miércoles, 28 de abril de 2010

MITES DE LES MITES SOBRE LA PROSTITUCIÓ

Cuando comencé este blog tenía la (vana) ilusión de atraer al debate a aquellas personas contrarias a la prostitución, todavía creía que podía existir la posibilidad de llegar a algún tipo de acuerdo o consenso. Vi que les fascinaba la figura del cliente, o al menos eso parecía pues no dejaban de hablar de nosotros y pedir que nos "visibilizásemos". ¿Eso es lo que desean? ¿En serio? Pues aquí me tienen: un putero confeso, que va y abre un blog público, que no modera ni controla de ninguna manera los comentarios y que incluso se toma la molestia de invitarles a su página por correo electrónico. Venga, valientes, aquí me tienen. Hablemos de prostitución. Pues no, a pesar de que Marien me había advertido sobre los insultos y desprecios que recibió, en mi caso éstos han sido anecdóticos. Con lo que sí me he encontrado es con duras respuestas a los correos de invitación, generalmente diciéndome que no tienen necesidad de leerme, que ellos ya saben que esto es asqueroso, deprimente y supone una humillación para la mujer. Y punto, fin de la discusión, se quedan felices repitiendo sus mantras y resulta del todo imposible establecer un diálogo constructivo. Consigo más hablándoles a las piedras. En una de éstas me contestó D. Rafael Pla, profesor universitario. Sencillamente me envió un texto prefabricado que ya había escrito y, aunque sé que no voy a hacerle cambiar de idea, quiero comentarlo por dos razones. La primera, porque se lo prometí y espero que al menos tenga la deferencia de responder a mis objeciones; y la segunda es que espero poder desmitificar algunas creencias que se tienen de la prostitución cuando se la conoce muy superficialmente. Es posible que quien lo vea desde fuera tenga ciertas percepciones que cambian completamente cuando uno se aproxima a esta realidad y la vive en primera persona. Éste es el texto que me envió:

Rafael Pla López professor de la Universitat de València

Al voltant de la prostitució, un conjunt de mites falsejen la seua realitat i dificulten una aproximació racional a la mateixa: Libertinatge: la prostitució és el contrari a una conducta sexual lliure, en tant que, enlloc de motivar-se en la búsqueda d'un plaer recíproc, està forçada per un condicionament econòmic. Esclavitud: encara que en el marc de la prostitució poden donar-se situacions similars a l'esclavitud, especialment en connexió amb formes d'immigració il·legal, la prostitució en si mateixa es correspon plenament amb les característiques del sistema capitalista, que tendeix a convertit tot en mercaderia. Treball: encara que la prostitució puga ser "productiva" per als empresaris que obtinguen beneficis de la mateixa, no és pròpiament un treball, de la mateixa manera que no ho és l'activitat d'un assassí a sou o d'un mercenari: ni crea riquesa ni satisfeix cap necessitat social, sinó que pel contrari perverteix la sexualitat humana al cosificar-la privant-la de la seua funció socialitzadora com a forma de comunicació interpersonal. Per tot això, té tan poc sentit propugnar l'abolició de la prostitució (es poden abolir lleis o normes, no realitats socials) com defensar la seua regulació laboral, com fa la secretària de la dona de CC.OO.-PV al demanar "dotar a estas mujeres de un marco normativo que regule sus derechos y deberes" per a accedir a "beneficios laborales". Naturalment que, en tant que hi haja prostitutes, haurien de tenir tots els drets genèrics dels sers humans, però no té sentit que l'Estat puga dictar una norma per la qual es puga obligar a pràctiques sexuals, per exemple donant valor legal a un "contracte laboral" com a prostituta. Si aquesta norma s'arribés a dictar, sí caldria exigir la seua abolició. El que cal fer davant la prostitució és maldar per la seua erradicació, actuant tant sobre la seua oferta (proporcionant mitjans econòmics i laborals alternatius a qui exerceix la prostitució) com sobre la seua demanda (amb una educació sexual que afavorisca relacions sexuals lliures). Evitant tant la hipocresia moral com la resignació davant d'una tal lacra social.

