viernes, 10 de julio de 2009

Rompamos el silencio, quebremos las cadenas


"Cuando hablamos de prostitución la gente suele adoptar actitudes de sorpresa e incertidumbre. A mí me gustaría que la actitud fuera interés por informarse, por escuchar, por aprender. Normalmente muchas personas opinan sobre la prostitución sin tener información suficiente para hacerlo".

Margarita Carreras Roig



Decía Descartes que en la duda está el conocimiento, y ciertamente en muchas ocasiones los prejuicios, estereotipos y creencias que hemos asumido acríticamente pueden llenarnos de certezas y vaciarnos de dudas, con lo que lastran nuestra capacidad de abrirnos a la comprensión de nuevas realidades. Es difícil que aceptemos algo que no conocemos, y es que la incultura es la madre de la intolerancia.

Hace tiempo, no mucho, yo me incluía entre esas personas a las que hace referencia esta conocida activista por los derechos de las trabajadoras del sexo. Desde luego, creía estar "razonablemente" informado sobre este tema, que por otra parte tampoco me llamaba especialmente la atención. Los escasos datos que conocía apuntaban invariablemente en la misma dirección, y no tenía ni los medios ni el interés para cuestionarlos.

Cuando las ideas están tan claras suele ser porque la mente está vacía. Como en tantas otras cosas de la vida son las experiencias, las vivencias personales -o dicho más coloquialmente "las ostias"-, las que van modificando tu percepción de la realidad, las antiguas ideas van dando paso a otras nuevas más útiles para interpretar el Mundo que nos rodea. Este proceso puede ser más o menos traumático dependiendo del contexto, de la divergencia entre la realidad percibida y las ideas mantenidas, y sobre todo de la capacidad personal para asumir ese cambio.

A su debido tiempo explicaré mi comienzo como "consumidor del sexo de pago", mis experiencias, y las consecuencias que han tenido en mí; mas en este primer mensaje introductorio quiero limitarme a realizar una presentación general explicando las motivaciones que me han llevado a publicar este blog.

En primer lugar he de comenzar agradeciendo el apoyo que Marien me ha brindado desde que la conozco. Puede decirse que mi blog es hijo del suyo, de hecho fue ella la primera persona en plantearme la creación de mi propio espacio. Montserrat Neira -más conocida como Marien- es una mujer, recientemente licenciada en Ciencias Políticas y de la Administración (felicidades, por cierto), que ejerce la prostitución desde hace más de 20 años y comenzó, allá por el 2007, a escribir un blog en el que abordaba la temática de la prostitución desde su propia óptica, a contracorriente de las explicaciones dominantes. Medio en broma, medio en serio, dice de mí que soy como su hijo adoptivo, y como tal me considero.

Pues bien, como ella misma reconoce comenzó a escribir como reacción al discurso abolicionista del autodenominado "feminismo". Para ella y otras muchas mujeres que ejercen la prostitución resultaban indignantes las afirmaciones que desde esas posiciones se realizaban, tales como que todas las prostitutas han sido víctimas de abusos sexuales en la infancia o de malos tratos, que tienen una vivencia patológica de la sexualidad o que sufren severos trastornos psicológicos (fundamentalmente el llamado Síndrome de Estrés Post Traumático). No querían ser "victimizadas" o "redimidas", sino ESCUCHADAS. Consideraban que esta imagen prejuiciada de la prostituta y de su entorno no sólo no correspondía con la realidad, sino que tenía un efecto perverso al reforzar el estigma (entendido como una categorización social intrínsecamente negativa) que pesa sobre este colectivo en su conjunto.

En primer término "Nereida", portando una pancarta en la que reivindica su capacidad de autodeterminación. Pueden distinguirse otras integrantes del Colectivo Hetaira, asociación que se ha distinguido por combatir las arcaicas concepciones que pretenden despojar a las trabajadoras del sexo de su capacidad decisoria, aduciendo que su voluntad se halla "alienada". Nereida es otra buena amiga mía, trabaja en Desengaño y ocasionalmente en la parte alta de Montera.



Lamentablemente esta imagen distorsionada y estereotipada ha prendido fuertemente en el imaginario colectivo y es, según declaran ellas mismas (a quienes nos tomamos la "molestia" de escucharlas -que no es tal, al contrario, es un auténtico placer-), el PRINCIPAL y más molesto problema que tienen que afrontar. Antes incluso que aquellos ocasionados por algunos clientes, las disputas con otras compañeras o el acoso y extorsión policial.

