domingo, 13 de octubre de 2013

En Madrid también se multará a los clientes de prostitución

Una de las noticias más sonadas sobre la prostitución últimamente ha sido el anuncio por parte del consistorio madrileño de penalizar varios "usos indebidos" del espacio público, entre ellos pedir limosna, realizar malabares o solicitar servicios sexuales. A principios de año la alcaldesa aseguraba no ser partidaria de la vía punitiva, como han hecho muchos otros municipios, sino de la informativa. ¿Qué puede haberla llevado a cambiar de idea en tan poco tiempo?

Es curioso que mientras vemos que la sociedad "acepta la prostitución y quiere legalizarla", como comprobó Ayanta en el programa en el que me entrevistó, los políticos españoles hayan adoptado en masa políticas prohibicionistas que resultarían retrógradas incluso para el siglo XIX (en la España de hace dos siglos la prostitución estaba regulada por los ayuntamientos, con pago de tributos municipales, censo de prostitutas y controles sanitarios obligatorios: era el modelo conocido como "reglamentarista"). Pero todavía más sorprendente, al menos para el lego en estos temas, resulta que el principal partido de la oposición haya tomado este tipo de medidas donde ha gobernado (Barcelona) o las apoye donde aspira a gobernar (caso de Mallorca). Y luego uno ya llega al pasmo al averiguar que este tipo de ordenanzas "cuentan con el rechazo frontal de todas las asociaciones que trabajan con prostitutas" (como sucede en Murcia).

Hace poco hemos visto que los sectores abolicionistas, cuyas conferencias están financiadas por organismos públicos, pedían la penalización del cliente. Curiosamente esas mismas autoridades que subvencionan a los abolicionistas adoptan luego las medidas que proponen. ¿Podrían ser conclusiones ya tomadas de antemano por nuestras administraciones públicas?



Pero bueno, ¿qué pasa? ¿Están tontos o qué? ¿Es que no se dan cuenta de que con sus medidas perjudican a quienes dicen proteger y en vez de garantizar deterioran la convivencia? Entiendo que existe un sector minúsculo, pijo e intolerante de la población (que indudablemente sí se ve representado por Ana Botella), para el cual la mera presencia de "gente fea" en las calles les resulta desagradable. No verían con malos ojos una especie de "solución final" para putas, vagabundos, perroflautas, morenos y sudacos. Sin embargo creo que la motivación va en otro sentido, y es solucionar el principal problema que tienen casi todos los ayuntamientos de este país. ¿Que cuál es? Bueno, una pista. Comienza por DEUDA y acaba por PÚBLICA.

La ordenanza es calcada a la propuesta que hace varios años hizo la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias), realizada por JEFES DE POLICÍA LOCAL, y que estaba orientada a la prohibición de la prostitución como cuenta el jefe de la policía municipal de Fuenlabrada:

Los problemas asociados a la prostitución callejera serían la "seguridad ciudadana", "dificultades de convivencia vecinal" y "accidentes de seguridad vial". Los jefes de policía local apuestan por prohibirla en vez de tratar de corregir esos supuestos inconvenientes, pero como queda feo ir a por las putas dicen que van a por el cliente. ¿Y cual es el efecto real, la práctica de estas políticas públicas? Pues una precarización todavía mayor de las condiciones de vida y trabajo de las meretrices a la vez que se dota de un peligroso poder a las autoridades policiales. Las ordenanzas contra la prostitución no han conseguido erradicarla, pero es que no es lo que pretenden. De lo que se trata es de buscar la indefensión y vulnerabilidad de un colectivo que mueve una importante cantidad de dinero que no deja ningún rastro. Ah, amigos, que yo os he cazao.



Y es que resulta que el sector que más ha luchado contra la prostitución en este país no han sido ni los vecinos, ni las feministas, ni conservadores religiosos... ¡sino los cuerpos municipales de policía! ¿Y por qué? Pues porque como denuncian las asociaciones que trabajan con prostitutas, cuanto más precaria sea la situación de estas mujeres más expuestas se verán a abusos y extorsiones de todo tipo. Y eso es precisamente lo que pretenden con este tipo de normativas, apretar a las chicas hasta el límite. Además les servirá para encubrir sus actos delictivos, porque ahora podrán ampararse en una norma legal.