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¿Podemos afirmar que la prostitución es contraria a un comportamiento sexual libre? Para empezar no distingue entre prostitución libre o forzosa, mete toda en el mismo saco pues en última instancia la prestación del servicio sexual está condicionada a un pago. La falacia consiste en considerar que el pago, por sí sólo, ya vicia de entrada toda la relación posterior. En primer lugar la prostituta es libre de aceptar o no el pago, aun ofreciendo dinero a cambio hay personas que son rechazadas por quienes ejercen la prostitución. Una relación sexual comercial se produce cuando hay consentimiento mutuo, al igual que las demás. La diferencia reside en que hay un añadido, un "plus", que actúa como INCENTIVO. En las relaciones sexuales convencionales mucha gente emplea mentiras, alcohol o incluso drogas más duras con el fin de obtener sexo; lo cual sí supondría un desequilibrio entre las partes. En cambio en la prostitución se conocen perfectamente las "reglas del juego", supone un ACUERDO LIBRE que se distingue en todo momento por su completa transparencia. En un principio es un contrato verbal comercial, una prestación se servicios, en la que el "placer" para la parte oferente vendría en forma de recompensa económica y no sexual (lo cual es legítimo, a no ser que se niegue la libertad de cada cual para buscar el placer de la manera que quiera). Pero además no deja de ser relación sexual, y como tal puede producir deleite físico como te explicarán muchas prostitutas si te molestas en preguntarlas, Rafa. Hay chicas que me piden que las haga cosas que las gustan, que se mojan y que se corren. ¿Que fingen? No tienen necesidad, y desde luego hay cosas como chorrear flujo vaginal como bestias que no pueden falsearse. Otro de los supuestos argumentos que siempre se emplean para denostar la prostitución es su identificación con la esclavitud. ¿Qué tiene que ver? Nada, pero es una comparación empleada para producir rechazo. Un fenómeno asociado con la prostitución, pero marginal en nuestro entorno, es la esclavitud sexual que se produce cuando efectivamente alguien es forzado a realizar actos sexuales sin su consentimiento o bajo coacción. Por supuesto soy contrario a ella, eso no es prostitución. Como resulta evidente, las condiciones de abuso y explotación se producen debido a las situaciones de marginalidad, abandono institucional e incluso ilegalidad que acompañan a ciertas tipologías de prostitución. Es por ello por lo que somos favorables a una regularización, queremos que estas personas se hallen EN IGUALDAD DE CONDICIONES que cualquier otra y no sean específicamente discriminadas por el tipo de actividad que realizan. En lo que sí concuerdo es en que se corresponde con las libertades propias de un sistema capitalista, cada uno puede dedicarse a lo que le salga de la seta, a pesar de que no parece ser del gusto de este profesor (progre, supongo) nuestra Constitución sí que reconoce el deber de los poderes públicos garantizar y proteger EL EJERCICIO DE LA LIBERTAD DE EMPRESA y la defensa de la productividad (Artículo 38, salao). La última justificación para atacar al reconocimiento legal de la actividad sexual comercial es su equiparación con actividades claramente ilícitas, repudiadas socialmente y que además producen un daño a terceros. La estrategia es la misma que señalé en el punto anterior, echar tanta mierda sobre la prostitución como sea posible. Veamos, ¿quien ejerce la prostitución incurre en un delito tal y como sucede en el caso de un asesino o un ladrón? No hace daño a nadie, no se convierte en delictiva una actividad por el mero hecho de cobrar por ella. Si mato voy a la cárcel, me hayan pagado o no. Si cuido a un anciano, o limpio una casa, o conduzco un coche puedo hacerlo gratis o cobrando por ello (buscando mi interés individual logro beneficiar a los demás); pero eso no cambia la legalidad de estos actos. Este profesor va más allá, y como buen colectivista planificador se permite decirnos que es innecesaria pues ni crea riqueza ni satisface una necesidad social. Oiga, los propios abolicionistas dicen que genera más riqueza que el tráfico de drogas, en Holanda supone un 5% del PIB y se calcula que en España representaría en torno al 3% (más que todo el sector agrícola, por ejemplo). ¿Por qué no genera riqueza? ¿Porque es un servicio? Así que los camareros, médicos, artistas, profesores, abogados, etc no producirían riqueza, ¿cierto? (bueno, quizá los abogados no... jejeje) ¿Necesidad social? Fíjese en la cantidad de puteros que hay, y el número de clientas femeninas no para de crecer. Pues sí, hay necesidad, porque lo pide la SOCIEDAD CIVIL que ¡por fortuna! no es controlada por la mente dirigista del señor Plá.

18 comentarios:

Rafael Pla López dijo...