En mi caso particular estas "mentiras y gordas" resultaban especialmente molestas, al provenir de personas y organizaciones que se autodefinían "de izquierdas y progresistas", adscripción política que compartía en aquel momento. Creía que estaban profundamente equivocadas, que en sus ansias por construir una sociedad más justa e igualitaria estaban olvidando a las personas, especialmente peligrosa consideraba la usurpación que se hacía de su voluntad individual. ¿Cómo podían estar defendiendo los intereses de los trabajadores si ni tan siquiera se les tenía en cuenta? Más adelante fui percatándome de que quien había metido la pata, y hasta el fondo, era yo. Ellos eran completamente coherentes, su prédica y práctica política se hallaban en completa consonancia con el modelo de sociedad que pretendían conseguir. La razón de la existencia de los profundos desencuentros en torno a la prostitución eran los PRINCIPIOS Y VALORES que nos movían a unos y a otros. La prostitución no es más que otra batalla que forma parte de la gran guerra que se libra entre demócratas y totalitarios (otros frentes son la imposición lingüística, el adoctrinamiento ideológico, la auténtica igualdad sexual entendida como igualdad de oportunidades en vez de la imposición de cuotas, y un largo etcétera). Pero esta es otra historia, y merece que la trate aparte.

Como reza el viejo refrán castellano, "no hay mal que por bien no venga" y precisamente fue este ataque el que movió a muchas mujeres a reaccionar. A lo largo y ancho de todo el Mundo comenzaron a sentirse las voces contestatarias de mujeres trabajadoras como Margo St. James (USA), Pia Covre (Italia) o la ya fallecida Grisélidis Réal (Suiza); denunciando las falacias del abolicionismo al tiempo que, desafiando al control social que pretendía mantenerlas silenciadas, deciden mostrar a las claras la verdadera situación de la prostitución.

Y este es el punto al que quería llegar, la explicación última de la existencia de este blog que nace hoy con la declarada intención de dar a conocer la prostitución desde la óptica del usuario. Estas mujeres actuaron como auténticas heroínas, marcaron un camino a seguir, se preguntaron por qué tenían que avergonzarse, ¿porque otros lo dijesen? Los clientes tenemos también nuestra responsabilidad, SABEMOS cómo son las cosas, pero por lo general nos hemos resguardado en la cómoda (y cobarde) invisibilización de nuestra condición. No sólo es un error de principios, también es un error estratégico: hemos de tener muy claro que nuestro silencio es su mejor aliado, el abolicionismo -como rama del fascismo que es- avanza si le tenemos miedo, si no se le combate.

Pero además existe un motivo que nos afecta más directamente, una razón EGOÍSTA (por así llamarla), para que los clientes comencemos a implicarnos en la defensa de la prostitución. La nueva estrategia para atacar a las prostitutas es "el asedio por hambre", cerrar los sitios donde trabajan (por ejemplo el Sex Shop "Ya no es pecado" de Montera, en Abril de este año) e incluso perseguir al cliente, medida que necesariamente pasa por crear un clima social hostil hacia nosotros. Suecia comenzó este camino en 1999, y a partir de entonces otros países se han sumado a la denominada por algunos juristas "extravagancia sueca". Noruega aprobó en Enero de este año una Ley muy similar, en Italia se penaliza al cliente de prostitución callejera, en Barcelona la Ordenanza "de medidas para garantizar y fomentar la convivencia" prohibió la compra-venta de servicios sexuales en la vía pública (incluyendo sanciones económicas para el demandante) y aquellos de vosotros que hayan conocido la Casa de Campo sabrán que el acoso y los controles policiales fueron constantes y provocaron su fin como centro neurálgico de la prostitución en medio abierto de Madrid.

Representación del cliente de la prostitución. Como comprobaremos es constante la consideración extremadamente maniquea y simplista de la sexualidad según el enfoque abolicionista. Con frecuencia, también es errónea.



Ante este continuo retroceso, especialmente de la prostitución en medio abierto -que es la más visible y por consiguiente transgresiva-, he creído llegada la hora de que los clientes comencemos a organizarnos para hacer sentir nuestro peso, primero en la sociedad y a continuación en la administración. Quiero que se nos escuche, que se nos considere a la hora de elaborar políticas públicas, que exista alguna voz disonante frente al discurso oficial que nos tacha de "explotadores" y "maltratadores" de mujeres. Las dificultades que tendremos que salvar son enormes, empezando por el estigma social que nos "sataniza". Sin embargo, como ya he dicho, contamos con el valioso precedente de unas mujeres que dedicieron plantarle cara a la sociedad hipócrita y moralista. Ellas podían haberse rendido, asumido que "las cosas eran así" y haber optado por el silencio. Pero combatieron, logrando tanto una victoria moral como numerosas victorias reales. Si luchamos, podemos perder. Si no lo hacemos, ya estamos perdidos. ¿Podremos estar los hombres a la altura de estas mujeres?