¿Os parece una teoría conspiranoica? Bueno, pues vamos a los hechos probados. La ordenanza de Madrid toma como modelo la elaborada por la FEMP. Hace tiempo, cuando hacía políticas, precisamente en la asignatura APES (Administraciones Públicas ESpañolas) tuvimos que realizar un estudio sobre un informe de la FEMP acerca de la financiación municipal. Básicamente el resumen (el que yo hago, que como todo en la vida es contracorriente) es que querían meter nuevos tributos casi por todo, por una parte, y por otra exigir más transferencias por parte de la administración central y autonómica porque como bien se sabe la administración municipal es la más CORRUPTA de todas (tenemos el caso Malaya bien reciente). La FEMP, presidida entonces por el Ilmo Pedro Castro (sociata despilfarrador donde los haya), lo que buscaba era incrementar sus ingresos aunque fuese haciendo fosfatina a los sufridos contribuyentes a base de impuestos. Y resulta que encargan un informe "técnico" (en politiqués eso significa opaco y sin consenso) a los jefes de policía local. ¿Y quién había sido hasta hace nada el presidente de la Federación de jefes de Policía Local de España? El amigo Ginés Jiménez Buendía, ni más ni menos, que resultó detenido, juzgado y CONDENADO por extorsionar a numerosos negocios y también a las prostitutas callejeras. Por cierto, la versión oficial dice que fue una de ellas quien le denunció. Seguro que ahora se siente muy segura desde que Ginés salió de prisión y volvió a ser no sólo readmitido en el cuerpo sino que le restituyeron en su puesto. Eso no le preocupa a la señora Botella, al lado de la ciudad que gobierna se ha probado que el mayor peligro para las prostitutas son los policías y ella lo que hace es darles más instrumentos para extorsionarlas. Muy bien, coño, muy bien.

Afirmo que los políticos, bajo buenas palabras y eufemismos de todo tipo, ocultan intenciones que no confiesan públicamente. Su trabajo es hacernos la vida más difícil a la vez que nos toman el pelo de manera descarada. Este tipo de ordenanzas no han logrado acabar con los problemas que aseguran combatir, entonces... ¿qué pretenden en realidad? ¿Sería de alguna utilidad escuchar a las prostitutas que vienen sufriendo desde hace años la represión de las autoridades? ¿Qué nos cuentan, por ejemplo, en el documental "Oscuros Portales"?



Yo la verdad es que lo veo genial, lo digo en serio. Los políticos se retratan, con esta nueva vuelta de tuerca queda bien claro qué intereses tiene el Ayuntamiento madrileño y los objetivos que persigue. Las ordenanzas contra la prostitución callejera se han multiplicado desde el 2009, el año en que empezó a reconocerse la crisis, y no es mera casualidad. Es una causalidad directa, desde entonces los pagos a las autoridades se han disparado al igual que los impuestos y multas que pagamos el resto de ciudadanos. ¿O qué se creen, que las putas no soportan las CARGAS (nunca mejor dicho) públicas? Resulta que al resto de ciudadanos nos brean a impuestos, a mí entre retenciones e IVA me quitan más de la mitad del sueldo, ¿pero a unas personas que se sacan una pasta, que realizan una actividad no regulada legalmente y estigmatizada socialmente, que son en su mayoría extranjeras y como dicen las feministas se hallan en "situación de vulnerabilidad" van y no las tocan un pelo? Vamos, hombre. Chorizos, que sois unos chorizos. ¡Mangantes, sinvergüenzas, ladrrroooneeesss!

Y luego para rematar está el aspecto del cumplimiento de la normativa, los PAZGUATOS de UPyD -que no enteran de la misa la mitad- van y dicen que a ver si va a ser posible cumplirla con los efectivos policiales disponibles. Si aumenta la carga de trabajo para el mismo número de funcionarios se deduce bien que a) la política pública va a fracasar porque no se han destinado medios suficientes para su implementación, lo cual es MALO porque su fracaso mandará el mensaje a la ciudadanía de que las autoridades son INEPTAS; o b) si resulta que sí son capaces será PEOR porque significa que anteriormente teníamos recursos infrautilizados, pero que pagábamos religiosamente, de lo que se deduce que nuestros gobernantes son unos MANIRROTOS. A ver, que no, que lo que pretenden los ayuntamientos, los cuerpos municipales de policía y la FEMP es tan sencillo como seguir llenándose los bolsillos con dinerito calentito sin fiscalizar (y que por tanto pueden emplear discrecionalmente, a su antojo... ¿de dónde creen que se llenan los sobres "a lo Bárcenas"? La prostitución necesita mantenerse en la alegalidad y reprimirse duramente porque mueve mucho dinero en efectivo, que no deja rastro... No como esas incómodas facturas y transferencias con las que pillan a la UGT Andalucía o a la infanta Cristina).

Por hoy, esto es todo. Espero poder deleitaros próximamente con más análisis de otras noticias de actualidad.



Para seguir leyendo:
· Botella concienciará pero no multará
· La criminalización de los clientes, una de sus armas más potentes
· Alberto I, Rey de Madrid y de las prohibiciones
· El déspota contra el barrio rojo