Debo decirle en primer lugar dos cosas:
1) La defensa de la prostitución es perfectamente coherente con la defensa del capitalismo; en modo alguno identifico prostitución con esclavitud, aunque no estoy de acuerdo en que la "esclavitud sexual" asociada a la prostitución sea "marginal en nuestro entorno"; por el contrario, un elevado porcentaje de las mujeres que ejercen la prostitución son inmigrantes, a menudo sin estatus legal, y en condiciones propias de la esclavitud.
2) Efectivamente, y como usted ha entendido perfectamente, mi posición frente a la prostitución se enmarca en una posición general anticapitalista. Usted, por el contrario, parte de la falacia de considerar "libre" una relación sexual por el hecho de que derive de una relación mercantil. Es la misma falacia que habla de "libertad" en la relación también mercantil entre obreros y patronos, obviando el estado de necesidad de los obreros que dependen del salario para subsistir. También en una gran mayoría de casos, e incluso al margen de situaciones parangonables a la esclavitud, las mujeres que ejercen la prostitución lo hacen por necesidad económica para subsistir; y una vez realizado el "acuerdo mercantil" de prostitución se encuentras "obligadas" a su cumplimento practicando relaciones sexuales con el cliente: en la gran mayoría de los casos, especialmente cuando son prostitutas "asalariadas" o dependientes de un proxeneta, es utópico que puedan "rechazar" a un cliente que les resulte desagradable: es el cliente el que elige a la prostituta, no al revés.
De las consideraciones anteriores no se deduce más que la negación de que las relaciones de prostitución puedan considerarse como relaciones sexuales "libres", y abundan en el rechazo a identificar "prostitución" y "libertinaje", que es una de las críticas moralistas más habituales sobre la prostitución.
Pero la cuestión de fondo es si la prostitución crea riqueza o satisface una necesidad social, cuestión vinculada a si puede calificarse como "trabajo". En ese sentido, el hecho de que en la prostitución circule una gran cantidad de dinero no supone que cree riqueza, sino más bien que hace que la "riqueza" cambie de manos (principalmente, en favor de proxenetas y empresarios del sexo). Y por otra parte, no debemos caer en la ingenuidad de confundir "necesidad social" con "demanda": si lo hiciéramos, llegaríamos por ejemplo a la conclusión de que en EE.UU. el consumo de heroína es una necesidad social. Quede claro que esto está puesto a guisa de ejemplo, y que no pretendo implicar de ello que la prostitución deba considerarse delictiva (otra cosa es que pueda ser partidario de castigar penalmente, no el ejercicio de la prostitución, sino el proxenetismo). Lo que sí hago es negar que la prostitución sea socialmente beneficiosa, y por ello que sea una necesidad social, afirmando por el contrario que es perjudicial debido a que "pervierte la sexualitat humana al cosificarla privándola de su función socializadora como forma de comunicación interpersonal". Es decir, considero que la prostitución degrada no tanto a quien la ejerce como a quien hace uso de ella.
En este contexto, rechazando que se penalice a las prostitutas, habría que debatir qué hacer con los clientes. Dentro del movimiento "abolicionista" se apoya frecuentemente el modelo sueco que los penaliza. Yo considero que más que a delincuentes habría que tratarlos como a enfermos. Es decir, yo a usted no lo enviaría a la cárcel, sino a un hospital.

asturiano dijo...

A Rafael Pla López:

Me ha gustado bastante la manera que tiene usted de enfocar críticamente el fenómeno de la prostitución. Creo que puedo estar bastante de acuerdo con algunas de las cosas que usted plantea aquí y en la réplica que le dirige a Cliente X.

Comparto con usted -creo- los siguientes argumentos que le da:

"De las consideraciones anteriores no se deduce más que la negación de que las relaciones de prostitución puedan considerarse como relaciones sexuales "libres", y abundan en el rechazo a identificar "prostitución" y "libertinaje", que es una de las críticas moralistas más habituales sobre la prostitución.

Pero la cuestión de fondo es si la prostitución crea riqueza o satisface una necesidad social, cuestión vinculada a si puede calificarse como "trabajo". En ese sentido, el hecho de que en la prostitución circule una gran cantidad de dinero no supone que cree riqueza, sino más bien que hace que la "riqueza" cambie de manos (principalmente, en favor de proxenetas y empresarios del sexo). Y por otra parte, no debemos caer en la ingenuidad de confundir "necesidad social" con "demanda":
[...]
"Lo que sí hago es negar que la prostitución sea socialmente beneficiosa, y por ello que sea una necesidad social, afirmando por el contrario que es perjudicial debido a que "pervierte la sexualitat humana al cosificarla privándola de su función socializadora como forma de comunicación interpersonal". Es decir, considero que la prostitución degrada no tanto a quien la ejerce como a quien hace uso de ella."

-Ideas como ésta última -por ejemplo- yo también las he planteado en algunos de los comentarios que he ido dejando en este y en otro blog. Me parece una idea que contiene verdad, aunque quizá deba ser un poco matizada por razón de algunos pocos testimonios de algunos hombres.

Montse Neira dijo...

Sr. Pla:

digáme Vd. ¿con cuántas prostitutas ha hablado, a cuántas conoce para llegar a las conclusiones que ha llegado?
Hace 20 años que ejerzo la prostitución, en varias modalidadades y segmentos de tarifas y siempre he podido ( tanto yo como mis compañeras)rechazar servicios y a perfiles de clientes. Y no es cierto que un elevado porcentaje de las mujeres estén ejerciendo en las condiciones de esclavitud. Es cierto que en muchos pisos y locales hay condiciones duras, pero no son menos duras que en otras empresas "legales " y a final de mes cualquier mujer se lleva mucho dinero. Un dinero que no se llevará jamás en ningún trabajo. Antes que pretender tomar medidas en contra de la porstitución lo que hay que hacer es eliminar las estructuras que hacen que millones de personas en el mundo no tengan las mismas oportunidades para acceder a empleos que den la suficiente remuneración para mantener a la familia y poder desarrollar todo el potencial como personas...
Mientras tanto hay que lucahar para eliminar el estigma y crear un marco para que las mujeres que quieren ejercer la prostitución puedan denunciar abusos.
Ya comentaré algo en mi blog sobre sus declaraciones también

asturiano dijo...

A Rafael Pla:

Igualmente se me olvidó referirme a los aspectos en los que no estoy de acuerdo con usted... Éstos aspectos son los que M.N. (Marien) le menciona en su réplica.

Cliente X dijo...

