo como señalan las prostitutas siempre que tienen ocasión de dar a conocer su situación (quizá con la excepción de Nueva Zelanda, donde debido a una legislación no represiva ha comenzado a existir una relación menos tensa entre policías y prostitutas). Estoy convencido de que dentro de unos años la mayor parte de la sociedad acabará viendo que nos estaban tomando el pelo a base de bien con lo de la "trata" al igual que cada vez menos gente cree en falacias como el nazionalismo, el calentamiento global, el 11M, o el Estado de Bienestar (también conocido como "Bienestar del Estado"). Como reza la conocida frase: "pueden engañar a muchos durante poco tiempo, a pocos durante mucho tiempo, pero no a todos durante mucho tiempo". Ahora miramos atrás y nos parece inaudito que en tiempos pasados creyésemos a pies juntillas "verdades oficiales" como la Inquisición, el derecho divino de los monarcas o el apartheid. Pero lo cierto es que los gobiernos no han empleado su poder para beneficiar a los ciudadanos sino para aprovecharse de ellos. En nuestra mano está el ir despertando y cuestionar las MENTIRAS OFICIALES.

Doy paso al programa y si queréis profundizar en las ideas de Marta podéis leer un artículo suyo en el que desarrolla en profundidad sus planteamientos (además con enlaces a una bibliografía muy completa):