Finalmente quiero terminar como empecé, manifestando que estoy plenamente convencido de que el rechazo social que existe en nuestra sociedad hacia la prostitución se nutre del desconocimiento. Por lo tanto, si estás interesado/a en descubrir una nueva -y probablemente sorprendente- perspectiva sobre la prostitución te invito a leer y participar en este blog. Pocas cosas me agradarían más que contribuir, aunque sea con un pequeño granito, a la normalización social de la prostitución. Tengo un deseo, anhelo un Mundo en el que ninguna persona sea discriminada por cómo decida vivir su sexualidad o el trabajo al que se dedique, un Mundo en el que nos traten con dignidad y respeto, en el que no tengamos que ocultar lo que somos y podamos convivir personas con sensibilidades y puntos de vista diferentes, pero compatibles. Sueño con un Mundo libre de prejuicios y estereotipos, y con una sociedad abierta, plural y tolerante.

Este sueño puede empezar hoy a convertirse en una realidad, si rompemos el silencio romperemos las cadenas.

6 comentarios:

Amazona, dijo...

Hola:

Para mi es un honor ser la primera en opinar en este blog.

Espero que contribuya a que la gente tenga una visión más objetiva de la prostitución.

Por mi parte pienso recomendarla, y espero que se corra la voz.

Y animo a todas las compañeras a que se unan a este proyecto y participen también.

Besazos.

Unknown dijo...

Hola de nuevo,

En el noveno párrafo de esta exposición inicial, aludes al tema de las cuotas como un ejemplo --entre otros-- de aplicación de políticas totalitarias. Así manifiestas:

"la auténtica igualdad sexual entendida como igualdad de oportunidades en vez de la imposición de cuotas"

Yo no entiendo por qué opones el tema de la igualdad de oportunidades para las mujeres al establecimiento de unas cuotas femeninas de participación en la toma de decisiones o en los cargos directivos de los partidos políticos, empresas, etc. Sabiendo que este es un tema que ha sido debatido en el seno del feminismo en relación con el problema de la igualdad, me gustaría que nos clarificases un poco más de tu postura al respecto; pues creo que se hace necesaria una minima argumentación para posicionarse a favor o en contra de las cuotas.

Montse Neira dijo...

Hola Cliente X

Primero de todo:
¡ya era hora!
A por todas. Las personas que vivimos la prostitución y que conocemos tofas las diferentes realidades somos las que tenemos que hablar e informar.

Sabes que tienes todo mi apoyo (aunque te corte por teléfono) y que aquí estoy para que intercambiemos ideas ..

Ay lo de las cuotas...A mi modo de ver (independientemente de lo que opine Clientex) las cuotas pocon ayudan por no decir en nada ya que tiene efectos perversos. Las personas tenemos que tener igualdad de oportunidades con independendencia de género, de edad, de status social.Se tiene que valorar los conocimientos, la formación y sus recursos/habilidades, la capacitación...Cuando hay "obligación" de poner x mujeres (en este caso) se corre el peligro de poner a personas que no están capacitadas.

Saludos a tod@s
Marien

Cliente X dijo...

Bienvenidos todos, el honor es mío por poder contar con vosotros. Lo cierto es que los mayores obstáculos que le pueden surgir al abolicionismo son sitios como éste, donde sus argumentos sean cuestionados públicamente por quienes vivimos la prostitución en primera persona.

Amazona, supongo que eres Katia, bienvenida, seguro que tú también tienes mucho que contar desde tu experiencia personal.

Marien, como he reconocido éste blog no habría nacido de no ser por tí, al igual que otras personas te sirvieron de inspiración y ejemplo, tú lo has sido para mí. Superar el estigma es algo así como pasar la barrera del sonido, cuesta mucho, pero una vez conseguido "vas lanzado".

Iban, me alegro que vayas haciendo preguntas, animo a los demás lectores a que hagan como él. Me hago cargo de que muchas cosas de las que voy a contar aquí posiblemente os "choquen". Y aunque Marien te ha respondido perfectamente, y como la pregunta me la dirigías a mí, voy a responderte con mis palabras… en una nueva entrada.

Lo dicho, bienvenidos, estáis en vuestra casa.

Jabato dijo...

Hola Cliente X, gracias a Marien he descubiero este blog por un comentario suyo en el blog de Bcnrelax. Creo que tienes una extraordinaria madrina.