Antes de nada, MUCHÍSIMAS GRACIAS por aceptar la invitación y contestar. Al contrario de lo que le sucede a nuestro gobierno, a mí me gusta que haya oposición, que se me cuestione.

Con respecto a su primer punto, al parecer estamos de acuerdo en que el problema no sería en sí mismo la prostitución sino las CONDICIONES en las que en ocasiones se ven obligadas a ejercer su actividad estas personas, derivadas de su estatus legal, o mejor dicho, ausencia de él. Por consiguiente podríamos decir que una regulación orientada a otorgarlas una serie de derechos que las equiparen con el resto de la ciudadanía sería un paso adelante. ¿Cómo lo ve? Ya que no vamos a estar de acuerdo en todo quiero al menos intentar encontrar algunos puntos de acuerdo sobre los que ir avanzando, y como parece que a todos nos interesa que nadie se marginado en esta sociedad.

En lo que concierne a la esclavitud sexual, pues cada grupo da sus cifras. Los abolicionistas aseguran que un 95% de la prostitución no es libre, incluso algunos llegan a decir que la totalidad. ¿De dónde sacan estos datos? Pues de ningún sitio, son cifras fantasiosas predicadas para ofrecer un escenario terrorífico de la prostitución. De hecho las ONGs que realmente trabajan a pie de calle nos dan un panorama diametralmente opuesto. Para el CATS (Comité de Apoyo a los Trabajadores del Sexo) los casos de explotación sexual son anecdóticos, aunque muy garves cuando realmente tienen lugar; mientras el Colectivo HETAIRA hizo un estudio según el cual tan sólo un 5% de las prostitutas de su muestra se hallarían en clara situación de subordinación, con otro 10% trabajando para un tercero hacia el que mostraba en menor o mayor grado cierta dependencia. Por su parte la Guardia Civil elabora anualmente un informe sobre la trata de seres humanos y explotación sexual, según sus datos apenas entre el 0.86% y el 1.12% de mujeres estaría ejerciendo la prostitución en contra de su voluntad, dependiendo del año.

Si yo considero libre la prostitución no es tanto porque derive de una relación mercantil, sino del CONSENTIMIENTO MUTUO. Y mire, qué bien que pone el tan manido ejemplo de la relación existente entre patronos y obreros. Ésa sí es una relación de DEPENDENCIA como la define el derecho laboral. ¿Qué hacemos, prohibimos el trabajo asalariado? Yo no niego -sería absurdo- que la persona que se prostituye lo haga con el fin último de sacar un beneficio económico de ello. Lo que digo es que sucede EXACTAMENTE LO MISMO que en cualquier otra actividad laboral. O bueno, no del todo, porque hay trabajos y trabajos. En la mayoría como sólo hay un jefe el trabajador depende completamente de él, hay un monopolio por una parte lo que desequilibra la relación (algo que podría solucionarse con un mercado de trabajo más flexible como el que tienen otros países europeos, pero eso ya forma parte de otro debate...). En cambio en la prostitución es prácticamente un mercado de COMPETENCIA PERFECTA, con gran número de oferentes y demandantes, en los cuales ninguno resulta completamente decisivo para el resto. ¿Que no te gusta una chica? Te vas con otra. ¿Que un cliente te da problemas? Lo rechazas, ya vendrá otro. En comparación una relación de pareja tradicional es un modelo MONOPOLISTA puro, que lógicamente produce graves desajustes (celos, riñas, incluso asesinatos).

(Sigue)

Cliente X dijo...

La prostitución, como otros servicios que le he enumerado, por supuesto que crea riqueza. Hoy en día las sociedades desarrolladas obtienen la mayor parte de su PIB gracias al sector servicios. Sin ir más lejos, hablemos de la principal fuente de riqueza de España: el turismo. ¿Qué riqueza crea? ¿Lo que se vende no es "humo", como sucede con la prostitución? ¿Qué CREA un camarero, una gogó, un masajista? Satisfacen necesidades de consumo avanzadas contribuyendo así a mejorar la calidad de vida en nuestras sociedades occidentales. Claro, eso no lo sabían ver en la URSS o en la República Popular de China, cegados con aumentar su base industrial pesada para producir más acero y tanques. La riqueza se crea en cuanto eres capaz de producir algo por lo que alguien está dispuesto a pagar, a intercambiar recursos, y debería ser tan válido enriquecerse vendiendo heroína, carros de combate o servicios sexuales.

¿Beneficio social de la prostitución? Mucho. Porque crea sentimientos de complicidad, amistad y hasta de afecto entre las personas involucradas. ¿Que eso no es lo que dice la propaganda progre? Claro. Pero vé y pregúnta realmente a las prostitutas, como Marien, cuál es el tipo de relación REAL con los clientes. Habrá quienes sólo vayan a follar y punto, no pasa nada, hay simplemente un intercambio en el que ambas partes salen beneficiadas sin necesidad de una relación social profunda como sucede con el servicio que presta un taxista, un contable, un abogado... Pero además de relación comercial es una RELACIÓN HUMANA, y puede suceder (de hecho es muy frecuente) que surjan sentimientos entre las partes.

Para finalizar me gustaría hacerle a su vez un par de preguntas. La primera es que ha comentado que enmarca su posición frente a la prostitución en un planteamiento ANTICAPITALISTA. ¿Podríamos decir que la lucha contra la prostitución forma parte de un proyecto más amplio de cambio social? Es que ésta es una tesis que vengo manteniendo hace tiempo y querría despejar las dudas de mis lectores (porque la verdad es que yo no las tengo). Mi otra cuestión se refiere hacia el destino que usted y las personas como usted nos deparan. Es normal que la disidencia se psiquiatrice en los sistemas totalitarios, como sucedió con la sexualidad "desviada" de homosexuales y transexuales. En la URSS se llegaba a lobotomizar a quienes, como yo, planteaban formas de vida alternativas. No tengo objeción alguna, siempre he dicho que los demócratas actuamos como demócratas y los totalitarios lo harán como totalitarios. Pero me surge la siguiende duda, ¿cree realmente ud que tantas personas que acuden a la prostitución están realmente enfermas? ¿se siente legitimado y capaz para imponer su visión normativa de la sexualidad a tantas personas por la vía de la fuerza, de la coacción, que es lo que ha afirmado? Y por último, ¿cómo le sentaría que le hiciesen lo mismo a usted?

Nada más, y nuevamente muchas gracias por su tiempo.

asturiano dijo...

Replicando varias de las cosas de las cosas que responde Cliente X al profesor Pla:

"Qué CREA un camarero, una gogó, un masajista? Satisfacen necesidades de consumo avanzadas contribuyendo así a mejorar la calidad de vida en nuestras sociedades occidentales."

A mi juicio esto que se dice aquí no resulta tan claro. En parte ello tendrá que ver con lo que entendamos por la 'calidad de vida' generada por esos diferentes trabajos del sector servicios que se ponen de ejemplo. Tendrá que ver -del mismo modo- con el uso que los consumidores hagan de dichos "servicios".
Lo ilustro con un mero ejemplo:
Sinceramente no veo por ningún lado que beneficio personal o que mejora en la calidad de vida de los varones es la que se produce cuando éstos consumen espectáculos orientados fundamentalmente a su excitación sexual; tal cosa es la que ocurre en determinadas ocupaciones a las que se dedican algunas personas que trabajan en el sector del sexo: bailarinas en top-less, go-gós, chicas dedicadas al erotic-dance, mujeres que participan en espectáculos de corte pornográfico para ser observadas, etc.
A mí me parece que en este ejemplo que le pongo, tan sólo mejoraría la calidad de vida de los hombres que consumen estos productos en el caso de que supusiéramos que esos hombres proceden de comunidades rurales en las que todo lo referido al sexo está muy sancionado y reprimido, en el que no hay mujeres jóvenes a las que poder mirar en su belleza o atractivo físico, o con las que poder alternar (en el caso de aquellos hombres rurales que recurrieran al alterne pagado en clubes, por ejemplo).

-Más:

"La riqueza se crea en cuanto eres capaz de producir algo por lo que alguien está dispuesto a pagar, a intercambiar recursos, y debería ser tan válido enriquecerse vendiendo heroína, carros de combate o servicios sexuales."

-Esto que afirma aquí Cliente X a mí me parece bastante reduccionista en lo que se refiere al concepto de 'riqueza'. Esto es tener una concepción puramente economicista de lo que es la 'riqueza'. Algo que por ejemplo está muy alejado de las propuestas de grandes economistas que piensan para y por aquellas personas que pertenece a comunidades pobres o muy pobres en países subdesarrollados. Al analizar y, sobre todo, operar con el concepto de riqueza se ha de considerar el componente ético que ha de ir parejo a dicha praxis humana.

(Contínua...)

asturiano dijo...

2ª parte:

- "Beneficio social de la prostitución? Mucho. Porque crea sentimientos de complicidad, amistad y hasta de afecto entre las personas involucradas. [...] Claro. Pero vé y pregúnta realmente a las prostitutas, como Marien, cuál es el tipo de relación REAL con los clientes."

-Bien, en primer lugar, esos sentimientos de complicidad, amistad y hasta de afecto entre las personas involucradas, no sé yo hasta que punto son algo que se podría generalizar a la mayor parte -por ejemplo- de los hombres que consumen o han consumido prostitución de un modo reiterado o habitual en nuestra sociedad. Para empezar, Cliente X, ten en cuenta que con esta generalización que haces aquí, estás incluyendo a todas las tipologías de prostitución y no sólo a aquellas que podemos pensar como tipos de prostitución más libre e independiente (algunas personas oferentes en prostitución en medio abierto; algunas escorts independientes); y por otra tu caso como cliente, debido a tus particulares carácterísticas de personalidad, a tu atractivo físico bastante interesante para algunas chicas, etc., pienso que, probablemente, difícilmente se pueda generalizar.
Estás afirmando cosas sobre algo como es el aspecto de la demanda masculina de prostitución que no se conoce lo suficiente. Creo que ni tú ni casi nadie de los que solemos escribir en internet maneja una muestra suficientemente amplia de casos de varones clientes como para saber si se crean an la mayoría de las relaciones prostituta-cliente que ocurren en nuestro país esos "sentimientos de complicidad, amistad y hasta de afecto entre las personas involucradas" que tú afirmas que se suelen dar.
Y además de esto, deberíamos tener en cuenta la posibilidad de que en muchos de los casos tales sentimientos al parecer tan elevados, son poco más en realidad que unas relaciones cordiales o de conveniencia entre unas mujeres y unos hombres que sienten que lo único que comparten es un cierto estigma sexual por la actividad que realizan o incluso una cierta represión, padecida conjuntamente, por parte de determinados sectores de nuestra sociedad que desean imponer el prohibicionismo o el abolicionismo normativo en relación a dicha practica.