No se si sabras que yo tengo un blog titulado Sexo de pago es un espacio donde compartir información, datos, experiencias y anécdotas relativas al relax profesional. Es un blog dirigido a todo el mundo, se que lo leen desde profesionales y empresarios del sexo de pago, clientes, webmasters, y gente curiosa respecto a este mundo. No he querido mas que aprovechar mi experiencia de años y la confianza que me brindan muchas personas que estan dentro del sexo pago para hablar un poco de el, intentando desmitificar muchas ideas preconcebidas.
Cumplire tres años con el blog, te aviso que no es facil escribir, hay temporadas que te apetece hacerlo y otras te cuesta mas, la clave es tener ilusion por lo que se hace y hacerlo a tu estilo.

Te dejo enlace a mi blog: www.sexodepago.blogspot.com

Tambien te he enlazado en mi blog, como blog amigo y soy seguidor de tu blog desde este momento.

Ahora vamos al tema que has tocado en tu entrada. Hace un tiempo recibi un mensaje de Marien referente a las posturas abolicionistas en la prostitucion, ello me hizo pensar sobre que podiamos hacer los clientes. Es mas o menos tu mensaje de la entrada, pides que los clientes nos organicemos para combatir estas posturas que si llegan a triunfar nos veran convertidos casi delincuentes.
Creo que lo que pides es utopico de momento, pocos clientes estan dispuesto a salir dando la cara en una manifestacion, o haciendo declaraciones de lo que piensan, o en un debate televisivo. Tu sabes tan bien como yo que la mayoria de los clientes son gente con pareja, y la otra parte que no tiene pareja tampoco saldria porque seria una verguenza para ellos reconocer que recurren a servicios sexuales de pago. La sociedad se averguenza del cliente y condena a la prostituta, es una realidad. Y por favor, no tachemos al cliente de hipocrita por no salir a combatir a cara descubierta esta injusticia, el cliente del sexo de pago siempre ha sido clandestino en cuanto a esta actividad. Una de las mayores virtudes de una prostituta es su discrecion, no lo olvidemos, y esta virtud tiene una razon de ser.
Yo creo que se debe comenzar por combatir esta realidad, y que cambie la forma de pensar de la sociedad en general. ¿Como se hace esto? Yo creo que desde la educacion, en los colegios, en los institutos,...que las nuevas generaciones vean la prostitucion como una actividad laboral que unas personas desean realizar y que otras personas consumen por diferentes motivos, sin que ni unos ni otros sean criticados por ello.
Esto seria normalizar la prostitucion, para ello es necesario que sea aceptada por la sociedad y para que sea aceptada es logico que sea una actividad reconocida por el gobierno y que exista una legislacion al respecto. Una legislacion en la que la ejerciente tenga unas obligaciones y unos derechos, y en los que el cliente sepa donde contratarla de modo seguro, de modo legal.

Es un tema muy complejo, se podria hablar durante horas y seguro que nos dejariamos cosas en el tintero. Perdonadme el ladrillo que os he metido, pero me ha encantado el tema.

Lo dicho, muchos animos con tu blog.
Un abrazo.

Cliente X dijo...

Nunca me oirás decir que esta lucha sea fácil, pero tampoco que quedándonos quietos vayamos a solucionar algo. Marien apuesta por la visibilización como la única salida posible a la pesada losa del estigma y yo estoy con ella: quienes más han hecho por ir normalizando la prostitución son aquellas personas que, por supuesto siendo plenamente conscientes de los problemas que tendrían que asumir, decidieron dar un paso al frente y enfrentarse a sus demonios a cara descubierta. Hay que tener mucho valor para hacerlo, casi temeridad. Mas son estos temerarios/as quienes invariablemente han hecho avanzar a la sociedad en el curso de la historia. Sin riesgo no hay gloria.

Es cierto que la inmensa mayoría de prostitutas y sus clientes han optado por estrategias de mera supervivencia, "la discreción". El resultado práctico ha sido el triunfo del punto de vista abolicionista, que ha podido mostrarse a las claras, al que sin querer hemos apoyado con nuestro silencio. Quien calla otorga.

Mi planteamiento es completamente rompedor con el que hasta ahora hemos seguido, no por hipócritas, sino por pragmáticos. La ocultación ha sido útil, HASTA AHORA. El mismo pragmatismo ahora nos lleva a reconsiderar esta posición, ante los continuos ataques que estamos sufriendo en varios países europeos. Ya no sirve mantener un "perfil bajo", ahora van a por nosotros y hemos de plantarles cara. Si decidimos no seguirles el juego y desafiarles podemos perder, nadie garantiza el triunfo. Pero si no lo hacemos ten por seguro que ya estamos perdidos.