"Habrá quienes sólo vayan a follar y punto, no pasa nada, hay simplemente un intercambio en el que ambas partes salen beneficiadas sin necesidad de una relación social profunda como sucede con el servicio que presta un taxista, un contable, un abogado..."

-Vuelvo a insistir en que no resulta nada claro en que en dicho intercambio ambas partes salgan beneficiadas. Aquí vuelves a generalizar sin duda. Por la sola virtud de que entre la persona oferente y el varón demandante de prostitución se establezca un 'contrato' de duración determinada, no se desprende que ambas partes contratantes vayan a salir beneficiadas. En el caso de la prostitución hay infinidad de variables a tener en cuenta para afirma que tanto la persona oferente como el hombre usuario o cliente resulta beneficiado de dicha clase de relaciones. Esto es algo en lo que ya te ha insistido 'Marta'; que es que pareces estar absolutamente ensismismado en tus ideas y creencias referidas a la prostitución. Parece que tienes una notable cerrazón mental en relación a este punto y que no deseas aprender ni modificar tu punto de vista.

Montse Neira dijo...

"Bien, en primer lugar, esos sentimientos de complicidad, amistad y hasta de afecto entre las personas involucradas, no sé yo hasta que punto son algo que se podría generalizar a la mayor parte -por ejemplo- de los hombres que consumen o han consumido prostitución de un modo reiterado o habitual en nuestra sociedad"

Como ya he dicho, en múltiples ocasiones. Surgen todo tipo de situaciones, No hay que olvidar, que una vez se ha pactado el servicio, hay dos personas solas en un espacio, desnudas de cuerpo y alma interactuando. Y todo va a depender de la clase de personas, de la forma de ser de cada uno.
Así se trata a la gente, así se recibe, y es una máxima que se repite en todos los ámbitos dónde se relacionan las personas.

Cliente X dijo...

Marien, que lleva 20 años en esto y creo yo que algo sabe, señala la importancia de los factores INDIVIDUALES, de que depende de cada persona. Esto contrasta con lo que alegan nuestros detractores, para quienes la prostitución crearía un marco ESTRUCTURAL de desigualdad, en el cual un tipo de relaciones satisfactorias entre iguales no serían posibles.

En cuanto a lo tuyo, asturiano, ya no sé como decírtelo, macho. No son ideas abstractas que tenga de la prostitución desde fuera, sino lo que vivo casi día a día. Para mí eres tú el que mantiene una concepción muy negativa de la prostitución, probablemente debida al hecho de que tus experiencias personales en la misma no hayan sido muy psotivas. Pero es normal, cada uno cuenta la historia según le va.

Como ya os he dicho el trasfondo es la antiquísima pugna entre liberales y colectivistas. Y por favor, dejemos que conteste el señor Pla. Yo me conformo con que responda únicamente a la pregunta más fundamental que le he formulado:

¿Podríamos decir que la lucha contra la prostitución forma parte de un proyecto más amplio de cambio social?

asturiano dijo...

Cliente X:

Solo recordarte unas palabras que tú has puesto en uno de esto comentarios:

"La riqueza se crea en cuanto eres capaz de producir algo por lo que alguien está dispuesto a pagar, a intercambiar recursos, y debería ser tan válido enriquecerse vendiendo heroína, carros de combate o servicios sexuales."

Esto que has escrito aquí es es una absoluta aberración. No sé si te das cuenta de lo que estás diciendo.

Cliente X dijo...

Pues parece que no vuelve por aquí. Me lo temía.

¿Quieres decirme dónde está la aberración, asturiano? Yo soy partidario del libre comercio completo, lo cual incluye atenciones personales, drogas duras y armamento. Todos ellos ejemplos de mercados intervenidos por los Estados. Solicitar servicios sexuales está mal visto en prácticamente todo el mundo, y en algunos sitios prohibido. Comerciar con drogas te lleva a la cárcel (es decir, a ser secuestrado de manera legal), y los Estados monopolizan el mercado armamentístico, privándonos así a los ciudadanos de la capacidad de autoprotegernos.

Muchos de ustedes han decido entregarle su vida al Leviatán. No es mi caso, yo intento seguir siendo un hombre libre (relativamente).

asturiano dijo...

Con ánimo constructivo:

Cliente 'X', no sé cuántas asignaturas llevas cursadas de la carrera de CC. Políticas o en qué curso estás, pero esto con lo que concluyes tu respuesta:

"Muchos de ustedes han decido entregarle su vida al Leviatán. No es mi caso, yo intento seguir siendo un hombre libre (relativamente)."

Me parece que demuestra una cierta obcecación o ensimismamiento por tu parte en torno a una concepción 'individualista' de la Libertad que a mi juicio (sin haber estudiado políticas) tiene claras limitaciones, e históricamente pienso que ya ha sido superada.
No estoy en condiciones de poder discutir contigo las diferentes concepciones que sobre la libertad se han elaborado desde la filosofía social, la filosofía política..., pero tiendo a creer que defender una libertad absoluta (sin ningún tipo de restricción externa a los individuos) en temas como el comercio de armamento (destinado a fines bélicos o a la protección personal en las sociedades democráticas) o el comercio de droga, no es acertado. Esta postura creo que demuestra tener un conocimiento insuficiente de la realidad de tales problemáticas; parece, entre otras cosas, que no tienes en cuenta que defendiendo esa libertad absoluta (de corte economicista) siempre se producirán un número importante de víctimas y de personas que sufran en las sociedades y comunidades afectadas.
¿Te suena de algo el problema de las minas anti-persona y su impacto en la población de un montón de países?

Lee esto:

"Se calcula que hay más de 110 millones de minas repartidas en más de 64 países (la mayoría en África). Cada año más de 26.000 personas mueren o sufren traumáticas mutilaciones debido a las explosiones de estas armas que no distinguen entre combatientes y población civil. Pueden permanecer activas durante más de 50 años después del fin de un conflicto.

Colocar una mina puede costar 1,8 euros, pero desactivarla puede llegar a mucho más: hasta 718 euros.
Frecuentemente son las mismas empresas productoras de minas las que proporcionan servicios de desminado, en un ejercicio de negocio ya que están diseñadas para mutilar, más que para matar. Este aspecto es destacado frecuentemente en la publicidad de algunos fabricantes: "es mejor mutilar al enemigo que matarlo, ya que una persona minusválida supone un coste económico, social y moral mucho más duro que el de una persona muerta".

En noviembre de 2004 140 países se reunieron en Nairobi por un “Mundo libre de minas” para evaluar los logros conseguidos y revisar los puntos pendientes. Este encuentro se llevó a cabo en el séptimo aniversario de la aprobación del Tratado de Ottawa y cinco años después de su entrada en vigor y finalizó con el compromiso de la adopción de un Plan de Acción para los próximos cinco años que acelere la destrucción de minas y garantice el desminado de las zonas afectadas así como la asistencia de las víctimas."

Esto es solo un ejemplo. ¿No te parece que esas empresas productoras de minas anti-persona funcionan con la misma ética de corte economicista que tú pareces defender?

Entiendo que se puede se puede tener una concepción 'individualista-liberal' de la libertad sin necesidad de abrazar una ética de carácter puramente economicista-mercantilista como esa. ¿No conoces las teorías éticas de un señor llamado John Stuart Mill? Pues éste fue otro liberal (aunque viviera en el siglo XIX).
Un saludo.

Cliente X dijo...

Pero qué bien se te da sacar las cosas de lugar. Todavía no sé como cuando hablo contigo acabo siempre divagando sobre los asuntos más variopintos, desde las políticas de discriminación positiva (cuando comenzó el blog) a las minas antipersona.

De lo que me he quejado es de que el Estado pueda monopolizar la violencia y gracias a ello nos trate peor que una chula a sus putas. Si esto no lo ves no sé que decirte...

asturiano dijo...

Vuelvo a recordarte el comentario que dejaste al comienzo de esta entrada y por el que yo te he hecho la crítica argumentando con el fenómeno de las minas anti-persona:

"La riqueza se crea en cuanto eres capaz de producir algo por lo que alguien está dispuesto a pagar, a intercambiar recursos, y debería ser tan válido enriquecerse vendiendo heroína, carros de combate o servicios sexuales."

Aquí estás hablando de "enriquecerse vendiendo carros de combate".
Lo que yo he entendido de palabras como éstas es que tú defiendes que los estados ni ninguna clase de norma supranacional intervenga en el comercio de armas de ninguna de las maneras; esto es: que deje que se produzcan relaciones mercantiles absolutamente libres en relación a estas mercancías y que, por supuesto, no se les ocurra prohibir ni limitar o regular de ningún modo su producción o venta.
¿Te parece un ejemplo inadecuado el de las minas anti-persona? Bueno, pues entonces piensa en cualquier otro tipo de armamento destinado a un uso bélico, o sino en la legalización del comercio de armas destinadas a la "autodefensa" de los ciudadanos particulares de una sociedad democrática (p. ej. EE.UU.)..., entonces te digo lo siguiente:

Justamente, donde más libertad hay para obtener licencias armamentísticas, es donde existe un mayor número de crímenes de sangre y donde se incrementa la supuesta necesidad de defenderse en un círculo vicioso sin fin. Y lo mismo sucede con esta proporción en relación al endurecimiento de los códigos penales por el que claman algunos partidarios de la reinstauración de la ley y el orden (que siempre creen estar en peligro), y al porcentaje directamente proporcional de delincuencia y crimen organizado.
-Y lo de los Estados monopolizadores me hace gracia. Primero porque son estados capitalistas. Y segundo porque esos Estados actúan en connivencia con las grandes industrias armamentísticas que no son precisamente públicas, que representan una parte importante del PIB de algunos países y que tienen que resultar rentables para que el negocio siga funcionando (luego han de venderse y utilizarse, y si la necesidad no existe, se genera. No se produce algo que se venda, se produce, directamente, su consumo). Más que mercados intervenidos por los Estados, son Estados intervenidos por los mercados, cuando no fagocitados por ellos. ¿A quién beneficia que la droga sea ilegal? ¿Y por qué estás entonces a favor de la regulación de la prostitución? Deberías estar en contra de cualquier regulación de la actividad...que la regule el mercado, ¿no? En fin.

Gracias por leer esto.

Cliente X dijo...

Ya ví tu mensaje al correo, sigues insistiendo ¿eh? Me parece bien, pero en lo sucesivo prefiero que esta serie de discusiones las tengamos por email ya que no tienen nada que ver con la entrada.

Mira, el mercado de minas antipersona está restringido a la demanda de los Estados. Es un ejemplo clarísimo de a qué conduce el "monopolio de la violencia", a que sean únicamente unos grupos privilegiados los que puedan acceder a unos determinados recursos (el armamento). Entre ellos pueden combatir entre iguales, pero quienes estamos en inferioridad de condiciones -los ciudadanos- somos los que sufrimos: los que morimos en las guerras, pisamos las minas y, sobre todo, quienes les pagamos sus juguetitos.

Dirás que donde hay armas se producen más crímenes. Pues no, primero porque siempre es más sencillo tirar de puños o de navaja pues las consecuencias no son tan graves como liarse a tiros. Y segundo porque las armas de fuego en manos de individuos libres y responsables constituyen una estupenda MEDIDA DISUASORIA, haciendo que los delitos de toda clase efectivamente disminuyan.

Mira el ejemplo de Francisco Ramírez, el empresario valenciano que mató a dos atracadores. Pudo salvar su propiedad y su vida gracias a las armas. O el caso de Jesús Neira, sobre quien se echaron encima simplemente por expresar su legítimo interés en contar con autoprotección. A mí lo que me causa una gran intranquilidad, de verdad, es que tengamos 7 mil agentes en Madrid, cada uno con su arma, capaces de usarla a su discrección contra personas desarmadas. No sé si sabes que la semana pasada, en pleno centro, un municipal le metió tres tiros a un ciudadano y a otro le envió al hospital el rebote de una de las balas. A mí la verdad es que me da miedo, cuando veo a uno de estos agentes armados yo me cambio de acera o me doy la vuelta, porque no cuento con ningún medio de autofensa.

No me malinterpretes, no digo que todos tengamos que ir con un M-16 por la calle o que no haya policía, sino que la correlación de fuerzas debería estar más equilibrada. Por ejemplo reemplazando las Glock que tienen en dotación las fuerzas de seguridad por Taser, que son armas no letales y mucho más adecuadas para la labor que desempeñan. Es lo mismo que sucedió a finales del s. XIX y principios del XX cuando las policías comenzaron a sustituir sus sables en dotación por porras. Hay que evitar en lo posible el daño, y para ello hay dos vías: la primera y por mi parte preferible es la estricta limitación del poder público, pero como éste es reacio a abandonar sus privilegios la otra salida que nos queda a los ciudadanos es la de protegernos individualmente. Es más cara y puede originar abusos cuando a alguien se le va la pelota (casos de masacres en institutos de EEUU), pero hoy por hoy es la única viable.

Sucede, salvando las distancias, como con las cabezas nucleares. El objetivo que tienen los Estados con capacidad nuclear es prevenir que los agredan mediante la intimidación, la "disuasión nuclear". Claro, lo marvilloso sería que todos nos desarmásemos y conviviésemos en paz, nos ahorraríamos muchísimo dinero y el eterno miedo de que el día menos pensado estallase la hecatombre. Pero como cada uno va a defender sus intereses particulares la realidad les obliga a estar siempre pendientes y vigilantes de los demás.

Por lo cual, yo me pregunto, si los gobiernos tienen derecho a tener blindados, minas y misiles capaces de aniquilar a miles de millones de seres humanos, ¿por qué no voy yo, un ciudadano en el cual reside una fracción de la legitimidad política de uno de esos gobiernos, a poder adquirir una pistola con la que poder defender mi vida y mi propiedad? ¿Porque soy menos responsable? Veamos históricamente cuántas muertes han causado los particulares y cuántas los Estados con sus interminables y horrendas guerras.

Cliente X, un ciudadano frente al Estado

Anónimo dijo...

Bonito mensaje fuerte. Nunca pensé que era tan fácil. respetos a usted!

Anónimo dijo...

Gracias por este magnífico post. Admirando el tiempo y el esfuerzo que puso en su blog y la información detallada que usted ofrece.